Partida Rol por web

Castronegro no es un pueblo reconocido por sus fiestas o sus particulares costumbres, por su gastronomía, por su arquitectura o su historia. Castronegro es conocido únicamente, y sólo por sus habitantes, por ser un pueblo anodino más, uno de tantos puntos en un mapa.
Situado en el norte, entre montes y valles, su peculiaridad más significativa resulta ser su difícil acceso: una única carretera que, año sí, año también, queda bloqueada por las intensas nevadas invernales.
En el centro del pueblo hay una fuente, pobremente ornamentada, que todos los años se apaga con la llegada del frío. Frente a ella se encuentra el ayuntamiento y a ambos lados los dos edificios más concurridos por los lugareños: la taberna y la casa de la puta. El resto de negocios y alguna vivienda más se desperdigan aquí y allá por toda la calle principal.
A las afueras se hallan diseminados varios caserones antiguos, cada cual más alejado de los demás, adyacentes a pequeñas parcelas o huertos.

El centro de la actividad social del pueblo es la taberna. Durante muchos años regentada por Manolo, el difunto padre de su actual propietario y quien le dio el elocuente nombre de El bar de Manolo, los cambios más significativos que se han producido en ella en los últimos veinte años han sido la televisión de plasma, que sólo sintoniza TVE y La 2, y pasar de La Menorquina a Frigo como proveedor de helados durante el verano.
El primer cliente de hoy es el comerciante. Cuando posa sus nalgas en el taburete sólo encuentra tras la barra a una preciosa niña de cabello rubio: la hija del alcalde.

-¿Le has robado la cría al alcalde? No creo que tarde mucho en encontrarla si la guardas a la vista de todo el mundo.

El tabernero sale de la cocina secándose las manos con un trapo, se coloca tras ella y le revuelve el pelo mientras sonríe ampliamente.

-El excelentísimo señor alcalde y su excelentísima mujer tuvieron que irse ayer por la tarde con bastante urgencia por un asunto de familia y me dejaron a cargo de este coco.
-Pues te la vas a tener que quedar por lo menos unos días más. Esta noche ha llegado la Navidad: las carreteras están cortadas y el pueblo aislado. He tenido que dar la vuelta con la furgoneta a medio camino. Ponme un café, anda.

Mientras manipula la máquina, el tabernero se gira hacia el comerciante para continuar la conversación con total tranquilidad.

-Pues menuda faena.

A lo largo de la mañana comienza a llenarse el bar con los vecinos del pueblo, que acuden con una religiosa puntualidad. Y tal y como van llegando se van enterando de la nueva: nadie podrá entrar ni salir de la villa durante los próximos días.

-¿Que no se podrá salir? Bueno, eso pasa siempre en este pueblo. Tabernero, un zumo de piña y un croissant, por favor. No, niña, no quiero darte de mi croissant. Del zumo menos, que lo babeas todo. Bueno, venga, no llores: toma un cuerno. ¿Cómo? ¿Que te gusta más la miga de dentro...? (Menuda niña, como se nota que es hija de un político). Venga, toma la miga... Ains...

Se dirige al tabernero, sin que la niña lo oiga:

-Cuidado, que no la vea el proxeneta... ¡No vaya a ser que la niña lo obligue a prostituirse!

De repente una oronda silueta oscurece el local, para entrar en la taberna Amelino un rechoncho entrado en los 40 poco agraciado y por todos conocido como el chulo del pueblo irrumpe en la conversación, con tono jovial se acerca a la barra para saborear otra "fructifera" jornada lavoral. Inclinanddose hacia las dos mujeres y mietras etrega unos caramelos a la niña de su local que tenia en el bolsillo dice:

-Todas mis chicas trabajan por amor al prijimo y a las artes amatorias nadie las obliga a nada, fueron sus familias que al repudiarlas de sus casas se encontraron solas en un pueblo que de un dia para otro las trato como forasteras.

-Si sigo mucho tiempo más en este bar me voy a poner como el Amelino. ¡Todo el mundo me da de comer!

Antes de entrar al bar se limpia los zapatos sobre el felpudo y se sacude la falda de pana por si lleva algunos hilillos pegados a la tela. Los hilos son como moscas.

-Buenos dias tengan todos. Manolo Junior, ponme un cortado y una bomba de chocolate. Yo sin mi cafe y mi chocolate no tiro por las mañanas. A esta niña la conozco, es la hija del alcalde. Menos mal que no me la han colocado a mi con la poca paciencia que tengo para los crios (piensa para sus adentros). -Que mona eres, fijate, rubia y con los ojos azules, como Marisol.

Ya llevo unos meses viviendo en el pueblo y nunca habia escuchado que los aldeanos se hubieran quedado incomunicados por la nieve. -Y ahora que haremos?. Hasta cuando habra que estar asi?.

La hija del alcalde sale corriendo de detrás de la barra y a poco queda de tropezar con la maleta que lleva arrastrando la maestra del pueblo que acaba de entrar en la taberna.

-Pero que linda niña, ¿estás bien? Ten, toma esta paleta- le revuelve sus rizos rubios y se dirige a la barra.

- ¡Buenos días! Un café con leche y un croissant por favor Junior. Apenas comienza el día y ya me ha parecido muy pesado, he intentado salir del pueblo esta mañana pero ya me imaginaba que era imposible.

-Cómo se nota que no es usted del pueblo, señorita. Aquí las llamamos piruletas, no paletas. ¡Ji, ji, ji! -levanta los brazos y corre y ríe sin ningún sentido excitada por la nueva adición de azúcar a su organismo.

Entra la doctora por la puerta (claro, no va a ser por la ventana. aunque podria ser, es una primera planta):

- Enfermera! llevo esperandola desde hace media hora en la consulta para que me ayude con los pacientes, me dijo que salia a llamar por telefono, y me la encuentro aqui. Por cierto tabernero, recuerde que tiene cita a las 3 para mirarse lo de las hemorroides que no le dejan sentarse en paz. Niña no te rias, las hemorroides son un problema muy serio.

(Piensa para sus adentros: ¿se cree que por ser la doctora tiene el derecho a salir de la consulta y pretender dar ejemplo?). Se pone nerviosa y le espeta a todo el mundo:
-¿¡ Pero cómo le dais tanto azúcar a la niña!? Se nos va a volver diabética, como siga así, que una cosa es un poco de miga de croissant y otra son los caramelos del chulo y la piruleta de la profe.

Más calmada, le dice a la doctora:
Le he mentido porque nunca me deja desayunar, sabiendo lo importante que es hacerlo. Bueno, usted misma me hace elaborar unos carteles para la consulta en los que se asegura que el desayuno es la comida más importante del día. ¿Como voy a rendir en mi trabajo sin un buen desayuno? Oiga, que la salud de los ciudadanos está en nuestras manos, es una gran responsabilidad. Imagine que estoy pinchando a alguien y que me desmayo por no haber desayunado. ¡Podría armarse una gorda! Y tengo una buena razón para estar aquí: estamos aislados por la nieve. Como se nos gangrene alguien lo vamos a pasar bien. No podrán venir las ambulancias. Y dudo que un helicóptero pudiera venir, también. La cosa pinta mal, muy mal...

Por las ventanas de la taberna se divisa a un hombre que camina rapidamente, de gesto afligido y parece que absorto en una infinidad de pensamientos, vestido completamente de negro pasa cuidadosamente por la entrada de la taberna:

Buenos días a todos, que el Señor esté en vuestros corazones en esta fría mañana de invierno, D. Manuel, pongame cuando usted pueda un café solo.
Hola niña, si, esto que llevo se llama un alzacuellos, no no me es incómodo…Gracias Manolo, Doctora ya que la encuentro aquí me gustaría comentarle sobre poder verme lo de mis migrañas, cada vez son peores!! Por cierto Comerciante qué tal el negocio? Confio en que estas heladas sean algo puntuales y pueda venir algún turista a visitarnos y a respirar aire fresco.
Señorita Tautou, me alegra verla por aquí, qué tal esta? cómo va la sotana que le dejé? La podrá tener para el viernes? Ya sabe que los fines de semana la iglesía tiene más bullicio…porque ahora…esta desengelada como siempre, si se quiere pasar después del trabajo o por la tarde allí la espero.

Profesora, qué tal las clases? Como se comportan los niños? Conmigo en las clases de religión por ahora se portan bien, entreveo que son muy valiosas para estos crios.
Enfermera, qué tal el trabajo? Las confesiones aún las sigo dando todos los jueves…El señor no ha aparecido aún en su vida?
Usted (dirigiendose al proxeneta), podría echarse a un lado por favor me esta aplastando el brazo , gracias…

(Ya está el cura preguntándome por Dios, si supiera lo que le hacía a mi profesor de religión...).
¿Qué señor? ¿Mi padre? No, desde que tengo cinco años no ha aparecido aún y nos dejó a mi madre y a mí solas.

(Con media sonrisa y algo sorprendido por la respuesta, duda entre no seguir la conversación o tomarse con humor su contestación y seguir alentándola a encontrarle, opta por lo primero)

Comprendo…

-Buenos días cura! Me da gusto escuchar que los niños se comporten en su clases. No tengo ninguna queja de ellos, son muy obedientes.- sonríe al padre mientras aprecia algo de tensión entre la enfermera y el cura.

Le pega un bocado a su bomba y se le desparrama un poco de chocolate por la boca. Mientras disfruta de su delicioso dulce observa de reojo a la doctora y la enfermera ¬¬. (Que mujer mas estricta, piensa para sus adentros, es que la enfermera no tiene derecho a tomarse 20 minutos para almorzar?). Suerte que soy autonoma y no tengo que rendirle cuentas a nadie.

Se limpia con una servilleta cutre de papel de lija tipica de los bares. -Manolo, a ver si invertimos un poco en servilletas y papel higienico decente hombre, que eres el unico que tiene taberna en este pueblo. No nos vengas con el cuento de la crisis.

-¿Que tal esta usted Padre Karras?. Yo regulin regulan, hoy me he despertado con lumbago, esta noche he estado cosiendo a maquina unos pedidos urgentes. La sotana? yo creo que la tendre arreglada para este viernes no se preocupe. Luego me paso por la iglesia a encender una vela y santiguarme con el agua bendita. No se que tiene esa agua que me quita todos los males oiga, sera sugestion o dios que actua bendiciendola a traves de su santa mano.

-Doctora voy a necesitar relajantes musculares de esos que me receta de vez en cuando.

Se abre la puerta de la taberna. El policía entra sin detenerse a limpiarse las botas en la alfombra, mientras que el característico sonido de sus suelas informa de su presencia a todos los que aún no se voltearon a ver. El tabernero, al verlo entrar, comienza a preparar un expresso con leche y cuatro donuts. Ni dos ni tres ni seis; cuatro.

-Buenos días, gente. Mañana fresca, ¿eh?

Pronuncia con voz sonora mientras se acerca a la barra. Nota que la enfermera y la doctora están presentes. (¿Quién cuida de los pacientes? ¿Acaso es tan difícil turnarse para desayunar?). Piensa en reprenderles, pero en vez de eso se asegura que sepan que él se percató de esto sosteniéndoles la mirada a ambas por dos segundos. Si luego de servido el café ninguna se levanta para volver a la clínica, será más directo. 

-Como ya habrán notado, el pueblo estará aislado por la nieve también este año. He intentado comunicarme con la ciudad pero aparentemente las líneas están cortadas. Nada extraño teniendo en cuenta la intensidad de las últimas tormentas.

Anuncia a todos mientras se sienta en la banqueta junto a la barra. Al notar el gesto de preocupación de La modista, agrega:

-Tranquila señorita Tautou, esto es moneda corriente casi todos los años. Son raros los inviernos en los que no quedamos aislados, no tiene de qué preocuparse. La nieve no durará así más de un mes como máximo.

Se voltea para encontrarse con el amistoso rostro del tabernero, que en ese momento le dejaba su café y sus donas.

-¿Qué tal, Manuel? ¿Esta vez son rellenas de membrillo? Las de chocolate de la otra vez estaban muy bien, pero debo mantenerme en forma oye (ríe).

Entra un barrendero con pinta de gañan,se sienta en la barra y le dice al tabernero:

-Caña aquí!!!

Después de servirsela el barrendero empieza a contarle su vida al tabernero para desgracia de este último...Bueno y de toda la gente que estaba ahí:

-Que asco de vida,mi cuqui piensa que soy un gañan y me lo llama constantemente cuando ella me los puso dos veces con un vecino,mi suegro me odia por no haber hecho la mili pero como voy a hacerla si tengo los pies planos?Y encima tengo que pagarle la pensión... Me destroza la vida y encima tengo que pagarle tocate las narices.Pues no me da la gana el dinero pa mi!!!

Más tarde ve a una niña que por su manera de ser le recuerda a su hija mayor Carlota y se pone a berrear:

-Ayyyy mis hijos como los hecho de menos,hasta a ojos de pollo lo hecho de menos y eso que no es mi hijo sino el que tuvo con el otro aunque mi madre insiste en que es el que más se parece a mi...

Al final el tabernero siente que tiene que hacer que se calle sí o sí por su propia salud y por la de sus clientes que tenian una gran expresión de incomodidad(porque gritaba todo el tiempo)bueno aunque antes soltó algo más...

-Joer hecho de menos a todo el mundo hasta a mi mujer...Cuqui te quieroooooooooooooo!!!!!

El tabernero aprovecha que se ha callado por un momento y le suelta:

-Pues vuelve a tu pueblo a recuperar a tu familia inconsciente,que eres un león o un huevón?

El barrendero se queda sorprendido por un momento y decidido contesta:

León!!! León!!!

Se va dispuesto a hacerlo(para alivio de tod@s) pero al salir,pone una expresión de confusión,se rasca la cabeza y dice:

Amai,y ahora como salgo yo de aquí?

Me marcho, D. Manuel sus cafés son cada vez mejores!
Nos vemos señorita Audry, me enorgullece que tan bien le siente la iglesia, ese agua esta purificada por nuestro santo “San Toribio de Castronegro”

Ah! Se me olvidaba (pone sus manos en los bolsillos de su chaqueta y saca varias cintas de radio cassette), Manuel hágame el favor y reparta a los aldeanos presentes y a los demás que están por llegar esta música religiosa ya que los folletos acababan todos en la basura, la canción de la cara B la canto yo en italiano, a ver si les gusta y la cantamos todos el domingo en la iglesia, unidos como buenos hermanos y haciendo de este pueblo un lugar honorable (le da directamente una cinta al proxeneta, que lo tiene al lado aplastándole, pero éste la mira y la parte en dos, me retiro algo apesadumbrado)

Buenos Días a todos.

(Al ver que Bruce ha entrado en la taberna se pone tiesa, no sea que le diga que esta encorbada. Policia metomentodo.)

-¿Quieres decir que vamos a estar incomunicados hasta dios sabe cuando?. Se lleva las manos a la cabeza. -¿Bueno y que hago yo ahora con los pedidos que tenia que entregar? mis clientes no tienen acceso al pueblo y yo tampoco puedo enviarles nada. ¿Que hago utilizo una paloma mensajera?. Maldita sea. Da un golpe sobre la banqueta de marmol. ¿Quien me va a pagar las perdidas economicas?.

-Que tenga aqui instalado el negocio no significa que no trabaje para clientes de los pueblos colindantes, incluso de la capital. Hay personas que tienen mi numero de telefono sin haberlo yo dado porque saben a que familia pertenezco. No me tengo que hacer ni publicidad!. De repente cae en que esta hablando mas de la cuenta, se tranquiliza y baja el tono. A la modista no le gusta hablar de su vida privada. Intenta cambiar de tema.

-Barrendero te has planteado ir a la iglesia para que el padre Karras te ayude? es buen psicologo y no cobra.

Dirige la mirada hacia la profe y la hija repelente del alcalde. -Se nota que tienes una buena disposicion para la enseñanza con los niños. Lo llevas en la sangre. Castronegro no podria tener una mejor profesora entre los alumnos de su escuela :)

El comerciante no hace otra cosa que mirar a la niña y piensa. -Cuanto me darian por ella en el aquel otro pueblo, humn yo creo que seria una buena suma. 

Al ver como va entrado todo el mundo y como reciben la noticia se dirige a los presentes.

-Bueno, ya sabéis que en unos dias de aquí no sale ni Dios -mira al cura- con permiso padre, así que las cosas que necesitéis en este tiempo estoy seguro que las podréis encontrar en mi maravillosa tienda. 

El comerciante es un hombre agradable, aunque la gente no es tonta y sabe que les quiere sacar la pasta, normalmente sus palabras encandilan a la mayoria y se dejan llevar.

Al policia le vendió su placa, al barrendero su escoba y su chaleco fosforito, al cura su alzacuellos y así sucesivamente. Nadie sabe de donde saca todas esas cosas pero el caso es que su inventario es de lo más peculiar, algo así como el bolso de Mary Poppins. 

En ese momento vuelve a pedir una bebida a la niña adorable y le dice. -Hola guapita, me preguntaba cuanto pesas, ¿lo sabes?Mientras habla pone gesto de llevar algo entre manos.

Un hombre de mediana edad, con el cabello largo y ondulado y una barba algo descuidada sale de la cocina llevando consigo unos trapos. Al entrar en la sala principal, se percata de que los lugareños están llegando y siente un extraño nerviosismo. Comienza a limpiar una mesa en silencio, mientras es ignorado por los aldeanos, y él lo agradece. Sabe que apesar de tener cierta aceptación, aún es un extraño y hay cierta desconfianza hacía él. Por un instante el proxeneta lo observa con un gesto depredador en el rostro y el vagabundo se estremece, recordando lo que le propuso unos días atrás. Desde entonces lo evita.

Hay algo raro en este pueblo, piensa. ¿Como es que hay un proxeneta en un pueblo tan pequeño? ¿Por qué el policía no hace nada?

La perspectiva de unas cuantas comidas calientes y algunos trabajos fáciles lo habían seducido. La vida no es fácil para alguien como él, y la idea de pasarse el invierno entero aterido de frio en los caminos no era agradable. Había parecido sencillo, quizá demasiado sencillo. El tabernero habia accedido a que se quedara en un cuarto en en desuso de la taberna a cambio de trabajar para él, y el vagabundo había accedido casi inmediatamente. Era extraño que alguien mostrara semejante amabilidad, y sencillamente era una locura dejar de aprovechar semejante oportunidad. Ahora lo reconsideraba, mientras escuchaba a los aldeanos parlotear y se extendía la noticia de que los caminos estaban cerrados por causa de la nieve.

Sigue limpiando en silencio, pensando que hay algo que le da mala espina de todo esto.