Partida Rol por web

La aldea maldita de Castronegro

Sueños extraños

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19/07/2013, 13:44
Director

Un hombre, un hombre grande. Trabaja con mujeres, con muchas mujeres. No sólo trabaja con ellas sino que ellas son su trabajo. Tiene muchas. Dispone de muchas. Pero sólo quiere a una. Una que no frecuenta sus ambientes. Una amante de la asepticidad cuya labor no es complacer, como las mujeres del hombre orondo, sino remediar. Así se conocieron: ella remedió una de las afecciones contraídas en el entorno laboral de él. Ella descubrió que no era en realidad el monstruo que por fuera aparenta ser. Ella también está enamorada de él.

Notas de juego

Traducción: los enamorados son el proxeneta y la enfermera. Ambos intentarán salvar al otro durante los consejos si ven que es acusado.

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22/07/2013, 23:56
Director

Ves un hombre entre brumas. Todo lo oculta. Sus extrañas ropas lo ocultan. Sus raros ademanes lo ocultan. Su máscara lo oculta. Sus palabras lo ocultan. ¿Quién es este hombre? Levanta las sospechas de todo el mundo y siempre es señalado durante los consejos. Se quita la máscara y no ves nada más. No es nada más que apariencias.

Notas de juego

Traducción: el temporal es un aldeano corriente y moliente.

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23/07/2013, 23:45
Director

Una mujer manipula un aparato que no puedes llegar a ver. Está sobre un hombre. Le está salvando la vida. Eso te parece. Pero cuando se da la vuelta ves sus manos enangrentadas, su bata blanca salpicada de rojo y que detrás de ella sólo descansa un cadáver rígido. "Ella juró protegernos", piensas. "Ella juró salvarnos. Pero en lugar de eso no está cazando".

Notas de juego

Traducción: la doctora es una cultista.

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24/07/2013, 13:08
Director

Sientes una picazón en la garganta. Te levantas para aliviar tu sed. Caminas por el pasillo descalza, a pesar del frío, arrastrando las perneras del pantalón de tu pijama, muy ancho y largo, de caliente algodón. Tras llenar un vaso de agua y vaciarlo con rapidez, permaneces un momento quieta, pensando. Es entonces cuando se eriza el vello de tu nuca y te das la vuelta sobresaltada. Una enorme bestia está frente a ti. Su dentadura amenazante se torna en una mueca aún más desagradable acompañada por un gruñido feroz cuando levanta su zarpa hacia ti.

Y es en ese momento cuando despiertas. ¿Habrá sido este también un sueño premonitorio? No lo sabes. Sólo sabes que necesitas beber un vaso de agua.