Partida Rol por web

Lomy iba a contar como efectivamente el deseo de Drerick era el que había terminado con la batalla, o al menos eso era lo que Lomy creía, cuando los goblins comenzaron a vitorear al nuevo rey, dejándole a Lomy con la palabra en la boca. Bueno, su confirmación tan solo habría servido para hinchar más aún el ego del pequeño goblin. Solo esperaba que ese ego no le hiciese cometer un error a la hora de pedir el deseo que tenía pendiente. El intentaría seguir siendo la voz de la conciencia de Drerick…

Lomy observó extrañado el carro con los dos magos dentro. ¿Qué hacía Folhreim allí, como prisionero? ¿Era acaso aliado de los Lunares? No le extrañaría que hubiese organizado todo para hacerse finalmente con el cetro. Los magos generalmente deseaban más poder del que les correspondía. Lomy se gira hacia sus compañeros, con los que se acaban de reunir.
¿Qué hace aquí Folhreim?- pregunta en voz baja, mientras el otro mago habla.

Plesel observa a los dos hombres en el carro y se dirige hacia allí sorteando goblins y orcos jubilosos un tanto indignado:

EH!! pero que hacen dos tipos en mi carro con mis preciosas pieles de galja??

Quien les ha dado permiso para usar mi carro como cama para que descanse la gente?

Es intolerable!

Al llegar a la altura del carro comienza a gritar

Les exijo que se levanten inmediatamente de mi carro, esas pieles son muy valiosas si las han estropeado les cobrare su valor integro me oyen?

Bormaj supervisaba la vigilancia de los prisioneros con excesiva frialdad. Sus heridas aún dejaban ver el interior de su piel, pero esto no parecía importarle. Había tenido demasiadas bajas. Frente a él, podía observar como una joven humana les miraba de forma extraña... de forma casi infantil. Algo que podía esperarse teniendo en cuenta su aspecto físico...

Con rapidez se acercó a Devirius para abrazarlo, pero resultó un poco embarazoso teniendo a Canela en las manos; así que se giró levemente y le plantó un beso en la mejilla.

- Me alegra que estés vivo -dijo con franqueza- Hemos pasado por una experiencia única... ¡he conocido a un Dios!

Su expresión estaba bañada por el entusiasmo. ¿Quién iba a decir que aquella joven ermitaña iba a participar en una aventura como aquella?

- Pifo es muy agradable, pero le gusta mucho dormir porque ha vuelto a su descanso. La verdad, después de mil años hubiera preferido ver cómo andan las cosas por aquí. Resulta un Dios un poco raro, pero bastante majo, su hijo también. -sonrió- Oye... ¿puedo acercarme a uno de esos Dragonuts?

Tampoco iba quedarse al margen si le decía que era prematuro, seguro que encontraría la forma de entablar una conversación con alguno de ellos. Tras una ojeada alrededor se acercó con curiosidad al grupo que se agolpaba cerca del carro del mercader, mientras sus ojos observaban de reojo a los Dragonuts más cercanos.

- Eso, eso... no estropeen la mercancía de mi socio, bueno... futuro socio -aclaró- ¿No habría que amordazar al mago? A ver si canturrea un conjuro.

Despreocupadamente hizo a un lado las pieles, en una esquina, y dejó allí a Canela.

- No te muevas de aquí, pórtate bien. Si alguno de estos tontos se mueve... ¡le muerdes!

Agarró la cabeza del perro y Leanan emitió una especie de rugido, luego giró la cabeza del animal hacia los magos. Después de aclarar a su fiel amigo lo que tenía que hacer se dispuso a coger una de manta del carromato y buscar una pala.

- Voy a por Calcetines -dijo en alto.

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¡Oh, mi niña! - Se entristeció Lezmar al oír a Leanan. - Calcetines quedó en el interior de Akich, si lo que pretendías era enterrarle, ya lo está, bajo la montaña.

Se acercó a la joven impetuosa, pasándole el brazo por encima de sus jovenes hombros la condujo tranquilamente hacia la proximidadd e Bormaj, el jefe dragonut.

Leanan Sidhe, este Bormaj, lugarteniente de Devirius, nuestro salvador en la batalla, si no hubiera aparecido con sus valientes dragonuts en el momento apropiado nos hubieran derrotado sin discusión.

Se gira a los demás y señala al mago que ha despertado.

Ese es Arguéleos de Rummins, el gran mago que ayudaba a los hermanos del hijo del rey.[/B] (LHR) No creo que sea un problema por ahora, está demasiado débil para usar sus poderes, pero cuando se recupere, será peligroso al igual que Folhreim.

Avanza lentamente hasta la posición de Devirius.

No se que hace aquí Folhreim y Arguéleos juntos, pero no puede ser bueno. Son dos de los mejores magos que viven.

Plesel sigue indignado

Me da igual quienes sean!! quien les ha dado permiso para tumbarse en MIS pieles??

Magner se mantiene atento a las conversaciones que se suceden entre sus compañeros, sonriendo ante los comentarios de Plesel.

Sin embargo sigue estando nervioso, por la presentia aun de su enemiga y de los magos.... Por que siguen vivos??? Si los mantenemos vivos pueden volver a revolverse contra nosotros. se pregunta el sargento mientras mira con odio a su prisionera.

Sin embargo se mantienen a la expectativa, contemplando a su señor Argos en espera de saber cual es el siguiente paso a seguir.

Al ver que uno de los magos empieza a recobrar el sentido, lo observo fijamente, sin perder detalle de sus movimientos mientras este y mis compañeros continúan hablando.

Supongo que los Dragonuts pueden encargarse de ellos, ¿no?. Al fin y al cabo son prisioneros. - comento, dirigiendo mis palabras a Bormaj. - Ello sabrán mantenerlos a raya, seguro. - agrego, para nuevamente centrar mi atención en el nuevo rey de los goblins.

Bien, y ahora que tienes el cetro, Drerick, ¿que vas a hacer?

La chica que le miraba se le acerca a Bormaj con mirada curiosa, a la que Bormaj le devuelve una mirada nerviosa. No se tratar a los humanos, jejeje

El gesto de Bormaj es impasible. Casi como un mimo, sólo roto por su mirada, que escanea el marco que encierra a los prisioneros y a sus dragonuts.

Devirius hace una mueca de disgusto por las palabras de la bruja, cabila unos segundos antes de hablar.

bueno creo que lo mejor es interrogarlos para saver exactamente que pasa.

Taurnil, o Lezmar saben alguna manera de hacer que estos magos nos digan la verdad, de otra manera habra que usar la fuerza.

Devirius mira a Borjman pues sabe bien las tecnicas de persuacion dragonuts.

Drerick aun celebraba su recien comienzo en una tierra, por el momento arrasada, hasta que la voz de aquella pequeña arpia le interrumpio en su jubilo, demostrando una vez mas sus respetos.
-¿JUMP? ¿A que viene ahora esa lealtad? Soy rey eso ya no hay duda alguna, pero no soy tu rey, o si...-Se froto con fuerza la barbilla, entrecerrando los ojos mirandola con interes.-No, no pareces un goblin, no hueles a nosotros y ademas estabas enamorada de un elfo muerto... Que raro... Me puedes decir el por que real de tu renovada fe en ¿Mi?-Desconfiaba de ella como lo hacia de casi cualquier humano, y mas sabiendo que era una ladrona.

Mientras esperaba la respuesta de Kaa, los gritos de los demas, advirtiendo que habia magos cerca en el carro donde los demas llegaron y Drerick corrio, lleno de interes al escuchar el nombre del supuesto aprendiz de Gornamus.
-Dejarme mirar, dejarme pasar!!-Empujaba las piernas de los demas hasta llevar a la altura de aquel carro, al cual salto y asomo cabeza, quedando colgado.
-¿Que hacen ellos aqui? Deberiamos abrirles las tripas antes de que puedan gritar un conjuro de escape, este de aqui.-Y con ello lo señalo con su negra uña, perdiendo el equilibrio.-Es quien nos contrato y quien quiere mi cetro para no se que... Gorbanus o Gornamus ooo... como se llamara el troll nos lo dijo, sera mejor atarlos.

Dejose caer y miro a su pueblo, ansioso de dar la primera orden.
-Vamos mi sequito, sacar a esos dos de hay y atarlos bien para que no puedan moverse o escapar, sera mas facil luego jugar con ellos, ¡E DICHO!

La voz del borracho elfo, paso desapercibida para los agudos oidos de Drerick o tal vez simplemente evito contestar su pregunta.

Los goblins atentos a las órdenes de su nuevo rey corrieron a realizar el madato de Drerick.

Algunos de los que seguían saliendo por la endidura de la pared de la montaña sacaron dos largas cuerdas para tratar de atar a los dos magos, el despierto y el inconsciente.

Atadles como ordena Naa Drerick. - Arengó Tuldar.

Plesel ve preocupado como los goblins vienen a oleadas al carro:

Maldición! me van a destrozar el carro.

Cuidado con el carro!!! Cuidado con el carro!!! No me manchéis las pieles de galja!! NO!! DEJA ESO PEQUEÑAJO ES MUY CARO, limítate a atar a los magos vale?

Un sonoro suspiro de desesperacion e imoptencia sale de sus labios mientras ve, impotente como varias docenas de goblins asaltan el carro para atar a los magos Juro que nunca mas vuelvo a una aventura de estas... monto una red de pescaderias como que me llamo Plesel

Los goblins pisan con saña las pieles del comerciante, mientras amarran a sus cautivos.

Al sentirse atado y maltratado Folhreim se despierta con gran dolor.

¿Qué hacéis malditos demonios...? - Al verse atado y rodeado de enemigos, su cara se torna blanca.

Cállate maldito mago. - Le grita Tuldar mientras le golpea un puñetazo ligeramente suave.

Folhreim, busca ayuda en algún lugar con la vista.

Al ver al capitán de la guardia.

Devirius, diles que me suelten, soy el mago de la corte, de tu reino. - Ordena, más que pide el mago.

Folhreim, primero contesta que es lo que hacias con el ejercito de los hermanos del rey.

Devirus parecia confundido, como si por un momento pensara que en realidad aquel no era el mago que conocia, parecia ahogado por sus pensamientos y concluciones, mas pretendia conservar la calma, pero ahora que confirmaba la identidad del mago la duda se cernia sobre su mente.

por que nos atacaron, que significa todo esto. acaso tu...

sus palabras se ahogan por un momento como negandose a a salir de su boca