Partida Rol por web

Miró al joven con ojos incrédulos -Señor, la mujer es una bruja. Estoy seguro de eso. ¿Acaso no vio la criatura que los acompaña? Yo caí del caballo y apenas si puedo volver a montar, pero ella, ella esta bien, cómo sin nada hubiese pasado. Luego comienza con aquella extraña danza y cuando termina de de hacerla aparecen aquellos animales fantasmales. ¿Acaso necesitáis que el propio Dios baje a deciros que estas no son buenas compañías?- respiró y continuó hablando -Si apreciáis mi consejo entonces hacedme caso y sigamos por el otro camino, si lo despreciáis ¿Entonces qué más da que os acompañe o no? Señor, he andado bastante por el mundo. Sé que no sois supersticioso pero debéis creerme. Esa mujer es una bruja-

Las reacciones a las apariciones fueron de lo más dispares: la concentración de Cicos, el caos de Beoval, la religiosidad de Denis, el asombro de Saul. La nota aguda la puso, como casi siempre, el goblin.

—Malditos bichejos —dijo, mirando con desconfianza a un lado y otro—. No puede uno estar tranquilo ni en un maldito bosque embrujado. Como si no tuviera bastante con los humanos y… —dudó un momento, haciendo un gesto hacia su amigo Oren—, bueno, los semihumanos. Ahora, ¿vamos a quedarnos discutiendo con ese viejo canoso o vamos a buscar esa dichosa Alianza? Ya me duelen bastante los oídos con esa palabrería estúpida y religiosa de Denis —hizo un gesto con uno de sus largos dedos, apuntando hacia su sien y moviéndolo para indicar locura—. Bla bla bla, que baje Dios y me queme porque he sido un chico maaaaaaaaalo.

-¿Lo véis Señor?- dijo Alberto bajando un poco más la voz -Ha dicho humanos y semihumanos. ¿Qué sabe él que ignoráis vos? y mira cómo blasfema contra Dios. ¿Qué criatura que no sirva al demonio actuaría así?- Hizo un segundo de silencio mirando al goblin -¿Realmente queréis viajar con esa chusma? Porque yo no-

Marlene se quedo petrificada al ver el zorro aparecer ante sí. Luego el resto de los animales que aparecían y se esfumaban con una suave brisa. Miro en derredor, notando recién la increible belleza de aquel bosque, algo incluso sospechoso en las cercanias de una Alianza poderosa, que quería pasar desapercibida ante los ojos de los mundanos...

El viejo, había amagado con irse, cuando su señor, lo detiene en seco, instándole a que recupere su cordura. Fue entonces cuando el sentido común fue aportado por el ser más pequeño de su grupo...el goblin.

Sabias son tus palabras querido...dice la Maga dirigiendose al compañero de Oren. Y disculpe si no me quedo parloteando con usted señor...volviendose ahora a Ser Frithnand pero estos lugares mágicos son peligrosos, incluso para los sabios como nosotros...y no es momento para un intercambio de información.

De pronto, se para en seco al costado de su caballo, mientras que tomaba las riendas Antes, que nada quiero aclarales una cosa...no los necesitamos, ya tenemos custos lo suficientemente aptos para ser nuestros consortes...Pero si insisten, pueden ser nuestros acompañantes...pausa Pero una cosa es regla...no lo quiero al anciano a mi lado, como tampoco quiero que se dirija hacia mi persona en ninguna de sus formas...entendido?? dice Marlene entornando sus ojos.

Ahora, vamos! Sigamos por el camino...montando en su corcel.

Denis miro fijamente al Goblin y con una reacción de odio hacia este cogió su mandoble empuñándolo por la hoja con sus grandes guantes, poniéndole el pomo de esta en la frente, dejando un espacio minimo de 2cm entre espada y Goblin. 

El caballero miró fijamente el pomo de su mandoble con una cruz templaria grabada y dijo con voz grave al asqueroso oído de Burokt:

¿Crees que te respeto?, ¿crees que te tengo miedo?, ¿Crees que mereces que alguien en este planeta te tenga  miedo? Te odio a ti, odio tus sonidos, odio cada paso que das, odio hasta que compartamos el mismo aire en esto maldito bosque, quiero que sepas y que lo tengas muy presente que, si no estas muerto, es por tu dueño, Oren, y sabes que si el no estuviese aquí, tu cabeza estaría clavada en una pica desde que empezamos juntos nuestro camino. Así que, espero que por el bien común, no te vuelvas a dirigir de esa manera hacia mí, y menos cuestionando la existencia de un Dios. No creo que un Goblin sea la "cosa" más indicada para plantearse cuestiones de moralidad y de si existe un Dios o no. Ahora si quieres, ve corriendo a papaito y cuéntale nuestra conversación, aunque creo que si eres un ser digno, como crees que eres en realidad, no lo harás.  

Con estas palabras, el caballero enfundó su mandoble, se santiguó y le guiñó un ojo a Burokt prosiguiendo su camino. 

-Preste atención Ser. Mire cómo discuten y pelean entre ellos. Siga mi consejo y aparte su andar de esta chusma- Volvió a presionar a su caballo para que comience a andar.

- La decisión la tomo yo, no se si te acuerdas que solo podemos coger este camino porque el otro esta bloqueado- Miro severamente a su consejero- Ahora cierra la boca, monta en tu montura y espera la orden de tu señor- Sus ojos reflejaban su enfado-Has provocado una disputa absurda y impropia de un hombre de tu sabiduría y experiencia- Se dirigió al resto de sus acompañantes.-Espero que esta situación no se vuelva a repetir, aqui las decisiones las tomo yo, y no quiero escuchar ninguna replica.- Volvió a mirar a Alberto, el no quería ser duro con su viejo amigo, pero había pasado la linea.

-Vos elegís vuestro camino Señor. Yo el mio. Que Dios os proteja ya que has elegido aliarte con el Diablo. Adiós- dijo al tiempo que espoleó su montura dirigiéndose en la dirección opuesta a la que el grupo pretendía avanzar.

-Si ya veo que estáis muy unidos- Dijo en tono de burla mientras observaba al cruzado.- Bueno en lo que a mi y a mi grupo respecta intentaremos ser de ayuda mientras compartamos camino, que espero que sea poco tiempo- Sonrió a la dama- Y por mi consejero no se preocupue usted, tan solo en un poco cascarrabias, si por mi fuera no compartiría el camino pero no tenemos otra remedio. Hizo un gesto a sus compañeros para que reanudaran la marcha- Espero que no haya problemas entre nosotros en el tiempo que nos queda unidos.

Alberto respeta a tu señor si no quieres ser castigado- miró con pena a su consejero- Por favor no me hagas hacer esto.

-¿Acaso demostrareis vuestra virtud y sabiduría atacando a un pobre viejo desarmado? Una piedad propia del diablo al que pretendeis uniros- normalmente habría terminado aquella frase con un "Mi Señor" pero ya no sentía la necesidad de hacerlo. Continuó cabalgando en la misma dirección

Dolfus escuchó atento las palabras de Marelene, por fin alguien decía algo coherente. "Este no es lugar para intercambiar información".

Con un gesto de la cabeza indicó a sus compañeros que avanzasen y dirigiéndose a Marlene y Cicos:

-Parece ser que solo ataca a nuestro parma,y parece que solo los que disponemos de este, hemos sido derribados del caballo-les dijo guiñándoles un ojo, esperando que entendiesen el significado de sus palabras.

-cortarle el paso y arrestenló.- Señalo al anciano y miro a los lanceros - pero que diablos te pasa amigo-.

-Continuen sin nosotros, tenemos asuntos que tratar aqui - Detuvo su caballo y ordenó a sus acompañantes.

-Me pasa que has sido corrompido por la magia de la bruja. Haced lo que os plazca. ¿Queréis encerrarme y encadenarme? Pero no esperes que os vuelva a llamar amigo, ni os dirijáis a mi en esos términos-
Se bajó de su caballo y tendió las manos a los lanceros. Dirigió una mirada furibunda a quien fuera su Señor.

Sin duda, tenían asuntos que tratar a solas. Asió las riendas y se dirigió hasta Frithand, los incidentes daban pábulo al anciano, y Vermeer parecía haber encontrado una fortaleza que al inicio del viaje no tenía.
...No obstante no quería, no podía, permitir el error que Alberto había cometido: poner en evidencia al señor de la misión.

Se acercó a trote reunido hasta el Sir, asintiendo;
- Siempre podremos alcanzarles, creo que debemos calmarnos y detenernos un momento. - susurró.

Dirigía un gesto de silencio hacia Alberto con el índice de su mano izquierda.

Con una mano apoyada en su carcaj, Oren observó en tensión al cruzado, que se encontraba demasiado cerca del goblin. Desde hacía tiempo sabía que éste no soportaba a Burokt, aunque no conocía el porqué, pero esperaba que por su bien no se atreviera a ponerle un dedo encima, no es que fuera el mejor acompañante, pero era el único en quien confiaba, con quien había compartido la mayor parte de sus aventuras, el único con el que, hasta su entrada a Mistridge, había conversado. Algo más relajado vio cómo éste se alejaba del verdoso ser tras lo que fuera que le hubiera dicho, fue entonces cuando prestó atención a lo que ocurría a su alrededor.

El anciano seguía con su incesante retahíla de quejas, Marlene y el caballero no parecían terminar de entenderse el uno al otro, y todo indicaba a que continuarían, ahora ya sin un camino, hacia el interior del bosque.

Se acercó al pilar, aún intrigado por todas aquellas inscripciones, pero desafortunadamente no fue capaz de entender nada de lo que allí había inscrito "¿Es que nadie va a tratar de averiguar qué es lo que pone aquí?, quizás las apariciones de aquellos grotescos animales estuvieran relacionados con aquel pilar. Alzó la voz para llamar la atención de sus compañeros que ya habían comenzado a avanzar -¡Ehh!, ¿es que nadie va a tratar de leer lo que pone en este pilar?, ¡es imprudente adentrarse en un bosque feérico ignorando cualquier inscripción- Hasta ahora todos parecían más preocupados de discutir y proseguir la marcha que de cualquier otra cosa.

-Tienes razón joven, es imprudente adentrarse en un bosque sin leer las inscripciones-le respondió a Oren mientras se dirigía a leer la inscripción- Para que luego os menosprecien-acabó diciendo susurrando.

Mulas cargas

Seres menos inteligentes...y un huevo de oca

Cicos intentó entender toda la conversación de Marlene con la gente del otro grupo, pero sólo pudo atrapar retazos... Así que, cuando Marlene se montó en su caballo, él hizo lo mismo y procuró acercarse a ella para poder preguntarla en cuanto pudiera cuál era el contenido de dicha conversación.

Escuchó a Dolfus y supo captar el significado de sus palabras. Él ya había supuesto también lo mismo, así que asintió a Dolfus y le dedicó una media sonrisa junto a un breve movimiento de ojos hacia el sujeto referido. Aunque el otro grupo no parecía enemigo de Mistridge, no había que desdeñar que podían ser peligrosos, pues había gato encerrado. Lo mejor era seguir viajando solos, sin lastre y sin ojos de más.

Por otra parte, no había olvidado a los animales ni a la estela, pero había estado más ocupado en levantar sus protecciones. Acercóse a la estela, guiando a su corcel hasta ella, mientras oteaba buscando la presencia de los animales desaparecidos. Miraría en primer lugar la estela, tratando de descifrar el contenido de la misma y, posteriormente, ya improvisaría algunas fórmulas mágicas para observar la posible magia presente en el claro.