El viejo Curuvar se mesa la barba con una mano y emite un chasquido con la lengua - En efecto, ésa es la noticia del día - responde a Sadrik cuando habla del campesino que salvasteis el día anterior - Oooh, ¡por el conjuro perdido de Mystra! ¡Vosotros sois sus salvadores! - dice asombrado - Y decís que procedeis del Gremio de la Espada y la Vara... ¿de qué me suena a mi ese nombre...? Aaah, ¡ya me acuerdo! El otro día, cuando unos campesinos furiosos fueron a la Casa Señorial para pedir explicaciones a la Dama de Fuego Lunar... creo que ella mencionó algo de pedir ayuda a un gremio.
Curuvar bebe otro sorbo de hidromiel, mira a Kellom con curiosidad y planta su mano en la cabeza del gnomo, agitándola y despeinando al brujo - ¡Tu mismo te respondes, amiguito! Este clima anti-natural, en efecto,no es natural. Y no, nunca antes había ocurrido. Al menos en los cincuenta años que llevo viviendo yo en Aguasfuertes... - Curuvar apura su vaso de hidromiel con un último y largo trago - ¡Aaaah, que rica! Yo tengo mis teorías en cuanto a por qué está sucediendo todo esto del clima helado en pleno verano... aunque en este momento no las tengo del todo claras. Tal vez otro vaso de hidromiel me ayudase a recordar...
Fondo común actualizado
Clevor finalizó la jarra de cerveza negra y se limpió la boca con el dorso de la mano, escuchando con atención lo que tuviese Curuvar para decirles. En efecto, debemos encontrarnos con la noble dama luego del desayuno, para recibir los detalles de nuestro contrato. Le hizo una seña al mediano para que rellenara todos los vasos de la mesa. Sin embargo todavía tenemos tiempo para charlar sobre el asunto. He oído a Kellom decir que era un asunto de magia feérica. Clevor se sentía animado y con energías, cuando terminasen de hablar pretendía partir de inmediato.
Permitidnos invitaros a otra jarra de hidromiel para que podáis contarnos más sobre lo que aquí acontece.
- Sí, sí - responde entusiasmado el gnomo pelirrojo de alborotado cabello - cuéntanos tu teoría.
El joven e inexperto Kellom estaba entusiasmado con todo aquello. Había acudido al Gremio para buscar aventuras y parecía que iba a poder disfrutar de unas a la altura de sus expectativas. Esperaba no quedar defraudado.
- ¡Ese es el espíritu! Maese Marsh, otra jarra de hidromiel por aquí, invitan estos señores tan majos - dice Curuvar. El hombre da una palmadita en el hombro de Kellom cuando Clevor hace referencia al asunto de la magia feerica - Enhorabuena chaval, no es fácil descubrir el origen de la magia que está azotando la zona. ¡A mi me llevó varios días! - Curuvar se echa hacia delante, plantando los codos en la mesa y cruzando las manos delante de su cara, con expresión seria - Veréis, la gente del pueblo espera bastante de un mago como yo, en especial la Dama de Fuego Lunar. Para descubrir el misterio de este clima frío, habría que adentrarse en la fuente del mismo, que parece ser el interior del Bosque Terrible... ¡y yo ya estoy mayor para esas cosas! Además, estoy seguro de que la Torre Draigdurroch debe estar conectada con esto de alguna forma
5po por la jarrita de hidromiel
El enano mira asombrado como el hombre mayor tragaba al hidromiel como si fuera un enano disfrazado, y mas se le abrió los ojos al precio de las jarras, intentando ser cómplices con Clevor que se había convertido en su mecenas.
- Y en que te basa para esa afirmación, Maese Curuvar? Dijo el enano mientras seguía con la mirada la ida y venia del baso del mago.
- Para vuestra información, y ya que habéis sido tan amables conmigo - dice Curuvar agitando su jarra de hidromiel - os diré que esa torre lleva treinta años sepultada en hielo mágico. Y dado que el viejo Draigdurroch estaba investigando algo antes de que la calamidad se cerniese sobre su morada... no se, llámame suspicaz, pero apostaría mi barba a que tiene algo que ver
Clevor había finalizado su desayuno, tras lo cual pagó al dueño del establecimiento por la hidromiel que Maese Curuvar había consumido. Se había acomodado en su silla como si ya estuviera ansioso por partir Os agradecemos la información Curuvar, de seguro visitaremos dicha torre, y volveremos con una buena historia para contaros.
Permaneció en espera por si alguno de sus compañeros eruditos en las artes arcanas tenía algo más para preguntar, por su parte memorizó el nombre del habitante de aquella torre Draigdurroch pues sabía que más tarde podría utilizarlo para buscar mayor información.
- Sí, si vayamos... - al gnomo se le salían los ojos de las órbitas por la emoción - vayamos ahora mismo.
Miró al enano que lo observaba con ojos bajos unas cejas arqueadas y pobladas. Entonces cambió de registro.
- Me parece un argumento de peso, Maese Curuvar.
Una vez escuchado la conversación, vio que llego la hora de partir.
- Esta bien, partamos, pero antes, desayunemos algo. MEEESERRO!!
Lo demás miembros del grupo giran su cabeza y lo miran directamente, lo cual percata Travok de ello.
- Que? No me queréis decir que esto era el desayuno? Yo pensaba que era un entrante mientras esperábamos una buena comida.
Maese Curuvar, estoy seguro de que un mago de vuestro nivel tendrá algún objeto que sea de utiliadad a un mago inexperto como yo y que ya no use. Si ese fuera el caso dármelo sería una gran contribución a mi carrera y posiblemente a la historia de esta misma villa.
Motivo: Diplomacia?
Tirada: 1d20
Resultado: 13
El viejo Curuvar levanta las cejas, completamente sorprendido, cuando Sadrik le pregunta por algún objeto del que se pueda desprender - ¡Por el conjuro perdido de Mystra! Se que te sorprenderá tanto mi respuesta como a mi me ha sorprendido tu pregunta... pero no. No tengo nada para darte que te sea de utilidad, joven mago, salvo un buen consejo. Si vais a investigar esa torre ¡Abrigaos!
bueno, ya puedo volver a mi ritmo habitual de posteo ;)
Pues tenéis el mapa con los puntos de interés. Decirme si queréis ir directos a ver a la Dama de Fuego o vais a hacer un poco de shopping XDDD
Clevor se levantó de su lugar, ya conforme con la charla y satisfecho con la comida matutina. Flexionó los brazos y las piernas Creo que es hora de ir a ver la Dama del Fuego Lunar, luego de eso podremos decidir nuestro plan de acción. A lo cual se dispuso a marchar, sin dudar de que todos lo seguirían.
- Bien Golpea la mesa con ambas manos mientras se levanta de su silla.
- Es hora de partir. Ha sido una agradable charla, Maese Curuvar. Nos vemos en cuanto los Dioses lo vea conveniente.
- ¡Bien! Vayamos a ver a la Dama.
El gnomo estaba entusiasmado con las perspectivas del asunto. Frío poco natural, unos muertos alimentado por energía féerica...aquello tomaba unos tintes interesantes. Estaba rebosante de júbilo y estaba deseando partir y ver a esa dama.
A ver a la Dama del Fuego Lunar. Es un buen lugar por donde empezar.
Sadrik se levantó del asiento y se dispuso a salir de la posada con los demás del grupo.
¡Si, será mejor partir antes de que el viejo se gaste toda nuestra fortuna en hidromiel! – Exclamó con impertinencia Sombra, que había permanecido en silencio durante todo el desayuno
Os poneis por fin en marcha, dejando la taberna atrás y enfrentándoos a la fría mañana en Aguasfuertes. Siguiendo las indicaciones que os dio Garret la noche anterior, no tardáis en identificar la gran casa señorial de Aguasfuertes.
El edificio es una joya de artesanía enana, de tres plantas, que incluye un establo propio y multitud de habitaciones para el servicio. La mansión parece tener más de 200 años y tiene el aspecto de poder resistir otros 200 años más.
Entrando por la puerta principal de la mansión, un lujoso y enorme hall se abre ante vosotros, decorado con multitud de tapices coloristas, esculturas y gran alfombra roja que va desde la puerta hasta unas escaleras de mármol.
Uno de los sirvientes en la mansión os pide que esperéis un momento en el hall mientras sube por las escaleras para avisar a la Dama de Fuego lunar. Al cabo de escasos minutos veis descender por la escalera a una joven y elegante semielfa que lleva un vestido negro adornado con bordados de plata. Unos resplandecientes anillos decoran sus delicados dedos y un amuleto de plata cuelga regiamente de su cuello.
- Oh, por fin habéis llegado, aventureros de la Espada y la Vara. Permitid que me presente. Soy la Dama de Fuego Lunar y os doy formalmente la bienvenida a Aguasfuertes - dice la semielfa mientras va bajando con delicadeza los peldaños de la escalera
El joven muchacho había entrado a la mansión con paso firme y con la frente en alto, al ver a la grácil dama descender por las escaleras se había arrodillado de manera solemne, tal como era costumbre ante personas de alta cuna. Sin elevar la vista hacia ella habló Mi nombre es Clevor de Cormyr y he venido en representación del Gremio de la Espada y la Vara respondiendo a vuestro llamado, mi señora. Junto a mí han venido Travok, Sombra, Sadrik Ojodeascua y Kellom Wyrem. Mientras los mencionaba, hizo un leve ademán con el brazo para indicar a quienes se refería. Se mantuvo en aquella posición, estoico, esperando que la semielfa respondiera de alguna forma.