La escena era terriblemente dantesca. Lo hasta tal punto que la mente atormentada de 13 cayó bajo el desasosiego y la desesperación. El psíquico hincó la rodilla y entre espasmódicos temblores regurgitó las bilis de su estómago, aquello había conseguido superarlo. por unos instantes, su mente quedó colapsada, abotargada y perdida, pero aún así, el enjuto individuo apeló a su irreductible voluntad.
Una vez más se alzó cuando todo parecía sentenciado. El bólter se hallaba en el suelo, pues durante su desfallecimiento había perdido la noción de su cuerpo y sus acciones. A pesar de eso, desenfundó su pistola y descargó con furia sobre Sombra Suave.
Motivo: Voluntad
Tirada: 1d100
Dificultad: 37-
Resultado: 1 (Exito)
Motivo: Puntería antinatural
Tirada: 2d10
Dificultad: 8+
Resultado: 7(+4)=11 (Exito)
Motivo: Puntería antinatural
Tirada: 2d10
Dificultad: 8+
Resultado: 10, 10
Exitos: 2
Motivo: disparo
Tirada: 1d100
Dificultad: 48-
Resultado: 17 (Exito)
Motivo: daño
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+2)=4
Tiro un par de dados de factor psíquico para activar puntería antinatural. La he repetido porque no la había desglosado. La segunda (10,10). Total 24>8. Efecto conseguido
HP +30 puntería antinatural -20 Thracia c/c= 48
Daño 4 con balas matahombres.
La escopeta astartes de Nixios acribilla a Sombra Suave, y cuando se tambalea una bala en el medio del pecho termina de proyectarlo hacia atrás. Cae y tumba una mesa con varias recipientes de vidrio.
En el estrépito, caido en el suelo, simplemente le grita a la figura sentada: Mátalos! Mátalos a todos! Maldito engendro!!
Una presencia comienza a llenar la habitación, como si alguien tomara vuestos cerebros y los apretara suavemente... es ligeramente doloroso, apenas, como una jaqueca que se rehusa a irse tras una noche de juerga.
13 percibe un poderoso estallido psíquico en la figura de la silla, pero mientras intenta levantar sus propias defensas entiende que no está dirigido a ellos. Sombra Suave comienza a convulsionarse, mientras regueros de sangre oscura caen copiosamente de su nariz, escapan de su boca y hasta brotan de sus lagrimales.
Finalmente el sicario queda quieto, y de la silla brota una pequeña, rasposa y aguda voz. Soltadme... por favor...
El psíquico soportó el dolor que el extraño provocaba lo mejor que pudo. Aún así, se encontraba exhausto por el final agónico que los había conducido hasta esta carnicería. Se recompuso y miró al misterioso sujeto. Sus poderes eran abrumadores. Ahora todo parecía cuadrar. Todos aquellos mensajes, todas aquella voces debían provenir del individuo que ahora les pedía libertad.
- Danos una razón para liberarte!!... ¿Eldar?
La figura atada a la silla comenzó a reir. Primero, tan suavemente que podría haber sido el sollozo de un niño. Paulatinamente, más fuerte, aunque no en volumen... sino en tono. Su pequeña risa comenzó a llenar el lugar, como un enjambre de moscas que giran y giran. El mismo aire parecía acomplarse a su sonido.
- Por qué? Oh, mensch... por qué... porque yo los he traido hasta aquí? Porque a cada momento alteré los eventos, aún a mi propio riesgo, para que llegaran a este lugar?
A pesar de hablar, la risa parecía permanecer en el lugar. Por qué, preguntas. Por qué no? He sido uno más de ustedes, les he advertido, los he guiado. Todo... para que pudieran liberarme y dejarme irme de este pozo infernal, en paz. O realmente los humanos no conocen la paz?
El sonido de esas risas me dejo petrificado, y cuando desde el otro lado de la sala vi a la criatura, un escalofrio recorrio mi columna. ¿Un eldar oscuro quizas? Jamas me habia cruzado con aquellas criaturas, pero las leyendas y las historias que eran contadas de boca a boca no señalaban nada bueno de esa raza alienigena. Todo indicaba que eran los portadores de muerte y destrucción, su unico placer era matar, y su unico deleite era oir los gritos de sus victimas. Lo que tenia bien claro era una sola cosa: Por todos los... !Yo no haria eso! Comento ante las indicaciones de desatar a la criatura. Propongo transladarlo tal y como está hasta el garaje del lugar, hacernos con un transporte y llebarlo ante nuestros superiores. Maldita sea, aprecio la vida, la muerte no es de mi gusto camaradas...
No nos corresponde a nosotros decidir tu destino, sino a nuestros señores. Digo no muy convencido
Una vez ya apaciguada de mi ensimismamiento escucho atentamente las palabras de ese ser oscuro, no me da mucha confianza, por sus risitas fuera de lugar, asi que intervengo diciendo: Me parece que no deberíamos soltarle, llamaremos a los superiores y ellos sabrán que daben hacer con él. Me parece que el que no conoce la paz es él. Me acerco un poco más hacia él, pero no demasiado, manteniendo una distancia de seguridad y añado:
¿Porque, si lo que quieres es la paz, nos traes hasta aquí, aprisionandonos en tus deseos?, ¿qué quieres?¿porque deberíamos liberarte precisamente nosotros?¿porqué crees que mereces ser libre? y...¿porqué no lo eres, qué hiciste para que te ataran?
El psíquico mantenía la mirada al eldar oscuro. No le profería ningún tipo de confianza, con lo qué mantuvo su pistola apuntando a su gaznate. Una serie de preguntas fueron espetadas a toda velocidad por la arbitradora Anthat, y 13 atendió por si las preguntas eran rápidamente respondidas...
Las palabras de Anthat rebotaron contra la impasividad de la cara del ser. Inclinó la cabeza, atado en la silla, inmóvil.
- Si tan solo ustedes se escucharan... tus preguntas, respondidas en la misma frase, en lo que ya dije...
Suspiró. Volveré a empezar. Tal vez, mi historia ilumine sus obtusas mentes...
- Mi nombre, para ser pronunciado por sus lenguas, digamos que es... Acreid. Soy un... digamos que una persona no grata entre los míos. Al servicio del Rogue Trader Try Biggns, como navegante, consejero... persona de confianza.
- El transporte en el cual me desplazaba a cerrar un trato sobre... bienes exóticos, fue derribado por piratas en órbita. Maniobré hasta chocar con los desagues de esta sucia ciudad y allí fui capturado por estos... perros.
Miró con asco al cuerpo de Sombra Suave. Un pequeño aprendiz de matón. Alguien que, al parecer, descubrió que el obscura, regado con la sangre de alguien tan psico-activo como yo, era aún más potente, aún más adictivo... para ello me torturó. Pero usé mis reservas mentales para contactar con gente fuerte, gente capaz de liberarme de este embrollo. Qué sorpresa la mía al descubrir que otros también buscaban a Sombra Suave... desde allí, fue solo suficiente con pequeñas sugerencias, acomodar los hechos apenas, para guiarlos hasta aquí. A cumplir su objetivo. Y comprar así, con su éxito, mi libertad.
Observa las caras acusadoras de los acólitos. Vamos... no creeran que esta basura de sub-colmena me tenía encerrado por quebrar una regla mensch, verdad?
No somos quienes para decidir, compañeros nuestros señores deben de decidir, incluso aun que su historia fuera cierta.
Y de ser cierta ningún problema tendrás con los nuestros. ¿Verdad? Loado sea el Trono Dorado, el mediará. Miro a mis compañeros y les comento: Nos estamos demorando demasiado en este lugar. ¿Alguien podría ir a ver si este antro tiene cocheras o algún apartado especial para transportes? Yo seguiré cubriendo este pasillo, pero... ¿Por cuánto más estaremos solos? No es lugar para hablar.
Mirando con gesto paranoico para todos lados termino señalando: Hagamos lo que una abejita le dijo a la otra. "Salgamos zumbando de aquí".
Las palabras de Tarkov son apremiantes, pero nadie se mueve para dar el paso decisivo, tal vez temiendo poner las manos sobre el Eldar... la verdad es que requerirá mucha fuerza física trasladarlo así atado a la pesada silla ensangrentada.
Este contesta a Tarkov: No lo sé, problemas? Dudo que el Imperio sea tan abierto de miras como mi maestro. O su propia Inquisición... como es eso? "Matad al Alien, Quemad al Impuro?" Oh, pero tantas palabras para no admitir la impureza de sus propios corazones...
El psíquico contempló nuevamente al eldar. Todo lo que había explicado y las penurias a las que había sido sometido, bien valían su libertad, pero en el cuadragesimoprimer milenio, no existía la justicia tal y como los antiguos la conocieron. En este tormentoso tiempo de guerra, herejes y disformidad, ya había cuerpos adiestrados para decidir que era justo o no.
El enjuto psíquico miró con sus brillantes implantes al ser encadenado y decidió limpiarse las manos. Era lo más fácil... Ciertamente le importaba un rábano el próximo destino de ese prisionero.
-Hacer lo que os apetezca con él. Yo iré a vigilar la entrada...
Tras aguantar que hablasen mis compañeros, comienzo yo- Nixios, como arbitres debemos hacer cumplir la ley imperial, y como bien ha dicho el aludido... los xenos no stan dentro de esta ley. Asi que deberiamos llevarlo a la comisaria y dejarlo a buen recaudo para que algun inquisidor venga a por el... o se decidan por la pena capital
- Efectivamente servimos a la ley del Emperador, loado sea, pero su ley puede cumplirse de varias formas y yo optaría por llevarlo con nosotros - responde el regulador a su compañera.
Desde la entrada observo la conversación preocupado mientras sigo cubriendo el pasillo. Oh Trono, ¿De verdad van a iniciar un coloquio? Pienso al verlos ponerse a hablar. Tíos, claro que hay que sacarlo de aquí, pero querréis hacerlo en volandas ¿No? !Puede alguien ir a ver si disponemos de alguna clase de vehículo por FETH! ¡Yo estoy un tanto liado ahora mismo, no pienso descuidar nuestra retaguardia! Pregunto ya malhumorado al ver como las agujas del reloj corren de manera apresurada en nuestra contra.
Me adelanteré, digo deslixzandome por la puerta.
Debido a mis heridas no me hallo ne el mejor de los estadod pero tengo un papel que cumplir ne le grupo e intento desarrollarlo lo mejor posible para la gloria del emperador. Pienso para mi al alejarme.
Motivo: percepción
Tirada: 1d100
Dificultad: 44-
Resultado: 51 (Fracaso)
Motivo: ocultarse
Tirada: 1d100
Dificultad: 41-
Resultado: 80 (Fracaso)
Motivo: moverse en silencio
Tirada: 1d100
Dificultad: 41-
Resultado: 8 (Exito)
Whisper toma otra de las puertas, moviéndose como una sombra en una habitación iluminada. Es decir, perfectamente visible, aunque perfectamente silencioso.
Al abrirla descubre un amplio salón con un par de pequeños transportes terrestres, no más que basura de la subcolmena diseñada para llevarte de un lado a otro no muy rápido, ni muy cómodamente. Un montacarga industrial en la otra punta pulsa con sagrada energía.
El lugar, sin embargo, está silencioso como una tumba.
Dentro de la habitación, los ojos de Acreid parecen burlarse de aquellos que no se atreven a tocarlo.