Partida Rol por web

Me arrimé mucho más a la chicha. Me estaba poniendo nervioso, la noticia para mi era importante. 

- ¡Oye, tú! ¿Sabes dónde vive actualmente el Troll Liebre?

No podía esperar la respuesta, ya la daba por hecho. Esa ropa le pertenecía a Troll Liebre y ella lo conocía. Era evidente que sabría donde vive.

- ¡Uauu! ¡Que bien! ¡Podré volver al castillo!

Me faltó poco para ponerme a dar saltos de alegría. Saltos impropios para mi posición y mi fama de terrible ogro.

- Ese Troll Liebre... ¡Ya me acuerdo! Más o menos sí que se donde vive. Creo que vive a Orillas del Mar Mayiro. 

Viendo la alegría del Rey Muy me quedo un poco perpleja. Me sentía más cómoda y tranquila. Y con la sensación de reírme hasta que me duelan los músculos de la boca. Pero también me sentía asustado y en peligro. Era una situación extraña sin lugar a dudas.

- Señor, usted da por hecho muchas cosas. Si, si, se donde vive Troll Liebre. 

Volví a confirmar por si no me había oído a la primera.

Yo no tenía ni idea de quién era ese tal Troll Liebre, pero parecía que gracias a él íbamos a poder obtener lo que estábamos buscando, el problema era que quien tenía que hablar era Mlu, y no estaba muy seguro de que supiera aprovechar aquella oportunidad. A pesar de todo, yo solo podía esperar que la chica se diese cuenta de lo bueno que era que ella tuviese una información que el Rey Muy necesitaba.

Entre mis gritos de alegría escuché a la muchacha. La buena nueva era importante. Y no podía esconder mi alegría. Le agradezco con la mirada a todos los presentes su presencia a la falta de mi montaña. Y de repente...

- ¿Mmm?

Me quedo mirando al chico alegre. Su cara me era familiar... pero era imposible. Aún así, si la muchacha sabía donde estaba Troll Liebre, aquél chico podría ser... Me acerco a Uriel y le señalo con mi dedo indico de la mano derecha.

- ¿Tu no serás Uriel? Tu abuelo... ¿¡Es Ahoo!?

Miro al Rey Muy sorprendido, hacía mucho tiempo que no oía el nombre de mi abuelo. Yo apenas lo había conocido, y en mi familia no se hablaba mucho de él. 

-Sí -respondo mientras parpadeo un poco confuso-¿conociste a mi abuelo? ¿Cómo era? ¿Te...te habló de mi? -quizá eso es lo que más me ha sorprendido, según lo que mis padres me contaron, a mi abuelo no le importábamos mucho.

- ¡Ooooohh! ¡Vaya sorpresa! - grito de alegría mientras levanto los brazos al cielo. - ¡Eres nieto de Ahoo!

Me acerco un poco a él con una sonrisa en mi rostro, y como en plan confidente, le hablo.

- ¡Claro que le conozco! ¡Tu abuelo era el discípulo número uno de nuestro maestro Troll Liebre! Un prestigioso Caballero de Sandael. Como lo somos yo y tu querido abuelo. Yo era el discípulo número dos. - Miro al cielo. - Si que ha pasado tiempo, si...

De repente la urgencia vuelve a mi rosto. La pena me sobrepasa. 

- Pero... ...no podemos entretenernos recordando viejos tiempos. Debo pediros un favor.

Miro sorprendido la escena, cuando no había salido de mi asombro de que aquella criatura, que aún no sabía si era un ogro o no, se portase de ese modo con Mlu, parece ser que es casi familia de Uriel. Y eso no me sorprende. Mi boca no se había cerrado desde hace ya unos minutos, por los acontecimientos. Y sólo lo hice para comentar con Mlu.

- Empiezo a comprender por que Uriel es tan fuerte...

Mi expresión era idéntica a la Cirem. Es más, podría decirse que nuestras diferencias se había limado en este momento complicado y difícil de comprender. 

- Parece mentira que aquél viejo apodado Troll Liebre sea tan importante... 

La verdad era que yo seguía sin tener ni idea de quién era ese Troll Liebre, ni tampoco sabía que mi abuelo hubiese sido discípulo suyo, es más, yo pensaba que mi abuelo era un don nadie borracho, pero no era momento de mostrar mi asombro, tenía que aprovechar aquella oportunidad. 

-Sí, claro, ¿qué clase de favor quieres pedirnos? Te advierto que a cambio, tendrás que darnos algo...

Era evidente que me pedirían algo, aunque Ahoo nunca era así, quizás su nieto no tenga la misma forma de ser, y es una pena. Su abuelo era una gran persona. 

- Por supuesto que os daré a cambio lo que me pidáis, siempre y cuando esté en mis posibilidades.

Gesticulando con mis brazos explico lo que necesito de aquellos inesperados y queridos aventureros. 

- Es que me ha llegado el rumor de que usando el Agua Mágica que tiene Troll Liebre, podría apagar el fuego del Monte Apyr. - Junto mis manos en forma de rezo, incluso se me pasa por la cabeza arrodillarme ante ellos. - ¿No podríais ir en su búsqueda y traerla?

Esbozo una sonrisa y asiento, lo que nos ha pedido es algo que, en apariencia, es bastante sencillo, aunque soy consciente de que es una misión bastante importante, apagar el Monte solo puede ser ventajoso para todos.

-Sí, claro que iremos a por el agua el Troll Liebre y te ayudaremos. En cuanto al pago...ya hablaremos de ello cuando apaguemos el monte.

Me pongo recto y de nuevo adquiero ese aire respetuoso e imponente. Mi semblante es serio. 

- ¿Que vais a querer? ¿Porqué no me lo quieres decir ahora? 

Me encojo de hombros con gesto despreocupado.

-Nada en especial, solo queremos una parte de una armadura que creemos que está en tu castillo, en caso de que no estuviera allí, pues ya hablaríamos de que nos puedes dar a cambio.

Me rasco la barbilla, dudoso ante la propuesta.

- ¿Una parte de una armadura? ¿Para que queréis eso?

Pero la verdad es que si sólo quieren una parte de una armadura, a mi me daba igual. Como si querían una armadura entera. Mi sonrisa vuelve a mi rosto, y mis gestos vuelven a ser alegres.

- Claro que sí ¡Vale, vale! Si la queréis, os la doy.

Hasta este momento había permanecido callado. Pero el oír que nos daría la parte de la armadura que me faltaba, me hace saltar de alegría. Levanto mis puños al cielo en señal de victoria.

- ¡Bien!

Justo a la vez que Mlu grita de alegría, yo no soporto más la presión y se me escapan unas lágrimas que me seco lentamente con la manga de mi camisa sucia.

- Vamos a salir vivos de aquí.

Cuando el Rey Muy dice que nos dará la parte de la armadura en el caso de que esté en su castillo, no uedo evitar esbozar una sonrisa, entonces me giro hacia Mlu.

-¿Y dónde podemos encontrar a Troll Liebre? Será mejor que nos pongamos en marcha cuanto antes. 

- ¡Ah! ¡Espera!

Levanto mi brazo para que le grupo no se vaya aún. Quedaba lo más importante.

- Como perdí la esperanza de que viniera alguien de buen corazón para ayudar a apagar el fuego de la montaña. Ayer mandé a mi hija Hcih a buscar al maestro Troll Liebre.

Me encojo de hombros arrepentido. He esperado mucho tiempo y la desesperación me ha hecho que mi hija me abandonase en busca de una salvación, y quizás a costa de su vida. 

- Creo que os debería de llevar un día de ventaja, si la veis, que os acompañe y que vuelva con vosotros y el Agua Mágica. Es una niña algo tímida, pero muy guapa. ¡Es más! Si estás de acuerdo, puedo ofrecerte su mano.

Ahuyentado todo temor por nuestra vida. No puedo dejar escapar una sonrisa justo antes de taparme la boca para disimular. La propuesta del Rey Muy sobre el casamiento de Uriel me parece más que graciosa. No creo que Uriel viva feliz en un castillo, y menos, casado con una mujer que parece un ogro. 

-Ehhh, esto...seguro que su hija es muy hermosa y su propuesta es más que apetecible, pero creo que soy muy joven para casarme. A pesar de todo, no se preocupe, traeremos a su hija sana y salva, pero ahora es hora de irnos -mientras hablo me he ido yendo para atrás poco a poco, al pasar al lado de Cirem le doy un codazo en las costillas y luego me dirijo hacia Mlu -Mlu, venga, dinos dónde vive el Troll Liebre y vayamos prestos, cuanto antes lleguemos, antes tendremos en nuestras manos la pieza de la armadura.