Partida Rol por web

Rich movió la cabeza a ambos lados como negando varias veces - La verdad es que no tengo tiempo tampoco para jugar a juegos que quien vá quien no va, vas tu - despues de esto Rich se levanta y va a la habitación de la chica.

¡Qué ariscos son estas razas "civilizadas"!

Valoro mientras empiezo a subir las escaleras aunque antes me despido del tabernero.

- Ya hablaremos más del tema Elgar. Aunque sea sólo para confirmar o declinar.

Aunque también vendría bien que espabilasen pronto los dos de arriba y se decidieran con igual celeridad.

Finalmente, el grupo sube a hablar con la muchacha

La rubia Amane esta acostada en una cama, despojada ya de su armadura y armas, que yacen al lado. Solo viste una ligera tunica blanca. Respira profundamente y se encuentra leyendo un pequeño libro... Su cara limpia ahora de sudor, revela una joven de notable belleza y determinacion. Cuando pasais les mira, levantando la vista.

-Quienes son ustedes? +pregunta en tono alerta+

Los que vamos a vengarte.

Asi que necesitamos información

Reghar ya estaba harto de todo. Le habían atacado por ser enano. Eso era racismo al más alto nivel, y ahora la única solución era ir a una muerte casi segura repleta de orcos y traidores. Hagamos las cosas rapidas.

Rich mira al enano y le puso cara como diciendo tranquilo hombre, seguidamente miro a la chica - Disculpa que te molestemos, pero necesitamos información de lo que te ha pasado, tenemos pensado dirigirnos hacia allí, y nos gustaría saber que nos espera - dijo el mago de forma muy educada.

Suspira. Pueden ver que en su mano tenia una daga afilada, escondida dentro del libro. Su tono es entre jocoso y serio, al hablar

-Le dije a Elgar... unos aventureros fuertes. Pero bueno, tampoco quedan tantos orcos, supongo que tendre que arreglarme con ustedes. Que quieren saber?

Galatea permanecía cruzada de brazos apoyada tranquilamente en el marco de la puerta pero cuando la humana contestó no pudo evitar soltar un resoplido.

"No te joroba... aun encima querrá pedir héroes de brillante armadura a la carta la señora marquesa... ni que ella aparentase ser la diosa de la guerra precisamente"

—Lo siento, querida—dijo de nuevo con aquella sonrisa sesgada—es que se agotaron las existencias... sólo quedamos nosotros en el menú.

No había sonado hiriente ni muchísimo menos, aunque la expresión de la elfa era "demasiado encantadora" como para ser natural... después de todo, se trataba de un sarcasmo, claro.

Giró la cabeza para mirar a Yuirni, faltaba él por pronunciarse, y desde luego prefería que fuese el humano quien respondiera a la pregunta.

Miro a Galatea un poco molesto por el sarcasmo, y aunque comprensible por parte de la elfa no nos hace falta que encima la única que sepa algo del lugar se niegue a colaborar por sentirse ofendida.

- Por suerte el cocinero nos ha declarado indigestos para cualquiera con sangre orca - intento bromear aunque muestro una sonrisa demasiado forzada y nada convincente por la falta de costumbre - Estaría bien para empezar el número aproximado de orcos que aun pululan por allí y tus teorías conspiratorias acerca de quién pudo jugarosla.

La joven escucha a Galatea, sonrriendo levemente. Mira a la druida como si le divirtiera lo que ve. Mas luego se vuelve a Yuirni que la interroga.

- Mmmm... diria que entre 30 y 40. Acabamos con muchos en la carga inicial, y en la pelea, al menos lo que vi, cada uno hizo su parte bien. Estoy segura que al menos la mitad cayo alli. Luego tuve que matar a 7 mas para salir de ese lugar... Eso me da una idea aproximada.

Sonrrie con crueldad, sin duda disfruta recordar esto ultimo. Mas luego vuelve a ponerse seria

-En cuanto a mis. "teorias conspiratorias"... no son teorias, son certezas. He peleado con orcos antes. Son fuertes en combate cuerpo a cuerpo y si tienen la ventaja no vacilan, pero son tontos y carecen de estrategias complejas. Solo se lanzan a la pelea, aprovechando su numero y ventajas del terreno. Ahora nos superaban ampliamente en numero y ademas tenian la ventaja del lugar... Era una pelea peligrosa. Pero... su estrategia. Su estrategia era perfecta! +aprieta los puños al decirlo+. Sabian las ventajas y defectos de cada uno. A mi me atacaron rapido detras de sus escudos, a la defensiva, para no dejarme usar mi arco y obligarme a desenvainar. A Gunaz con lanzas largas, ... justo al espadachin!. A Nevia con piedras.. Ella fue la primera, atacar a la maga... Para cada uno de nosotros tenian un grupo que atacaba su debilidad!. Por eso estoy segura que alguno nos vendio... Alguien les dijo como peleabamos cada uno y como contrarrestarnos...

Sus manos apretadas contienen su rabia...

Escucho con atención, por lo menos cuarenta orcos seguro que les alegran el día a los enanos, aunque yo preferiría unos cuantos menos para estar más tranquilos.
Mantengo la inexpresividad de mi rostro para casi cualquier cosa que no sea una mueca de asco y apuntillo una parte.

- Me refería a si sospechabas de alguno de tus compañeros - inquiero - De lo contrario tendrías que hacer memoria y recordar encuentros y trifulcas anteriores.

-No sospecho de ninguno... y sospecho de todos. +frunce la boca al decirlo, disgustada+ Habiamos trabajado o nos conocimos, de distintos encargos, pero nunca habiamos salido todos juntos. Nevia y Gunaz son de Argluna, dos elfos muy amables... aunque ella es obsesa con la magia de conjuracion y el piensa en pocas cosas mas que los duelos, el dinero y el buen vino, buenos compañeros. Hantal es un clerigo de Tymora, un hombre muy pensativo y de hablar peculiar... me desconcertaba un poco. Cintia es una guerrera semielfa muy rara. Iba casi desnuda al combate, salvo su armadura, escudo y espada. Pero no habia que confiarse, es habil y apasionada... Y claro, esta Veldron, un gnomo. Un ladronzuelo de manos demasiado traviesas para mi gusto, si me entiendes. Pero mas por humor que maldad, al menos con nosotros. Todos podrian tener un motivo o razon... por el precio correcto. El mundo es asi. Pero a la vez, ninguno me parecio tan malo como para vender a los demas... para traicionarnos asi. 

Suspira. Por un momento parece debil, incluso triste, pero luego se recompone y te pregunta.

-Quieres saber algo mas?

Tengo la sensación de ya haberlo preguntado pero...

- ¿Y trifulcas anteriores? - ese es nuestro caso como bien sabemos los presentes - ¿Justo antes del encargo? ¿Durante el mismo?

Galatea se rascó una mejilla mientras escuchaba todo aquello.

"Tremendo, a la maga la reducen a pedradas y luego se queja de nosotros... bueno aunque tratándose de orcos imagino que no serían precisamente piedras de dos gramos... tiene pinta de doler"

Dejó de rascarse y volvió a cruzar los brazos cuando Yuirni repitió la pregunta.

—Diría que si fuese alguien del grupo, habría sido el único al que no habrían atacado, o al menos muy salvajemente... aunque eso se habría notado demasiado y el autor sería un poco masoca, dicho sea de paso—aventuró—aunque tampoco tiene por qué ser del grupo... también puede ser una enemistad de alguno de ellos que quisiera hacerle la puñeta.

Se encogió de hombros con gesto interrogante.

"Por poder pueden ser mil cosas... esto cada vez suena peor"

-No las hubo, como te digo... todos son buena gente, que ya habiamos trabajado otras veces. +niega a Yuirni, moviendo la cabeza+ Y nadie trabaja con los que se lleva mal,... en una mision de estas se requiere confianza unos con otros... Peleas durante el viaje? El viaje fue tranquilo... 3 dias bordeando el bosque, junto a las montañas y uno subiendo por las mismas. Ningun problema, salvo algunos lobos el tercer dia y los orcos al final... Veldron se mando un par de bromitas, como esconder el pectoral de Cintia o el mio un par de veces, en su guardia, y Hantal tuvo un gran debate con Nevia sobre la causalidad y el azar... algo de la vida. Dioses, toda la noche molestaron con eso, pero tampoco fue para tanto. Era... fue..un paseo.

Luego mira a la joven druida.

-A todos nos atacaron por igual, como ya dije... al menos al principio. Sin embargo el resto, desde la mitad hacia el final, no lo se. Luego de que me acosaron, me empujaron por el borde de un risco. Cai al pequeño valle debajo, pero con ayuda de algunos arboles y mucha suerte no me hice demasiado daño... Me escondi y espere... creo que me creyeron muerta. Cuando trepe de nuevo, lo hice por el otro lado, no por donde nos habian atacado sino por el pasaje donde entramos. Mate a los guardias que habia en el. Pero antes de liquidarlos logre oir que se estaban divirtiendo con los prisioneros... Por eso se que mis compañeros, o al menos algunos, deben estar vivos...

Sin embargo, considera algo mas de sus palabras.

-Puede ser... puede ser lo de una enemistad. Lo pense. Pero no se me ocurre nadie que tambien, sepa como peleamos todos y tenga los medios de hacerselo saber a los orcos...

40 orcos. Suficientes para empezar una mañana con alegría. El problema es que estos orcos son listos. O están comandados por alguien listo. Lo suficiente para apedrear a un mago.

Bueno, tampoco es muy dificil, yo tambien los apredrearía.

Reghar se sienta en una silla que arrastra hasta el borde de la cama, apoya los pies en la cama y se reclina hacia atrás.

Son demasiados para nosotros, aun con los hermanos. ¿Lo sabeis no?

- Guay!!! - dijo el elfon con una sonrisa entre dientes, - Esto pinta muy bien y sobre todo para mi, si saben las debilidades de cada uno de los combatientes, la tenemos jodida, y lo que esta claro - dijo levantando las dos manos en señal de que era evidente, - es que alguien ha tenido que darle instrucciones, los orcos son demasiado estupidos como para pensar esa estrategía por su cuenta - el mago hizo una breve pausa - por lo que cuentas dudo mucho que fuera uno de tus compañeros el traidor, y ahora que lo pienso - dijo el elfo agarrandose la barba - Fué Elgar el que os mando la misión?? - pregunto este.

-No creo que sean demasiados... +se muestra en desacuerdo con Reg, la joven+... Algunos estaran custodiando el pasaje, lo cual los divide. Ademas, ahora que se lo que hay y como llegar a ese lugar, se como tomarlos por sorpresa. La mitad caeran antes de que siquiera el primero llegue a cruzar espadas con nosotros, ya lo veran... 

Luego mira a Tze, con los ojos un poco abiertos.

-Pues si... claro. Fuimos por su encargo, esa armadura, pense que el se los habria dicho ya... por? No estaras sospechando de...

- Bueno yo no suelo descartar a nadie, quien sabia lo de la misión a parte de él y vosotros? - añadió - Lo que esta muy claro es que tiene que ser alguien que conociera los planes, y ahí todos estaís metidos en el ajo, no puedo aventurarme a señalar de culpable a ninguno pero tampoco por inocente, es mi forma de verlo - dijo este con aires de interrogante.

- Y siempre queda la opción de un primo lejano que simplemente está buscando la manera de conseguir la armadura y se sirve de los orcos para ganar tiempo.

Añado a las teorías sobre el traidor, aunque es una casualidad que sólo regresara esta mujer tan convencida de haberse producido una traición, porque incluso los orcos pueden llegar a ser sonreidos por la suerte.

A pesar de que este no sea el caso.

Quedo mirando a la mujer intentando discernir algo en su expresión que delate un inusual nerviosismo.

-Espero que no... Aunque la verdad, no se que ganaria Elgar o algun primo suyo +sonrrie+ con que nos mataran los orcos sin recuperar la armadura. Es un buen tipo, o eso me parecio. Sin embargo tienen razon, no se puede descartar a nadie. No creo poder aportar mas al respecto de eso... Si no quieren saber algo mas, me gustaria descansar. Mañana estare lista para partir, ya que su cleriga hizo un buen trabajo...

Mira mas atentamente

-Ah... por cierto, donde esta?.