Partida Rol por web

Soren trató de anotar mentalmente ese nuevo acceso, pero de momento continuó con la decisión de ir hacia el sur, a ver dónde desembocaba el corredor.

Orsik continuaba caminando detrás de Soren, siempre atento en oír a sus compañeros. Cuanto más nos adentrábamos en los túneles de la caverna, más encrucijadas se abrían ante nosotros. Esto le hizo pensar que la guarida podría ser mucho más grande de lo que él tenía en mente. Lo que parecía un trabajo sencillo podría llegar a complicarse. 

Sigo a Soren, continuando por el túnel hacia el Sur.

Seguís descendiendo tras Soren y parece que llegáis a un punto muerto. Sin embargo, entre la oscuridad, podéis ver que en el suelo hay una especie de abertura que conecta a un túnel inferior.

-Esto parece un maldito hormiguero-musitó Soren entre dientes.

El enano se giró y comenzó a hablar en voz baja mirando a la nada mientras intuía la figura de sus compañeros a su espalda.

-Bien, por lo menos he visto el final de este corredor, que tenía curiosidad. Todavía podemos continuar siguiendo por ese recodo, volver atrás o examinar esta abertura en el suelo. ¿Qué opináis?

-¿Qué dijo el cautivo?--pregunta en voz alta Rurik mientras trata de hacer memoria.

-Que yo recuerde, sólo indicó la entrada de este acceso, y el consejo de que también deberíamos acabar con la concubina para descabezar completamente la amenaza.

—Yo seguiría por aquí bajo a ver qué nos entramos. Luego siempre podemos subir.

Groac'h tenía curiosidad por saber adónde iba este sumidero.

El descubrimiento de lo que parecía ser un acceso a un nivel inferior no contentó a Orsik, Se confirmaba lo que llevaba pensando durante un trecho, estas cavernas son más grandes de lo que parecía, y nos llevará un tiempo dar con el lugar donde se esconde Gnaragg y su concubina.

—Estoy con Groac'h, no me parece mala idea la de bajar. La hormiga reina siempre está más abajo ¿No?— dije contestando a mis compañeros ante la cuestión de qué dirección seguir.

El estrecho túnel asciende abruptamente con una inclinación de 60º. Os es bastante complicado escalar debido a las pequeñas dimensiones del mismo pero con algo de esfuerzo lográis alcanzar el otro lado.

Una vez emergéis a una especie de rellano, veis que poco más al sur la caverna se vuelve a dividir. A lo lejos, en ambas direcciones, podéis oír los extraños sonidos que emiten los gnolls que se asemejan a gruñidos o risas humanas.

-¡Ajá! Así que el agujero en el suelo finalmente ascendía--se sorprende el abjurador enano--Esto se pone muy, pero que muy interesante.

Al escuchar la desagradable risa de hiena que producen los gnoll, Rurik cierra el pico y avanza tras Soren mientras ase el martillo de guerra con fuerza.

La extraña composición de los túneles reafirmaba la sensación de estar moviéndose por un hormiguero.

Una vez en la nueva ubicación, Soren caminaba más lentamente tan pronto escuchó las características risas de sus enemigos.

-Bien, parece que no va a quedar otra que hacer frente de una vez a los gnolls, a no ser que queráis que volvamos a descender por el túnel. Por mi parte, estoy preparado para cualquier opción. O ahora que lo pienso... quizá alguno de vosotros, aprovechando que estáis todavía invisibles, pueda acercarse a echar un ojo por alguno de estos corredores.

Las risas, cada vez más cercanas, de los gnolls activó a Gulgram. La batalla estaba cerca y una leve sonrisa apareció en su rostro. Sin embargo, intentó frenar el ansia enana por el combate cercano. Su mente volvió a volar tiempo atrás y centró toda su energía en sus pasadas enseñanzas, concentrarse y respirar, escuchar el entorno, ser uno con el ki.

No podían fallar, debía estar centrado y estaban muy cerca. 

Se miró uno de sus puños.

Estaba listo.

Groac'h no entendió muy bien las vueltas que estaban dando por estas cuevas pestilentes, pero tampoco se preocupó mucho de ello. Mientras avanzaba masticaba tranquilamente su tabaco, esperando en secreto poder encender su pipa. Tampoco descartó que Soren estuviera haciéndoles una visita de cortesía por este antro. Cuando ya se fue aclarando el asunto y se vio más claro que se avecinaba un combate, el enano rogó el auxilio Clangeddin para enfrentarse a los despreciables gnolls.

Parecía que sus compañeros estaban decididos a luchar directamente, así que Soren tensó una flecha en su arco corto y comenzó a andar por el corredor más cercano, el que torcía hacia la derecha. Lo hizo con sigilo, tratando de poder ver cualquier amenaza antes de que esta pudiese verla a él.

Caminar por tantos túneles estaba impacientando a Orsik, finalmente, el ruido estridente de unos gnolls situados a cierta distancia le puso de buen humor. Ya tenía a alguien con quien desquitarse.

Avanzo junto a Soren y los demás compañeros con el hacha en una mano y el escudo en la otra. Preparado para escuchar lo que Soren pueda decirnos.

Hacia vuestra derecha, parecía que habíais llegado a un punto muerto. El techo de este túnel se había derrumbado hacía algún tiempo, llenándolo de escombros.

-Callejón sin salida muchachos-se limitó a decir el ladrón cuando comprobó que aquel corredor tocaba a su fin.

Dando media vuelta, Soren volvió al cruce para avanzar por el otro camino hacia el sur.

-¿Cómo? ¿Pero qué clase de rastreador hemos contratado?--se mofa Rurik de Soren tratando de imitar la voz de Gulgram. Y no es que lo haga mal tampoco, la verdad. Se nota que ambos llevan mucho tiempo juntos.

Después de que Soren comentara que en ese túnel no había nada la decepción invadió a Orsik. 

-¡Por los cuernos del basilisco! si que se esconden bien estos zarrapastrosos gnolls- pensó mientras seguía a Soren por el único camino que quedaba. Hacia el sur.