Partida Rol por web

La Batalla por Nuevo Crisol

Ambientación e Introducción a la Partida

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30/01/2018, 16:10
Director

Habían pasado ya dos semanas desde que había llegado la noticia. Una expedición de Investigación Astronómica Federal había encontrado un planeta con las condiciones de habitabilidad suficientes como para que se pudiera establecer en él una nueva colonia. El mensaje terminaba informando de que una nave imperial había entrado también en el sistema y amenazaba con dispararles si no se rendían de inmediato, y entonces las comunicaciones se habían interrumpido. Poco después, la nave de exploración dejó de emitir su señal.

Habían sido dos semanas de discusiones entre los dos principales partidos. El gobierno, partidario de una solución diplomática, se estaba viendo superado, y la oposición aprovechaba para caldear los ánimos y forzar un curso de acción más agresivo. Y cada vez tenían más apoyo entre la población, que veía la innación del gobierno como una debilidad.

Cámara del Congreso de la Federación, dos semanas después del incidente

- ¡Congresista, esto vulnera las normas!

- No me importa – dijo el congresista mientras esperaba a que terminaran los aplausos de los miembros de su partido y los abucheos de los del contrario - ¡No me importa! - repitió con fuerza cuando estuvo seguro que ya se le podía oír - ¡Y tampoco me importan nada sus comités de investigación! ¡No, eso no es lo que me importa hoy! - la sala de nuevo prorrumpió en una mezcla de vítores y reproches a partes iguales, con los mazazos de la Presidenta de la Cámara llamando al orden.

- Eso no es lo que me importa hoy. En breve tendrá lugar el funeral de unos verdaderos patriotas, buenos hombres y mujeres, que fueron ejecutados fríamente mientras cumplían con su deber… ¡¿Y esta cámara, decide debatir sobre ello?! - una vez más, los congresistas interrumpieron el discurso con sus exclamaciones, unos apoyándolo y otros censurándolo - Ya solicite hablar en una sesión completa de esta cámara, y mi petición fue denegada.

- Tiene que ceder la palabra, señor Congresista.

- ¡No pienso cederla, señora Presidenta! - los simpatizantes del hablante estallaron en vítores ante el atrevimiento de su camarada - ¡Porque no puedo esperar! - la Presidenta llamó de nuevo al orden, de manera tan ferviente que parecía que el mazo iba a salir disparado con cada golpe - Los asesinos que mataron a ciudadanos de la Federación siguen ahí fuera, sin castigo. ¡Digan, cuantas pruebas más precisan ustedes! - una nueva oleada de aclamaciones y desprecios tuvo lugar, pero esta fue imposible de detener ya, y se alargó mientras el congresista seguía con su discurso - ¡Exijo que todos los miembros de esta cámara se posicionen! ¡Exijo que este Congreso, proclame una declaración formal de guerra contra el Imperio, tanto en tierra como en el espacio!

- Aplazaremos la sesión. El Congresista debe ceder –la Presidenta trató de hacer valer su autoridad.

- ¡No pienso ceder! ¡Jamás cederé! ¡Nunca! ¡Exijo que este Congreso declare un estado de guerra entre el Imperio y la Federación! ¡Además exijo que todos los miembros de esta cámara permanezcan en ella todo el tiempo que sea necesario hasta que mi petición se someta a votación! ¡O todos serán recordados en la historia como cobardes! - la cámara del Congreso era ya un completo caos, con los miembros de ambos partidos gritándose todo tipo de improperios sin ningún tipo de control - ¡Cobardes!

- El sargento de armas sacará al congresista de la sala.

- Señora Presidenta, repito, exijo una votación – dos oficiales se acercaron al congresista y lo agarraron por los brazos, pero eso no lo detuvo - No pienso ceder. ¡No pienso ceder! ¡No pienso ceder, nunca!

El discurso acabó de decantar la balanza de la opinión pública. Y dos días después, la 3º División del Cuerpo de Marines de la Federación embarcó en una flota, rumbo a la guerra.

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31/01/2018, 02:32
Director

El Imperio y la Federación son las dos facciones protagonistas de esta partida. El antagonismo que se tienen entre sí es debido a una guerra que ya libraron en el pasado y que acabó en tablas. El balance de poderse entre los dos se ha mantenido durante los veinticinco años que han pasado desde entonces, pero el Imperio se ha dado cuenta de que si la Federación, ya con varias colonias entre las estrellas, sigue expandiendose por el espacio acabará por quedar vencido. Por eso adueñarse de Nuevo Crisol es vital para ellos, ya que les permitirá establecer su propio dominio con el que contrarestar la ventaja creciente de la Federación.

Estos tampoco pueden estarse quietos sin más. Si Nuevo Crisol se convierte en una nueva colonia federal, afianzarán su poder sobre el del Imperio y será cuestión de tiempo que este deje de ser una amenaza para los intereses del gobierno federal, y de las mega-corporaciones que lo apoyan y sustentan. Perder el planeta supondría un grave retroceso y más largos años de tensión y rivalidad en los que el Imperio podría acabar haciendose con la delantera, algo que sería desastroso.

Ambas naciones no podrían ser más distintas entre sí, y lo mismo puede decirse de sus fuerzas militares, que es el aspecto que más se verá en la partida.

Las fuerzas del Imperio se dividen en varias Legiones. Cada una es un pequeño ejército en sí misma, compuesto por tropas de choque muy bien entrenadas que se caracterizan por su elevada moral, su disciplina de hierro y su excepcional desempeño en el combate cuerpo a cuerpo.

El Imperio suele confiar más en el esfuerzo humano que en la tecnología, por lo que es raro ver a soldados corrientes usar equipamiento avanzado. A los legionarios se les enseña a confiar en su armadura ciegamente, lo que los lleva adoptar tácticas realmente agresivas con las que arrollan a sus enemigos bajo una marea negra y roja. Las cargas frontales, si bien pueden parecer desesperadas o suicidas, siguen dando un excelente resultado y los oficiales no dudan en recurrir a ellas para decantar la balanza en un combate. Pocas veces se ha conseguido detener una carga de legionarios antes de que estos descarguen su golpe sobre las posiciones enemigas.

Pero también tienen sus desventajas, ya que las tropas tienen poca versatilidad y dependen mucho de los oficiales en el combate. Su armadura, si bien ofrece un elevado grado de protección, también es más pesada que la de su contraparte federal, lo que impide al legionario cargar con demasiado equipo y obliga a que las operaciones se ideen para ser efectuadas de manera rápida y precisa. Si una unidad falla en su objetivo, es muy posible que ponga en peligro todo el plan.

 

 

 

 

 

 

 

Legionario Imperial en su armadura "Lorica III"

 

La principal fuerza militar de la Federación es el Cuerpo de Marines. Se trata de una gran organización que engloba todo el resto de fuerzas terrestes federales. Los marines se caracterizan por sus ataques rápidos y quirúrgicos,  por su gran versatilidad y capacidad de hacer frente a cualquier situación, y por la mayor independencia de cada uno de sus miembros.

En los marines destaca el uso de tecnología puntera para superar a sus enemigos, como el uso de drones o armas y vehículos computerizados. La mejor expresión de esto es el sistema LandWarrior, una red de batalla electrónica integrada en la armadura que permite la conexión directa entre cada soldado y los oficiales, permitiendo que cada soldado tenga la información de todo un puesto de mando, y que el puesto de mando pueda controlar a todos los marines como una sola unidad.

Los marines basan buena parte de su éxito en una minuciosa preparación para la misión asignada, lo que les permite llevar equipo y personal especializado para cumplir con el objetivo. También son más autónomos y dados a improvisar, lo que los hace capaces de enfrentarse a situaciones que no se esperaban durante el planteamiento de la operación.

Esto también tiene su lado negativo. La cohesión de las unidades no es tan buena y no es extraño que un grupo quede aislado, o que un ataque concentrado en una sola área acabe rompiendo la defensa preparada, obligando a los marines a retroceder. Su armadura es más ligera, lo que les permite cargar con mayor peso y una mayor movilidad y agilidad, pero también son más vulnerables a los ataques enemigos, especialmente cuando se llega al cuerpo a cuerpo.

Marine Federal en su armadura "Mark. II"