Partida Rol por web

me preparo, miro mi fusil, este cacharro si mata, entonces me acerco al sargento y digosoldado Publio Augusto Cesar, listo para la misión.

Seria una misión suicida, si, pero así se podía matar mas enemigos y se estaba mas cómodo, que en una marea de marines cargando sobre una fortificación.

 Mirando mientras escucha demasiados palabrerios, se suena el cuello, hace un estiramiento de extremidades y decide hablar poniendo en mision

"Asi es Obsidiano Bryant, como dijo el estratega Lombardi... Yo puedo ser el grupo de la distraccion" dice con una mueca mientras se señala con el pulgar

 "Y los que estaban conmigo pueden elegir seguirme o seguir a los demas. No soy ni el mas inteligente ni el mas carismatico. Solo hago lo que me sale y nada mas.... Eso del grupo de distraccion me genera mas que emocion!" comenta dejandose llevar por su franqueza y mostrando toda su voluntad por el segundo grupo.

Rudin dio un paso adelante sin pensarlo, ya había dejado claro antes que formaría parte de los voluntarios, jalo la manija de carga del rifle hacia atrás, comprobó el cargador y apunto el rifle al cielo y lo recostó sobre su hombro.

—Ya le he dejado claro señor que formaría parte de los voluntarios, es hora de formar un “Alboroto” ¿Qué dicen Marines? ¡OORAH!— Dice este mientras flexiona su cuello hombro contra hombro y espera al resto del equipo.

Johanssen dió un paso al frente como los demás. Quería llegar al final de esta misión junto a ellos:

- Señor, estamos con usted. Además, Rudin necesitará alguien con quien charlar mientras limpiamos el paso y McKiller alguien que siga manteniendo su culo virgen.

Una vez reunido el grupo de voluntarios, compuesto por una treintena de marines, entre los que os encontráis, os separáis del resto para rodear la colina y sorprender al enemigo por el lado contrario. La unidad principal se mantendrá a la espera hasta que oigan los primeros disparos, y en cuanto vean que las armas pesadas del enemigo están todas sobre vosotros, lanzará su ataque. Hasta entonces, tendréis que distraer a los imperiales y sobrevivir como sea a todo lo que os echen.

Tras un rato de caminata en silencio por la linde del bosque, llegáis a la parte mas escarpada de la colina. Desde vuestra posición se puede ver la fortificación en la cima, no menos débil que en las otras zonas pero si que parece menos vigilada que el resto. Os dividís en una formación amplia y abierta, separados por varios metros cada uno de vosotros, para dar la sensación de que sois más de los que en realidad estáis atacando. Finalmente, una vez todos en sus puestos, lanzáis varias granadas de humo cerca de vuestra posición para ocultar aún mas que sois una distracción. En cuanto estallan, es cuando empezáis a abrir fuego sobre los legionarios de la cima.

disparo pero no le acierto a nada , me cojo la droga, siento una gran euforia, empiezo a disparar como un loco pero no le doy a nadie[/I]"mierda, apunta bien publio, apunta bien."[/I]

La ruta a través del linde del bosque fue tensa pero sin contratiempos. Veía en las miradas de mis hombres el espíritu y energía necesarias para realizar una misión perfecta. Sabía a ciencia cierta que ninguno de ellos estaba dispuesto a perder la vida hoy y tanto McKiller como Publio estaban ansiosos por disparar. Todos estaban atentos a los alrededores y no emitían ni un susurro.

Tras llegar a la zona escarpada, empecé a dar instrucciones mediante señas para que abarcáramos el mayor espacio posible, tal y como acordamos con el comandante. McKiller iba en el centro, tenía el arma más destructiva y el que más bajas llevaba en su cuenta. A sus lados estaban Lombardi y Publio, los más polivalentes y con mayor movilidad para alcanzar los flancos en caso de dificultades. En los extremos de la formación tenía a mis mejores exploradores, Johanssen y Rudin, serían capaces de preveer y reaccionar a tiempo ante una emboscada enemiga. En mi caso, de inicio acompañaría a McKiller pero en cuanto tomasemos contacto pensaba moverme por toda la formación dando instrucciones según viese conveniente.

Perfecto, todo ha transcurrido según el plan y hemos alcanzado nuestro primer objetivo. Es el momento de agitar el avispero y llamar el máximo su atención. Gritaremos como posesos, lanzaremos granadas de humo para dificultarles la visión y empezaremos a disparar. ¡Esto empieza!

Observé la formación enemiga y dando instrucciones empezamos el ataque. Todos a una, como una exhalación...puede que muriésemos en breves pero lo que estaba claro era que no íbamos a pasar desapercibidos. Tras lanzar varias granadas de humo por cabeza, abarcando la mayor distancia, emprendimos la carga a gritó pelado.

¡A por ellos muchachos! ¡¡Disparad!! ¡McKiller, justo al frente! ¡No dejéis que carguen contra nosotros! ¡¡Y gritad soldados, es una orden!! ¡Aaaaahhhhh!

Comencé a gritar y disparar al frente pero el humo de las granadas dificultó rápidamente la visibilidad. A mi lado, Publio parecía tener el mismo problema que yo y ya no alcanzabamos a ver bien al resto. Se escuchaban los disparos por doquier y todo era un caos. 

No sé si saldremos de esta... pero si algo tengo claro es que hemos logrado agitar el avispero ¡Vaya que si!

Johanssen llegó corriendo e intentó disparar a la prisa. Desgraciadamente, los disparos pasaron demasiado altos, sirviendo como mera distracción. Maldijo en voz alta mientras buscaba una posición mejor desde la que abatir al enemigo.

Rudin corrió y agacho tomo una granada de humo y le quito el seguro para luego lanzarla y a su misma vez tomo su rifle y disparo en automático contra la posición de los imperiales, sin embargo no le da a ninguno logrando captar la atención como el plan lo tenía visto,  escondido la cortina de humo que desprende la granada, se lanzo boca abajo e intento moverse evitando el fuego enemigo hasta una posición segura.

—¡OORAH! ¡Ganémonos la atención de estos hijos de puta!— Grita Rudin por su intercomunicador.

La escarpada montaña servía de parapeto, lamentablemente los botes de humo lanzados para ocultar el número de soldados imposibilitaba la puntería. Tras vaciar un cargador Vince se apoyó contra la montaña.

Esto no funciona ¿Alguien se le ocurre alguna idea mejor que seguir disparando?

 Ve que todos se separan y hacen grupos con personas separadas... Escucha al camarada dando ordenes como siempre pero como la situacion le simpatiza no dice nada . Hace un gesto sonriende diciendo

"para eso estoy, como carne de cañon o como cañon a la carne...jajaja!"

 Se adelanta y sintiendo safisfaccion decide disparar con su cañon electromagnetico

"Quieren distraccion...tendran su destructiva distraccion de sus vidas!"

El ataque toma a los legionarios completamente por sorpresa, y les cuesta un tiempo precioso a la hora de reaccionar ante la inesperada ofensiva. Sentís disparos apresurados en vuestra dirección, pero al estar tan desperdigados y cubiertos por el humo ninguna bala os alcanza. El problema es que vosotros tampoco podéis ver muy bien al enemigo, parapetado tras las barreras, por lo que pocos proyectiles llegan a alcanzar algo y la mayoría se pierden en el aire. Salvo, por supuesto, con la expceción del cañón del Cabo McKiller. Esa maldita máquina de matar abre agujeros donde sea y un bloque de hormigón armado no le supone problema alguno, volando de paso a una decena de imperiales que había detrás.

Dado que vuestro cometido es distraer, por el momento todo parece ir bien, pero la cosa seguramente cambiará cuando se unan al tirotero buena parte de los defensores y se acabe disipando la cobertura del humo y se revele vuestro escaso número. Más os vale hacer el mayor ruido posible y aguantar como sea hasta que el Comandante Rico realize su ataque.

apunto y abro fuego sobre una posición, veo como varios de mis enemigos caen muertos, con disparos en la cabeza y otras partes del cuerpo, luego me cubro "por fin algo de suerte, ya era hora, no tenia que haberme tomado la droga esa de mierda, no ha servido para nada, pero al menos he matado algo", al poco despues grito cuando el contador de bajas de mi casco marca a la ultima pandilla que mato, "diez".

El humo de nuestras granadas impedía la visibilidad tanto nuestra como del enemigo. Como inicio del ataque , no había ido tan mal la cosa como esperaba, dado que McKiller hizo un disparo soberbio que reventó y mandó a volar por los aires uno de los parapetos de hormigón y una decena de enemigos. Era una jodida trituradora y había que mantenerlo con vida fuese como fuese.

- ¡Eso es McKiller, otra más como esas al otro parapeto de la derecha! - le indiqué con mi brazo por encima de su hombro y me puse a observar con el zoom los distintos puntos por donde sería más probable que nos atacasen. Tenían como madrigueras excavadas en la ladera y varios puntos por dónde poder atacar. En una zona elevada había un parapeto a medio construir con troncos que se sotenían malamente y cerca de ellos lo que me parecían barriles de combustible. No lo pensé dos veces y di instrucciones para impedir que su ataque fuese contundente.

- ¡Johanssen! ¿Ve esos barriles a las 11 en punto? ¡Cerca del parapeto elevado, son de color anaranjado! ¡Hazlos volar por los aires y que se derrumbe sobre ellos la estructura! ¡Rampage, Lombardi! ¡Céntrense en cubrir al cabo McKiller mientras recarga! ¡Publio! Todos los que vengan de frente por el agujero abierto por el cabo son suyos. ¡Fuueegoooooooooooo! ¡Diiiisparaaaaaad jodeeeer!!!!

Había que generar más confusión en sus líneas y hacerle ganar tiempo al comandante. De nosotros dependía el éxito de la misión. Seríamos los putos héroes si salíamos con vida de ésta.

¿Tres minutos había pedido el comandante que les hiciéramos ganar? ¡Han pasado escasos 15 segundos y ya se nos están echando encima! Esto va a ser una jodida locura...¡Vamos muchachos!

—¡Entendido Sargento!— Grita Rudin el cual se sigue arrastrando por el piso, saco el cargador que había gastado hace unos instantes y coloco otro, luego volvió a gritar —¡Lom! ¡Yo suprimo! ¡Tu fríelos mientras Mckiller recarga! ¡AHORA!— Se levanto quedando de rodillas y disparando de entre el humo sin embargo la poca visibilidad hacia muy poco posible que le diera a alguien así que se dedico a dar fuego de supresión para así mantener a los imperiales distraídos.

Johanssen se apresuro a tomar posicion a larga distancia, para evitar distracciones como anteriormente. Por desgracia, el tropiezo anterior unido a los fallos al tirar habian hecho que olvidase que su cargador estaba vacio. Un fallo estupido que acababa de retrasar su mision en unos segundos cruciales mientras cargaba de nuevo el rifle.

 Escucha a don Bryant a lo que contesta "BUENO BUENO... CON MUCHO GUSTO!""

 Dispara hacia donde le indico sin dudar y parece que el disparo no sale como deberia "la reputisima madre, cañon.... quiero que dispares....!" le pega unas patadas sacudiendolo 

Mira hacia atras y retrocede casi cayendose mostrandose enojado por la situacion. Les habla rapido y se pone a resguardo para que otros avancen sin entorpecerlos

"Señores, se me trabo el cañon, se me trabo! adelantense y disparen ustedes o voy yo mismo a trompadas limpias y granadas!"

McKiller estaba sentado a su lado, intentando arreglar su arma. Era justo el peor momento para una maniobra asi, tenían a los enemigos disparando como si no hubiera mañana.

- El humo no va a durar mucho más. Penso Vince- más vale que aproveche el momento ahora.

Salió de cobertura para apuntar a los enemigos. ¡Bam! ¡Bam! Dos cayeron sin apenas saber que había pasado, pero un tercero se percató de la posición. ¡Mierda! Se giró y empezó a gritar algo. Pobre bastardo. Sus sesos se desparramaron por el suelo antes de que pudiera decir nada. Una última bala acabo con un cuarto. -¡Recargo!¡¿Cómo vas McKiller?! ¿Los demás?

El volumen del combate aumenta en intensidad, sobretodo de la parte que os esta disparando a vosotros, lo que indica que al menos estais teniendo éxito en vuestro cometido. La pega es que cada vez hay más armas apuntando en vuestra dirección, y aunque la visibilidad aún es escasa, la cantiad de balas que vuelan en vuestra dirección hace que alguna que otra os alcance, aunque algunos como Augusto o Lombardi tienen suerte y consiguen encontrar una precaria cobertura.

A cambio, vuestros disparos también se cobran varias bajas enemigas, que son respondidas con una descarga de fuego aun mayor en represalia. Algunos de los marines a vuestro alrededor caen, pero de momento parece que podéis aguantar un poco. Solo falta que el Comandante no se retrase con su ataque o la cosa si que podría ponerse fea de verdad.

nada mas oir la orden del sargento, disparo hacia la brecha hecha por el cabo McKiller, "menuda brecha cabrón", veo a varios legionarios salir por la brecha y disparo, nada mas vaciar el cargador, veo varios cadáveres, y varios legionarios acobardados  en el interior por mis disparos, entonces grito "diesiceis",cuando mi contador marca ese mismo numero, aprovechando la euforia del momento, me lazo hacia la brecha, saco una granada, "esta vez si, tengo que conseguirlo aunque me cueste la vida", a la par que grito una frase que vi en una antigua película, sacada de  un escritor famoso "Vamos hermanos, a la brecha", lo ultimo que pienso "alea jacta est", la suerte esta echada.