Partida Rol por web

Finalmente el ogro encontró la salida, aunque completamente prendido en fuego, no era posible acercarse a él, pero eso no era ningún impedimento para él, su especialidad era el arco, ataque a distancia y el ogro estaba dentro de su radio de alcance, así que preparado ya como estaba, efectuo dos rápidos disparos, con aquella agilidad al disparar que lo caracterizaba, sus compañeros habían fallado, el tiempo corría en su contra, lo sabía y no podía permitirse fallar.

Todo estaba por ahora saliendo bien, el plan estaba siendo bien ejecutado, todos estaban poniendo de su parte, y cumpliendo su papel, sabía exactamente cual era su lugar y lo que se esperaba de él. 

Mientras el caído ogro permanece en el suelo, gritando de dolor y moviéndose de un lado para otro, recibe el ataque de los aventureros. Pero tan solo Timel con un proyectil mágico y Tandas con dos de su flechas consiguen hacerle daño, que se suma al mucho que recibe por estar ardiendo.

Aun así, el coloso se logra poner el píe, apagando con sus enormes manazas muchas de las llamas que cubren su cuerpo. Esta malherido, cercano a la muerte, y sigue ardiendo (sobre todo por su espalda).

Resulta una visión aterradora, mide más de tres metros y tiene que pesar cerca de la media tonelada, ardiendo, rugiendo y furioso, no es sencillo ni mirarlo. (Tirada de instintos + sabiduría dificultad 12 para poder atacarle, una pifia y sale corriendo el personaje).

Vuestro turno.

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-No, no, no.

Se escucha el balbuceo de Timel presa del terror. Primero sin mana que utilizar se sentía totalmente vulnerable, segundo la visión de aquella mole levantándose incluso moribundo la hacía perder esperanzas de ponder enfrentarlo.

La visión de Brom muerto frente a los orcos acudió a su memoria. ¿Así terminarían todos ellos?

Con los ojos abiertos como platos dió un paso atrás totalmente cegada por el miedo.

-Huyamos...huyamos. Se pronunció aferrando el brazo de Tandas y sacudiendolo en un intento desesperado de que sus compañeros también la siguieran antes de.....huir(?)Bueno casi. Saco la honda con intención de lanzar una piedra, pero con aquellas manos temblorosas no estaba segura de poder lograrlo.

La visión del gigantesco ogro me dejó sin aliento. Instintivamente di unos pocos pasos hacia atrás, apoyando parte e la espalda en la roca. Timel gritaba de pánico, mientras la horrible criatura, que aún seguía en llamas, se iba acercando. Entoné mi oración más fuerte, esperando que eso disipara el miedo que atenazaba mi corazón y me diera coraje. Esperaba que los demás no huyeran y siguieran disparando sus armas a distancia sobre el moribundo ogro.

- ¡La madre que lo trajo! - Exclamó Lydon, acongojado al ver que la bestia se levantaba a pesar del fuego, y que los flechazos rebotaban inofensivos en el monstrenco. Reacio a acercarse, y pensando que la mejor parte del valor es la prudencia, Lydon se acercó a la clérigo desde detrás de la roca, al tiempo que se preparaba para un nuevo ataque furtivo... en caso de que reuniera el aplomo suficiente para asomarse.

Desde luego, la cosa pintaba mal. Esperaba que Magni fuera capaz de aguantar la posición, porque si el ogro se acercaba al resto del grupo, iba a ser doloroso.

El gigante se va reponiendo de las llamas y ahora parece que ha descubierto la razón de su desdicha. Un grupo variopinto de humanos, elfos, medianos y enanos, y cerca uno de sus hermanos muerto a traición. Pero Magni mantiene la calma a pesar de la grotesca presencia que ahora los amenaza. Y por ello empuña ahora su hacha y mantiene su escudo preparado para aminorar la carga de la bestia quedándose en su actual posición permitiendo a los otros intentar rodear al enemigo.

Al parecer no hay más ogros pues con el barullo del que se quemaba ningún otro a aparecido. 

—¡Sin temor compañeros! —exclama el enano guerrero— Procuremos rodearlo mientras los atacan con sus flechas y hechizos 

La terrible visión del enorme ogro alzándose del suelo, fue suficiente como para que el miedo paralizase al grupo de aventureros. Algunos no pudieron reaccionar, quedándose anonadados (Tandas), mientras que otros tendían a retroceder, Magni reacciono con valor manteniendo la posición e incitando a sus compañeros al combate. Aquello era una bestia enorme, a pesar de llevar su espalda envuelta en llamas, la parte delantera estaba casi apagada, y en ella podían discernir la horrible cara de la criatura en la que había una mezcla de rabia y dolor. 

A pesar de haberse levantado, se dedico a apagar las pocas llamas que tenía por la parte delantera, donde el roce con el suelo casi había apagado por completo la combustión de pelo, ropajes y burda armadura. Pero de paso, logro ver a sus enemigos y a su compañero muerto. 

Era algo evidente para cualquier ser inteligente, no así al parecer para el enorme ogro, que de no apagar el fuego que consumía su espalda, pronto acabaría carbonizado. Pero en la bestia, fue la ira la que se impuso, y se lanzó contra el enemigo más cercano. Magni pudo ver como la mole se le echaba encima. Y un tremendo puñetazo, le hizo estremecerse de dolor (Magni pierde 5 puntos de vida). 

Vuestro turno.

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Al ver que la mole se dirigía hacia Magni, me vino a la memoria cuando cayó Bron, cosa que me dio coraje y fuerzas para ir a ayudar al enano. Siguiendo orando en voz baja, me acerqué a apoyar a Magni y cuando tuve al monstruoso ser delante, descargué el peso de la maza en su enorme pierna. Encontré carne y hueso, y esperé a que se cayera al suelo para poder rematarle con saña.

—¡Maldito! —grita Magni al sentir el dolor que le causa el ataque del ogro, su escudo no logró contener la ira del gigante. Pero aunque los demás no conseguían acomodarse en el terreno, si ve como la clérigo revestida de valor se acerca para apoyarlo en su intento de mantener alejado al monstruo de los tiros de Tandas y Lydon, y de la magia de Timel— ¡Ahora es mi turno! —agrega mientras con su hacha intenta impactar la masa quemada que se impone ante él. El enano siente como su hacha nueva y con un filo recién aguzado encuentra carne que tajar.

Todavía con las rodillas temblando y el terror pintado en la cara, Timel procede a transferir parte de su vitalidad a algo, alguito..muy poco, de mana. Pensaba la elfa que el ogro a pesar de su tamaño o incluso de su nivel, el cual no podría precisar, o debilitado por el ataque igneo sería más fácil adormecerlo 

​​​​​​Un ataque que de funcionar le simplificaría las cosas al resto del equipo.equipo. Asi que ahora al elfa desde su posición detrás de Tandas a lanzar Sueño hacía la bestia.

Lydon se refugió detrás de la rocas, abrazado a su arco y murmurando entre dientes: -Los enanos son duros y correosos, los elfos todo hueso y tendón, los humanos demasiado grandes y causan empacho, seguro que los ogros prefieren comernos a los medianos...

Tras recibir Magni el golpe del ogro, tan solo el y Madelina son capaces de hacer frente al terrible adversario. Ambos logran impactarle con sus armas, y le ocasionan sendas heridas, pero este permanece en pie. 

Lydon no logra soportar la visión de la bestia y queda acurrucado temblando de miedo. Mientras tanto Timel y Tandas también quedan como congelados, no pudiendo hacer nada contra el ogro.

Además de las heridas provocadas por enano y clériga, las llamas de la espalda siguen consumiendo al coloso, que no puede evitar lanzar un terrible alarido de dolor. Tras el cual lanza una patada contra Magni, que le hace retroceder unos metros (Magni pierde 5 puntos de vida).

Parece que el ogro esta muy cerca de la muerte, pero no sabéis cuanto más podría aguantar en combate. El olor a carne asada es tremendo.

Vuestro turno.

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El maldito ogro no quería caer, aún hiriéndole de gravedad y ardiendo como estaba. El pobre Magni recibió un buen golpetazo, así que decidí seguir combatiéndole para intentar derribarle definitivamente. El golpe no fue muy bueno, ya que cuando intenté golpearle de nuevo en la pierna, este la alzó y solo di al aire. Refunfuñé un poco y me preparé para protegerme de su ataque, si es que decidía atacarme a mi... ¿Qué estarían haciendo los demás?

 - ¡Pues a mí no se me va a comer ningún ogro de mierda! - Decidió Lydon de golpe. De un salto, tomó línea de tiro contra el monstruo y le soltó un par de flechazos. El primer proyectil rebotó inofensivamente en la armadura del monstruo, pero el segundo dió de lleno.

- ¡Zassss en toda la boca! - Gritó el mediano, emocionado.