Partida Rol por web

bueno compañeros que planes tenemos para esta tarde/noche? comento desde atrás de todo el grupo, parece un sitio tranquilo, aire fresco, sin nada de ruido, así si alguien se acerca será más facil oírle

Tras escuchar las palabras de Hida-san de fondo, me giro levemente hacia él y le digo:

-Reunir toda la información posible y descansar, espero, antes de comenzar realmente la cacería. Pero si se os ocurre algo, por favor, decirlo.

-Hum....- Kamuro entrecierra los ojos al oír las palabras de los bushi cangrejo y mantis. -Información os daré, desde luego, aunque solo puedo decir lo que sé de esa bestia, pero antes, por favor, aceptar mi humilde invitación y mi comida por poca y humilde que sea.-

Kamuro os abre la puerta de su casa. Una sencilla cabaña de una sola habitación. En un extremo, junto a la ventana tiene un brasero para cocinar y varios tarros de barro tapados con tela. Junto a una de las paredes amontona pequeños barriles de pescado ahumado conservado con vinagre de arroz y en otra pared amontona aparejos diversos de pesca junto a varias cañas de bambú.
Justo al lado de la entrada se encuentra un Kamidana*. Es de madera simple, barnizada, aunque se nota que lleva bastante tiempo ahí. Un pequeño brasero quema incienso dejando una mezcla de aromas dispar. Un papel, amarillento por el tiempo revela un nombre; Kashami.   

La noche se cierra sobre la casa del pescador. Es una noche apacible y colmada de estrellas. La hoguera y un farol de vela es todo lo que ilumina la estancia donde os encontráis. A pesar de la poca comodidad del alojamiento, la comida es excelente. Arroz y pescado fresco recién ahumado. Después, Kamuro coge su pipa y la enciende.

-Todo comenzó hará unas cuatro o cinco semanas, cuando Koruro, que volvía de trabajar el campo por el camino norte, desapareció. Sus amigos y familiares, preocupados por él, salieron a buscarle a la mañana siguiente y lo único que encontraron fue una de sus sandalias manchada de sangre.- El pescador para el relato para avivar el fuego y dar unas chupadas a la pipa. -Todos temieron un ataque de lobos o ese era por lo menos el rumor que circulaba por la ciudad. 
Cuatro días más tarde otro labriego también desapareció en las mismas circunstancias, excepto que no encontraron de él ni la sandalia. Se le buscó por todas partes pero nunca recuperaron ni una parte del cuerpo. Una semana después Tenku, el herrero del pueblo, salió a orinar mientras celebraba el nacimiento de su tercer hijo varón y nunca volvió a saberse de él. En cambio si encontraron el árbol donde orinó, cerca de la posada, salpicado de sangre.-
Kamuro vuelve a chupar su pipa y las brasas iluminan su cara. -A partir de entonces los ataques comenzaron en el propio pueblo, siempre de noche. Es una bestia astuta y su ferocidad temeraria. Lo último que he oído es el brutal ataque a una familia en su propia casa. Al parecer la bestia huyó antes de que los vecinos encontraran el valor de acudir en ayuda de esa pobre familia.-  

Ha de ser una bestia temible si se atreve a adentrarse tanto en territorio humano. Quizás si nos cobrásemos alguna pieza de caza especialmente grande y la colocásemos en una casa.... Pero que tonterías estás pensando Genji, el cansancio del viaje te impide pensar. Si caza a humanos es o bien porque no hay caza en la zona, o bien porque prefiere la carne humana. O bien puede ser alguna cosa mas sombría.... Pero de ser así Hida Kusunoki debería de conocer a que nos enfrentamos. No, si fuese así estaría llenando el silencio con palabras sobre como los cangrejos defienden la muralla y sus aldeas de terrores como este, y de otros peores....

Analicemos bien los hechos, Una bestia está devorando a los habitantes de la aldea, al principio en el exterior, pero poco a poco va aumentando su confianza, atacando a la gente en su propia casa.

No podemos defender todas las casas a la vez, eso seguro. Por lo tanto una defensa en la propia aldea sería un último recurso, pues mejor no exponer las vidas de quienes nos sustentan a cambio de protección. Por mi honor que no permitiré que ese sea el plan principal.

Mmmmmmm, si de mi dependiera rastrearíamos la zona nada mas llegar, en busca de algún rastro reciente.

Tampoco nadie ha visto a la criatura, no sabemos si es terrestre o voladora... Pero por algún lado ha de entrar a las casas de los aldeanos. 

Se me ocurre algo, la bestia ha de entrar a las casas por algún lugar, por lo tanto, si no podemos estar en todas las casas a la vez, quizás sería una buena idea colocar objetos que generen ruido al caer o al desplazarse, si lográsemos colocar estos objetos en toda puerta o ventana, deberíamos ser capaces de escucharlo.

Pero esos objetos deben de ser lo bastante sonoros para que podamos escucharlos en el silencio de la noche, y si no hay para todas las casas, siempre podemos juntar familias en un único hogar.
Bien, eso es, me gusta ese plan.

-Matsu Naoko-san, tengo una idea. Imagino que al llegar a la aldea rastrearemos la zona, pero desconocemos si la bestia es terrestre o voladora.  Pero si partimos de la base de que esa bestia ha de entrar a la casa por algún lugar, podríamos utilizar eso como base de nuestra estrategia.
Al no poder defender todas las casas en su totalidad, y en caso de fracasar el rastreo, podríamos hacer una recogida de objetos en la aldea. Objetos que hagan ruido al desplazarse, o al caer, y colocarlos en aquellos lugares por donde podría entrar la criatura. Y, si no hubiesen suficientes objetos para tanta casa, podríamos reducir la cantidad de casas juntando familias bajo un mismo techo, lo cual, en cualquier caso, puede ser que sea una buena idea. Así defendemos menos terreno.

AL llegar podemos comprar hilos de lana y cascabeles, huesos, etc. El bosque al rededor de la ciudad puede ser, al menos en las partes mas vulnerables, rodeado por hilo. Cuando pase, lo sabremos, si ponemos alguna patrulla podríamos llegar a reaccionar. Esperemos que haya suficiente hilo en el pueblo. Comentó Naoko. Me gustaría ir al río un rato, si alguien me quiere acompañar, a ver si le hacemos una ofrenda al espíritu del río, a los Kamis y a los ancestros. Vamos a necesitar su protección si esta bestia es poderosa y tan voráz como parece.

-No veo necesario comprar nada Matsu-san. Son sus amigos y familiares los que están desapareciendo, y sus vidas y las de sus hijos las que corren peligro. Seguro que con tal de sobrevivir nos los cederán gustosamente.

Siempre podemos pagarles los desperfectos, pero me parece un derroche comprar la totalidad de los materiales que mencionáis.

El joven bushi frunció el ceño y sacudió la cabeza cuando salió el tema de comprar. Por su mirada daba a entender que él era un samurái honorable, no un vulgar comerciante.

La comida era deliciosa y así se lo hizo saber al pescador, agradeciéndole también su hospitalidad. 

Escucha el relato meditando en la trayectoria que sigue el supuesto animal desde el camino norte hasta la casa familiar, intentando buscar una lógica.

La idea de Tsuruchi Genji-san le parece acertada y cree que el también pueda contribuir, pidiendo a los espíritus que den la alerta. Tal vez colocando antorchas o linternas en ciertas zonas tras haber rezado a los entes del fuego rogando su colaboración.

Cuenta su plan a Matsu Naoko, mientras la acompaña a realizar una ofrenda a los kamis, momento en el que aprovechará para solicitar la ayuda de los espíritus en la investigación.

Así que esa criatura solamente ataca de noche, no deja rastro de huellas, ni de sangre que se pueda seguir. interesante podemos ir mañana visitar el pueblo hablar con los campesinos e ir a todos los lugares donde ataco esa criatura, observar el terreno e intentar localizar alguna cueva donde pueda refugiarse una criatura así, hacer un mapa donde han sido los ataques y ver si hay algo en común entre ellos, como la luna, temporal, frio o algo extraño.

Matsu Naoko- san yo la acompañare al riachuelo-sonrio-

Nuestros amigos del Fénix podrían también interrogar a los espíritus de los kami para que nos cuenten si lo vieron, que es, etc. Por ahora tiene pinta de ser un tigre, o un león. Pensó en voz alta Naoko.
Buenísimo, Hida-san

Mientras el grupo sigue debatiendo que estrategia seguir con la bestia, yo también les acompaño a honrar al kami del río. No conviene desairarles.

De camino al río recoge un ramo de flores para realizar la ofrenda al espíritu, una vez allí se sitúa sobre la pequeña poza que forman unas rocas, una especie de estanque de aguas cristalinas que se renueva con una pequeña corriente.

Reclinado sobre la orilla recita una letanía mientras va trenzando una corona con el ramillete de flores. Al final de la oración la deposita sobre las aguas mientras unge su frente con ellas tras hacer tres reverencias.

-Oh noble espíritu del río, dragón de agua que serpentea este valle, acepta la ofrenda de este pobre mortal, exclama mientras flexiona su cuerpo.

-Ilumíname con tu prístina sabiduría mostrándome lo que sabes sobre el ser que actualmente aterroriza la región, que acabó con el campesino Koruro, Tenku, el herrero del pueblo y una familia en Hima. Decide acotar la pregunta de modo que la respuesta sea concisa, dado que los kamis no se guían por la medida temporal de los mortales.

Las palabras del pescador nos dicen mucho acerca de la forma en que parece haber actuado la misteriosa bestia. Acercamiento lento pero incesante que ya amenaza a las familias dentro de sus mismas casas. Pienso en lo poderosa que debe de ser y de cuales han de ser sus motivaciones, pues atacar a una familia en su hogar no parece ser una simple cacería.

Los planes comienzan a gestarse y todas parecen buenas y viables ideas a mis oídos. Asiento al plan de Genji, Naoko y del Hida, pues demuestran buenas maneras de acercarnos al misterio que parece estar detrás de los ataques de la bestia.

Se propone la idea de ir al río a presentar nuestros respetos al Kami, a lo que respondo:

 - "Creo que es una buena idea. Debemos ir para pedir y agradecer, con humildad. Los espíritus apoyan a quienes abandonan su ego frente a ellos. Yo también les acompañaré."

Le hago una reverencia de agradecimiento al pescador por su invitación y cortesía. Es bien sabido que la comida no es algo que sobre en la casa de los heimin y aun así nos ofrece comida a todos. Es una gran cortesía y merece todo mi respeto.

Oyes como el río susurra. Notas en tu frente su tacto, frío, poderoso, suave. Acabas la salmodia y abres los ojos. Ves las corona de flores sobre las aguas cristalinas, quieta, como suspendida por algún hilo invisible. Entonces el agua que hay dentro de la corona se enturbia y oscurece. Ves un bosque, es de noche y un hombre está al lado de un árbol evacuando. Te abalanzas sobre él estrellándole la cabeza contra el árbol lo que desparrama sus sesos.
Ahora se ve un camino, no es de noche pero pronto lo será. Un campesino lo recorre en solitario con una cesta de cebollas a la espalda. Sales corriendo de un escondite y ves la cara de terror del campesino. La sangre salpica tu rostro.
La imagen cambia y ves la luna en cuarto menguante. Bajas la mirada y entre los árboles ves un hombre que entra en una casa. Te acercas mirando alrededor y ves un pueblo, con una campana en el centro para dar la alarma. Estás al pie de la casa. La silueta de una mujer está cerca, al otro lado de una celosía de papel de arroz. Entras destrozando la puerta, la arrancas la cabeza del cuello, te llevas un brazo a la boca mientras sigues destrozando muebles, sangre, madera, carne, bambú, horror.
La imagen siguiente te altera. Todo está oscuro, aunque se filtra algo de luz. Ves cadáveres en descomposición, huesos a medio comer, carne putrefacta, tripas, niños.... tu estómago no puede aguantarlo y pierdes la concentración mientras vomitas sobre el río. 

Isawa Tetsuo termina la letanía y deposita la corona de flores en el agua. Misteriosamente, aunque el agua del río corre veloz esta permanece quieta, inmutable. Tetsuo la observa con gran interés, abriendo mucho los ojos hasta que, en un momento dado, vomita sobre el río y la corona de flores se deja llevar por la corriente. 

Un sudor perlado recorre sus sienes, las escenas que ha contemplado han superado el umbral de tolerancia que una persona de bien pueda tener.

Extrae un pañuelo del costado de su túnica y se limpia la comisura de los labios y la barbilla, prefiriendo esto a emponzoñar más el agua.

Ruega al kami que le disculpe si le ha ofendido y realiza otras tres rápidas reverencias, una vez se ha asegurado de haberse recompuesto.

-No tomes en cuenta los actos reflejos de este tu pobre servidor. Perdóname y bendice estas aguas con abundante pesca para el bondadoso Kamuro.

Tras reconciliarse con el espíritu, procede a relatar su experiencia al grupo:

-Honorables compañeros, la venerable sierpe de agua me ha mostrado terribles escenas de cruenta violencia a través de los ojos de la bestia.

-He contemplado como... hace una pausa llevándose de nuevo el pañuelo a la boca previendo una arcada. Pasada la falsa alarma prosigue: Las desapariciones que nos relató el pescador fueron todas obra del mismo ser, una bestia que engulle a sus victimas tras masacrarlas. 

Lo último que he alcanzado a ver, bien puede ser su morada, un lugar  practicamente en total oscuridad, salvo por una luz tenue. Quizás se trate de una cueva, concluye el shugenja.

Buscaremos una específicamente, entonces. No hay nada mas que podamos sacar de las visiones? preguntó Naoko curiosa y preocupada