Partida Rol por web

La burla de Broderos

Camino a las nupcias - Escena de juego

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13/09/2022, 14:57
Director

Invierno de 1394.

Los Jugadores son siervos y acompañantes del noble matrimonio de doña Juana de Illón y don Gome Garcés, señores de Cabeza Ancha (un señorío en mitad de Castilla). Todos viajan a las nupcias de la hija de Álvar Montejo de Illón, conde de Sierra Perella, y hermano de doña Juana. El enlace se celebra en el castillo de Valdenebros, a varias leguas al este de Burgos. La comitiva también la forman algún que otro súbdito más del matrimonio, así como dos caballos montados por el noble matrimonio y varias mulas y yeguas donde se transportan las provisiones. El viaje se estima en tres días, habiendo recorrido el grupo ya dos jornadas.

Con motivo de las nupcias a las que acudís con los vuestros señores (una sobrina de doña Juana de Illón), estábais recorriendo un paraje plano, húmedo y frío, pues cerca estaban ya las tierras de Burgos, y el castillo de Valdenebros (lugar al que acudíais a tal enlace), se ubicaba al este de tal ciudad. La comitiva la formaban, por supuesto, los invitado principales de vuestro grupo: vuestros señores Gome Garcés y la propia doña Juana. Ambos tenían ya cierta edad, más que ambos dos, y por supuesto no iban a ir solos a las nupcias; que bien era propicio y ajustado ir con algún siervo, criado o gentes que les protegiera por el camino.

Por ende que bajo ellos en el escalafón estaban don Luterio, cortesano catalán que era la mano derecha, por decirlo de algun modo, de don Garcés; un criado consultor, o un mayordomo fiel, como ustedes prefieran, el cual se alojaba en el castillo de sus señores. Y por otro lado, tal vez para prevenir la cautela y guardia en el camino, vino con ellos el alguacil Julian de Palencia, a quien Gome Garcés también había acogido tiempo hacía, y que ahora también habitaba el castillo del matrimonio, junto con su familia (quien, para decorar la presencia de los señores de Cabeza Ancha en el enlace, los nobles los había traído con Julián).

Andábais pues ahora recorriendo ya la falda de la Sierra de Pradales (al sur de Aranda de Duero), y habíais enrado ya en el condado de Sierra Perella (propiedad del padre de la futura esposa). Delante de vuestros ojos se alzaban ya los últimos y enormes picos nevados que aún habríais de bordear antes de alcanzar el castillo. Eso sí, hacía unas horas que no habíais visto a nadie en el camino, y era normal: las arboledas y ramaje bajo estaba bajo amenaza de lluvia, pues el olor a tierra mojada se notaba ya muy próximo.

Notas de juego

Comenzamos.

La comitiva es la siguiente: vosotros, el matrimonio noble al que servís y la familia de Julián (que me dijo que quería llevarla a cuestas). Vuestro primer post, como siempre suelo hacer, es de presentación (o para comentar / narrar lo que queráis). Es buen momento, Julián, para que presentes a tu familia (y así tenga yo también una idea de cuanto son :D)

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14/09/2022, 01:43
Luterio de Barcelona

Luterio iba acompañando al matrimonio vistiendo sus ropajes gruesos para viajes cubierto de una capa con capucha para protegerlo del clima, jalando una mula que carga sus pertenencias y a su hija de 7 años cubierta por una manta.

Mira a su hija.

-Toma un poco de agua Ibon, ya casi llegamos pequeña.

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14/09/2022, 12:29
Julián de Palencia

Caminaba aquella comitiva por largos y fríos caminos. Julián iba al paso en su penco, un poco por detrás de su señor, por si este necesitara de algo, y echando un ojo a su mujer y sus hijos, que viajaban todos en un carro tirado por mulos, con su equipaje (que no era mucho), y siempre a la gresca. Adela, la madre de los críos, era una mujer ya de cierta edad y anchuras, pues criar a cuatro no era para menos. Con voz potente y collejas desoladoras, le paraba los pies a los dos medianos, que contaban ocho y seis inviernos, y eran chico y chica: dos truhanes que no sabían parar quietos, venga a apedrear bichos que vieran por el camino, o lo que se terciara. La pequeña contaba solo tres, e iba casi siempre enganchada de la teta de su madre, aunque de cuando en cuando se echaba detrás de los hermanos, sobre todo al detenerse la comitiva. Y el mayor, doce, empezaba a despuntar una pelusa negra, y andaba todo el tiempo como distraído, aunque Julián hacía por enseñarle algunas cosas de su oficio, por si lo heredaba. Se llamaban Julián, María, Juanito y Teresa, del mayor al menor.

El padre de familia casi se arrepentía de haberlos traído, pues armaban gran escándalo y no eran adecuados para una corte nobiliaria, pero a buen seguro que su madre los domaría a base de guantazos si se pasaban de brutos. Él mismo era de toscos modales, y gustaba de hablar poco, tanto así que solía pasar la mayor parte del tiempo callado. Cabalgaba despacio, siempre echando la vista aquí y allá, por si apareciera algún problema. No obstante, su presencia tendía a ahuyentarlos, pues era corpulento, y la pesada maza que llevaba encima tendía a disuadir a los curiosos y malhechores.

Ya con la cercanía de la sierra y el cielo plomizo amenazando a lluvia, Julián notó que sus zagales se quedaban tranquilos en el carromato, y dejaban a la madre conducirlo con tranquilidad. El alguacil miró al cielo, entornando los ojos un momento, por la luz dispersa que tan molesta resultaba.

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14/09/2022, 20:21
Director

Andaban pues las familias de unos y de otros, a cuestas por los suyos padres (oséase, vosotros); y ambos dos y los vuestros no érais sino la comitiva de aquel noble matrimonio. En las paradas, los zagales de Julián solían jugar más que estando en el camino, y alguna que otra vez interactuaban con Ibon, la única hija de Luterio, que la amaba con gran amor por ser la única. Tanto Julián como Luterio llevaban mula y el primero un carro, conducido por la mujer de éste.

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14/09/2022, 20:21
Don Gome Garcés

Tened a buen seguro, Julián, que los vuestros hijos podrán correr y divertirse en el castillo de Valdenebros -decía don Gome, que era un hombre afable y le gustaban los niños-. Y les gustará el pastel de carne de cerdo que allí preparan, os lo aseguro -él y su esposa, doña Juana, no habían podido tener hijos-.

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14/09/2022, 20:29
Doña Juana de Illón

Así tenéis esa panza, Gome... -le espetó su mujer, levantando las cejas-. Deberás guardar la compostura en el banquete de las nupcias, y comer recatademente -decía en una mezcla de reproche y gracieta-.

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14/09/2022, 20:30
Director

Las horas pasaban, y no tardó mucho en comenzar a anochecer. Y quiso Dios o la mala fortuna que, siendo ya de noche os sorprendiera una inminente lluvia. Lo que antes parecía rumor de gotas era ahora una precipitación vehemente.

Las yeguas y mulas rebuznaba, el carro de Julián comenzó a mojarse, y sus hijos y los de Luterio caminaban refugiándose bajo las prendas como podían, al igual que vosotros. El sol se había marchado, y don Gome y doña Juana se refugiaban en sus capas de piel de zorro, bien avenidas, pero éstas se calaban igual (y lo que es peor: pesaban mucho). Sus yeguas también estaban empapadas. Por supuesto detenerse era imposible, pues ¿dónde habríais de refugiaros en aquella falda de montaña?

Claro que, en el momento en la lluvia apretaba más, un ápice de esperanza acudió a vuestros ojos: una posada apareció junto al camino. El camino empapado se separaba del edificio por un gran barrizal. Aquella gran vivienda, pese a que se veía bastante mal por la grandísima y constante cortina de llueva, constaba de dos plantas, y tenía una especie de torre adosada. Cerca de la puerta descansaba una carreta, parecida a la que transportaba a los hijos de Julián, con la rueda quebrada. Estaba claro que el noble matrimonio ya no tenía edad para aguantar tales efectos del clima.

Notas de juego

Es de noche, llueve mucho y véis la silueta de una posada junto al camino (se ven algunas luces a través de las ventanas).

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14/09/2022, 21:25
Luterio de Barcelona

Luterio se adelanta todo lo que puede para llegar a la posada lo mas rápido posible.

-Ibon que no te caiga ni una gota, cúbrete bien!

Exclamaba mientras aceleraba el paso.

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15/09/2022, 11:17
Julián de Palencia

Con aquel aguacero cayéndoles de lleno encima, no daba Julián abasto para intentar que los niños y su mujer se cubrieran, y también sus señores, quienes, ya entrados en años, bien podían caer fruto de una mala fiebre y ya nunca reponerse. Al ver las luces de la posada recortada contra la oscuridad, Julián pensó que aquel refugio tenía que haberlo puesto allí el Altísimo para otorgarles cobijo, y así lo hizo saber a su señor.

- ¡Allí hay un refugio! - dijo parcamente, aunque gritando a través de la lluvia - ¡Con vuestra venia, don Gome!

Y dicho aquello, espoleó a su montura y avanzó a través de la lluvia, dirigiéndose hacia la posada con la esperanza de hallar en ella un fuego caliente en el que secarse las ropas y un caldo con que calentarse el cuerpo.

Notas de juego

Joer, me ha notificado mal las novedades Umbría y no vi los posts de los PNJs hasta ahora :(.

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15/09/2022, 11:45
Director

La pequeña Ibón se apretó bien la manta que tenía sobre su cuerpo, mientras seguía al suyo padre sobre la mula. Luterio apretó el paso sin comentar nada a los señores nobles, pero es que la lluvia lo pedía. Por contra, Julián les señaló el refugio a éstos, por si no lo habían visto, y don Gome asintió para que se adelantara, junto con Luterio, hasta el edificio.

El carruaje de la mujer del alguacil se hizo a un lado, saliéndose del camino, y a su lado también lo hicieron don Gome y doña Juana. Fue puro instinto el moverse tras vosotros, debido a que todos estaban bajo la lluvia y no había refugios cerca donde evitar el azote de la lluvia.

Tras pasar el gran barrizal que separaba la posada del camino, llegásteis a las puertas, de madera y férreas (bien sólidas) y vísteis varias ventanas con iluminación en su interior. La torre que tenía adosada la posada se elevaba más allá del segundo piso, pero estaba desmochada, o tal vez venida abajo por el paso de los años (por lo que no acababa en bonitas almenas, sino que estaba "decapitada". Una especie de canalón en el final del tejado a dos aguas hacía que las continuas y fuertes gotas de lluvia golpeara y sonaran con fuerza. Al acercaros, vísteis que por la parte trasera había un muro; un muro que rodeaba la posada con un arco sin portón, para acceder a su interior. También había, dentro de ese recinto trasero, una especie de cuadra.

Por cierto, el carro que había en la entrada tenía la rueda quebrada, y estaba allí "aparcado".

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15/09/2022, 11:47
Doña Juana de Illón

Mal augurio para un enlace... ¡menudas lluvias! -se aventuró a decir doña Juana cuando se acercó sobre su yegua en paralelo a su marido (la cual se había metido por el barrizal, y el color de sus patas era ahora negro)-. Entrad, hombres -os ordenó a Luterio y a Julián-, y preguntad por unas camas para aguardar en esta noche.

Notas de juego

Estáis en la puerta. Llueve a mares, y estáis empapados.

Con vuestro siguiente post haced una tirada de Descubrir (o en su defecto PER).

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15/09/2022, 13:41
Luterio de Barcelona

Luterio escucha a la buena Doña Juana y va en camino a tocar la puerta de esa posada.

-En de inmediato Doña Juana.

Mira a Ibon.

-Quédate aquí y cúbrete de la lluvia. *se dirige a la puerta con toda la intensión de tocarla con buenas ganas para ser escuchado*

- Tiradas (1)
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16/09/2022, 09:57
Julián de Palencia

Haciendo un gesto de asentimiento con la testera, Julián descabalgó, y se dirigió hacia la puerta de la posada. Luterio avanzaba pisando con fuerza, y pronto llamó a la puerta. Julián, en obediencia a su señora, esperó unos instantes por si hubiere respuesta, y se adentró en el lugar, empujando la puerta de sus goznes con gran ruido.

El alguacil miraba en derredor, pero sus ojos no veían nada con aquella lluvia.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Qué perspicacia xD.

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17/09/2022, 12:14
Director

Luterio se encaminó a la puerta y fue el primero en llamar, pero nadie respondió. Y no es que nadie hubiera tras ellas, sino que simplemente pareciera que no había ningún portero que se preocupase por quien llegaba o se iba. Del golpe con los nudillos, Luterio comprobó que éstas estaban abiertas, y por detrás llegó Julián, que había esperado unos instantes, para empujarlas.

Acto seguido, pudísteis ver los primero el interior: allí apareció un comedor con mesas con cierta concurrencia (no estaba llena, pero albergaba a unos seis o siete hombres y mujeres), que contaba con techambres y vigas de maderas, dos chimeneas, bancos, una decena asientos, taburetes y mesas repartidos por la sala, así como candelabros y velas por doquier, situadas y colocadas en paredes y sobre las mesas. El suelo de lanchas de pizarra soportaba en un lateral una especie de barra (con más taburetes), no muy lejos de unas toscas escaleras de madera que subían a la planta superior. Tras ojear un poco nada más asomaros, vísteis a una pareja joven regentando el local, junto a un muchacho de unos diez años, que ayudaba recogiendo vasos y llevando bandejas. Dedujísteis enseguida que se trataría de un negocio familiar.

Volviendo a los otros clientes, éstos estaban situados alrededor de las dos chimeneas, pues ello hacía acogedor aquel espacio. Entre ellos destacaban un par de hombre solitarios, sentados al fuego con ropas algo sucias y humildes; una tipo solitario que bebía cuantioso vino, y un grupito de tres personas (dos mujeres y un hombre joven, los tres en la veintena), quienes azuzaban uno de los fuegos al añadirle unos maderos.

Afuera seguían mojándose los nobles y vuestras familias.

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17/09/2022, 12:23
Luterio de Barcelona

Luterio sale de inmediato para llevar a Ibon, su señor y los demás al interior.

-La puerta esta abierta mis señores entrad cuanto antes.

Tomo a Ibon entre brazos para internarla dentro intentando que se moje lo menos posible.

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17/09/2022, 12:31
Julián de Palencia

Sostuvo Julián la puerta para que pasaran adentro sus señores, lo primero.

- Os ruego entréis, mis señores. - dijo quedamente.

Luego fue a ayudar a su mujer, Adela, cogiendo a la pequeña Teresa en brazos, en tanto azuzaba al resto, que no requirieron de muchos empellones para irse adentro. Cuando todos estuvieron a resguardo, se ocupó el alguacil de llevar las monturas al establo*, dejando también a cubierto el carro. Solo entonces corrió de vuelta al salón, ansiando sentir en su cuerpo el calor de la lumbre y poder secar sus ropajes. En todo caso, el deber llamaba, y primero debía ser atendido.

Cuando al fin estuvo todo resuelto, llegó al interior de la venta, entrando con paso firme y todo su alto cuerpo, que bien podía intimidar a más de uno. Era Julián hombre fuerte, y de pocas palabras, cuya mirada desanimaba al más pintado. Buscó con la vista la mesa en la que, esperaba, ya hubieren sido acomodados sus señores, y se dispuso a acudir allí.

Notas de juego

* Asumo que hay, si no, pues a donde estén lo más secas posible.

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18/09/2022, 11:01
Director

Los nobles se bajaron lo más rápido que pudieron, atendiendo a su cierta edad, y sus capas se mancharon con el barro que también sus botas pisaron. Ibon entró deprisa, en brazos de su padre, mientras Julián apresuraba la entrada también a la suya familia, justo detrás de los nobles. Fue en tales momentos que Julián, avispado y servicial, tomó las riendas de su animal y los de los nobles para marchar hastra la cuadra que habíais ojeado al llegar (y que estaba tras la posada, dentro del muro que la rodeaba. Acto seguido, Luterio hizo lo propio con su mula, que no era menester quedarla allí bajo la lluvia y a la vista de cualquiera. En la cuadra, por cierto, había también un par de mulas en una especie de cubículos individuales para animales.

Pocos segundos después, cuando regresásteis, vísteis a doña Juana y a don Gome sentados ya en sendas sillas, en torno a una de las mesas. Adela prefirió esperar de pie, con la niña en brazos, y los otros dos a su lado, al igual que Ibon, junto a ellos. Afuera la lluvia golpeaba las ventanas, pero no se colaba dentro del comedor.

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18/09/2022, 11:02
Doña Juana de Illón

Menuda lluvia, parece que estaba esperando a que pasáramos por esta tierra para descargar -comentó doña Juana, molesta por ello-. Mis huesos... me duelen -ella siempre se quejaba de dolor muscular y de huesos por el frío de los inviernos-.

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18/09/2022, 11:03
Don Gome Garcés

Mujer..., en esta zona siempre llueve, y el carácter de vuestro hermano es parecido en éstas, sus tierras -dijo, a modo de gracia y chiste, aunque doña Juana le lanzó una mirada penetrante mientras don Gome se reía un poco-.

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18/09/2022, 11:03
Bernarda

Entonces, justo después de que os sentárais a descansar junto a los nobles (las familias incluidas, tras juntar un par de mesas), llegó la mujer que antes viérais desde la puerta. Era la posadera, con una bandeja en la mano. Tenía el pelo largo y rizado.

¿Qué van a quer...? ¡Ejem! -se detuvo y carraspeó nada más ver a los señores... con ropas nobles y aires nobles sentados en el comedor de su negocio; y por ello cambió su tono a algo más amable-. Bien...venidos a la posada de la Aguadera -hizo una pequeña reverencia al matrimonio-. Espero que el calor de las chimeneas les complazca -éstas estaban al rojo vivo, dando mucho calor acogedor a la estancia-. Querrán comer algo los señores, y una habitación, supongo.

Entonces os detalló que había una estancia comunal en la planta de arriba, otra estancia individual y una habitación mayor (la más grande de la posada), con cama de matrimonio, cerradura y chimenea (que por supuesto debía ser la más cara). Todas incluían, según dijo, desayuno por la mañana.