Partida Rol por web

No obstante la suerte les acompaño esta vez al surgir de la nada un desprendimiento de tierra y tras este un pequeño cúmulo de mas bichos que se abalanzaban sobre los infantes.

Fue en ese momento cuando el capitán Sugufu tuvo en claro hacia donde ir y que hacer.

-Dragostone, Durand. Avanzad hacia ese túnel sur que ha aparecido encárguense de los bichos. Ese túnel nos llevará hasta nuestro objetivo. Soldados, la misión acaba de empezar, andando-.

Sin perder un momento me acerco hasta Sugufu para avisarle y seguir custodiándolo  -Señor tenemos menos de un minuto par internarnos en los túneles antes de que nos hagan volar por los aires. Tendremos que ser rápidos, pero sugiero apenas podamos tomarnos un segundos atender a nuestros heridos y hacer un recuento de munición antes de que nos explote una sorpresa desagradable en el rostro, Señor. -

No le gustaba decirle a los oficiales que hacer, pero sabía que a mas de uno habría que darles un manual para saber como sacar su cabeza de su trasero y el pensaba volver vivo de esta misión

Por un momento scesaron los fogonazos de las moritas, incluso los chillidos de esas malditas bestias. Pero no dejabamos de tener la sensación de estar rodeados de una gran cantidad de esos monstruos, aún así la moral parecía estar por las nubes. Por su gesto el capitán parecía estar satisfecho, pero habíamos perdido a una gran cantidad de muchachos de la infantería ligera, maldita sea si algunos eran solo unos críos.  maldecía el cabo en sus pensamientos.

Unos segundos de incertidumbre, y solo cuando una pared se derrumba y aparecen más bichos es cuando el psiquico reacciona, parece que la 'suerte' estaba de su parte, el lugar por donde entraban esos bichos es por donde debían seguir, y mejor que lo hicieran pronto.

No había tiempo que perder, y con las ordenes del capitán en su cabeza, siguió animando a sus comapñeros.Ya habeis oído al capitán, ese es nuestro camino, mandad a esas cucarachas al infierno. miro al infante que tenía al lado Tesla, apoya a Durand y a Dragonstone, en cuanto os encargueis de eso echame una mano con este trasto, dice refiriéndose a la derringer mientras tanto se afanaba en colocar el soporte en la mochila.

MUEEERAAAANNNN!!!!!

AAAAARRRGGGGG, POR LA JODIADA QUE LO PARIO!!!!!!

Gritaba con todas mis fuerzas cuando mis llamas se encontraban con la de un enemigo en particular agresivo que logra lanzar un chorro de material inflamable sobre mi posición, como yo le hecho a sus hermanos. Veo como los bichos comienzan a arder y yo sin querer correr elmismo destino rápidamente giro sobre mi propio eje en diagonal para alejarme rápidamente de la mayor parte de las llamas que consumen mi anterior posición a unos escasos par de metros, la armadura siente el abrazo del calor del fuego que pretende apoderarse de mi integridad….Sin embargo la suerte me acompaña de nuevo.

Apago lo poco que me alcanza, cerciorándome que no me consuma al igual que la barbacoa de enfrente….

Por un momento todo parece en silencio, pero veo que se acercan más bichos desde el túnel sur, y al oír la voz capitán por la radio me preparo para atacar a esos inmundos insectos,

Espero que tengamos un respiro, estoy casi exausto y viendo la devastación de mi alrededor me pregunto si dentro de ese túnel la cosa no se pondrá peor que aquí.

A pesar de impactar de lleno con mis disparos y destrozar la carme del gusano, eso no pareció ser suficiente como para acabar con el... aunque  por suerte, sí que lo debilitó bastante como para que Becerra pudiese acabar con él. En cuanto al resto de bichos, al girarme vi que ya habían conseguido acabar con todos... aunque la infantería ligera había pagado un alto precio por ello, a juzgar por los cadáveres en el suelo.

Bueno, lo hemos conseguido- murmuré en voz baja, pues sabía que lo más difícil tocaba ahora. Y cuando vi como de repente se abría otro túnel, me temí lo peor, que nos atacasen con todo justo ahora seria nuestro fin. Por suerte tan solo eran unos pocos bichos, y el capitán mandó a Dragonstone y Durand a acabar con ellos. De todas formas fui hacia allí, listo para disparar... por si acaso.

Una veloz mirada a todos los flancos en busca de sus compañeros le produjo cierto alivio, que duró demasiado poco, pues los cadáveres de la infantería ligera estaban esparcidos por el suelo representando una masacre, una carnicería. Una victoria para nuestro capitán que no hizo más que aumentar su pesar.

Tan pronto suspiraron su éxito, una pared desvelaba el último y desesperado intento de los arácnidos que no concebían la derrota en sus ortodoxas estrategias, si es que podían asegurar que poseían alguna o luchaban más bien por puro instinto.

Otro cargador se había esfumado con la sensación que pronto echaría en falta el único arma que tenía para enfrentarse a unos bichos que bien poco les afectaba, las expectativas eran poco favorables. Pero su moral no se vio sesgada por ello, tanta repulsiva sangre pronto le devolvió su coraje y otro cargador fue a encajarse en su rifle listo para la acción. Avanzó veloz hacia el nuevo túnel confiando en que no necesitarán su apoyo, pues pronto si necesitarían sus otras habilidades para invadir el hormiguero.

El gusano había caído. Y el resto de los suyos empezaban a replegarse. Habíamos defendido la posición bastante bien. El trabajo en equipo lo había logrado.

Tras esperar a que Durand abriese fuego sobre el túnel sur y siguiendo las órdenes del capitán, me dirigí yo también al túnel, Morita en mano acabando con los enemigos que todavía quedaban. Aquello ya era más relajado, como el que sencillamente remata un trabajo bien hecho. Tenía la sensación de que habíamos ganado aquella batalla. Pero sabía que estábamos todavía lejos de terminar la misión.

Solté el gatillo cuando escuché el sonido del cargador vacío.

Algo de fuego lo habia chamuscado asi que rodo por el suelo para apagarse, luego todo cabezota se encendio un cigarrillo,tenia tanto vicio al tabaco que no le importaba si habia estado a punto de salir en llamas que el encima encendia su zippo , pero era mas su nerviosismo , por la batalla que oler a ahumado y tampoco se iba a notar todavia mas asi que inspiro fuerte tragandose todo el humo

-Avancemos¡¡

Todavía algo conmocionado por el éxito de sus disparos ante tan grande animal, Becerra grita nerviosamente.

Genial!!! un gusano menos compañeros. Vayamos a buscar a todos los demás para que prueben esta medicina.

Pero Mark reaccionando al sentimiento de victoria inicial, comprende que no es más que el principio y observa como el suelo esta plagado de cadáveres que antes eran compañeros del soldado que se encontraba junto a él, y con una mano en su hombro intenta animarle.

Te acompaño en el sentimiento compañero, es tiempo de que recojáis a vuestros compañeros y les deis un buen entierro. Han sido grandes soldados y nosotros haremos que estos malditos bichos paguen por los caídos.

Tras este momento de descanso y siguiendo las órdenes del capitán, Becerra cambia su cargador casi gastado por uno nuevo y se dispone a cubrir el avance de sus compañeros mirando que no aparezcan nuevos enemigos por el norte.

Alice salto sobre los pedazos del gusano muerto y se arrodillo junto a Mc Neally para examinarlo. A continuacion sacó de su mochila un kit de primeros auxilios y pasó a verter yodo en una gasa para desinfectar lo mas posible las heridas del artillero. Despues, con la grapadora cerró las más abiertas y rezó para que las grapas aguantaran el castigo al que iba a someterlas el temerario marine. Una vez estaba todo cerrado, volvio a dar una nueva capa de yodo por encima y lo cubrió con unas gasas y adhesivo.

Un par de golpes en las nalgas de Mc Neally dieron la operacion por finalizada.

-¡Arriba marine! Aun queda guerra por luchar!

En una secuencia rápida de disparos Durand y Dragostone lograron hacer cargo de todos los brichos que se aproximaban por el nuevo túnel. El ataque sorpresa no sirvió realmente de nada pues los infantes lograron hacer cargo de ello con gran rapidez.

El camino estaba ahora libre y según las palabras del consejero Bell, tenían solo un minuto para adentrarse en aquel túnel si no querían acabar sepultados bajo el pozo. Y es que desde fuera ya se escuchaban los primeros disparos, las fuerzas de la federación apostadas en las ruinas del fuerte tendrían una dura batalla por rival bajo la oscuridad helada de Galdonia VI.

Por su parte las fuerzas del escuadrón Heat tenían aun un largo y duro camino por delante. Su próxima prueba estaba ahora frente a ellos, cruzar aquel oscuro túnel y adentrarse en las profundidades. Y claro, tenían que hacerlo rápido si querían hacerlo sin contratiempos.

-Entendido Bell. Salgamos primero de aquí y después nos haremos cargo de ello. Mantenga su radio encendida por si la necesitamos. Sargento ordene a sus hombres adentrarse por ese túnel, no hay tiempo que perder-. Ordenó el capitán quien mientras hablaba, hacia acopio de su carabina para al mismo tiempo avanzar hacia el túnel lo mas rápido que podía.

No entiendo. Si suelo ser el primero en postear cada vez que ponen cosas como donde está lo del mapa y todo eso (o como mucho el segundo). No lo pillo. Lo único es que he ido a dispara a un bicho y cuando esta por disparar el puñetero gusano va y se muere.

Donde he fallado? Si lo he estado siguiendo contínuamente. Estoy perdido.

Lo que no suelo yo participar mucho es en las chacharas que no tienen que ver con la acción, pero estos últimos 5 días he estado al pié del cañó todos los días (y muchas horas)

Lo siento, pero no entiendo la regañina.

Kurt revisa su cargador. Al final estas últimas balas no han salido de su recipiente. Parece que la batalla del pozo se terminaba, así que era momento de, como dirían los marines, mover el culo. Habían habido bajas y la DOC peleaba con ello. No era un shoc; no estaba impactado por lo sucedido. Su cuerpo seguía entero y rezaba porque así durase mucho tiempo. Si había sorprendido algo a Tesla. La forma de aparecer del gusano. Era algo que no le perturbaba, pero le hacía pensar que tendría que tener más lugares vigilados. Los gusanitos aparecían en cualquier parte y de repente.

Su alma le decía de ayudar a DOC con los "lesionados" pero su lealtad al grupo le decía que había que avanzar. Era el explorador del grupo y eso requería unas acciones e iniciativa por su parte. Para rematar la faena y sacarle de la ensoñación de sus cavilaciones una voz llegó como solución. Era el sargento ordenado acciones.

Miró por el suelo, por si a alguno de los caídos se le podría retirar algo de equipo, como munición o algo parecido. Si no veía nada que pudiera aprovechar, saldría “pitando” hacia donde le habían ordenado. Tenía un trabajo que hacer y órdenes que cumplir.

Tenían que salir rápido de allí, se puso en marcha pero los escombros que había por el suelo hizo que tropezara un par de veces, el túnel estaba cerca pero no era lo suficientemente rápido como para llegar a él antes de que los de arriba se pusieran en marcha y volaran la entrada. Y llevar encima la derringer no hacía que la cosa mejorara, pensó en dejarla allí tirada para salir corriendo pero sabía que después sería una gran ayuda, o al menos eso esperaba.

- Corred, todos al túnel ¡ya!

Apágate, apágate, apágate…..decía tratando de mantener la calma en un momento en el que me veía amenazadoramente agarrado por juguetonas llamas que deseaban darme cariños a su cálido modo.

Ouch…me queje como una nena una vez que la Doc me unta con sus remedios. La verdad quizás buscaba un poco de atención. Me había costado apagar las llamas un poco, sentía el abrazo del calor en algunas partes del cuerpo y la Doc pronta se prestó a ayudarme, y aquí estaba, quejándome como un nenaca.

Gracias Doc, vaya que me han tocado un poquito, nada serio ¿verdad? – le pregunto a la Doc aunque me siento bien, quizás quería escuchar las palabras tranquilizadoras de la medico

Siento un golpe en las nalgas -¡Arriba marine! Aun queda guerra por luchar! – fue suficiente respuesta para mi.

Tomo mi arma y la embrazo para avanzar con ella atravez del túnel y purgar lo que se venga encima.

Solicito ordenes señor – digo en voz alta y avanzo a paso firme para tomar posicion en la vanguardia....

Alice escucho la orden de salir a la carrera cuando aun tenia sus cosas repartidas por el suelo. Lo recogio todo tan deprisa como pudo pero aun asi sabia que se quedaria de los ultimos. Resignada, confio en que la metralla no la alcanzara en su huida.

Las palabras del capitán hicieron saltar un resorte en el cerebro de Becerra, que hasta ahora se encontraba empezando a relajarse tras el primer encuentro con el enemigo.

Maldito cabrón corre por tu vida ...

Corramos echando hostias!!! ....

 Grita Becerra a sus compañeros mientras corre rápidamente para alcanzar la posición indicada por su superior.

Cuando los últimos bichos caen y el ataque sorpresa queda en un fallido intento por parte de las fuerzas arácnidas Bumag se toma unos instantes para contemplar la lamentable carnicería ahí donde los bichos aguantaron el fuego supresivo y alcanzaron las primeras líneas de ligeros.

“Ha terminado, por ahora” recargando el arma y sintiendo como su cuerpo en tensión se relaja un poco.

Sin embargo las órdenes de arriba hablan por sí mismas, toda la galería va a estallar en pedazos y a juicio de cada uno queda echar a correr como un condenado si quieren salir vivos de ahí. En consecuencia, el infante zapador hace acopio de todas sus fuerzas para avanzar tan deprisa como le sea posible.

Consientes del peligro que se cernía sobre ellos y viendo que los infantes ligeros se apresuraban a salir del pozo trepando por los cables que aun seguían colgados, los miembros del escuadrón Heat hicieron lo que mejor podrían haber hecho en aquel momento, correr.

La explosión se gesto muy rápido, apenas poco tiempo después de que empezaran a alejarse de la bóveda del pozo a través de aquel túnel que los llevaba a las profundidades.

La mayoría logró salir sin problemas de aquel lugar e incluso algunos como McNeally que estaban muy retrasados, habían logrado tomar gran distancia hasta aventajar al resto de sus compañeros por mucho.

La mala suerte solo había caído en dos de los infantes pesados. La Doc Miller y el cabo Stone. Ambos fueron tragados por la nube de polvo que produjo la onda expansiva de la explosión  al adentrarse a través de aquel túnel. Con ella, los infantes recibieron un fuerte empujo que los arrojo al suelo y les azotó con múltiples pedazos de roca y tierra que iban desde el tamaño de un guisante hasta el de una manzana.

A pesar de ello, todos estaban bien y se encontraban ya camino a cumplir con su misión. Ahora estaban solos y todo dependía de ellos.