Partida Rol por web

Atravesó la sala con premura, pero sin dejar de lado aquellos detalles que poco a poco otorgaban esperanzas por encontrar pronto la superficie, fuera donde fuera. Por desgracia también avistaba la calaña que precisamente intentaría evitar su éxito, aunque ya pudieran considerarse victoriosos. Quizás fueron para convertirse en héroes, para morir, pero no dejarían de intentarlo no sólo por supervivencia, sino por honrar el último deseo de aquellos que no lo consiguieron.

Alertado por la presencia hostil, reportó rápido sus acciones sin tiempo para esperar una orden directa o sería demasiado tarde. Guerrero a vuestra 11, seguid esa dirección, cubriré el otro flanco. Preparó su rifle y cubriéndose en el recodo del túnel descargó una potente ráfaga para acabar con el más peligroso de los malditos bichos.

Avanzaban por el estrecho túnel sin descanso, todo lo rápido que eran capaces de avanzar dada la situación, aún así los ecos que rebotaban en el túnel eran cada vez más claros, cada vez más bichos se acercaban por el camino que dejaban atrás, y cada vez estaban más cerca.

-Lo veo Hikawa,  me ocupo de él. Seguid el camino que marca no os detengáis, Dragonstone sígueles de cerca enseguida os alcanzaré. Dijo mientras seguía a los infantes hasta la boca donde terminaba el primer túnel, y ya se divisaba al guerrero que había dicho el zapador, fijó el objetivo y disparó una ráfaga con la que esperaba acabar con la existencia del bicho, no podían permitirse perder ni un segundo más del necesario.

El mensaje de Hikawa, seguido por el inconfundible sonido de un rifle disparando, nos informó de que no solo teníamos bichos detrás, sino también delante.

Ya ha empezado- pensé, pues tenía el presentimiento de que los que ahora teníamos delante no serían los únicos que encontraríamos para intentar frenarnos y que el resto nos alcanzase. Y precisamente por eso, no podíamos permitir que lo lograsen. Por suerte, el sargento parecía ser de la misma opinión.

Entendido señor, destroce a ese bastardo- le dije al sargento tras escucharle -¡El resto, ya habéis oído, vamos, nada de aflojar el paso!- añadí después, mientras continuaba corriendo.

Los bichos en la oscuridad que dispersos patrullaban aun aquellos túneles, habían sorprendido a Hikawa y los demás. El zapador había logrado reaccionar con rapidez y precisión con lo que se había sacado del camino a un peligroso Firefry que bien podría haberles causado graves aprietos.

El sargento Stone por su parte había también reaccionado con rapidez pero no había tenido la misma precisión que su subordinado, y habiendo fallado por poco se vio pronto sorprendido por el ataque del guerrero. Para su suerte, Dragostone estaba cerca para auxiliarlo.

Los camilleros por su parte, seguían avanzando sin detenerse, aunque habían reducido considerablemente la velocidad. El sonido de los bichos que se aproximaban a la distancia empezaba a sonar preocupante, mermando con ello poco a poco la fuerte voluntad que aun tenían los infantes.

La alerta de Hikawa ñes había dado cierta ventaja, y aprovechó para hacer la ráfaga hacia el bicho que quedaba, lo que no estaba en su plan era que el aracnido no cayera abatido, y tomándole por sorpresa sintió como el dolor volvía , las garras habían traspasado la armadura, y recordándole otra vez más que siempre era mejor evitar un golpe aún sabiendo que lo pudiera rechazar.

Por suerte, una ráfaga más corta acabó con la amenaza, debían continuar, adelante sin detenerse, asintió a Dragonsotone, Bien hecho, Te debo una, dijo con una leve sonrisa, quizá en estos últimos momentos ya nada importaba. 

Y por le túnel los chillidos de los perseguidores cada vez estaban más cerca, sin duda los acabarían alcanzando, Seguid adelante, dijo mientras apretaba el paso, pero fuera como fuera no iba a darse por vencido y mucho menos dejar que sus compañeros lo hicieran. Bien hecho Hikawa. N o hay tiempo que perder la salida esta cerca, la encontrarás. ¡Acelerad el paso!

Miré con satisfacción cómo caía el bicho. Luego asentí al agradecimiento de Stone con la cabeza.

- Es mi trabajo, Sargento. - Hice una pausa para esbozar una ligera sonrisa. - Y ahora, salgamos de aquí.

Luego le seguí hacia la salida, manteniendo la distancia con el grupo principal. Casi podía oler la victoria. Aunque también olía a los bichos que se acercaban.

Sin hablar y sin parar, solo avanzo, avanzo y avanzo. Los disparon resuenan en mi cabeza y confio que los muchachos puedan con los bichos antes que sea demasiado tarde.

Al menos de momento, el camino estaba libre de nuevo, por lo que seguí corriendo todo lo rápido que podía, siguiendo el camino marcado por Hikawa.

Espero que la salida este cerca- pensé, puesto que los bichos que nos seguían sonaban cada vez más cerca, y temía que en cualquier momento saltasen sobre nosotros.

Su rápida reacción había conseguido que el ritmo de las camillas se mantuviese vivo, algo que provocaba cierta tranquilidad en el soldado, pero no más que abatir al escupefuego que había sorprendido. Suspiró de inmediato con alivio, aunque no duró demasiado al revisar el estado de su cargador.

Entonces la voz del sargento le alertó para felicitarle y se alegró por ello, lo justo teniendo en cuenta que apenas habían tenido que enfrentarse a esos arácnidos. La gran confianza de su superior le reconfortaba tanto que consiguió enmudecer sus palabras por un protocolario “señor, sí señor” como respuesta, para comenzar a moverse sin demora en dirección a ese túnel a máxima velocidad. Vamos chicos, sólo un poco más. Ese era el único pensamiento que conseguía sobreponerse al temor de ir en vanguardia descartando el sigilo como única opción de supervivencia.

Tras vencer un duro aunque no tan difícil obstáculo, los infantes del escuadrón Heat continuaron su carrera por la vida con la esperanza de lograr salvar la misma. No obstante las cosas iban de mal en peor a cada momento. Tras los recientes acontecimientos, los bichos se les estaban acercando demasiado y desde sus espaldas, con un rápido vistaso, ya podían ver a un bicho guerrero avanzar a la distancia a toda prisa.

Era por ello importante el considerar que quizá, el salvar dos vidas podría implicarles el perder muchas otras, o incluso, que no sobreviviera nadie. Los bichos en algún momento tendría que cansarse y aun estaban a tiempo de al menos mantener la distancia que hasta ahora tenían respecto a ellos. No obstante probablemente ellos mismos eran menos capaces que los bichos de mantener un ritmo apremiante y constante, por lo que aun dejando atrás a los heridos, al cabo de un tiempo estarían en la misma situación.

De cualquier forma, todo giraba entorno a un simple hecho, ¿estaba el camino libre hasta la salida?, de ser así, podrían sobrevivir, de no ser así, al primer nuevo altercado con bichos en el camino, la marabunta de bichos que avanzaba tras ellos les caería encima, y todos tenían muy presente ese temible hecho.

Sintiéndolos tan cerca, su mirada volvía instantes atrás para verificar que aún quedaba margen mientras avanzaba su marcha por aquel túnel. Nuevamente una brisa le recordaba el frío de fuera, estaban más cerca, pero no podía asegurar que no se tratara de una chimenea o alguna otra salida inapropiada para las camillas. Aún así, aprovechó el momento que cambiaba el cargador de su rifle para animar al escuadrón. Aire fresco chicos, ¿lo notáis? Vamos, un kilómetro más, con eso bastará. Su reflexión compartida sirvió de ánimo para que sus piernas mantuviesen la urgencia por dejar atrás las afiladas extremidades del imperio arácnido.

Solo un poco más- pensé aliviado tras escuchar las palabras de Hikawa. Ya casi estábamos... aunque por desgracia, también teníamos prácticamente encima a los bichos.

Ya justita de aliento, Alice no tiene fuerzas para decir nada más. La marine es consciente de la proximidad de los bichos y reza mientras corre para no tener que abandonar a los heridos. Sus piernas se quejan pero Alice las ignora e intenta apretar el paso.

El frío tunel no parecía tener una salida, sólo podían correr hacia adelante y esperar alcanzar lo que no veían antes de que terminaran alacánzandoles. Pero el tiempo se les acababa ya empezaban a ver los primeros bichos que les perseguían. Las palabras de Hikawa eran un pequeño bálsamo, aunque no sabía a ciencia cierta si estaba en lo cierto o era simplemente una mala jugada del destino, pero no iban a dejar de intentar escapar por todos los medios que pudieran.

- No lo pierdas, Hikawa, sigue tu instinto. - decía mientras no dejaba de correr detrás de las camillas, esperando en cualquier momento que llegara el momento de entablar de nuevo combate. Cooper, Miller no dejéis de correr hacia adelante.  Dragonstone, prepárate esto se va a poner caliente.

Intentando no desesperar, me quedo en silencio, concentrándome en la pesada tarea que me habían encomendado. No quería morir, ni retrasar al resto, ni mucho menos tirar a nuestro moribundo compañero de la camilla. Los insectos comenzaban a pisar los talones y la luz al final del túnel todavía estaba lejana.

Haciendo caso a Stone, comprobé que todo estaba en su sitio. Mi morita cargada, mi arma corta en su funda y mis agallas en su sitio.

- Preparado, Sargento.

Y seguí corriendo a su lado, esperando la orden para volvernos y disparar. Podía escuchar ya los pasos cerca. Demasiado cerca para mi gusto.