Partida Rol por web

Cita:

Es curioso, pero parece que, en el suelo, en el centro del círculo de influencia del efecto, haya un pequeño objeto que os parece familiar.

Te acercas y ves que es aquella especie de cristal con la forma de un pomelo grande (a.k.a. La llave dimensional) que había sobre la mesa del despacho de Morton.

Por cierto, que a cierta distancia del círculo, en el bosquecillo a la derecha, te parece entrever una figura envuelta en una capa.

Giacomo acompaña a Sean, agenciándose una pelota de tenis en una mano e intentando tomar la llave dimensional con la otra.

- Sean, me parece que tenemos una compañia no deseada...

Al ver al tipo con la capa, Sean grita a los de fuera:

- En el bosque!, que alguien vaya a por él

Mientras intenta coger el cristal en el centro, a ver si puede interrumpir... lo que sea que está pasando.

Si Alan no puede lo intento yo.

Parece que el aura de pavor remite un poco, pero en ese momento comienzan a oirse aullidos animales que, al parecer, se acercan.

Algo en tu interior te dice que quizá tú tengas la solución, aunque hasta ahora no has caido en ello.

Yog Sothoth

Como saliendo súbitamente de su trance y su estado de estupor, Alan abre los ojos desmesuradamente, y balbucea algo ininteligible. Cabecea primero, para pasarse la palma por la cabeza y fijar sus ojos extraviados en sus compañeros, alternativa y rápidamente, mientras intenta encontrar las palabras que busca. Finalmente logra articular:

-Yo... lo olvidé... no, no, pero no pensé... ¡Las Esferas Iridiscentes! ¿Sabéis a qué me refiero...? ¡Está descrito, Lovecraft lo nombra... ¡el Yog Sothoth! ¡Ahí puede estar la solución...!

"Ya está... hasta aquí hemos llegado."

Piensa Richard sin apartar la mirada de las formas que se dinujan en el aire, oyendo los ruidos alrededor y las palabras de Alan, sin saber ni poder hacer absolutamente nada.

- Que alguien haga callar a ese animal!

-¡Escuchadme! ¡Estoy hablando en serio!

Alan está sudando profusamente, y se mueve, agitado, sus palabras se atropellan en su boca, pugnando por salir una junto a otra. Sin embargo, a pesar de su aspecto, parece saber lo que está diciendo, con tanta convicción lo dice que quien lo escuche no puede sino por lo menos considerar la posibilidad de que su teoría no sea fruto de un desvarío, sino basada en algo sólido. ¡Una posibilidad! ¡Una solución! ¿el Yog Sothoth...?