Partida Rol por web

Dos de los chavales se agarran a vuestros pantalones/faldas claramente todavía asustados, sin embargo uno tiene la suficiente presencia de animo para dirigirse a Rhoswen y Tyfid. Que parecen interesarse por ellos y a los que reconocen como guardias de la ciudad.

Lo... he... conseguido... buf...buf

mi corazón está acelerado, mis músculos se quejan con pequeños espasmos por el sobre-esfuerzo al que les he expuesto y mi respiración suena agitada. A pesar de todo, me siento orgullosa, exsultante... complacida. La furia que antes me invadiera se diluye como pequeñas hojas al viento, dispersándose en la distancia. Satisfecha por la victoria, todas las dudas que antes atormentasen han desaparecido o más bien, las he convenientemente olvidado. Y casi lo prefiero así. Cuando una voz me empieza a abroncar, la ira de siempre se agolpa en mi cabeza. 

¿Quién se cree que es?

Le dejo hablar, escucho cada tonteria que dice. Como siempre, me trata como una niña, muestra una falsa preocupación que casi me molesta más que cualquier otra estupidez que me dice. Cuando ha terminado de hablar decido dejarle las cosas claras.

¿Quien te crees que eres? He estado sola aqui abajo, malviviendo como he podido para poder sobrevivir ¿Te ha importado eso mientras disfrutabas de los "lujos"? Mientras tu jugabas a los soldaditos de brillante armadura yo me volvía en un miembro productivo de los barrios bajos. Ayudo a que este lugar sea mejor para vivir, lucho contra los monstruos que acechan en las sombras. En definitiva, sigo mis principios. No soy un traidor a mi gente ¿Que querias saber luchar? Yo he aprendido, y sin que me enseñe un idiota con traje... mi cuerpo entero tiembla de rabia, dejando aflorar todos estos años de frustración, descargo todo sobre mi odiado hermano ...Pecham y su banda hacen lo que nosotros prometimos de pequeños, no abandonar a los nuestros, luchar por los justos. Por eso estoy con ellos y si mueren, al menos lo haran con honor. No hermano, no te necesito y por lo que veo señalo su armadura tu a mi tampoco. Y no gracias, cualquier cargo que ellos puedan tener, también son mios, aunque como siempre, os equivocais totalmente de acusados. Lo que es muy común, si hay problemas, cualquiera de los barrios bajos vale. me detengo un momento y respiro hondo a fin de relajarme, entonces continuo Lo siento hermano, pero si tengo que elegir...  Doy dos pasos hacia donde se encuentran Pecham y Gryg ...mi lealtad está con ellos

En mi interior, quiero preguntarle si esta bien, pero mi orgullo me lo impide. Al fin y al cabo, es un traidor ¿No?... ¿No?... de nuevo las dudas me inundan, más una cosa tengo clara y es totalmente cierta. Mi lealtad esta con Pecham y su banda. ¿Que ocurriría ahora? Avandra decidirá

Gryg apoya una de sus manos en el hombro de Nia, y con claro gesto intimidador deja que surga su sangre dracónica, enseñando sua liento a los cielos para deslumbrar a sus enemigos.

Tontos serían si creen que tienen oportunidad contra nosotros, pero aún más si lo sostienen después de lo que hemos visto...

Luego mirando seriamente al sector "guardia" exclama... ¡curad a los verdaderos defensores! y tanto las heridas del como de Nia comienzan a cerrarse.

Las palabras mi hermana me dañan de forma que ningun conjuro puede sanar. 40 esqueletos no me hubieran causado tanto dolor. Pero el dolor se desvanece y deja paso a la rabia, al enfado. No lo entiende, no lo entiende...

Asi que tu también crees que os abandoné ¿Eh? A ti, al barrio... a nuestra gente... Señalo con la palma abierta a lo que qeuda del mercado Según tú debí quedarme aqui y ser el matón de un extorsioandor y un delincuente como Pecham ¿No?. Esa no es la forma de hacer las cosas, Nia.

Sé que crees que te abandoné a tu suerte pero no fue así. Sabía que para ayudarte a ti, a nuestra gente, necesitaba una formación y un puesto de autoridad. Traté de explicartelo pero no lo entendías. Una sociedad no puede sobrevivir regida por la ley de las calles, Nia. Ni aqui ni en ningún lado.¿Crees que yo quería dejarte? ¿Que queria pasar aquellas noches sólo donde no conocia a nadie? Rodeado por la gente a la que siempre habia evitado y temido?,¿rodeado por los guardias? ¿Crees que es agradable que se me considere un traidor en mi propio barrio cuando lo unico que hice fue intentar ayudaros? Tú eres lo único que tengo en este mundo pero a ti te da igual. Desde tu punto de vista yo te abandone y te cambie por un pisazo en la zona alta, ¿no? Si, claro, bajo aqui para pavonearme y enseñar mi brillante armadura...No para luchar contra esos engendros, no para proteger a los comerciantes de criminales como Pecham...

Has elegido odiarme por una imagen falsa, por lo que piensas  de mi en lugar de tomarte el esfuerzo por comprenderme. Yo te he ofrecido el perdón, tu solo me ofreces odio y rechazo. Esta bien, si asi lo quieres no te dare ningun trato preferencial. Me partirás el corazón pero irás al calabozo.

Con estas ultimas palabras mi puño se crispa en torno al puño de mi espada, doy gracias a que sea de acero o lo hubiera reventado. Miro al draconico de reojo, suplicando que me de una excusa para liberar mi rabia y mi furstracion. Me han quitado a mi hermana, me la han robado igual que me han robado el amor de mi gente.

Ojalá todos los habitantes de los barrios bajos fueran como Collwyn, de ser así no habría enfrentamientos internos y todos estaríamos unidos en la lucha contra los no muertos... es tan íntegro que incluso pretende arrestar a su propia hermana, muy admirable por su parte, y una lástima que tenga que llegar a eso, pero ella se lo ha buscado... los pensamientos pasan rápido por la cabeza de Rhoswen, que desde que acabó el combate no ha soltado su lanza, previendo que podría volver a necesitarla antes de lo que le gustaría.

No parece que ahora quieran entregarse, y aún tenemos que ocuparnos de esos niños, esto va a ser complicado, odio que se me acumule el trabajo... al menos se que puedo confiar en mis hombres, Collwyn aguantaría la posición aunque una marea de esqueletos se le echara encima, y los conjuros de Tyfid son mucho más poderosos de lo que imaginaba... al pensar esto último no puede evitar llevarse la mano libre al cuello, al nuevo collar que ahora lo adorna... sí, creo que juntos podríamos enfrentarnos a cualquier cosa, y estos delincuentes de poca monta no representan una amenaza para nosotros.

Por fin se dirige al dracónido con su determinación y frialdad habituales, pues no es mujer a la que le guste mostrar sus sentimientos: No os tenemos ningún miedo, la banda que ocupaba antes este distrito era mucho más peligrosa, y ahora se pudren en los calabozos o bajo tierra... y si piensas que esta pequeña incursión de no muertos va a evitar que os arrestemos estás muy equivocado. Informaremos de ella en cuanto os llevemos al cuartel.

Pongo un hombro sobre el niño que pretende decirnos algo pero no atisba a soltar palabra, me agacho y me pongo a su altura mirándole directamente a los ojos, y le digo con voz tranquilizadora intentando que se olvide lo que ha vivido y lo que esta sucediendo a su alrededor.: Tranquilo, no pasa nada, dime que quieres decirnos, te ayudaremos en todo lo que podamos.

 Mientras se aclara al voz y se prepara para contarnos algo, mis oídos escuchan la conversación que tienen mis compañeros con los bandidos a los que hemos venido a arrestar, giro la cara hacia ellos y les digo a estos últimos con voz de reproche: Si tanto ayudáis al barrio y al pueblo porque no os calláis, y dejáis que estos pobres niños se tranquilicen y nos cuenten las cosas que han vivido y lo que nos tengan que decir, en vez de hacer bravatas inútiles que no llegan a ningún lado, si lo que queréis es pelear, esperar a que estos niños estén a salvo en sus casas y no mientras están nerviosos por lo ocurrido, por que entonces seréis todo menos salvadores del barrio.

Luego vuelvo a mirar al crió y abrazándole le digo al oído con voz suabe y dulcemente cariñosa, vamos tranquilo, yo estoy aquí y nadie te hará ningún daño, cuéntame que ha pasado y como podemos ayudaros.

Escucho sus palabras, siento su furia, su frustración, una parte de mi quiere entenderlo, quiere poder abrazarle con fuerza y dejarse llevar por el calor protector que cuando eramos pequeñitos me brindaban sus brazos. Pero no puede ser. La furia contenida se ha expulsado y se la he escupido a la cara y aunque en mi interior casi podría entenderlo, no es la razón la que guía mis palabras. Su crispación aumenta cuando me amenaza con el calabozo.

Sea así suspiro ante su amenaza Bonitas palabras. Querías, pensabas, suponías, pero no he oído la palabra importante. Hice ¿Que conseguiste con su marcha? Me entregaste a los barrios bajos, he robado, pegado y amenazado por llevarme un cacho de comer a la boca. He echo cosas que me hacen morirme de vergüenza cada noche antes de dormir, me he odiado a mí misma por cada crimen que he cometido. Me he convertido en lo necesario para sobrevivir ¿Te echo la culpa? no, todos esos crímenes son míos pero lo que no te tolero...¡Es que vengas aquí creyendo que tus acciones no tienen consecuencias!¿Que creías? ¡¿Que mi inocencia podría soportar sola las largas noches de los barrios bajos?! las lagrimas, aunque intento contenerlas, se agolpan en mis ojos amenazando con derramarse como un torrente de dolor Eres un necio hermano ¿no ves que todo es distinto? todo lo es. El mundo es así, nosotros buscamos seguir el camino más recto, más el destino pone a prueba a nuestro corazón a cada paso, a veces la prueba es muy dura. A veces solo puedes endurecerte o morir. Mientras tu "luchabas" por mí, yo moría un poco más, te necesitaba a mi lado. Pero eso era antes, ya no. He crecido. Lo siento hermano. Llegas tarde

A pesar de todos mis esfuerzos, las lágrimas terminan estallando en un torrente de agua que cae por mis mejillas, mis ojos escuecen y de seguro los tengo enrojecidos. Pero ya todo me da igual. He confesado mi gran desdicha. Que son escoria. Maldito seas hermano. Me alejo de él y me acerco a Pecham y Gryg, más mientras camino, le dirijo unas últimas palabras.

Dices querer hacer justicia, y sin embargo te has dejado dominar por el mismo mal que prometiste erradicar. Solo mírate. Por una vaga acusación, sin prueba alguna, nos llamas ladrones y delincuentes ¿por qué? lo dijo un rico. Proteges comerciantes ¿te refieres a aquel hombrecillo? Digo refiriéndome al perito con el que hablábamos y del que tomamos las joyas Por culpa de gente como él, sigue siendo el barrio bajo un sitio asqueroso. No soy la única que ha cambiado hermano, has olvidado que los acusados en los barrios bajos no suelen ser por lo general los verdaderos culpables. Has olvidado que algunos SI trabajamos por hacer algún bien. Has olvidado, en definitiva, que nosotros, los del barrio bajo, somos también, gente con honor y principios. Y si no, mira como nos habeis tratado desde el comienzo. Como delincuentes, como escoria.

No deseo hablar más con él. Con unos últimos pasos me aproximo a mi grupo y tras secarme los ojos con la manga de mi camisa miro a Pecham a la espera de su decisión. Enfrentamiento, huida o cooperación. A mi, ya todo me da igual

soy escoria, soy escoria, soy escoria, soy escoria...

Pecham se habia quedado junto al Draconiano en la salida del mercado esperando por Nia.

No habia dicho ni una palabra mas luego de expresar sus ideas abiertamente.

En cuanto Nia se acerco, se gira y con vos despojada, sin dejarse llevar por la situacion, dice.

-Vamonos Nia! hay cosas que hacer-. y se gira para salir por el pasillo.

Mientras curáis vuestras heridas y discutís, algunos ciudadanos huyen de lo que quiera que haya al sur(abajo en el mapa) y se dirigen al norte(arriba) hacia la protección de la ciudad interior, el miedo se plasma en sus caras y cuando hablan lo único que dicen es - no muertos, no muertos en la ciudad.

El niño contempla como os ponéis a discutir entre vosotros y viendo que Tyfid es el único que le presta atención se dirige a él.

- Señor, señor, haz que dejen de discutir, tenéis que ayudar a mi hermana Darla - empieza a gimotear - vosotros podéis ayudarla, os he visto luchar a los seis y se que podéis - la mano que agarraba las ropas se crispa retorciendo la tela.

Los lloros del chaval os llegan y hacéis una pequeña tregua. Darren parece un poco más tranquilo cuando el mago le insta a que se explique.

- Un ejercito de no-muertos está atacando las puertas de la ciudad - de hecho, ahora que lo menciona reparáis en el tono ligeramente anaranjado casi como si empezara a amanecer y la columna de humo que sube por entre los edificios donde deberían estar las puertas de la ciudad. - Son cientos...

El comentario os hiela la sangre en las venas ¿cientos de esqueletos dentro de la ciudad? Pero que pretenden, puede que los no-muertos más debiles logren pasar las murallas exteriores, pero no las protecciones de la ciudad interior.

- A nosotros nos llevaban porque decian que con nuestra ayuda destruirian las barreras protectoras de Avandra. Y este grupo no era el único, por lo menos hay otro que tiene a mi hermana Darla, ¡habéis de rescatarla!

Destruir las protecciones de Avandra, ahora si que tiritais, sin ellas la ciudad está perdida.

Cuando escucho las palabras de mi hermana, al principio consigue enfurecerme aún más. Se queja de que estaba sola en el barrio. Que tuvo que robar. Mentiras, cuando yo vivía aquí hacia recados, transportaba paquetes, limpiaba suelos. No ganaba ni para mantenerme pero trabajaba. No es culpa suya, me doy cuenta cuando empieza a llorar. Tiene razón, yo no estaba con ella. Seguramente estaria en los barracones recibiendo golpes como parte de mi adiestramiento pero eso no es excusa. No bajé a ver como estaba. Supuse que la señora Gravesen y la gente del barrio cuidarian de ella. Tiene razón, en cierta forma, la abandoné. No me había dado cuenta hasta ahora que la realidad me golpea en la cara. Esta banda de tunantes son ahora su familia. No es que me la hayan robado, es que la he empujado yo mismo a sus brazos.

Cuando Nia empieza a hablar, parece que la mirada de Colwyn se endurece. sin embargo, a medida que la joven se sincera, el rostros de Colwyn se suaviza y sus ojos enrojecen. Inconscientemente, el guarda avanza hacia nia exendiendo sus brazos como buscando abrazarla.

Entonces habla el niño. Se refiere a un ataque en masa, a cientos de esqueletos atacando las puertas. Me vuelvo y veo el cielo enrojecido, las columnas de humo...No es momento para sensiblerias. Me paso la amno por los ojos, secandome las lagrimas.Carraspeo para recuperar mi tono de voz rudo y confiado.

Si el chico dice la verdad no es momento para rifi-rafes. Tenemos que acudir a las puertas a ayudar. Miro a Pecham y al resto. Ahora no podemos ocuparos de vosotros. Podeis venir y colaborar. Sois buenos combatientes. Luego señalo a Nia. Pero ella no. Ella se queda. Si quereis que os ayude despues con los cargos, ella se queda. Al mirar de nuevo a Nia siento mi voz quebrarse por un momento.

Un ataque en masa, dios, eso si que es una desgracia, y si este era uno de los dos grupos que podian derrotar la magia que nos defendía, debíamos detener al otro grupo.

un poco enfadado por como se comporta la gente decido intervenir definitivamente diciendo a medias entre cabreado y preocupado

Señores, dejen las disputas, ni pongan reproches, o limites a un entendimiento mutuo momentáneo, este a sido el primer grupo, según ha dicho este niño hay otro grupo al sur, asi que como he dicho, dejemos los enfrentamientos para otro momento y vayamos a eliminar ese grupo, quien quiera defender este barrio y los demás que me siga.

dicho eso me agacho y le digo al niño,: vete hacia el norte, espera en la puerta de entrada al barrio rico, cuando salvemos a tu hermana la diremos que vaya allí para que os encontréis.

me levanto, y le digo a Rhoswen: Mi señora, podrías dar la orden de partida?, hay gente que necesita nuestra ayuda.

espero a que la de y la sigo.

Me paro y reflexiono, el niño no ha dicho donde esta su hermana, así que me vuelvo a agachar y le pregunto,: te acuerdas hacia donde se dirigió ese grupo con tu hermana. si no obtengo ninguna respuesta, pienso donde están las puertas de la ciudad, interior, y por donde llegarían mas rápido desde donde se ve el humo.

Cita:

- Como nosotros iban hacia allí - dice señalando con el dedo a la ciudad interior - No se como pensaban entrar, dijeron que nos utilizarían para romper las protecciones de Avandra. No se como, ella debe saberlo es una clerigo de Avandra ¿verdad? - mira a Rhoswen un tanto fascinado.

Justo estaba por irse cuando el niño interrumpio al grupo, su llanto fue tan sincero que su venas se llenaron por un frio horrendo, genrandole escosores por todo su cuerpo.

Todos los barrios bajos estaban callendo, su prioridad deberia ser cuidar de esta gente, en vez de preocuparse por la niña, ya esto no era un juego... pero a su vez si ese grupo lograba su cometido todas las defensas caerian y la ciudad completa seria arrasada...

Nuevamente imagenes del pasado llenaron su mente, sus ojos se tornaron vidriosos, mientras miraban mas alla de esta realidad. Una puerta que se quebraba, unas manos cubiertas de carne putrida, con huesos saliendo y uñas negras. La secuencia se cortaba y veia como al querer cubrir una ventana la estanteria caia encima de él....

Su cuerpo se estremese, luce desorbitado, titubea dando dos pasos hacia atras, resbala, cae de espaldas al piso.

Las imagenes siguen y se hacen mas intensas asi como su respirar. Sangre, gritos, malditos no-muertos alimentandose de su gente querida, mas gritos y la oscuridad absoluta.

Cuando vuelve en si, se levanta con la ayuda del Draconiano, estaba jadeando y sus cara rojiza por el esfuerzo mostraba gotas de sudor.

-Debemos ayudar a la niña-, dice para el draconiano, lo toma por os dos hombros y lo samarrea levemente, -Gryg debemos parar todo esto... debemos salvar a esa niña!

   Gryg mueve la cabeza de un lado hacia otro en señal de dureza, deseaba aliviar la tension en su cuello. Luego de recuperar sus fuerzas dice... Pues mi hacha tendra que esperar por insensatos, vallamos por esos malditos.

   Su brazo pasa por la espalda de Nia al momento que empieza a llorar, y la cubre con su pecho, luego de un momento pregunta en dirección al Eladrín... ¿Hacia donde nos vamos cobarde?.

   "Extraño niño, esperaba que el miedo y el llanto se hicieran presentes"

Giro la cabeza en dirección a Gryg, y sin ninguna emoción en su voz ni siquiera por el insulto que había escuchado, ya que no era momento de aclarar conceptos con alguien con tan poco inteligencia como el matón de pechan dijo: La dirección que nos diga Rhoswen, y mirando a Roshwen la dijo, Vamos preciosa a donde crees que se dirige ese grupo? y donde deberíamos ir para interceptarlos?

   Jajajajaja... una gran carcajada aflora en Gryg... oye, muchacho tu no tienes lo que ella necesita, a tí te falta lo que a algunos nos sobra dice orgulloso el dracónido, parado firme con su hacha al hombro y con una sonrisa dibujada en su rostro.

   "Lo mejor que he escuchado hasta ahora".

No me gusta tener que posponer esto por segunda vez, pero por el bien de la ciudad debemos hacerlo, estoy de acuerdo. Dice refiriéndose a la disputa con Pecham y sus hombres. A pesar de lo crudo de la situación, ella guarda la compostura y habla con calma. Confía en sus hermanos de religión, y sabe que sus defensas no caerán tan fácilmente, aunque es la primera vez que los no muertos realizaban un ataque de esta escala, y siempre era mejor prevenir que curar.

En el nombre de Avandra, la ciudad no caerá, acabaremos con esos ingenuos clérigos oscuros que creen poder destruir nuestras sagradas barreras y después ayudaremos a rechazar el ataque principal. La verdad es que no pensaba que los clérigos fueran un verdadero peligro, pero probablemente ellos eran los únicos guardias que conocían la existencia de dicho grupo, y la idea de dejarlos libertad para actuar mientras iban a ayudar en las puertas de la ciudad no le hacía mucha gracia: Tres hombres más no supondrán mucha diferencia contra cientos, pero si lo que dice el niño tuviese algo de cierto...

Cita:

La elfa ignora con desdén las fanfarronadas del dracónido, aunque la forma de hablar de Tyfid la deja tocada, no se esperaba que se dirigiese a ella de esa forma... Olvídalo Rhoswen, todos están algo nerviosos por el peligro y el reciente combate, no significa nada... Pero cuando responde las palabras suenan inseguras, y no porque dude sobre el curso de acción a seguir, tal vez tantas emociones estén empezando a resquebrajar su cascarón:

Bueno, el único camino posible a la parte alta son las puertas interiores, pero deberían de estar bien defendidas, solo se me ocurre ir allí para informar y dejar a los niños a salvo... Vosotros, dice dirigiéndose a los de Pecham, seguidnos o marchaos, a mí me es igual...