Rhoswen, Tyfid y Collwyn se abren paso entre los curiosos hasta la entrada de la tienda donde ven al viejo mercader, debe de ser Advarin, junto a un semielfo, un dracónido y una humana.
Pecham, Gryg y Nia ven aparecer en la entrada a una patrulla de guardias de la ciudad, una elfa, un eladrín y un humano. El semielfo está pendiente de la entrada, mientras que la humana lleva una daga en la mano, con la que trataba de crear una salida rajando la lona de la tienda por la parte de atrás.
Rhoswen, que llevaba el arco y una flecha preparadas, apunta amenazante a la humana que porta la daga. Con la seriedad que le caracteriza les dice.
-En nombre de la ciudad de Tanza, quietos donde estáis ahora mismo.- Mira fijamente a la humana y le dice- Ni se te ocurra mover un solo dedo.
Con el arco tensado, espera a la espectativa de las acciónes de los "presuntos" delincuentes antes de interrogarlos.
Tranquila señorita dice Pecham muy tranquilo mientras levanta sus manos, ¿De que nos acusais? Nosotros simplemente estábamos hablando de negocios con nuestro amigo Advarin
Rhoswen, sin dejar de apuntar a la humana hasta que no deponga su arma le contesta.
-De momento no os acusamos de nada hasta que no aclaremos que esta pasando aqui, simplemente quiero asegurarme de que no os vayais sin dar cuentas. Hemos recibido quejas de que estabais molestando a este pobre anciano.
Gryg apoya su arma en el hombro y se coloca detrás de Pecham con rostro serio e inexpresivo. No parece estar demasiado preocupado, ya que si la afilada lengua y diplomacia del semielfo no consigue persuadirlos ya se encargaria él de dar fin a la discusión.
Bueno simplemente estábamos discutiendo de negocios con Advarin nada mas, a lo mejor hemos subido demasiado el tono y habrán pensado otra cosa, pero solo era un discusión de negocios, nada mas. Y también le agradecería que bajara el arco por favor, dice Pecham mientras se interpone en la trayectoria de Roshwen y Nia.
Tyfid se pego a Rhoswen, no iba a permitir que ninguno de los allí presentes levantase si quiera una mano contra ella. - Que tienes que decir a eso mercader? - pregunto este Advarin - Es verdad lo que este hombre dice? -
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Mira al semielfo, vuelve a mirar al eladrín - sii, - al hablar le sale un gallo a - si, es verdad - concluye la corta frase.
Lo veis, solo era una simple discusión sobre negocios, ahora si nos permitís nos iremos tranquilamente, dice sonriendo Pecham, Vamonos compañeros, y Pecham sale de la tienda y hace un gesto para que le siguan.
Roshwen estudia atentamente la reacción de Advarin y sopesa las posibilidades y consecuencias.
Me gustaria saber si lo dice bajo presion o lo dice sinceramente
En la boca sin labios del dracónido se dibuja una leve sonrisa ante ese pequeño triunfo. Espera unos segundos a que Nia salga de la tienda para garantizar su seguridad, tras ella sale él, pasando al lado de la guardia y mirándolos con aire divertido.
Cuando el draconido y la humana intentan salir, rapidamente, Rhoswen mira a Collwyn y mueve su cabeza en dirección a la puerta para q se interponga en el camino de los dos civiles.
-De aqui no se mueve nadie hasta que yo lo diga, donde os creeis que vais?
Pues a nuestra casa señorita, ¿el problema no sea solucionado ya? Ahora si su soldado se aparta podremos irnos. dice Pecham con un tono bastante furioso y una mirada fulminante.
-O si lo prefiere puedo hacerlo yo mismo... -Añade el draconido, con la voz hueca que ninguna cuerda vocal humana podria llegar a imitar. -¿No teneis cosas que hacer, como comprobar si los muertos siguen en sus tumbas?
Los ojos del magos empezaron a enrojecerse, su cara torno bastante seria - Cual es la parte que no habeis entendido señores y señorita, habeis montado un revuelo, y ahora quereis iros con esos aires de arrogancia, sin ninguna explicación. Os habla el sargento de la guardia y pasais del tema - hizo una pequeña pausa - No creo que esas sean las formas de arreglar las cosas. - Termino diciendo el mago.
Puedo tirar averiguar intenciones para comprobar si el tendero esta diciendo la verdad?
Creó que el tema del revuelo ya se a solucionado, solo era una simple discusión de negocios y el resto de la gente creía que era otra cosa, ¡Los arrogantes sois vosotros, que os creéis superiores por el simple hecho de tener mas dinero que nosotros, iros a luchar contra los no-muerto que es vuestro deber y dejadnos vivir tranquilos al pueblo llano! le contesta Pecham al mago elfo, ¡Ahora por favor dejadnos ir a nuestras casas! dice Pecham para finalizar.
La sargento habia dado una orden y que el supiera de momento las ordenes del sargento de la guardia tenian bastante mas peso que las "sutiles" amenazas del lagarto con infulas que tenia delante; sin embargo la presencia de su hermana le descolocaba bastante queria decir; ya sabia que era una chica con una peligrosa aficion a los barrios bajos pero de ahi a participar directamente en una extorsion evidente al menos para Collwyn; significaba que la hermana se estaba pasando de la raya.
Odiaria meter en la carcel a su hermana, claro que si era necesario y la mirada que le dirigio a la susodicha con la misma calided que un glaciar le dejaba bien claro que a lo mejor la devolvia a la infancia con una buena zurra como a los noños pequeños.
Giro la cabeza como un automata mirando al lagarto el cual no parecia darse cuenta de que la espada de Collwyn ya estaba desenvainada; lo cual significaba que a una orden de la sargento y por el nivel de tensión de la escena no faltaba mucho para que la diera la espada se volveria a envainar en una calida funda de tripas y escamas de lagarto.
Mucho me temo que las ordenes de la autoridad en este caso la sargento Rhoswen tienen prioridad sobre los deseos de tres sospechosos, hallados en una tienda en medio de un tumulto civil, una de las cuales porta un arma en la mano y encima han presentado un cuadro de resisitencia a la autoridad.
La voz de Collwyn era fria, atona, monocorde y con la misma piedad que la del gato que se comio al canario; una voz con el peso de la ley tras ella que dejaba muy pocos espacios a replicas.
Por lo tanto mis tres queridos sospechosos hasta que la sargento ordene otra cosa de aqui no se mueve nadie.
-Me desentiendo de tus leyes, "cabo". -Le responde el dracónido, sin ceder un centímetro desde que se le cerro el paso y aun con su gran hacha apoyada en el hombro. -No como Pecham, que os lo a dejado claro desde un principio... ¿O prefieres que te lo explique yo? y no soy tan sutil... -De sus fosas nasales sale un resoplido cargado del ígneo aliento del dracónido. -Por el momento no habéis hecho mas que acusarnos y sin pruebas solidas... Habeis preguntado y se os a respondido, asta el anciano lo a dicho y nos reteneis aqui ¿Eso no es abuso de autoridad? Mi paciencia se agota y seria una pena que Tanza perdiera tan valerosos soldados por un malentendido... Tu ya me entiendes.
si hace falta hago una tirada de intimidar para que se aparte.
La situación se ha ido acalorando, con algunas armas desenvainadas cruzáis miradas cuando de repente un grito os hiela la sangre en las venas por un instante - ¡No muertos! ¡No muertos en la ciudad! - os giráis hacia donde vienen las voces y véis como un grupo de esqueletos y figuras encapuchadas, que sujetan a unos crios, entran por la parte sur del mercado.
La gente se dispersa corriendo hacia todas partes, las tiendas más pequeñas caen al suelo. Pero para vuestra sorpresa, los esqueletos no se desvían de su ruta para acuchillar a los que huyen, sino que siguen su camino hacia el norte adentrandose en la ciudad.
Siguiente post: primer encuentro/combate y algunas cosas a comentar de los encuentros.
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Eso sería una tirada de perspicacia, pero vamos que es evidente que lo dice bajo presión ;-)
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Si, en caso de dudas hacer la tirada y ya decidiré yo si toca o no, así avanzamos. De todas formas, como he comentado antes simplemente está repitiendo lo que le ha dicho el semielfo que diga como un loro y está bastante asustado.