Partida Rol por web

- La noche está cayendo- digo mirando hacia el horizonte con la mano actuando de visera- creo que deberíamos pasar aquí la noche, descansar y recuperar fuerzas. Por la mañana, deberíamos decidir si retomar el curso del río o volver al punto en el que nos enfrentamos al troll- me giro hacia Khargûl y los demás para continuar mi exposción- Los enanos salieron de allí a la carrera, por fuerza tienen que haber dejado pistas claras de su rastro si es que no regresaron al bote. En cualquier caso, deberíamos asegurarnos bien de que no hay nada más aquí antes de continuar navegando.

Empiezo a dar vueltas por la zona, observando con ojo experto mientras mi cara, poco a poco, gira hacia la desesperación.

- Temo que va a ser difícil que volvamos a encontrar ramas secas para un buen fuego, ay, la idea de una noche húmeda y oscura me aterra casi tanto como las garras del troll.

-Buscaremos con cuidado, pero tiene razón Farald, hoy ya ha poco más que hacer aparte de buscar refugio amigos. - Miro hacia el horizonte también, buscando los últimos rayos de sol para hacerme una idea de la hora del día. - Encontremos algo para ese fuego. -Digo no muy seguro, rascándome la nuca, ya que mientras hablaba miraba alrededor sin encontrar nada con que empezar si quiera la hoguera.

Echando un vistazo, sin mucha esperanza, Jooy se fija en un matorral. A través de su espesura vislumbra algo que ni es tierra ni es el ramaje propio del seto. Al acercarse, sus ojos descubren madera, cortada y perfectamente apilada. ¿Por quién? Ah...

-O aquí los árboles se talan solos, o nuestros enanos salieron de aquí con mucha prisa como ya dijimos... Aprovechemos esto que dejaron atrás - Comento señalando la pila de madera - Y mañana podremos seguir más pistas con fuerzas renovadas. 

Empiezo a coger maderos para encender la hoguera.

- Agradecemos su regalo sin duda- digo- pasar la noche a oscuras en estas tierras malditas no es algo que apetezca a un ser sensato.

Malhumorado, me hago mi saco y me meto en él, con algunos gemidos de dolor (muy leves, debido a mi resistencia) por parte del brazo herido.

- ¡Despertadme para mi guardia! ¡Buenas noches!

Al poco de meterme en el saco, salgo, rumiando para mis adentros, y cojo algo de la leña apilada por los enanos. Ahora, la llevo hasta la hoguera y la enciendo casi sin mirar, casi como rutina. Acto seguido, me meto a dormir, esta vez de seguro.

La hoguera crepita mientras recuperáis el aliento, cada uno a su modo, y la oscuridad se vuelve impenetrable a vuestro alrededor. Todo está en silencio, un silencio malsano que parece impuesto por los árboles retorcidos y oscuros que os rodean.

Khargûl bien se merece descansar, y los demás. ¿Os parece si mantenemos los turnos de la noche anterior compañeros? - mientras hablo aprovecho para llevarme algo a la boca y beber un poco, sentado frente a la hoguera descansando las piernas,con la manta preparada para dormir en cuanto se decidan las guardias. 

Arranco la guardia con seguridad y aplomo. Hasta ahora las cosas han salido bastante bien, dentro de lo que cabe. Tenemos el rastro más o menos localizado, todos estamos de una pieza tras el ataque del monstruoso troll y el viaje discurre con un buen ritmo.

Tras un tiempo en el que el crepitar del fuego y mis pensamientos van y vienen con la brisa fresca de la noche, empiezo a sentir como la adrenalina del combate empieza a dejar sus efectos secundarios, y me voy adormilando mientras me acurruco, sólo unos instantes, para entrar en calor envuelto en la capa.

Sólo será un momento, me digo a mí mismo...