Ioli suelta la lanza, depositándola con cuidado en el suelo y se quita el arco y el carcaj de la espalda. Despues, comienza a quitarse también del jubón de cuero mientras habla a sus compañeros.
Akin, respondiendo a tu pregunta, me parece que no somos los primeros en pisar esta charca. El lodo está removido como si alguien hubiera hecho justo lo que proponía Fredegar. Solo espero que los enanos no sucumbieran al extraño hechizo y se ahogaran.
Ya libre del peso de la armadura, Ioli mueve los brazos, preparándose para nadar, de ser necesario.
¿Alguien tiene una cuerda?
Si me atan un extremo de la cuerda para mayor seguridad, entro en el agua escaleras abajo. Si no hay cuerda, entro igualmente.
Pues la verdad es que no hemos comprado equipo más allá de las armas XD
Ioli se ata la cuerda y baja por las escaleras, no le hace falta nadar porque el agua cubre poco.
Llega un momento en el que ve que las huellas siguen y se habrá de sumergir.
Tiene sentido que dispongáis de un rollo de cuerda (en este juego, lo que se pretende es que las cosas sean lógicas, no que seáis un almacén ambulante).
La mayor dificultad para el chico es soportar la consistencia lodosa y el extraño olor del pantano. Acostumbrado al cristalino lago de su tierra, esto es como intentar nadar en tierra muy sucia.
Aun así, cuando no puede seguir andando se sumerge, preparado para nadar y si es necesario sumergirse. Esas marcas deben llegar a alguna parte...
El elfo, tras intentar hablar con las aguas, y no tener respuesta alguna, se queda mirando a sus compañeros, pensativo, y se acerca hasta el lugar donde Ioli ha entrado en las aguas, mientras observa con preocupación, por si el hombre del lago lo necesitase
Mata tensaba y destensaba la cuerda a medida que esta se iba metiendo en el lodazal.
Como era de esperar, estaba atento a cualquier movimiento de la misma, no era cuestión de que no se diera cuenta y que su compañero termine en el medio deagua ahogado, no se lo perdonaría jamás.
Aún así, el tiempo que había pasado, que era bastante poco, lo mantenía inquieto.
No sabía que sucedía allí abajo y eso no era algo que le gustaba.
Sólo espero que esté bien.
Te sumerges unos instantes y, siguiendo los escalones unos instantes, reapareces al cabo de un momento en una cámara interior en la que se filtra algo de luz. Te pongo la descripción:
Ésta es la sala donde las víctimas de la campana del pantano van a parar en su estado de aturdimiento. Los héroes despiertos pueden llegar a ella entrando en el estanque, y después andando o nadando bajo el agua unos pocos metros hasta una abertura en uno de los lados del mismo. La abertura conduce a un estrecho pasadizo, que emerge a la cámara semisumergida. La sala carece de rasgos, y tiene muros de piedra húmeda, y una oscura arcada que lleva al sótano principal.
Ioli examina bien la gruta buscando cualquier signo de los enanos, así como posibles salidas.
No necesitas tiradas para darte cuenta de que hay huellas abundantes de hasta dos pares de botas enanas, amén de cierta cantidad de huellas de pies palmeados. Las huellas de los enanos avanzan hacia el pasadizo.
¿Llamas a los demás mediante la cuerda, o continuas?
Ioli da varios tirones de la cuerda, esperando que sus compañeros lo interpretaran como una invitación a venir más que como una señal de que algo anda mal. Habiendo encontrado pista de los enanos debe compartirlo, y por otro lado no le hace mucha gracia internarse más solo en esa gruta...
Perdon, crei que había contestado
Notáis tirones en la cuerda: la señal acordada para reuniros con Ioli.
Para bucear sin tener "Nadar" ¿qué se tira?
De momento no habéis de tirar nada.
Eurainon se apresta a seguir por la cuerda para intentar encontrar a Ioli
Fredegar se coloca para bucear tras Euranion
- Que sepáis que si me ahogo por seguir esta locura, os perseguiré como fantasma por el resto de vuestros días, salvo que vosotros os ahoguéis también -La voz del enano era seria, pero sus ojos se habían reducido a dos rendijas, en una expresión típica en él cuando sonreía.
- Creo que seremos nosotros dos los que persigamos a los demás, dice riendo el mediano
Mata sonrió ante las palabras de sus compañeros y comenzó a avanzar con la cuerda entre las manos hacia dónde está su amigo sumergido.
Ahora venía la pregunta de rigor...
¿Estará aguantando la respiración allí dentro?
¿Habrá encontrado una burbuja de aire?
Bueno, sólo hay una manera de averigüarlo.