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La caravana

La caravana - Escena de Juego

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29/11/2022, 20:32
Zubaida

Zubaida escuchaba la situación apoyada en una de las carretas con los brazos cruzados. Se levantó perezosamente mientras suspiraba para pasar al lado del monje. Todo el espectáculo de la nota y le parecían unas jugarretas sucias y poco sutiles.

No sé si maldita o no está la caravana, pero algún sinvergüenza que otro sí que hay cerca, padre. Ya no respetan ni a los viajeros que llevan a un hombre de Dios — la voz de la mujer era mitad sorna mitad en serio —. Ándese con ojo, que son tiempos difíciles.

Parecía al menos, habían dejado un rastro que seguir y qué, según la otra mujer y los hombres de Dionisio, podrían alcanzar más adelante. Eso hizo pensar a Zubaida los peligros que podrían surgir si fuera que había algún bribón metiendo las pezuñas en los víveres. Pero, mientras tanto, no se le daría más vueltas. Total, al final nada de lo que había allí era suyo, solo quería llegar a Toledo.

¡Oiga! — le dijo al comerciante —. Hay muchos rufianes en los caminos, una cuerda nos vendría bien para llevarlos ante la justicia. ¡Es o no!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues de intimidante poco xD

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29/11/2022, 23:08
Abel

Se que mi pequeña actuación pudo llamar algo la atención. Al menos quedó claro que alguien entre nosotros se robó los menesteres y dejó un rastro que podríamos seguir adelante. Mi atención no pudo mas que recalar en aquella mujer morenita que iba bien de incógnito. Sabía pasar bien desapercibida. Bien raro que nadie sospechara de ella, o le preguntaran de donde viene. Pero ya pude notar que Dionisio estaba acostumbrado a ver todo tipo de personajes, o quizás sencillamente no le importaba el origen de nadie mientras no crearan problemas.

Ya de mañana continuamos nuestro viaje. Poco antes aproveché para remojar un poco mis pies en el río y lavar mis botas. Les tenía aprecio por que eran nuevas, y este viaje las desgataría bastante.

Llegamos a un campamento de mercaderes. A diferencia de nosotros, ellos si que vendían sus mercancías. Estaban preparados para atender a los viajeros que se cruzaran y no faltaba ningún producto clave. Me di una vuelta por ellos,  y vi un viejo barbudo que vendía herramientas de cocina, de carpintería, etc. Por su atuendo que habría sido herrero, pues sus brazos eran musculosos.

Por favor, me gustaría comprar ese cuchillo de ahí. Le señalo, mientras le enseño el mío que ya estaba viejo. Tres años de uso intensivo, y ya tocaba cambiarlo. Saco de un bolsillo interior una pequeña bolsa donde tenía unas pocas monedas.

- Tiradas (1)
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30/11/2022, 23:03
Fray Bernat de Ciclone

Extraño, muy extraño todo, la verdad. Proseguimos camino y al cabo de un tiempo nos cruzamos con otras carretas, al parecer de unos buhoneros. estaba preocupado por la misteriosa nota y todo lo sucedido. ¿Quién dejaba una nota diciendo que no se hurgara y después robaba? Muy extraño todo. Me acerqué a los buhoneros, pero no necesitaba nada más que lo que llevaba encima y mi fe, así que solo paseé la vista por las cosas que vendían.

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01/12/2022, 09:22
Director

Hubísteis pues de comprar algunos objetos a aquellos comerciantes nómadas. Algunos os miraron con buenos ojos, mientras que otros no se fiaban de vuestras intenciones (como en el caso de Zubaida, a la que apenas hicieron caso al mostrar aquel intimidante aspecto en asuntos de negocios...). Abel se hizo con un cuchillo y Róderic con un pellejo de vino, tal vez para el resto del viaje. Los carreteros que habían sufrido los robos hicieron lo mismo, adquiriendo unos odres con más pesar que alegría, y en sus bocas aún maldiciendo a aquel o aquellos que hubieran robado lo que no era suyo.

Por su parte Dionisio quedó hablando con alguno de los buhoneros mientras Jorge de Lucena, el médico y cocinero, preguntaba por ungüentos y productos que poder llevar con sigo. Por su parte, el contable Fernando se hizo con un cálamo nuevo y algo de tinta, y Alejandro y los soldados apenas se interesaron por los comerciantes, pues se dedicaron a vigilar la caravana durante aquel breve descanso.

Poco después hubísteis de proseguir la marcha. Habiendo adquirido algunas cosas y habiendo las monturas bebido y descansando un poco, proseguísteis la ruta hacia Toledo. Las llanuras ahora se extendían hacia delante, y no volvísteis a dar cuenta de huellas, que habían quedado muy atrás, allá en lo alto de aquellos cerros que antes atravesásteis. Poco a poco comenzásteis a cruzaros con varias gentes: viajeros, peregrinos o labradores. También con algún que otro noble a caballo, quien ni se dignaba a mirar la caravana.

Notas de juego

Roderic, apuntate el odre.
Abel, apúntate otro cuchillo. Como objeto a añadir para conseguir otro dado, sólo podrás usar uno, pero si otro PJ lo usara en un combate podría añadirse un dado más.

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01/12/2022, 09:24
Alejandro Garcés

Señor Dionisio... -dijo entonces Alejandro, justo después de haber mandado a un soldado a mirar tras unas rocas altas en medio del camino-. Pronto llegaremos a la ermita, supongo que lo conocéis -asintió Dionisio, pues había pasado mucho por ahí-. La romería se celebra en estos días, tal vez por eso haya tanta gente. Será mejor desviar la caravana por la arboleda del Amarrado, como el mes pasado, cuando aquel barrizal...

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01/12/2022, 09:25
Dionisio Prados

Uhm... -Dionisio resopló, pensando en la propuesta-.

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01/12/2022, 09:25
Jorge de Lucena

¿Le recuerdo qué ocurrió aquella vez, Dionisio? -intervino el médico Jorge-. Tardamos mucho, y aquel hombre febril que iba con nosotros murió en el camino. Además, ese camino, si se me permite decirlo, es mucho peor.

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01/12/2022, 09:26
Fernando Jimeno

No hagáis caso, ya nos hemos retrasado bastante -intervino ahora el contable Fernando-. Alejandro tiene razón, esa gente junto a la ermita nos retrasará. Vayamos por ese atajo...

Estaba claro, por las conversaciones que se daban entre ellos (también por la ausencia de ellas), que los criados de Dionisio, quienes le habían acompañado en los últimos tiempo, no se llevaban bien entre ellos.

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01/12/2022, 09:27
Director

Y quedó pensando otro instante Dionisio, pero menos tiempo, pues enseguida ordenó virar, cuando estuviérais a la altura de la arboleda del desvío, tal y como había dicho su mercenario. Mientras avanzábais seguía aumentando la afluencia de gente y entonces llegásteis al desvío, una bifurcación. 

Tras descender una rampa natural en el terreno pisásteis ahora un terreno más tosco, sin apenas vereda y con muchos peñascos. Poco transitado parecía aquel camino hacia Toledo. Tras descansar al mediodía para comer, retomásteis camino hacia el destino, y pronto os internásteis en la arboleda citada, llamada del Amarrado. Era más bien una dehesa copada de árboles, y en cierto momento se transformaba en un bosquecillo con un camino que la atravesaba justo por el medio. Dicha vereda tenía ambos lados alturas en el terreno, pequeños altares naturales por encima de vuestras cabezas.

Era ahora media tarde.

¡Fash!
¡Fiuupp!
¡¡Fsssshhhh!!

Mientras cruzábais aquel paraje, tres flechas dispararon contra la caravana. ¡¡Aaagghh!! Tres de los soldados gritaron, pues las tres flechas habían quedado clavadas en sus cuellos, pechos y piernas, respectivamente. Los tres cayeron al suelo, alguno de ellos con mayor gravedad que otro). ¡¡Emboscadaaa!! -gritó alguien, tal vez Alejandro-. Los carreteros quedaron inmóviles, sin saber qué hacer. Dionisio se agachó, al igual que su contable, apeándose del caballo y cubriéndose la cabeza.

Y comenzó a llover otra ristra de flechas. Veíais ahora las cabezas de los autores: bandidos de poca monta que estaban parapetados en aquellas alturas, a uno y otro lado del camino.

Notas de juego

Con vuestro siguiente post, acompañad con una tirada referente a esquivar flechas, pues os están lanzando más. Si falláis, una flecha os impactará y perderéis un contador de estado, o sea, uno de los 3 puntos de vida que tenéis. El estado es muy importante, ya solo podéis tirar tantos dados como contadores de estado tengáis. Eso sí, pese a que así lo designe el juego en el que nos basamos, en esta partida no podremos recuperar contadores de estado (ya que sólo en Toledo, en el destino, podrán atendernos debidamente a causa de posibles heridas).

Las dudas que tengáis hacedlas en la escena Off Rol.

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01/12/2022, 10:31
Ilariñe Saavedra

Cuando escucho los gritos, Ilariñe se quedo quieta como un conejo asustado en mitad de un camino. No sabia que hacer. Si tirarse debajo de la carreta o correr a esconderse debajo de un árbol. Estos segundos de indecisión eran la diferencia entre la vida y la muerte. Y al igual que al conejo asustado, una flecha impacto contra la estudiosa. Esta grito de dolor y se cayo al suelo.

- Tiradas (1)
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01/12/2022, 12:39
Zubaida

Una cosa que aprendió Zubaida es que los bandidos no se peleaban tanto por tomar los caminos. Las prisas y la supervivencia eran más urgentes que otra cosa. Aunque tampoco viajaban en tanta gentío. Aquellos pensamientos eran poco importantes, pero fueron lo suficientemente estúpidos para que la bandida bajara la guardia fijándose en como discutían los señores. El grito que avisó de la emboscada pilló a Zubaida desprevenida, alarmada por un dolor puntiagudo que se hizo con su hombro: una flecha había hecho un tajo importante.

¡Maldita sea! — dijo mientras sacaba su cuchillo y se ponía a cubierta entre las carretas, intentando observar de donde venían los proyectiles — ¡Allí arriba están los hijos de mala madre!

La bandida no tenía ningún arco para devolverles el ataque. Solo esperaba que los hombres de Dionisio pudieran hacer algo.

- Tiradas (1)
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02/12/2022, 20:53
Roderic Cumén

¡Hijo de... ! —La flecha se había clavado en su cabeza... aparentemente. En realidad estaba prendida de aquella especie de tocado que le gustaba llevar en la cabeza. Su madre, que en paz descansara, le había dicho tantas veces, que se cubriera la cabeza, y ahora dio fervientemente gracias por ello.

Sin dejar su lanza de lado, echó cuerpo a tierra protegido por alguna de las carretas, o aun de cuerpos que estuvieran tendidos en el suelo, que cuando llueve muerte, uno se provee de cualquier cosa que la Providencia le ponga a tiro.

¡A cubierto! —Su poderosa voz sonó en todo el lugar. Esperaba que valiera de algo a los que todavía no andaban espabilados.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si vale de algo la voz prodigiosa para prestar alas y estímulo a quien todavía no haya alcanzado una flecha, la uso, jefe :)

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03/12/2022, 16:38
Fray Bernat de Ciclone

Nada más oír que nos atacaban, vi como uno de los guardias caía a mi lado ensartado por una flecha. Fui presto a socorrerle, pero otra se me clavó en el glúteo, haciéndome un daño atroz. Así trinchado, caí al suelo al lado del herido. Le miré y le indiqué que se arrastrara hasta posicionarse debajo de la carreta más próxima. Allí estaríamos más o menos seguros ante la lluvia de flechas. Los malditos bandidos no tenían compasión con los siervos de Dios, por lo que arderían en los fuegos del Infierno por toda la eternidad.

- Tiradas (1)
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04/12/2022, 09:14
Abel
- Tiradas (1)

Notas de juego

PNJOTIZADO.

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04/12/2022, 09:23
Director

Aquellos tres soldados habían caído al suelo, desprovistos de posibilidades para enfrentarse a los atacantes. De hechos dos de ellos murieron unos instantes después, y un tercero quedó tendido en el suelo, inconsciente. El resto de flecha volaron hacia vosotros, impactando en Fray Bernat, Ilariñe y Zubaida, quienes no pudieron esquivar el embiste. Otra fue dirigida hacia donde estaba Fernando y Dionisio, alcanzando al jefe de la caravana, quien, a pesar de haberse tratado de refugiar, una flecha impactó en su pecho.

Fue entonces cuando los arqueros de las alturas desaparecieron, y a los pocos segundos vísteis aparecer por detrás de las carretas varias hombres. Corrían hacia vosotros, y supísteis enseguida que eran más secuaces bandidos.

Notas de juego

No Roderic, ese razonamiento no valdría.

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04/12/2022, 09:23
Alejandro Garcés

¡¡Carreteros!! -gritó entonces Alejandro, quien portaba en su mano ahora su espada-. ¡Avanzad con los caballos por el sendero, y llegad hasta el primer desvío a la derecha..., hasta las fortaleza en ruinas! ¡Jorge, Fernando! -grito al médico- ¡Llevad a Dionisio con vosotros! ¡Rápido!

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04/12/2022, 09:24
Director

No dijo más: Alejandro Garcés, mercenario de profesión, instó al único soldado que aún quedaba de pie y ambos fueron al encuentro, en la vanguardia de la caravana, de esos bandidos que llegaban. Querían hacer frente antes de que llegaran hasta los suministros y los integrantes de la misma, para protegerla. Entonces el médico y su contable subieron a Dionisio en volandas a una de las carretas, y los carreteros de los transportes azotaron a las bestias con las riendas para poner en marcha la caravana cuanto antes.

Notas de juego

Estados:
Abel: ileso
Fray: 2 contadores.
Ilariñe: 2 contadores
Roderic: ileso
Zubaida: 2 contadores.

Con vuestro siguiente post, tenéis que narrar si os quedáis a luchar con Fernando (de momento son cinco bandidos los que se acercan por detrás) o si os vais con las carretas camino adelante (u otra cosa que queráis hacer, por supuesto).

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04/12/2022, 15:58
Abel

En pocas horas sucedieron cosas que nos complicaron el camino. Los ayudantes de Dionisio no parecían llevarse bien, pues discutían bastante las decisiones. La romería nos hizo desviar del camino para tener que dar un rodeo. También nos cruzamos con algún que otro noble o gente adinerada que nos miraban con cierto desprecio. Erea claro que eramos una caravana de comercio y no llevabamos mercancía de gran valor, pero no menos importante.

Al alejarnos de la romería varias flechas fueron lanzadas desde entre los árboles en una emboscada ya preparada. Tuve suerte de poderme cubrir con una de las ruedas de un carro. Varios de los soldados murieron al instante y los bandidos emprendieron un ataque contra nosotros. No era mi fuerte el pelear, pero si queríamos salir adelante, no quedaba otra.

Con mi cuchillo nuevo en mano me digné en prestar apoyo a Fernando. Jugaba con mi cuchillo pasandolo de mano en mano mientras sonreía macabramente. Mi mirada solo se fijaba en quien sería mi victima.

Vamos, vamos!! Tenemos que defender la mercancía o no comemos mañana!! Decía alevosamente como un pequeño brabucón.

- Tiradas (2)
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04/12/2022, 18:21
Roderic Cumén

Tenía un objetivo del que no gustaba separarse, pero... Había que hacer de tripas corazón y centrarse en apagar el fuego que tenía delante. Así que agarró su lanza y se echó encima de aquellos bandidos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sería el de por que si, el del arma y el tercero porque sabe usarla.

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04/12/2022, 20:15
Fray Bernat de Ciclone

Las carretas empezaban a moverse, así que salí de debajo de una de ellas e intenté subir al guardia inconsciente que se hallaba enfrente mía. Pesaba como un tronco, pero con gran esfuerzo lo conseguí. No sabía si moriría por la gravedad de la herida, pero no iba a dejarle allí moribundo. La flecha que llevaba yo prendida en el glúteo dolía como los mordiscos de mil canes y no paraba de salir sangre, que se deslizaba tibia por mi pierna para llegar al tobillo. Una vez que las carretas enfilaron el camino lateral, las seguí pegado al lateral de una de ellas. Algunos de los viajeros salieron a enfrentarse a los bandidos que venían corriendo, junto al mercenario y al otro soldado que se mantenía en pie. Yo era un hombre de Dios, no un luchador, así que sería de más ayuda con los heridos que con un arma.

Notas de juego

Me piro con las carretas, claro.