Partida Rol por web

Aquel olor lo único que hace es que el clérigo se muestre mas precavido si cabe. Observa de nuevo el lugar y sigue con el avance.

"Huele casi tan feo como cuando el capitán quiso que pescáramos calamares gigantes. No se para que mierda nos hizo hacer eso...¡TAMPOCO SE DONDE MIERDA LOS IBA A METER!"

Comenta Gringam al llegar aquel hedor a sus narices. Era posible que ese aroma nauseabundo fuera producto de la criatura mencionada por el semiorco. Restos de comida o desechos de la bestia.

"Si esta peste tiene algo que ver con la criatura, me alegro y mucho. No tenía la intención de bajar aquí para nada"

Comenta murmurando el enano, quien aún no se ha enterado que había dado rienda suelta a su lengua, algo no tan característico en él. 

Seguís con vuestro avance, mientras el olor se hace mas evidente a cada paso que dais. A pesar de todo, no lográis distinguir de donde puede provenir. De pronto, a unos diez metros de distancia, de la cueva donde os indicó el semiorco distinguís a la extraña figura, un híbrido extraño de hidra y carroñero otyugh, con seis cabezas y seis cuellos de serpientes, un par de tentáculos y un cuerpo reptiliano acharrapado cubierto de excrementos y cieno nauseabundo. La criatura os mira con sus seis cabezas y os lanza un potente alarido que indica claramente que va a haber una lucha.

El ladrón tensa su arco oteando algún punto débil de esa extraña criatura.

No había transcurrido mucho tiempo hasta que el portador de aquella pestilencia se hiciera presente.

"Bueno...No será un calamar gigante, pero podremos pescarlo de todos modos"

Los ojos de Gringam no pierden de vista a la criatura, tratando de decidir cual es el mejor punto para asestar un buen golpe. Esto resultaría más divertido que aquellos inmundos gnolls y trasgos y solo esperaba que esta vez el combate le deje satisfecho.

Rufus desde la parte trasera de la formación ve a la criatura y asiente a las palabras de Gringam

Lucyen se prepara para el combate, pero no carga a lo loco, sino decide esperar a que su compañero dispare su flecha para luego actuar.

Alden destensa su arco dos veces, intentando impactar a la bestia mientras trata de distraer la atención sobre sus propios puntos débiles.

Gringam opta por una táctica más simple, directa y agresiva, además del hecho de que resultaba su movimiento predilecto. Verlo cargar contra la criatura, corriendo por la costa apresurando a sus cortas piernas, resultaba en una imagen un tanto graciosa.

Mientras se acerca a la posición de la bestia, el enano levanta su hacha, el filo corta el aire y este silva mientras el acero sigue avanzando, ávido de la carne de aquella abominación.

"¡¡¡RAAAAAAAAAAAAGHHH!!!" 

Viendo que el enano carga, el clérigo hace lo propio y corre en pos del guerrero, lanzando su maza contra el monstruo, y logrando herir una de sus feas cabezas. 

La criatura había recibido tres golpes certeros (la segunda flecha de Alden no logro atravesar la piel escamosa de la criatura), que lo único que hicieron fue enfurecerla aún mas. Sus seis cabezas gritaron y se abalanzaron sobre sus enemigos mas cercanos. Tres cabezas fueran a morder al enano que logró esquivar una por los pelos pero no así las otras dos, que logran morder a Gringam haciendole sangrar profundamente. 

Mientras tanto el clérigo tiene mucha mas suerte (o habilidad, quien sabe) pero logra interponer su escudo y maza contra las mordeduras de las tres cabezas restantes. 

El ladrón vuelve a intentarlo desde cierta distancia, esta vez sopesando con gran habilidad la posición de Grimgam para no herirle.

A pesar de ser muy tentador usar fuego en este area puede ser más perjudicial que positivo, tomando esto en cuenta Rufus decide que una buena estrategia de batalla es mantener al enemigo lo mas inmovilizado posible, no demora en decir, Gringam, Lucyen atrás...! En el momento en que retrocedan liberare de mis sortilegios Tentaculos Negros de Evard...

Retrocedo en defensa total a la orden del mago.

El ataque de la bestia se hizo sentir, provocando que Gringam monte en furia. 

"¡ARRRRGH! MALDITA ESCORIA...TE ARRANCARÉ UNA A UNA ESAS ASQUEROSAS CABEZAS Y TE LAS METERÉ POR EL CULO"

Gringam no sabía que tenía planeado Rufus, aunque suponía que seguramente usaría alguno de sus trucos mágicos, desde la seguridad de la distancia, típico comportamiento de los magos. Como no quería resultar herido por la magia de su "compañero", adecuó una estrategia al plan de mago.

El enano simula una retirada, luego de que Rufus lanzara su ataque, Gringam se habría alejado la distancia suficiente para perpetrar una colérica carga devastadora.