Partida Rol por web

Jade se arma de valor. Entra en el símbolo y alarga sus manos para coger el libro.

Las almas de los condenados aúllan y las falsas paredes se rasgan. Criaturas incompletas y deformes avanzan retorciéndose entre lamentos.
Las sangre brota de los lugares donde la realidad se quiebra y las llamas del inframundo son visibles a través de las grietas.

Jade agarrar el libro...
La mujer momificada se niega a soltar las páginas malditas. Grita y maldice mientras aferra con sus garras el libro prohibido, pero es incapaz de superar la fuerza y la energía de la juventud.

Cuando la estudiante atrapa el tomo y lo sujeta contra su cuerpo, lo que antes fue una mujer se pone en pie - trabajosamente - y estira sus manos hacia la ladrona.

- Jade... No debiste haber hecho eso.

- DEVORARÉ TU ALMA.

Tras emitir un grito, capaz de helar la sangre, avanza desencajando su mandíbula para morder la carne de la chica.

Corriendo como un poseso y aguantando la respiración como puedo para no verme afectado por el hedor, aunque si aguante el del armario igual puedo soportar este, corro lampara en mano hacia la señora.. ¿la señora Hudson?, a la que intento distraer.

y con un salto que no habia conseguido jamas en clase de gimnasia y que dificilmente podria ahora conseguir inmtenmto propinar un buen golpe a la anciana con la lámpara, confiando den que el aceite ardiendo la impregne del todo.

Nosotros no le atropellamos a su hijo, no-no- no somos culpables de nańanada! Y Jade no es del pueblo si-siquiera, malvada... eres aun pe-peor que el asesino de tu hi-hijo

Maldita Lisa, no puede parar de zorrear ni un momento con el grandullon... ¡Mirame a mi, cretina! , soy un autentico wonderman!

y en mi papel de heroe no me importa siquiera acabar tambien ardiendo. Solo me preocupa que Lisa me mire y salvar a jade de su particular abrazo vampirico. Jade nunca se metio conmigo, y de hecho la marginaban un poco como a mi, porque no era del pueblo. Era buena tia. Actuo como un puto kamikaze buscando mis 10 segundos de gloria que jamas pude disfrutar en el instituto.

Ignatius, henchido de valor y con una determinación poco habitual en él, entra en la zona más peligrosa de toda la mansión y estrella la lámpara de aceite contra la mujer momificada. El cristal ser rompe con facilidad contra el cráneo sin vida y el fuego salta con furia, lamiendo la piel apergaminada.

Los seres del más allá siguen avanzado y pronto alcanzarán a los osados jóvenes. Si lo consiguen, devorarán sus carnes y sus almas serán arrastradas al más terrible sufrimiento.

Mientras su agresor da un paso atrás, la mujer chilla al notar como las llamas bailan con frenesí sobre su cuerpo viejo y muerto.

Convertida en una antorcha humana, está dispuesta a agarrar a los muchachos hasta reducirlos a meras cenizas.

Con la ayuda de las chicas el demonio aquel pudo ser controlado. Pero seguía pataleando y forcejeando con los tres.

Rob estaba casi agotado, física y mentalmente. Había visto el fin muy cerca y todavía continuaban luchando por sus vidas. Ahora fue él quien apretó el mango del atizador contea el cuello de madera del maniquí con intención de quebrarlo. Aunque lo mismo sin cabeza proseguía en su empeño de matarlos.

-¡Quemad ese maldito libro! ¡Quemadlo! -Aulló con las fuerzas que le restaban.

no creo que el pro-problema sea el libro! Puede que lo nevesut-temos para revertir la apertura del po-portal
quiero ese libro!
yo cre-creo que debemos destruir estos si-simbolos del suelo. Como la sangre no-no esta seca del todo podremos desteuir con cierta fa-facilidad los si-simbolos, solo hay que pasar un paño para romper las runas!

Realmemte no tengo mi idea de lo que podria pasar si los destruimos.

Igni está convirtiéndose en un héroe y lo veo, claro que sí. Sólo que estamos intentando retener a este maniquí loco y me cuesta demasiado comprender lo que sea que esté pasando. No tengo idea sobre círculos, muertos vivientes o lo que sea que esté pasando allí dentro. ¡Menos de libros! Así que mientras intento seguir dando golpes a la criatura esta para ayudar a mis compañeros, escucho que los otros hablan y hablan. 

—No nos expliques, haz algo. ¡Hazlo! 

Si es que sabe, que enfrente lo que sea, que borre el círculo algo. No podremos contener tanto a este muñeco. 

-No tenemos muchas opciones Igni- retrocedo manteniendo la distacia, sin perder de vista el esqueleto. Abro el libro sin dejar de mirar, sosteniendolo con una mano, mientras con la otra arranco paginas al azar y se las tiro.

-¿Quieres esto?, mira que hago con tu precioso libro..¿lo quieres?..pues cogelo-

Se lo arrojo al pecho, con la esperanza que lo agarre y que las llamas que la envuelven prendan en el viejo papel y todo arda.

No sabía qué estaba ocurriendo en el interior de aquella sala demoníaca. Estaba más pendiente de reducir al puto maniquí, el cual a pesar de estar en una clara desventaja de tres contra uno, seguía luchando impasible. Tenía la sensación de que por más golpes que le propináramos, se alzaría hasta el final de su existencia. Solo podíamos ganar tiempo y rezar porque Jade e Ignatius consiguieran revertir la maldición. Viendo que el muñeco caía al suelo, me agaché sobre él, tirando de uno de sus brazos articulados, para facilitarle a Rob su ataque.

—Muérete, cabrón. ¡Moríos tú y todos los que vivís en esta puta mansión! —gritaba ya histérica, desatada y poseída completamente por ese espíritu violento y rebelde que me caracterizaba.

Cuando Jade lanza las páginas hacia la mujer ardiente esta las atrapa con una velocidad endiablada, mientras grita y gimotea al ver como es mancillado su preciado tesoro.

El fuego que la consume alcanza un volumen peligroso y el libro es pasto de las llamas. La momia cae de rodillas, lloriqueando. Con un fogonazo y hedor propio de un cadáver incinerado, deja de existir. En el suelo sólo queda un montón de cenizas.

El lamento de los malditos resuena en un millar de gargantas, las aberraciones se desvanecen como un mal sueño y las paredes vuelven a ser simples muros de una mansión antigua. El símbolo sanguinolento desaparece, con la misma facilidad con la que el agua se evapora en el desierto, y el maniquí se queda quieto por qué es un simple objeto inanimado.

El silencio es absoluto tras dispersarse la tormenta.

Una serie de imágenes entra en la mente de los jóvenes. se trata de unos recuerdos que no son suyos.

Pueden ver la luna llena alzándose sobre la mansión. Pueden ver a Victoria acercándose a su marido, que está escogiendo una botella de vino en la bodega, y como le apuñala hasta matarlo.
La ven con un libro negro, recitando una invocación, mientras pinta en el suelo una símbolo maligno.

Ella había enloquecido y tras estudiar muchos libros de ocultismo, pensó que era capaz de devolver su hijo a la vida. Pero la criatura que surgió del más allá estaba sedienta de carne y almas humanas, y la apuñaló con el mismo cuchillo con el que cometió el atroz asesinato.

Aquella criatura era capaz de poseer a los maniquíes y en las fechas cercanas a Halloween, cuando el velo entre mundos es más débil, era capaz de extender sus influencia lejos de la mansión. Era su forma de engañar a sus posibles presas, para conseguir alimento que no fuesen simples alimañas que rondasen el jardín.

Arrojar el libro ha sido una apuesta suicida, todo o nada. Veo arder y gritar hasta desmoronarse al esqueleto, y como la realidad cambia hasta volverse.. real. Tengo que parpadear varias veces, como si despertará de una pesadilla que no es mía, de unas imágenes que aunque explican que ha pasado, no aportan ninguna tranquilidad.

Salgo de la habitación dando un apretón cariñoso al brazo de Igni -Bien hecho friki- Y respiro con alivio al ver que mis compañeros están todos enteros.

-Ya está... Se acabó... El año que viene me quedo en casa viendo "Pesadilla antes de Navidad" comiendo palomitas- Busco un sitio en el suelo y me siento, abrazando las rodillas y empiezo a llorar. Ahora puedo hacerlo. -Que asco de pueblo-

Hemos perdido... el necronomicón, debería haber habido otro modo...
miraba las cenizas de la mujer mezcladas con las del valiosísimo manual de magia negra mientras susurraba.

Dejo las ensoñaciones por un instante. Si ese manual seguia en la faz de la tierra sería un peligro constante. Realmente destruido estaba mejor
Bien hecho, Ja-ja-Jade. y la sonreiría si no estuviera aun algo afectado.

Me doy la vuelta. Ignoraba que tal les iba al resto con el maniqui, porque estabamos muy ocupados aqui¡Rob, Theresa, Lisa, ¿estáis bien? Jade ha ro-roto el po-portal! ¿Carlo?

Al fin. Al fin. De pronto el maniquí demoníaco se quedó quieto del todo, a pesar de ello Rob siguió intentando estrangularle durante unos segundos. Pero la paz y el silencio se habían instalado en la casa. ¿Por cuánto tiempo?

-Gra...gracias, chicas. Sin vosotras...no lo cuento... -jadeó. Se echó hacia atrás y se apoyó en la pared. Detrás de sus retinas parpadeaba todavía el fuego y las escenas del pasado filtradas en su cerebro. El asesinato, el ritual...Era espantoso.

-Salgamos de aquí. ¿Qué dices de perdido, Draculín? Estás en shock. Vamos, todos para arriba. Venga. -Rob abrazó a Lisa una vez más -¿Estás bien? Sube, me quedo el último. Larguémonos de esta maldita mansión. 

Confiaba en que ahora pudieran salir sin problema por el mismo sitio de acceso.

El maniquí dejó de revolverse de repente, como si alguien le hubiese bajado el interruptor que le daba vida y simplemente se convirtió en lo que realmente era: una figura inerte de madera. Me tumbé, jadeando, mientras se me escapaba una risa nerviosa tras el abrupto final. Joder, no podía creerlo. Lo vivido esta noche era tan surrealista, alucinante, de locos... Que igual despertaba de un momento a otro de la pesadilla que habíamos experimentado en primera persona. "No volveré a burlarme nunca más de la gente que cree en estas cosas..." —reflexioné, siendo golpeada de pronto por una serie de imágenes que entraron en mi mente y que explicaban el pasado de la familia. 

—Ya nadie se tendrá que preocupar de lo que ocurra en esta mansión. Aunque por mí la podrían derribar y dejarla hecha añicos... —murmuré, exhalando un suspiro—. Bien hecho, chicos... —añadí, dirigiéndoles una mirada que mostraba gratitud.

Me incorporé, oteando a mi alrededor. Ya no había mucho más que hacer allí; solo nos quedaba marcharnos y dejar atrás este aciago recuerdo que nos perseguiría durante el resto de nuestros días. Pensé en ese momento en Carlo, quien se había quedado indispuesto en la planta superior. Subí las escaleras con celeridad, para dirigirme a la zona donde le dejamos descansando. Esperaba que no hubiera ocurrido nada con él mientras estábamos nosotros en el sótano. Me mordí el labio inferior, con cierta inquietud. Por primera vez, en mucho tiempo, me preocupaba de verdad por alguien que no fuese yo misma.

¿Qué cosas, no?

Carlo se recupera sentado en el suelo. Se pone bien las gafas y os señala la ventana. El maniquí del exterior de la casa se desploma.

La paz reina en la mansión.

Me había comportado como wonder woman allí dando golpes a ese maniquí junto a Rob y Theresa, sin imaginarme siquiera que era capaz de algo semejante. Lo bueno es que en medio de los gritos, el fuego, las manos y esa Mansión que tenía vida por sí sola, gracias a Igni y Jade todo realmente terminó. Así que un tanto agotada busco con la mirada a Rob que fue uno de los que lo pasó fatal porque siempre se tuvo que enfrentar físicamente a los maniquíes y corro hacia sus brazos para estar junto a él. 

Tal vez se había pensado que esto sería una fiesta de esas locas, donde te drogas un poco y follas en algún cuarto. Pero no, lo que hemos vivido de alguna manera no lo olvidaremos y estoy pensando en hacer una pequeña movida para que no le hagan bullying a Igni porque se lo merece. Sin él no estaríamos vivos, así que al menos tendrá eso de mi parte y quizás de todo esto me gane un novio valiente, buenísimo y fuerte. Si, hablamos de Rob. 

—Gracias Igni, Jade... Son unos genios. 

En ese momento Theresa sube para ver como está Carlo y el deportista me habla. 

—Estoy bien, si—respondo y le doy un dulce beso en los labios, luego niego con la cabeza—. No, subimos juntos. 

Y de esta manera, con mi mano y la de Rob entrelazadas porque no pienso soltarlo, subimos las escaleras para irnos de allí. Tal vez me apetece una hamburguesa, tengo hambre ya que el trabajo de superheroína es agotador. ¿No?

El beso de Lisa es recompensa suficiente para todo lo que hemos pasado. Unido a que todos vamos a salir de esta de una pieza. Carlo se recupera.

-Eh, tío. Te has perdido el final de fiesta. Había un maniquí muy besucón -le guiñó un ojo a Thess- , quería quitarte a...a Theresa. Y una vieja que quería liarse con Jade. -Bromea, presa todavía del nerviosismo.-Y tú, Igni, tranquilo que no te amputarán la pierna. -Rob le echó el brazo por encima de los hombros, a la vez que avanzaba de la mano con Lisa. Con su chica. Le pediría una cita. En condiciones. Algo relajado, un paseo por el parque. Eso estaría bien.

temgo que venir un dia con calma. Igual la vieja tomo apumtes del necronomicon...

carlo de resaca, lisa y rob a lo suyo, Theresa recompuesta del shock se pira.
Solo queda Jade sollozando en un rincon. La pondria mi capa sobre los hombros pero se la habia quedado Carlo....

Piemso en invitarla algun dia a jugar al rol, visto lo visto la molara Kult o Cthulhu, o algo mas en rollo pareja romantica como las cartas de magic o el advanced squad leader

Pero no me atrevo, como siempre.

Todos se van poco a poco... me quedo con la chica nueva. Todos en Aubenville pasaron de ella desde que llego. Al final los marginados tendemos a unirnos entre nosotros.

Piemso en invitarla a explorar la casa, ahora que no hay peligro , pero no me atrevo siquiera a hacerla una carantoña. Mejor, fiho que me sacaria un ojo de una hostia.. Me siento cerca y espero paciente.como un maniqui. Np voy a dejarla sola aqui. Pobriña....