Subís la escalera de caracol, con Murgen y su alabarda en ristre. Todo está oscuro. A diferencia del piso de abajo, aquí las luces están apagadas.
Estáis en sala 9 y no veis un pimiento.
Murgen se afirmó sobre el terreno, esperando algún ataque.
Ashena... ¿Puedes darnos algo de luz?- Dijo sin levantar la voz y tratando de mantenerse concentrado por si les atacaban. Era un buen momento para que les emboscasen.
- No puedo generar luz, puedo darnos la habilidad de ver en la oscuridad como hacen los enanos, pero usar eso ahora puede que no sea necesario, de momento es mejor usar antorchas, y guardar recursos para más tarde.
Con ello enciende una antorcha y la encaja en la armadura de Borg.
Me has quitado el momento de protagonismo dulce dama, yo sí puedo crear luz. El bardo saco un simple Colgate de bisutería y taño un par de notas con su laud. A continuación, el medallón comenzó a brillar. Yo llevare este en a mano. Dijo colocando el medallón sobre el escudo.
Murgen suspiró aliviado al ver la luz, escrutó la habitación en busca de amenazas y se encaminó hacía la puerta de la habitación más cercana (7A). Se colocó junto a la puerta, hizo una señal a Connor y Ashena para que alguién, o Borg, accionase el pomo para que pudiera irrumpir dentro y sorprender a cualquier amenaza dentro de la habitación.
Ashena manda a Borg abrir la puerta, no vaya a darle a los hombres un arranque de valentía.
Pues Borg con CA 18 no esta mal.
Entráis en los dormitorios de los sirvientes. Es una habitación humilde pero limpia como el resto de la casa. A mano izquierda está el armario medio abierto, pero solo hay ropa barata y uniformes. Al final de la estancia está el agujero del montacargas por lo que el monstruito debió de meterse en esta habitación para luego saltar.
No hay nada más interesante en esta estancia puesto que los baúles están llenos de sábanas y utensilios varios.
Aquí no hay nada interesante. El bardo se fijó en el suelo cerca del montacargas, buscaba huellas que indicaran de donde provenía la extraña criatura parecida a un conejo.
Comprobemos la habitación de al lado.
- Si cuanto antes avancemos, antes saldremos de esta extraña mansión.
Ashena ordeno a Borg avanzar como siempre.
Salió hacía fuera y se dirigió a la siguiente puerta, esto era como registrar los pueblos en busca de tributos. Se echaba abajo la puerta, se irrumpía dentro, registro y tomabas lo que fueras a buscar. Se colocó junto a la puerta, esperó que el esqueleto abriera el pomo, ya que no había oído de que el veneno afectase a los huesos roñosos, e irrumpió dentro de la sala buscando una posición donde controlase la habitación y pudiera defenderse de cualquier amenaza.
Puerta 8
Entráis en la biblioteca del Doctor Arkham, la cuál está impecable. Unas cortinas de terciopelo rojo cubren las ventanas de esta habitación. Un exquisito escritorio de caoba y una silla de respaldo alto a juego miran a la entrada y a la chimenea, sobre la cual cuelga una pintura enmarcada de un molino construido sobre un acantilado rocoso. Situados en las esquinas de la habitación hay dos sillones. Unas estanterías que van desde el suelo hasta el techo cubren el muro sur. Una escalera que rueda sobre raíles en las estanterías permite un acceso más fácil a los estantes más altos.
El escritorio tiene algunos objetos descansando encima de él: una lámpara de aceite, una jarra de tinta, una pluma, una caja de cerillas y un kit de escritura con una vela roja de cera, cuatro hojas de pergamino en blanco y una llave de hierro.
Las estanterías albergan cientos de tomos que cubren un amplio espectro de temas, incluyendo historia, guerra y alquimia. Hay también varias estanterías que contienen primeras ediciones de trabajos de poesía y ficción.
El bardo avanzo con cautela hacia el escritorio para comprobar las ultimas notas del doctor y los cajones del escritorio, pero todo esto con mucho cuidado puede que el doctor guardara sus más preciados documentos bajo alguna trampa.
Creo que sería bueno correr las cortinas, así entraría un poco más de luz. Y también expulsaría las sombras y vampiros, pero se abstuvo de decir esta última frase por deferencia a su jefe.
Murgen, a su aire, se acercó y cogió la llave del escritorio para examinarla de cerca. Después empezó a mirar por la habitación, buscando una cerradura donde pudiera usarse la llave que tenia en la mano, examinando las paredes, muebles, escritorio o las propias ventanas.
Tirada oculta
Motivo: Buscando voy...
Tirada: 1d20
Resultado: 13 [13]
La llave que has cogido no sirve para nada de lo que hay en la estancia pero es muy posible que debas usarla en un futuro. Es grande y pesada por lo que deduces que abrirá algún portón antiguo.
Murgen continúa examinando las estanterías y ve que hay libros de todo tipo: alquimia, bestiarios, libros arcanos... Uno de color jade le llama la atención y al cogerlo se activa una trampilla que hace girar una de las estanterías. ¡Habéis descubierto una sala secreta!
HABITACIÓN 9 DESCUBIERTA.
- Vaya, descubriendo secretitos, bien Mugen. Esperad que entre Borg por si hay trampas.
Si, que el Sir hueistos entre primero. Dijo mientras apuntaba su amuleto impregnado en el conjuro de Luz hacia el interior de la nueva habitación. ¿Qué guardaría el doctor en esa habitación secreta?
Murgen se situó cerca de la entrada, por si había problemas poder intervenir rápidamente. Miraba con desconfianza hacía el interior.
Una casa con recovecos no puede guardar nada bueno. Dijo susurrando, buscando que solo sus compañeros temporales lo oyesen.
En esta sección hay libros escritos en idiomas que no entendéis. Todos son muy antiguos y tienen pinta de valer una fortuna. Más adelante hay un cofre negro con patas en forma de garra.
El bardo reviso con cuidado el cofre en busca de trampas y luego lo toco con la punta de su espada, con la esperanza de activar las trampas que no hubiera detectado. Finalmente trato de abrir lo con sumo cuidado, para ello uso los guantes de su armadura.