Partida Rol por web

Entre en la habitación, esa casa me fascinaba, si hubieramos sido ladrones seguramente sería un gran golpe. La cosa no sería tan divertido, aqui era mucho peor, nuestras vidas estaba en juego.

Mire la habitación, muchos libros, estariamos un buen rato revisando esa habitación, pero había algo que llamo aún más mi atención, Sarah, no creí volver a verla, estaba muerta, era un espiritu no es tan raro verla, pero después de verla morir...no crei volver a verla.

Nacho se adelanto, seguramente David también iria a por ella, se sentia vinculado con la niña, pero a mi me llamó más la atención su pregunta. Mire a Miguel, no nos había dicho donde había estado ni que había estado haciendo y después esa pregunta, todo era muy sospechoso.

Me quede retrasada, al lado de Miguel, intentando bajar la voz para que solo él me escuchase

- Aun no me has respondido, ¿donde has estado? ¿Hay algo que debamos saber?

- Sarah.

Sé que no es más que un fantasma y que lo que vimos en su cuarto no son más que recuerdos de la casa, pero a veces me cuesta asimilar que cuando la arropé no la arropaba a ella, sino a sus restos. A punto estuve de salir corriendo para darle una brazo, pero sus palabras, especialmente las dirigidas a Miguel me frenaron de golpe. Parece evidente que al fin y al cabo no eran palabras inútiles fuera del ritual, parece que tenía razón y era un movimiento peligroso. En fin, tendré que asegurarme Miguel no vuelva a poner en peligro al grupo. La verdad es voy a disfrutarlo.

 - Shh... - le digo suavemente a Marta-. Esta no es la Sarah que vimos en el cuarto, me recuerda más a la del pasillo y eso no me gusta. No te precipites y espera a ver que le contesta a Nacho.

No me gustaba cómo nos miraba y no me gustaba como sonaba su voz. Esta no es la niña inocente a la que quiero ayudar es el fruto de todas las desgracias que encierra este sitio y por eso es peligrosa. La actuación de Nacho me ha parecido demasiado precipitada, pero no intentar arreglarlo sólo pondría más carga sobre ella y ahora mismo no parece muy estable. Al menos, eso creo.

- Marta, este no es buen momento ahora. Esperemos a escuchar las palabras de Sarah, veamos qué es lo que ocurre. Dijo Miguel tras sobresaltarse por culpa de Marta, pues no se esperaba una pregunta con esa en aquel momento de agitada tensión.

Espero que el truco de Nacho sea un éxito, aunque el que mejor hace estos papeles de trato con muertos siempre es Fred, pero bueno... Esperemos...

La niña sonríe y toma su osito. Le tira al suelo y lo vuelve a levantar. Recién luego de hacerlo dos veces, mira al chico y le contesta.

-De acuerdo, es un bonito juego.

Sonríe.

-Estaba jugando él -señalando a Miguel -con el amo, solo que no sabía que el amo estaba allí. Jjajaaj, el amo siempre se esconde en las sombras. Le gustan las sombras... a mí también. A veces encuentro a mi hermana allí...

¿El amo? ¿Se referiria al prometido de Elizabeth? ¿Al dueño de Goliat? ¿Pero porque se referia a él como el amo?

Tenía muchas preguntas, pero no me atrevía a hacerlas en voz alta, ya que Sarah había acedido a hablar, no quería que una interrupción hiciera que se marchase. Solo esperaba que Nacho consiguiera sacarle algo de información.

Me quede al lado de Miguel, entre él y David, mirando como sucedian los acontecimientos

Te gusta jugar en las sombras. Claro, es un buen escondite. ¿Y quién es ese amo del que hablas? dije sonriendo, aunque tenía la sensación de que esta vez no me iba a responder...

Me sorprendió un poco volver a ver a Sarah, todavía tenía fija en mi mente la imagen de Elizabeth devorando la carne de sus piernas.

A nacho se le ocurrió la idea de jugar con Sarah preguntas y respuestas, solo esperaba que nos diera algo de información que nos fuera de utilidad.

Aunque nos había respondido, todavía no me quedaba  claro donde había estado miguel.

Decidí ayudar un poco a nacho con lo de su “juego”...
Nacho no deberías ser tan descortés, supongo que Sarah también tiene preguntas para nosotros, quieres hacernos una pregunta a nosotros también antes de contestar? Si no haces preguntas también no será divertido.

Es cierto, Fred, se me había olvidado que ahora era su turno dije esperando que Sarah hiciera su pregunta

-No creo que quiero jugar...

La cara de Sarah se transmuta, mira hacia una puerta, aquella a la que aún no han entrado.

-Ella viene, ella viene... 

Se para y sale corriendo por la puerta por la cual el grupo ingresó a la habitación. El viento vuelve a azotar el recinto como si estuviera al aire libre y no en un sitio con techo.

Miguel vuelve a sentir ese extraño temor, esa presión en el pecho que sintió abajo. ¿Es posible que sea la misma entidad, esa que Sarah llamó Amo?

- ¿Quién viene, pequeña? - suelto desesperadamente cuando se está yendo, dudo mucho que vaya a obtener una respuesta antes de lo que sea que venga se presente sólo- Mierda, tendría que hablado yo con ella, venga atosigarla entre los dos.

Tijeras fuera y ponerse delante de Marta, ésto empieza a hacerse mecánico. No hemos conseguido nada más aparte de averiguar lo que estuvo haciendo Miguel cuando se separó de nosotros y la verdad es que no hacía falta ser muy listo para imaginárselo. Me acerco a Miguel y dejo la punta de las tijeras a la altura de sus riñones lo suficientemente fuerte como para que pueda sentir su presión a través de la ropa.

- Despacito y con buena letra, ya me has dado un para de razones pra que te abra en canal, pero ya que te gustan los juegos te doy una oportunidad más. Me vas a decir todo lo pasó cuando te fuiste, me vas a decir qué es eso y lo vas a hacer con una sonrisa ¿Te parece? ¿Información por vivir un poco más? Salís ganando.

- David,dijo con un tono de acojonado increíble. Miguel no se esperaba esa reacción tan agresiva por parte de él, no se había comportado de la manera más ética, pero jamás pensé que esas tijeras terminarían apuntando a uno de nosotros, y mucho menos a mi.

- Está bien David, traté de hacer varias cosas, pero todos los fantasmas de las casa me dieron muestras y evidencias de que aquello en lo que pensaba iba a ser un gran error. Entre ellos vi a la nana de Lis, ella me dijo que si rompía las ventanas era probable que nos quedásemos aquí para siempre. Y no quise hacerlo, no tuve los huevos suficientes como para hacerlo.

- Después me fui a la capilla, puse el libro sobre el altar, tal y donde me lo encontré pero un viento helado, exáctamente igual a este me hizo darme cuenta de que no era tan valiente como creía, así que sin pensarlo mucho más decidí reunirme de nuevo con vosotros. 

- Ahora baja esas tijeras y apunta al que quizá sea el verdadero peligro. Estas últimas palabras sonaron tan firmes y tan valientes como no lo habían sido hasta ahora. 

- Muy bien, muchacho, has jugado bien. Sólo espero que no se vuelva a repetir lo de antes, porque el peligro que viene no lo conocíamos pero lo intuíamos, lo que yo no me esperaba es que el "descuido" de mis acompañantes fuera a agregar más peligro. Todos aquí queremos irnos de una pieza y jugar con lo que no conocemos no nos va a ayudar en nada. Para la próxima piénsalo, porque no pienso dejar que seas otra cosa de la que preocuparme, demasiado tengo con estas paredes.

Le doy unas palmadas amistosas en la espalda y retiro las tijeras para enfrentarme otra vez hacia donde viene el ruido. La verdad es que tampoco estoy muy seguro de querer averiguar ahora mismo de qué se trata.

- Chicos ¿Nos quedamos a esperar o imitamos a Sarah? No me gusta como suena eso.

Ya está haciendo de macho alpha, lástima no se las clave y le dejemos aquí desangrándose pensé desganadamente ante las acciones de David

Aunque huyamos, no creo que vayamos a ir muy lejos. "Ella" viene, y no se por qué, pero seguro que nos está buscando.

Me puse a recorrer con la mirada toda la habitación, por si encontraba algo... útil

Me asuste un poco al ver como David amenazaba a Miguel, era capaz de hacerlo, lo sabía bien.

- No creo que sirva de nada huir, este lugar no es muy normal, a lo que nos enfrentamos son a espíritus, aparecen y desaparecen cuando quieren, no hay un lugar seguro en esta casa para esconderse.

Cogi el cuchillo que tenía, lo mire un poco con duda, no creia que eso le hiciera nada a un fantasma, pero me sentía asi más segura.

Imité a Nacho y mire rapidamente por la habitación, en busca de cualquier cosa, pero sin acercarme demasiado a la puerta. Al sentir ese viento, no pude evitar mirar al techo, por si hubiera desaparecido

La "discusión" entre David y Miguel no pasó a mayores. Nacho y Marta se pusieron a mirar en la habitación con la esperanza de encontrar algo útil. Miguel no estaba tan de acuerdo en quedarse debido a la sensación que lo hostigaba, y David tampoco creía que esa decisión fuese prudente.

La chica, por su parte, miró hacia arriba pero el techo seguía allí, aunque el frío también. 

No notaron nada en el cuarto pero pronto las luces comenzaron a bajar, en momentos estarían sumidos en la más absoluta oscuridad. Si iban a salir quizás era el momento de hacerlo o si se quedaban, de esconderse.

Las luces empezaban a apagarse, no pensaba quedarme a oscuras con Liz o con cualquier otro ser de esa casa

- ¿Nadie habrá encontrado un mechero verdad?

Me dirigi hacia la puerta por donde se había ido Sarah, si había luz en el pasillo quizas iluminase algo en caso de que nos quedasemos a oscuras

- Preparense, voy a abrir la puerta que hay delante, si hay que huir sera mejor hacerlo hacia delante y no hacia atras. La dejare abierta para después no entretenernos en abrirla y solo correr, o en caso de que este cerrada con llave saber que solo se puede huir por el pasillo que hemos venido

Me aferre al cuchillo que tenía en la mano, andando despacio hacia la puerta, esperaba su señal para abrirla

- O iluminamos todo o no iluminamos nada, porque lo que sea que esté aquí no creo que tenga muchos impedimentos con la oscuridad y aunque los tuviese conoce la casa. Nosotros no. Movernos a oscuras no es recomendable y si prentendés moverte a oscuras con un mechero en la mano... Bueno, ya puedes empezar a pintarte una diana en la cara.

Voy detrás de ella para que si se llega a dar el caso de que haya algo peligroso al otro lado de la puerta poder llegar a tiempo y no dejarla sola. Me paro al otro lado de la puerta y hago una seña con la cabeza indicando que por mí puede abrirla cuando quiera.