Partida Rol por web

Cuando se encienden el pasillo derruido hace nuevamente su aparición y frente al grupo está Elizabeth, Elizabeth que no puede morir, que está llena de odio. Porque algo salió mal, eso el grupo lo sabe, ¿pero qué? Sus ojos vacuos se fijan en los presentes.

-Que Dios guarde algo tan sagrado...

Eleva un cuchillo en sus manos y grita:

-¡¡Salid de mi casa!!!!!!!

Ahora que mis compañeros estaban distraídos con la visión de la Elizabeth muerta me giré y me marché de allí tratando de no hacer ruido y de no llamar la atención. 

Entonces me fui corriendo a la habitación donde habíamos conocido a la nana de la muerta, a la habitación donde era de día y las ventanas no se podían abrir.

Piensa Miguel que separado podrá hacer aquello que junto a los demás no. Así que vuelve sobre sus pasos y entra a la cocina. Espera que los demás pasen de largo y luego sale nuevamente hasta encontrar la habitación en donde la nana se reflejó en ese espejo. El cuarto de Elizabeth lo recibió como estaba en esa oportunidad:

Se podía ver una habitación pintada de rosa, con una cama y un pequeño mueble que hacía de escritorio. No solo eso sino que el cuarto tenía ventanas por las cuales entraba una fuerte luz de sol. Dentro se respiraba un aroma a perfume, era un cuarto limpio cálido y confortable. También había un gran espejo, de forma oval.

Descorrí todas las cortinas para que me diese la luz del sol, entonces me asomé por la ventana para ver si había esta vez algo de interés por allí. Sino veía nada, trataría de abrirla, y sino buscaría algo por la habitación que me ayudase a romper los cristales...

Joder, que mal le ha sentado la muerte a esta chica. Es todo menos una visión agradable y como no hagamos algo pronto es muy probable que acabemos exactamente igual. Echo mano de mis tijeras y me pongo delante de Marta por las dudas. No creo que pueda hacer mucho contra un cuerpo muerto que no está impedido por algo tan natural como el dolor, pero al menos le daré tiempo a ella para salir por patas.

- ¿Salir? Más quisiéramos, la últimas noticias es que la casa nos trajo y que la misma casa está siguiendo tus deseos, así que tú dirás ¿No creés que va siendo hora de descansar? Te han lastimado, lo sabemos, no eres más que otra víctima, pero mira a tu alrededor, intenta recordar a la pobre Sarah ¿Realmente vale la pena?

No sé por qué me temo que por muy física que sea ahora no me va a hacer más caso que su fantasma en el cuarto de Sarah, pero con un cuchillo en las manos lo menos que puedo hacer es intentarlo, aunque por dentro esté deseando que venga a mí como la bestia en que se ha convertido para descargar todo mi rabia con ella hasta que uno de los dos no sea más que un amasijo sanguinoliento.

Mire las imagenes que se estaban mostrando ante mi, como una pelicula en la que sabías que los personajes no acabarían juntos, Romeo y Julieta, Moulin Rouge..., había visto muchas peliculas con ese final, pero pocas en la que la dulce protagonista volviera pidiendo venganza, ¿o que era realmente lo que quería?

- Nosotros también queremos salir, pero no sabemos como. Elizabeth, tu eras diferente, ¿lo que hizo Jonathan fue lo que te convirtio en lo que ahora eres?

Miguel descorre todas las ventanas. La luz del sol entra por cada rincón dándole un aire de belleza al cuarto. De verdad es precioso, sino fuera porque sabe bien lo que se oculta en realidad. Intenta abrir una de las ventanas, pero no lo consigue. Entonces busca algo con lo cual romper el cristal. Podría directamente arrojar uno de los cajones de la mesita en donde está el espejo oval.

Entonces, sobre su superficie, vuelve a aparecer la mujer de color.

-No lo hagas hijo... la casa te lastimará si haces eso. Creéme, soy tan prisionera de ella como tú...

Miré a Liz y me contuve. No se por qué, pero tenía ganas de pegarla un par de bofetadas

Hemos contratado un viaje a una casa de la que no podemos salir para que una fantasma enferma quiera matarnos, no te digo...

Aún así, estaba pendiente de cada uno de sus movimientos, no fuera que se lanzara a clavarme el cuchillo o algo... 

- ¿Qué no lo haga? ¿Por qué? Cuál es el daño que puedo sufrir. Necesitamos salir, ¿tú sabes algo qué no sepamos? Estoy desesperado y angustiado, la casa pare vez parece volverse más violenta y temo que no salgamos de aquí sino lo intentamos..

Dime, si sabes algo de esta casa, no sabrás por casualidad qué es la luz al final del pasillo que hay en el piso inferior. Todo lo que se ha acercado hasta allí se ha convertido practicamente en polvo.

¿Dame toda las respuestas que puedas para así liberarte a ti y a nosotros mismos?

Miguel está exacerbado. La esclava le advierte sobre no romper los cristales pero no le da mucha información sobre el por qué o sobre qué sucede en este sitio.

-No sé de qué luz hablas... pero sé que estamos atrapados entre dos mundos.

Los ojos de la negra están llenos de lágrimas cuando el chico le habla de "abajo".

-Abajo fue donde sucedió... en esa maldita Iglesia... allí fue donde llevaron a mi niña. ¡Mi pobre niña, mi pobre niña que no descansa en paz...!

La imagen en el espejo se va perdiendo.

-No rompas las ventanas... o morirás... y todo el que muere aquí, aquí queda....

Y finalmente Batha termina de desaparecer.

Las palabras de Marta o de David, o el silencio de Nacho, no hacen merma en la iracunda Elizabeth.

-¡¡Malditos.... todos estáis malditos!!

Dice y se adelanta hacia ellos. Entonces su cuerpo choca contra el filo de las tijeras del vagabundo. Atemorizada, retrocede unos pasos.

Luego solloza.

-No es mi culpa... él lo hizo... él...

Y su cuerpo comienza a volverse transparente. Por un momento la joven comienza a cambiar nuevamente y antes de desaparecer, dice:

-Ayudadme... ayudadme a descansar... encontradme... dadme paz...

Y luego desaparece, con el resplandor de la bella e inocente joven que una vez fue.

Me llevé la mano a la cabeza y me rasqué. Cada vez entendía menos.

Ese tipo de ritual con el que levantaron a Elizabeth tiene que tener algo para terminarlo. Su espíritu no descansa en paz

Y esto empieza a sacarme de quicio...

Miré a mis compañeros y me fijé en que Miguel había desaparecido

Eh... ¿y Miguel?

Veo como se ensarta y desaparece delante de mis ojos dando gracias a mi buena estrella porque no le haya dado tiempo a más. Nada más desaparece busco con la mirada el puñal que antes tenía en la mano, espero que no formase parte de la aparición y que por fin hayamos encontrado uno de los últimos objetos para acabar con ésto.

- ¿Miguel ha desaparecido? Pues el tenía parte de lo que necesitamos ¿Qué mierda es lo que entendió cuando dije nada de separarnos? Primero el puñal y luego Miguel. Lo tenía ella en la mano ¿Lo ha dejado aquí?

David busca el puñal pero nada. El cuchillo que tenía Elizabeth en la mano desapareció con ella y, como bien ha dicho Nacho, Miguel tampoco está. Marta permanece callada lo mismo que Fred. El pasillo está nuevamente tranquilo pero ahora hay un miembro menos y, lo peor del asunto, es que ese justamente poseía el Libro que es una parte del ritual.

Las cosas se están complicando con cada minuto en esta casa extraña e insondable...

Miguel vuelve a la Iglesia, a esa capilla escondida. La casa está silenciosa, pero a veces el aire corre entre los cuartos haciendo sentir un frío espectral. Por un momento el joven siente que alguien está caminando a sus espaldas. Varias veces se voltea pero nadie se encuentra allí.

Quizás es su imaginación o tal vez separarse de los demas no fue algo muy inteligente.

Finalmente llega a la capilla...

Había permanecido callada, Liz me daba pena, pero sobretodo cuando se transformaba en esa joven dulce, ya había sufrido mucho en vida como para hacerlo también muerta, había que acabar con esto de una vez y darle descanso a todos los miembros de esa casa.

- ¿No me di cuenta de cuando desaparecio, creeis que estara bien? Deberiamos seguir de frente, el sabe donde estamos, cuando se canse de investigar o lo que este haciendo sabra donde encontrarnos, en cambio, si volvemos a buscarlo, puede que mientras nosotros vamos el venga. Sobre el cuchillo, puede que lo tenga Elizabeth, puede que sea con el que se quito la vida. Si encontramos su cuerpo, puede que encontremos el cuchillo