Partida Rol por web

Armando acomoda sus manos para poder impulsar a Nicco, un momento antes de empujarle hacia arriba dice

-preparate, A las una... a las dos... a las tres! - y le da el impulso necesario para llegar a la escalerilla.

Nicco puede subir a la parte superior, no le resultó demasiado difícil, tan solo tuvo que agarrarse a la escalera y trepar por ella lentamente hasta llegar arriba.

Una vez arriba pudo ver una gran azotea, que contenía los elementos de ventilación del interior, y las trampillas que se supone que abrían los técnicos cuando querían desatascar las máquinas de ventilación y los respiraderos que llevaban el aire fresco al interior. Las trampillas estaban fuertemente cerradas y no se podían abrir manualmente sin ayuda de una llave o similar. Habían 3 grandes tubos de ventilación cerrados por una rejilla. En el interior de las rejas había un ventilador que propulsaba aire al interior, por lo que era imposible introducir nada a no ser que se rompa el ventilador antes

Nicco tuerce el gesto al llegar arriba e intenta forzar la puerta con una tarjeta de plástico que saca de su cartera, en el supermercado le darían otra para los puntos de descuento. Lo cierto es que no tiene mucho tiempo hasta que salga el metro y tampoco quiere romper ningún ventilador o salir "como si nada" por un conducto de ventilación en medio del andén.

Nicco se da cuenta de que no puede hacer nada con una tarjeta de plástico, las trampillas están selladas con candados.

A Nicco le importa más bien poco un pequeño candado, de manera que trata de romperlo con la culata de la pistola a modo de martillo. Eso sí, poniendo el seguro antes no fuera a ser que se disparase.

Nicco dio varios golpes con la culata de su pistola, no sin antes haberle puesto el seguro y el candado se rompió en dos. Acto seguido abrió una de las trampillas que según él, llevarían al tren. Su compañero observaba desde abajo sin poder a alcanzar bien a ver lo que estaba haciendo.

Todo estaba tranquilo por la calle, nadie pasaba por ese oscuro callejón, ni siquiera un técnico ni un guarda que vigilara la zona.

Después de observar como Nicco lograba subir y escuchar los golpes de su pistola. Armando sale corriendo a toda velocidad a la estación, teniendo fe con que su compañero iba a llegar a la estación de alguna forma.

Una vez que había llegado observo la cantidad de personas en la fila.

Armando llega a la fila donde ya a penas hay personas, hay como 2 personas delante suya y el guardia sigue cacheandoles. Esas dos últimas personas entran en el tren. Escucháis un nuevo aviso de que el tren va a salir en 5 minutos. El guardia te hace una seña para que te acerques, ya que te mira extrañado al ver que estás mirando la fila. El otro guardia te mira inquieto. Parece ser que no hay nadie más en los alrededores, pero los pasajeros pueden observar lo que ocurre fuera del tren por las ventanillas. Ves una trampilla justo encima del tren, como una especie de rejilla.

El agente baja las escaleras apresurado esperando llegar a tiempo para coger el tren.

Armando veia la situacion muy provechosa, puesto que la fila estaba casi vacia. Mira al guardia que se habia girado hacia el, dandole ese tipo de miradas de "porque me miras?" algo interrogativas. Despues se pone a la fila para que los guardias le revisen, mientras lo hacen el piensa que la rejilla arriba del tren era por donde iba salir Nicco...

El guardia se pone a cachearlo y toca algo duro en su chaqueta. Frunce el ceño y le dice.- Por favor, ¡Quitese todo lo que lleva en los bolsillos!.- Quería comprobar si verdaderamente lo que llevaba era algún arma o algo parecido. Su otro compañero se puso las manos en posición de agarrar su pistola reglamentaria por si tenía que disparar a aquel individuo.

A través de la rejilla del respiradero Nicco pudo ver a su compañero monopolizando a atención de los dos guardias, de manera que decidió que era el mejor momento para salir. Con cuidado aferró sus dedos en torno a la rejilla y empujó hacia abajo hasta que cedió. Con un rápido movimiento se deslizó hasta el techo del vagón, ya que de saltar habría sonado un golpe que le delataría. Coloca de nuevo la rejilla y se mete por una ventana en un camarote vacío (hemos quedado al final en que es un tren y no un metro ¿no?) desde el cual espera a que su compañero termine con el trámite y pueda entrar.

- Ahora entiendo por qué Rebeca nos trajo esos trajes de payaso, habría matado con tal de no ensuciar este conjunto. -Bob Landiss chista disgustado.

Haz una tirada de agilidad con dificultad 7 para deslizarte sin ser descubierto a la tapa del tren. No olvides tirar el dado de 100 :P

Nicco Farelli logra destapar la reja pero tropieza con su propio pie y cae con un sonoro golpe encima del tren. Los dos guardias se giran alarmados y sacan sus armas y apuntan hacia el hombre, que ha quedado tumbado encima del metro y se ha torcido el tobillo al caer mal.

- Pero qué coñ...- Exclama uno de los guardias. En ese instante desvían la atención que tenían puesta en Armando para apuntar a Nicco.

- ¡Baja de ahí con las manos bien arriba!.- Dice el poli más temerario mientras le tiembla la mano.

Ah, el maravilloso dilema. Con una amarga sonrisa Nicco baja al suelo, su tobillo izquierdo entumecido por el golpe casi le hace caer de nuevo. Esta mierda de ciudad donde a cualquier gilipollas le dejaban llevar pistola, donde los atentados habían llevado a que aeropuertos, estaciones de tren y hasta la entrada de los colegios tuviese vigilancia. Y para rematarlo ahora dos seguratas le pedían a él explicaciones, lo cierto es que se reiría si no le doliese tanto el pie.

Ahora tenía dos opciones, o se identificaba como agente de la CIA y les decía a aquellos dos mequetrefes que se metiesen las pistolas por donde la espalda pierde su digno nombre, o se peleaban con ellos y se subían al tren. Si se identificaba se podría llegar a correr la voz que dos agentes de la CIA iban por allí, disfrazados de gangsters italianos. No, eso no era una opción. Pues nada, tocaba cruzarles la cara para mantener la mascarada.

- Bueno agente, parece que me han pillado -dice el ganster mirando a través de ambos agentes, donde justo detrás de ellos se haya Armando- ¿verdad?

Armando no se tenia esperado esto, al ver como su compañero cae sobre el tren se exalta, pero se tranquiliza a si mismo mientras los guardias están dados vueltas, este dilema podía ser resuelto rápidamente en ese momento, sin esperar mucho Armando se pone detrás de un guardia, que parece mas seguro y temerario, y tomandole su mano desocupada se la pone en su espalda para neutralizarlo, y con su otra mano aprovecha de tomarle la mano con la pistola para usarle, le apunta al otro guardia.

-Vamos suelte su arma y dejela en el suelo- ahora dirigiendose a Nicco -Tomasela, y cuando podras ir mas silenciosamente sin tener errores, pero eso ya no importa entremos al tren