Partida Rol por web

Stan trató de alcanzar, sin éxito, a uno de los Razimiri con su dardo. La respuesta de estos no se hizo esperar. Se abalanzaron sobre el grupo de manera conjunta, intentando atacarles antes de que pudieran reaccionar. Mientras, otro de ellos, al ver que sus compañeros le cubrian el paso, decidió rodear al pícaro para aprovecharse de la situación, hiriendo por la espalda al hombre. 

Por el otro flanco, varios atacantes cargaron contra Andrej, hiriéndole uno de ellos en el costado.

Andrej maldice por lo bajo al recibir el golpe y da un paso hacia atrás mientras embraza el escudo y se aferra al símbolo sagrado de su diosa.

Por todo lo más sagrado caeréis por renegar de los verdaderos dioses. El juicio de Pharasma está pronto, arrepentíos...

-¡Que los dioses nos bendigan!- dijo Keks y todos os sentísteis vigorizados

El guerrero miró a los enemigos y maldijo, no sabía si lanzarse a por los que atacaban a Stan o quedarse y echar una mano a Andrej. Finalmente no dudó y alzó su espada para lanzarla contra el guerrero que tenía al lado.

Mientras Keks bendice, Robert hace un rápido movimiento vertical sajando a uno de los enemigos que se abalanzaban sobre ellos y, abriendole el canal, lo inabilito para el combate antes de volverse contra el último de los que quedaba de pie que vinieran de ese lado.

Habían rodeado a Stan, lo cual no le hacía ninguna gracia. Pero a pesar de la situación y de las heridas, estaba sonriendo. Se enfrentaban conta humanos. Gente que tenía organos vitales y puntos vulnerables.
Aprovechó el flanqueo con Keks y le lanzó una estocada que le perforó un pulmón al cultista con el que se enfrentaba.

Despues se volvió a los demás y dio un pasó hacia atrás en diagonal para que no le pudieran volver a flanquear facilmente.

Con un rápido movimiento, Stan acabó con otro de los cultistas, que se llevó una trementa estocada en el riñón y atravesó, hacia arriba, perforando también el pulmón.

Pero eso no iba a mermar el ánimo de los Razmiri. Con impulso, se abalanzaron de nuevo sobre sus enemigos. Andrej recibió un ataque con la espada que traspasó sus defensas y consiguió herirle, haciendo que sangre manara de su herida.

¡Creyentes del falso dios! ¡Hoy comprobaréis con vuestra propia muerte que es Pharasma la que os ha de juzgar y yo seré su brazo ejecutor!

Su golpe es directo y al costado del atacante que le acaba de herir.

El tremendo golpe de Andrej acabó con otro de los enemigos. Y en ese momento, el líder apareció de la nada. Atacó a Keks por la espalda, intentando atravesarle con un Rapier y golpeándole a la vez con el escudo. Ambos ataques acertaron en un despistado Keks, que no esperaba el golpe de alguien que estaba invisible.

El daño fue tremendo y el oráculo se resintió gravemente de sus heridas.

Robert vio caer a sus dos enemigos que tenía delante.

Cuando ya se preparaba para cargar contra los que atacaban a Stan, oyó el golpe que recibió Kekes, y no dudó.

Sin el oráculo estaremos acabados. Y nadie podrá sanar sus heridas. Lo siento Stan.

Cogió impulso y cargó contra el líder de sus enemigos. Tenía que acabar con él.

- ¡Stan, amigo, protégete!

Keks chilló de dolor cuando el afilado estoque del maldito lider de los cultistas buscó sus órganos internos, encontrándolos sin problemas. Pero se sobrepuso y moviendose a la izquierda trató de cerrar sus heridas y las de sus compañeros.

-Odio a los jodidos dioses... ¡Pero están con nosotros! Al final siempre se las apañan para que cumpla su voluntad, y aquí lo estoy haciendo. Tu falso dios no prosperará, capullo.

La oleada sanadora no era muy fuerte, pero si lo suficiente para cerrar muchas de sus heridas.

Stan vio com el lider de los razimiri aparecia detrás de Keks y lo atravesaba de manera profesional. Demasiado profesional.

Mierda. Tenemos problemas

No obstante no era momento para pensamientos negativos. La oleada reparadora del oraculo curó sus heridas, y supuso que las del propio Keks. Por lo que todavía podían salir de aquello.
El picaro dio un paso adelante y atacó al esbirro que estaba con Keks hiriendolo de gravedad. Aun así no perdió de vista a los otros dos que quedaban.

Robert, a por el jefe. Dejanos a estos mindundis a Andrej y a mi.

De nuevo el ataque de Stan fue certero y mortal, y de nuevo cayó el enemigo a quien atacaba. Pero los cultistas parecían poseidos por un extraño fanatismo que les hacía seguir combatiendo a pesar de las bajas.

Rodeando para no ser ensartados, los cultistas atacaron tanto a Keks como a Stan. Y de no ser por el último movimiento de cadera de Stan, seguramente hubiera sufrido una herida de la misma magnitud que las que estaba causando. Sin embargo, el ataque tan solo perforo parte de la carne, haciendo un rasguño superficial que el pícaro resistió heroicamente.

Viendo la situación controlada por el otro lado, Andrej levanta su maza hacia el heraldo de Razmir.

¡Caiga sobre ti todo el poder de la señora del más allá!

El que parecía el líder de los Razmiri hizo un movimiento muy rápido, se colocó de nuevo detrás de Keks y efectuó dos nuevos ataques contra el oráculo. Pero los ataques fueron desastrosos y no consiguieron herirle.

Robert dio un par de zancadas para lanzarse a por el líder cultisita.

- ¡No huyas de mí, cobarde!

Tenían que acabar con ella cuanto antes, y podrían marcharse de ese infesto lugar.

Los estúpidos esbirros del falso Dios Razmir seguían falleciendo y Robert atacó a su líder.

Pero Keks, que ya había sufrido las caricias de su estoque se lanzó entre otros de los enemigos, para distraerles y que Stan pudiera seguir con su hábil tarea. Además volvió a canalizar aquella energía que hacía que sus cuerpos sanasen.

-Que nuestras heridas se cierren, ¡Que los Verdaderos Dioses nos apoyen!