Partida Rol por web

Stan suspiró sonoramente cuando el golem se derritió, dejando un efecto igual a los otros que había.

Buffff. Era un hueso duro de roer, y está claro que alguien se enfrentó a otros dos. Espero que hayan resultado heridos y así tengamos más oportunidades contra nuestros "amigos".

Despues desenfundó el arma y se colocó al lado de Andrej.

Vamos, te sigo de cerca por si hay alguna trampa y así poder avisarte.

Andrej se dispone a seguir los rastros que venían siguiendo.

El puente sobre el oro fundido continuaba recto hasta que llegaron a una intersección. Tres diferentes caminos se abrian ante ellos, cada uno en una dirección cardinal.

Vosotros dos os dais cuenta de que una pequeña franja de runas que hay en el suelo de la zona de la intersección. Aproximadamente en el centro de la misma.

Cuidado...

Hay unas runas un poco más adelante. Allí, en el centro de la intersección. ¿Alguien puede saber si tienen algún tipo de magia?- dice Andrej mirando hacia Keks.

-Tienes buena vista, Andrej, veamos que dicen esas runas...

Keks se acercó y empezó a conjurar en voz baja.

-Según recuerdo el mapa de la entrada, en el puente hemos de ir a la izquierda.

Stan también había visto las runas. No sabía qué decían, pero podían ser perfectamente una trampa. Y despues de haber visto el golem inactivo no era impensable que los cultitas no la hubieran activado y se la dejaran a ellos.

Espera un momento. Dejame confirmar si es uan trampa o no. Luego podrás leerlo.

Con el cuidado de la practica, Stan se acercó a las runas.

En el momento en que Keks se internó hacia el interior de la intersección, el lugar donde estaban las runas empezó a arder, y como si las llamas fueran ganando tamaño y cobrando vida, un enorme enemigo apareció ante vosotros. Era como un montón de llamas vivientes en busca de cosas que quemar.

Y parecía que tenía objetivo fijado...

El elemental se abalanzó sobre Stan. Su objetivo. Los dos golpetazos hirieron gravemente al hombre y además el fuego comenzó a rodear su cuerpo. *

Esta criatura es un elemental de fuego, una manifestación viviente de llamas crepitantes. Sabes que habla Igneo y que son inmunes a sangrar, paralisis, veneno, efectos de dormir y a los golpes aturdidores. No estan sujetos a flanqueo ni a golpes críticos, por lo tanto tampoco a los ataques de precisión como los furtivos. Tienen competencia con sus armas naturales, no con otro tipo de armas o herramientas. Y sabes que no comen, ni duermen ni respiran.

Un elemental de fuego barre a sus enemigos con sus enormes puños. Además de su enorme fuerza, prende en llamas todo lo que toca.

Los elementales de fuego son inmunes al fuego y los más poderosos son incluso muy resistentes al daño físico. No obstante, son vulnerables al frío y no pueden entrar en el agua o cualquier otro liquido no inflamable.

Mierda... Un elemental de fuego... Más nos vale golpear con fuerza porque la precisión no sirve contra estas criaturas... Si alguno puede utilizar el frío de forma mágica o alquímica, que lo haga, es lo que más daño les hace...

Diciendo esto, Andrej se queda mirando su arma un instante.

Señora del Tránsito Inmortal, guía mi brazo...

Stan apenas pudo esquivar uno de los ataques del elemental, y el otro le impactó de pleno. Si no estuviese siempre atento a todo le habría podido hacer realmente daño.

Escuchando las palabras de Andrej repasó rápidamente su inventario.

Mierda. No llevo nada util contra esta cosa.

¿Las armas normales le hacen algo o sólo las mágicas?

Mientras hablaba dio unas volteretas hacia atrás para alejarse un poco del elemental y tener mejor perspectivo. Y para que los guerreros pudieran atacarlo facilmente.
Despues sacó la ballesta y la cargo por si acaso las armas normales pudieran hacerle algo.

-Un maldito elemental...-murmuró Keks.-Otro jodido elemental... ¡Pues ya estoy harto! ¿Queréis elementales? ¡Tomad elementales!

La luz blanca que emabana el aventurero cada vez que se concentraba salía ahora de todos los poros de su cuerpo, hasta que casi cegando a todos los demás, estalló en una llamarada ígnea, de color dorado y blanco, ardiendo sin quemar.

Momentos después pasó a través de Stan, pero en vez de rematar al herido aventurero, que asustado no entendía nada, le sanó de casi todas sus heridas, y empezó a rodear al otro elmental.

-¡Vamos, debemos rodearle para atacar mejor y golpearle con todas nuestras fuerzas!

Esto va para el guerrero, dependemos de él...