Los aliados buscaron dentro del cofre, no parecia tener trampas pero si una gran cantidad de cosas que los gigantes habían estado robando y saqueando a las pobres gentes de la zona.
Habia montones de monedas en plata, cobre y oro. Tantas que tardarían en contarlas. Rebuscando entre las mismas monedas encontraron tres tubos que contenían rollos de pergamino. El primero poseia runas escritas en arcano de su propietario. Los otros dos parecia clericales, sin ninguna marca de deidad. Además de una hermosa espada y un cuchillo de magnifica manufactura. Además de una poción en una botellita reforzada para que aguantase los golpes.
Perdonad la tardanza, dirigo demasiadas aventuras :P
En cuanto salgais os llevó a la fortificación enemiga.
Jadewo, mirando el pequeño tesoro, comenta.
- Al fin resultó no ser mala idea eso de acercarnos a sus refugio.- De una bolsa de cuero impermeabilizado de su cinturón saca una pipa y la va lenando con hierba mientras contempla el equeño botín.- En verdad hiciemos bien en librar esta región de esos gigantes, para reunir tal cantidad de monedas deben haber causado mucho daño.
Se coloca la pipa en la boca y la enciende con una tea ardiente del pequeño fuego que han montado para clentar mínimamente la estancia, todos pegados a él. Sulta un par de nubes de humo. Se sienta en el suelo, con las piernas cruzadas, la capa esta a un lada secándose ante el calor de fuego.
- Tim, sería bueno que tubieras a mano esos pergaminos divinos. Mira a ver que contienen.
Mirando al resto.
- Si vosotros soys capaces de hacer buenuso de la espada o la daga, adelante, tomadlas.- Sin decir nada deja al alcance de Ithilion el pergamino arcano. Lueg mira la poción.- Alguno de vosoros entiende de brevajes?
Supongo que los gigantes se hacen un monton de pieles o algo así para dormir, así que contaré cuantos hay para ver cuántos vivian aquí. también busco otros indicios como enseres personales, armas, etc.
Angor comprovó los enseres y las pieles de gigante. Sin duda, todos los indicios apuntaban a que eran solo cuatro los que vivian en esta cueva.
Ithilion despertó, como si no hubiera estado durmiendo al escuchar de los rollos de pergamino. Con presteza, no sin antes hacer un gesto de agradecimiento, recogió dicho embase de pergaminos y leyó las runas arcanas. Permitiendose unas palabras arcanas murmuradas en baja voz, observó detenidamente las armas.
El mago enarcó las cejas sonriente.
Sin duda ambas armas son magicas, pero de caracter menor. Las armas que vosotros portais son sin duda, mas poderosas.
Con esto quiero decir, que ambas armas son de +1 :)
Inspecciono los pergaminos clericales y la poción, por si pudiese saber cuales son su cualidades. Sin lugar a dudas, serán útiles en la aventura, sea cual sea su contenido.
Uhm... ¿Puedo hacer eso, o tendré que dárselo al mago para que lo identifique?
Se levanta no con poco esfuerzo.
- Voy a montar un poco de guardia. Dentro de un par de horas vendré a buscar relevo. Las haremos en el siguiente orden, después de yo le tocará a Angor, luego Kratos, después Petro y para terminar Tim. Durante los sucesivos días iremos turnándonos.- Mira a sus compañeros con la pipa en la mano par apoder hablar bien.- Alguna objeción? Pues voy a empezar con mi guardia.
Sin más, recoge su mangual y se dirije hacia la entrada de la caberna. Soltando leves nubecillas de humo aromático de su pipa.
Tim entendió inmediatamente los escritos sagrados de los pergaminos, e incluso identificó la poción.
Pocion de healing (cura 2d4+2)
1 rollo de clerigo
1 conjuro 1-4
En cuanto lo decidais, marchamos por la puerta al fortín. :)
Creo que no hay mucho que decidir. Descansamos haciendo guardia, y a seguir camino Moria.
Siempre hay conjuradores que puedan querer tener conjuros preparados de una manera u otra, por eso espero.
Ithillion esta listo, como Tim. Con Angor y Jadewo listos nos vamos. Parece que Kratos tarda en postear, como Pietro.
Lo siento master, creía que se entendía como que haciamos las guardias y marchábamos, lo siento.
Por mi está bien.
El grupo se pone en marcha d enuevo tras descansar una noche en un lugar seco y sin viento.
Abriendo la marcha andan Petro y Jadewo, dirigiéndose hacia el lugar de la fortaleza maldita.
Los compañeros marcharon toda aquella mañana y parte de la tarde. Los caminos eran tortuosos y embarrados. No habían olvidado el camino que les había llevado hasta los gigantes y la cueva, el cansancio de sus pasos y el combate era notorio. Aunque una noche de descanso había obrado milagros.
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