- Vamos, pero me parece sorprendente la cantidad de gente que va a parar a estas ruinas perdidas en el desierto y el tiempo.
De pronto aparecen ante vosotros 4 mujeres armadas con espadas, lanzas y escudos, además de portar arcos y aljabas. Llevan armaduras de bronce y bajo estas túnicas verdes. Sus rostros se esconden tras unas máscaras de bronce representando a una mujer.
- ¿Quiénes sóis?¿Y a dónde os dirigís?
Tirada oculta
Motivo: Sorpresa
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Yo soy un apuesto enano, pero eso no hay que de decir pues evidente es. Este es mi amigo maese elfo. Andamos buscando comida y agua, pero que fable tambien mi compañero.
Tras las duras batallas contra polvorientos no muertos, la deshidratación continua y lo remoto y desolado del lugar, Ghranduil no puede si no pellizcarse disimuladamente para comprobar que no esta alucinando.
- Tomamos refugio de las tormentas de arena en estas ruinas, y nos perdimos en sus profundidades, buscamos fuente de agua y también, si no con tanta urgencia, la salida de este lugar.
- Vaya, ¿Así que unos extranjeros que han venido ha visitarnos? ¿Cuál es vuestra intención?
Tirada oculta
Motivo: Diplomacia
Tirada: 2d6
Resultado: 8
Visitaros decis, pues ¿acaso vivis en aquestas ruinas?.
Mi intención es salir vivo de aquesta aventura, llenar la panza y mojar el gaznate, para coger fuerzas y partir de áca sin ocasionar ni molestia ni quebranto a los áca vivientes.
- Claro que vivimos aquí, lo hemos hecho desde hace cientos de generaciones, y no sólo nostras, muchos más y una ciudad entera yace bajo nosotros. Si queréis comida y bebida tan sólo debéis aceptar ser miembros de la Hermandad de Madarua, como miembros de segunda, ya que no sóis mujeres.
Con las mis tripas vacias y el gaznate seco juro lo que querais. Morir de hambre y sed o morir, o tal vez vivir con aquestas amazonas. La solución a ese pleito parece clara, ¿ no es asi maese elfo?.
¡Soy mucho mas mujer que cualquiera de vosotras! ¡marichochos!
- Querríamos partir a nuestras tierras en cuanto podamos, no deseamos inmiscuirnos en vuestros menesteres, ¿Podríamos pediros suficiente agua y raciones como para salir del desierto sin abusar vuestra hospitalidad?
- No habrá ningún problema, acompañadnos- Dicho esto siguen avanzando hacia el pasillo por el que vinistéis al principio.
- Tomad un poco de nuestra bebida para saciar vuestra sed- Os entregan dos cantimploras llenas de un dulce líquido, hidromiel mezclada con un dulce vino.
Ok, el elfo bebe y las sigue si el enano procede igual.
Teniendo en mente lo oido anteriormente, el enano recula un poco.
Damas guerreras, tal vez aqueste cuerpo enano, no sea buen embajador de la vuestra causa, por lo que tal vez fuere propicio, darnos unas pocas de provisiones y de liquido, y dejarnos marchar, puesto que tal vez no valgamos para lo vuestro.
- Siempre puedes ser simpatizante de nuestra causa y no de las otras presentes en la pirámide. Si es lo que queréis la próxima vez puede que nuestro encuentro no sea amistoso.
- ¿Es muy grande esta uh.. piramide? Habita en ella mucha gente? Hasta ahora no hemos encontrado mas que ruinas, monstruos y no muertos... -
- No sacaréis más información de nosotras si no os unís a nuestra hermandad. Así que decidid.
- Entendemos, pero antes de comprometernos supongo que nos direis cuales son los preceptos de esta vuestra hermandad, cuales son vuestros objetivos y que esperariais de nosotros. -
-Acompañadnos a nuestro cuartel general y allí nuestra líder os lo explicará todo, y si aceptáis os daremos de comer y cobijo.
Ghranduil dirige una mirada al enano y le susurra - parece razonable... -