Partida Rol por web

Sorprendido y sobresaltado, me giro ante el extraño tipo que ha salido corriendo hacia mí. Lo cierto es que no me suena su cara, es como si no lo hubiese visto en la vida. Sin duda, es un tipo extraño, pero bueno, voy acompañado de tipos extraños, y que, es evidente que no rigen bien, pues hacen cosas extrañas muchas veces. A veces me siento incompredido en este mundo...

Miro al gnomo de arriba a abajo, para decirle- ¿Mi hermano? Lo siento caballero, pero el único hermano que tengo es un ogro de las profundidades, como yo, y hace siglos que no le veo. Exactamente, un siglo, que no son siglos, pero también vale. -Lo vuelvo a mirar de arriba a abajo. Lo cierto es que su cara me resulta familiar, aunque no logro adivinar porque. ¿Quizás será el hecho de que su cara se parezca misteriosamente a la mía pero sin bigote?. Con esto presente, le digo- Vale, supongamos que eres mi hermano. Si eres mi hermano, sabrás contestarme a estas preguntas facilmente... ¿Que sabes sobre nuestro queridísimo tío Tim, clérigo de Gond, cuya última aventura fue ir en busca de la ciudad de los perdidos, demostrando su valía una vez más como clérigo? ¿Te gusta mi sapo Clyde? ¿Sabes dónde he puesto mi pergamino de bola de fuego? Lo cierto es que no lo encuentro por ningún lado... -Este tipo es demasiado escuálido para ser mi hermano... Y Clyde seguro que opina lo mismo...

Aenghus contempla la escena sobresaltado... dios mio... un familiar de Mafuso, ¿serán iguales?... Aenghus no es muy imaginativo pero la escena le hace sentir escalofrios.

Me echo la mano a la frente y muevo la cabeza en señal de negacion o no, otro Mafuso y por lo que parece es igual que él, pero como los dioses pudieron cometer dos errores

Esfurmo muestra una sonrisa impaciente mientras Mafuso desgrana sus preguntas. Luego juguetea con una cuchara que hay en la mesa de la taberna y se la pone junto a la nariz, para observar su factura metálica antes de contestar, con calma:

-Pues que fue del tio Tim del primero del que oí las palabras forjar, yunque y escafandra. Y aunque la tercera aún no sé qué significa, las dos primeras han dado sentido a mi vida. Tu sapo es irrelevante, a menos que tenga escamas metálicas.  ¿Las tiene? Y sobre tu pergamino imagino que lo habrás dejado en tus bolsillos. -Deja la cuchara de vuelta sobre la mesa, y palpa en busca de un tenedor brillante- Cuando eras pequeño siempre perdías montones de cosas: comida, monedas de oro, juguetes, la razón... Madre te imitaba perdiendo la paciencia, padre las formas y yo el respeto. Pero todos te queríamos, incluso yo, sobre todo yo, bueno, al menos un poco. -Parece recordar de carrerilla, mientras comprueba la robustez del tenedor clavándoselo en el muslo- Me sabía casi tu nombre entero, y jugabas sobre mis rodillas. No, en serio. Lo malo es que jugabas a los mineros, y un día casi encuentras una veta de piedrametal en mi rótula izquierda. Aun no me has dicho qué haces aquí. ¿Quieres espadas? Tus amigos y tú necesitaréis espadas, supongo que es algo que todo taxidermista ambulante necesita. Porque eso sois, ¿no? Taxidermistas ambulantes. El caso es que conozco a un herrero por aquí cerca que vende espadas. Bueno, soy yo. Y eso.

Rebusco en mis bolsillos, hasta que mi cara se torna en un gesto de sorpresa. De forma triunfal, saco el famoso pergamino, de color amarillento, atado con un cordel y sellado con cera, en el que se puede ver un par de runas, de escritura mágica- ¡Ajá! ¡Aquí está! ¡Mi queridísimo pergamino de bola de fuego! ¡Todo este tiempo buscandolo, y aquí está!

Tras esto, guardo mi pergamino en el lugar en el que estaba, para concluir- Bien, si sabías dónde estaba mi pergamino... ¡Es porque eres mi hermano sin duda! ¡Hermano! -digo abrazando a Esfurmo- Pero dime... ¿Qué te ha pasado? Estás un poco raquítico. Seguro que no has comido nada en años...

En ese mismo instante Eristoff el bardo entra en la taberna. Os saluda levantando la cabeza y se dirige hacia el tabernero, bromea unos instantes con el. Despues viene hacia vosotros.

- Hombre, cuanta gente reunida, parece que le vais a plantar cara a los orcos finalmente . Ya tengo esa informacion de la que habiamos hablado, cuando querais nos sentamos y hablamos de negocios.-

 Ailush que estaba sentada esperando que el cantinero le trayera algo de cenar les indica con un gesto del bazo que se sienten.

 - Sentaos todos, por favor, y veamos de que información disponemos antes de terminar de preparar nuestros planes a seguir.- Dice con una agradable sonrisa la menuda sacerdotisa.- Y bien Eristoff? Por lo que parece algo has esbrinado.

El gnomo deja el tenedor en la mesa y mira a su hermano.

-Bueno... comí, sí. Un par de veces. Es aburrido comer, ¿sabías que sólo se mueve la mandíbula de abajo? ¡Es estúpido! El caso es que aquí estamos, y mírate. No, eso no podrías hacerlo, a menos que pudieras sacarte los ojos, algo nada aconsejable en esta época del año. -Hace una pausa mientras saca un diminuto martillo de herrero de sus bolsillos y se dedica a golpear las armas de los presentes, para ver si están bien templadas. Luego alza su pequeña cabeza y dice:

-¿He oído orcos? Vaya, parece que la taxidermia ya no es lo que era. Quizá podría echar una mano, un pie o algo parecido en este asunto. Conozco a un herrero por aquí cerca que nos suministraría el equipo. Bueno, ése vuelvo a ser yo. Pero es buen equipo.

Y sin más se sienta, observando atentamente al individuo llamado Eristoff, esperando sus palabras.

Despues de las presentaciones pertinentes y los saludos, Eristoff hace valer sus interesas y cobra su merecida recompensa, despues os cuenta:

- Bien parece ser que si, como todo indicaba formaron un grupo aventurero y se lanzaron a explorar las ruinas que hay dos dias al norte de la ciudad.-

- Aquellas ruinas desde hace tiempo estan habitadas por orcos.-

- Hable con el hombre de los establos y una semielfa con un cuervo como mascota, claramente es Kara Calodra, compro 5 caballos y un pony hace varios meses, y se los llevaba durante un par de dias mas o menos una vez al mes, hace unos cinco dias la dama se llevo los caballos y no ha vuelto a saber nada de ella.-

Estarán relacionados ambos eventos?... Aenghus espera que los demás más habladores le pongan en antecedentes.

 Ailush asiente.

 - En efecto, nosotros.- Dice señalando  Aenghus.- Hemos ido a los templos, dos de los jovenes són creyentes, uno de Tyr y el otro de Oghma. Según han dicho sus tutores espirituales han mencionado las ruinas.- Sacando de nuevo el mapa.- Veís estas són las ruinas y este el camino a seguir.-Mira a sus compañeros.- Todo apunta a que esté fue su destino.

¿A qué esperamos...? los profundos ojos del guerrero brillan esperando acción mientars que espera a que sus compañeros decidan.

Bueno, si todo esta decidido, podemos comenzar cuando digais.

 Ailush asiente ante el ardor de sus compañeros.

 - Aenghus y yo ya hemos comprado provisiones suficientes para varias personas, por si los encontramos sin provisiones, y para varios días, pues no sabemos lo que encontraremos.- Mira a sus compañeros.- Propongo partir mañana cuanto antes, junto con el amanecer, bajo la bendición del Padre Radiante. Siendo los que quedamos ante la partida de Arek y Puk, la necesitaremos con más ahinco.

La tarde transcurre y nuestros amigos discuten los planes, poco despues deciden que es mejor partir, no hace falta pasar una noche mas en la taberna, cuanto antes partan mas posibilidades tienen de encontrarles con vida.

Mientras avanzazais por las mugrientas calles de la ciudad, una siniestra figura enfundada en una armadura de cuero tachonado y provista de un escudo ligero de madera surge de la bruma. El hombre, desaseado y sin afeitar, os observa con colera, con una clava en la mano. Asi que vosotros sois a los que ha contratado el señor Nanzher, ¿eh? El viejo debe estar mal de fondos.

Rapidamente se hace evidente que el hombre no esta solo. Los escasos transeuntes abandonan las calles velozmente, revelando a cuatro rufianes mas que con aspecto decidido avanzan desde la bruma.

Empiezo a conjurar, y lanzo un hechizo de causar miedo a los bandidos...

¡Eso os enseñará a no interponeros en el camino de Mafuso, su sapo Clyde y su pergamino de bola de fuego!