Partida Rol por web

La puerta se abre silenciosamente. En el interior de la habitación hay varios expositores de armas y armadure. Esto debió ser una armería que ahora está vacía de objetos.
Algunos de los expositores están rotos y volcados.

En el libro que os tiende Soker es un libro de oraciones a Droskar.
En la primera página hay una anotación que dice: Torag ya no es merecedor nuestra devoción. Solo Droskar puede salvarnos de los errores del rey Garbold

Soker, ¿le echas un vistazo a este cuartucho? Nosotros te cubrimos, no me gusta nada ese montón de murciélagos.

Registro la sala a ver si hay alguna cosa de valor o algún kobold escondido.

-Es un maldito libro de herejes. Habría que quemarlos a todos. Aquí hay una nota que dice: Torag ya no es merecedor nuestra devoción. Solo Droskar puede salvarnos de los errores del rey Garbold.- dice el enano, cada vez más enfadado.

Soker examina la habitación. Lo único interesante que encuentra son cuatro virotes de ballesta con la punta de metal rojo bajo los escombros de una estantería.

Geon, ¿qué metal es este? Son unos virotes curiosos...

Dice Soker mientras le muestra los virotes al enano.

Soker abre la puerta sin esfuerzo y en el interior ve lo que debió ser un antiguo ropero, las perchas y armarios están podridos y la ropa hecha jirones.

-Harapos e inmundicia. No queda nada de la vieja gloria de este jugar aquí... Al menos nos servirán para las antorchas.- concluye Geon, arrancando un trozo de tela con su Urgrosh y envolviéndolo en torno a un palo -Usemos ese aceite y vayamos a por los murciélagos.- termina con ganas de pasar a la acción.

Mientras recopiláis los ropajes, me acercaré a la otra puerta. Habrá que ser cautos en extremo pues el centinela no ha aparecido todavía...

Mmmm. No es inteligente que vayas sólo, comenta Rumuk ofreciéndose así para acompañar al muchacho humano.

-No, iremos todos.- decide Geon -Si el bicho está ahí, habrá que tener cuidado; esos enanos no son de fiar. Haremos las antorchas más tarde. Vamos.- termina Geon, tirando los trapos al suelo y saliendo de la sala con paso firme, en dirección al lado por el que entraron.

La puerta tiene una cerradura sencilla que no le cuesta a Soker forzar. La puerta chirría cuando el pícaro tira para abrirla. Lo que ve dentro es una pequeña sala de estar que parece haber estado ocupada hace poco, sobre la mesa hay un plato con lo que parece un cuervo a medio comer y un par de cubiertos. Hay una puerta al sur en esta sala.

Soker, intuyo que nuestro amigo está cerca, susurra Rumuk detrás del humano.

-Ssshhh...- susurra Geon a Rumuk.

Luego señala a Soker y hacia la derecha de la puerta, mientras seseñala a sí mismo y hacia la izquierda, sacando el hacha. Luego señala el arco de Finn, su ojo y la puerta, y se pone a avanzar.

Antes de avanzar, esperad que mire...