Partida Rol por web

La Corte

La Corte de los Canales

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14/04/2010, 18:27
Director

El troll se cubrió el rostro con sus enormes manos.

- Ya basta... - pidió. - Así no llegamos a ninguna parte. ¿Nadie ha visto nada? ¿Nada de nada? ¿Nada raro de verdad?

El silencio se hizo en la sala, acompañado de miradas sutiles que unos se dirigían a otros. Venace pareció desesperado ante aquella falta de información. Eso suponía que tenían uno o varios traidores y que estaban muy bien escondidos. Y lo peor es que no sabían qué querían.

- Bien. Silveria quiero que te pongas a usar tus artes de inmediato. Nadie se va a mover de aquí hasta que saquemos algo en claro. ¿Queda claro? Y Oliver, estás bajo arresto hasta nueva orden. Bocanegra, bájale abajo.

Con las mismas Venace se levantó tirando la silla al suelo y se fue a su despacho. El redcap miró a Oliver con una mueca de disgusto y le hizo un gesto para que le siguiera. Cassia se cubrió la boca con las manos y abrazó al nocker antes de que este se levantara de la silla para seguir al que parecía ser su guardián. Nadie supo muy bien qué decir o hacer después de aquello.

- Debería ir a trabajar... - murmuró la sluagh levantándose del lado de Griselda.

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15/04/2010, 00:07
Griselda

Griselda asintió a Silveria. También se levantó y se acercó a Venace, para hablarle a solas.

- Cariño, ya sabes que puedes contar conmigo para lo que sea. Quiero a Dévona tanto como tú, y si crees que puedo ayudar para algo, cualquier cosa, dímelo. Estoy preocupadísima con el tema, pero que sepas que le estás solo...

Le cogió ambas manos azules y le dirigió la mejor de sus sonrisas para tranquilizarlo.

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15/04/2010, 00:58
Venace

El troll no era muy dado a gestos compasivos, pero trató de agradecerle a Griselda su compasión con una media sonrisa.

- Solo quiero que salga el culpable. Y mucho me temo que Oliver no lo es, pero alguien tiene que pagar lo que le he hecho a Dévona. No me fio de Cassia, pero es luminosa y... No se hasta que punto podría ser capaz de manipular las cosas para conseguir poder en el feudo. Quizás alguien se esté aprovechando de la situación.

Venace soltó las manos de Griselda y alzó la mirada hacia la habitación donde debía reposar Dévona.

- No quiero que nadie me moleste en unas horas, a no ser que sea importante. Y, Griselda... Échale un vistazo a Bocanegra. Por si las moscas.

Dicho esto el lídel del Séptimo Canal se fue a su despacho.

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15/04/2010, 01:18
Griselda

La Pooka asintió a Venace, dócil. Luego se giró y miró a los demás.

- Beroni, por favor, ve a asistir a Silveria en todos los materiales que necesite. Leona, Fígaro, hacedme un favor y recoged todo esto. La fiesta ha terminado. - Y luego miró a Cassia. Tuvo ganas de matarla, pero había salvado a Dévona. - Cassia, tú... Bueno, Venace quiere estar a solas con Dévona unas horas. Puedes ir a descansar, si lo deseas, pero no salgas de aquí.

Después de haber ordenado a todo el mundo, bajó a los calabozos, para hablar con Bocanegra... Si sabía algo, quería sonsacárselo, pero debía ser cauta. Al Redcap era mejor tenerlo como amigo.

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15/04/2010, 01:26
Director

Como si fuera la segunda al mando, organizó a los que allí estaban. La verdad es que Leona miró con sorpresa a Griselda y se quedó sentada sin hacer nada. Fígaro si que se puso a recoger, mientras que Beroni se fue a buscar a Silveria.

La pooka descendió por las escaleras llenas de humedad hasta lo que eran "las celdas", que realmente era una parte del feudo que no se usaba desde hace muchísimo tiempo, solo para guardar trastos viejos. Cuando llegó, Bocanegra estaba sentado, inclinado hacia adelante hablando con Oliver. Parecía que algo le hacía mucha gracia, pero el nocker no compartía la expresión, así que supuso que se estaba metiendo con él descaradamente ante la ausencia de testigos. Tampoco se percató de la presencia de Griselda hasta que la tuvo casi delante. Entonces se recostó en la silla y la miró ceñudo.

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15/04/2010, 01:34
Griselda

Griselda sonrió a Bocanegra.

- Vamos, chico, no seas duro con él... Sólo en un Luminoso asustado. ¿Te ha dicho algo?

Miró a Oliver, maliciosa. No creía que hubiera sido él, pero para ganarse al Redcap tendría que ponerse a su altura.

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15/04/2010, 02:08
Bocanegra

Bocanegra pareció mejorar su humor ante el comentario de la pooka. Sonrió ampliamente enseñando sus dientes en aquella fea expresión suya y miró de reojo a Oliver.

- No. Solo le comentaba que sus dedos podrían acabar en mi estómago si Venace me diera permiso para hacerle hablar. Pero tiene poco sentido del humor. ¿Verdad? Pero bueno, es un nocker.

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15/04/2010, 02:09
Griselda

Griselda sonrió también. Luego hizo un gesto de desdén con la mano.

- No creo que tengas que llegar a eso, Bocanegra... Porque Oliver es un Luminoso amable y nos dirá todo lo que sabe, ¿verdad? - sonrió maliciosamente al Nocker. - Claro que sí... Así que comienza, amigo. ¿Qué sabes de una conspiración contra el Feudo? Porque todos sabemos que los Luminosos quieren el Séptimo Canal, y por eso estáis tú y Cassia aquí.

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15/04/2010, 13:44
Oliver

El nocker, sintiéndose seguro después de todos modos tras los barrotes, entrecerró sus ojos devolviéndole una mirada de odio a Bocanegra y después a la pooka.

- ¡Yo estoy aquí porque Leona me recogió, pichón engreído! Y Venace no tuvo ningún problema con que fuera luminoso. Que poco has nombrado a Bernoni, ¿eh, pava? - el nocker se cruzó de brazos. - Si hay problemas internos es culpa vuestra, no mía. Yo no he saboteado las armas, y con que lo sepa Venace me sobra y me basta. No necesito que tu enorme culo lo corrobore.

Dicho esto, Oliver alzó las cejas satisfecho y se fue al fondo de la celda mientras Bocanegra se reía a carcajadas por la contestación.

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15/04/2010, 13:51
Bocanegra

- ¡Espero que no hayas usado tu arte pooka, porque menuda verdad te acaba de soltar!

El redcap encontraba la charla muy divertida al parecer.

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15/04/2010, 15:19
Griselda

Griselda echó una mirada furibunda a Bocanegra, para indicarle amablemente que dejara las tonterías. Luego se volvió a Oliver y cerró las manos en torno a los barrotes de la celda.

- Mira, basura... Me importa un comino en qué condiciones hayas llegado aquí y cómo le caigas a los demás. Yo no me fío, y menos de que seas el brazo derecho de la víbora esa. Me vas a decir ahora mismo quién tendría interés fuera del Feudo de hacernos daño atacando a lo más valioso que tenemos aquí dentro, que es Dévona. Y me lo vas a decir si no quieres salir por esa puerta con un brazo menos en cuanto salgas de la celda. Bocanegra está hambriento, y no vacila. Luego ya le explicaré a Venace lo ocurrido, porque no sé si lo has notado, pero confía en mí muchísimo. Así que empieza a largar, rata, o vas a conocer cómo nos las ingeniamos las Pookas. Y algo debes de saber, dado tu grado de amistad con Cassia...

Apretó la mandíbula y clavó sus ojos en el Nocker para darle a entender que iba en serio.

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15/04/2010, 17:08
Oliver

El nocker pareció sentirse bastante seguro tras los barrotes. No se creyó el montón de amenazas que Griselda le había soltado, pero tampoco se jactó de ello. A fin de cuentas el prisionero era él y no estaba precisamente en la mejor compañía.

- ¡Que te he dicho que no se nada, joder! NA-DA. Cassia no es mi mejor amiga aunque sea Luminosa, y si ella tiene algo que ver con lo que ha ocurrido a mi no me lo ha contado. Así que vete buscándote otro al que acusar.

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15/04/2010, 17:37
Griselda

Griselda bufó.

- Por tu propio bien espero que no me estés mintiendo, porque si no... - Miró durante unos segundos más al Nocker, y luego a Bocanegra. - No le pierdas de vista, ¿vale, cariño? Y si suelta algo, o se pone impertinente, me llamas. Voy a subir a ver si Silveria tiene algo.

Se despidió del redcap y subió las escaleras, de nuevo al salón.

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16/04/2010, 01:00
Director

En el salón solo estaba Leona y Fígaro sentados en un sofá, charlando en susurros. Cuando vieron aparecer a Griselda la miraron durante unos segundos antes de seguir a lo suyo. Beroni no estaba allí, así que debía seguir con Silveria.

La pooka se dirigió hacia las habitaciones y encontró a la sluagh sentada en una cama con un montón de cartas de tarot extendidas. Beroni sujetaba el mazo y una bola de cristal, y miraba con curiosidad a Silveria sin comprender muy bien lo que hacía. Aunque, a juzgar por la cara de la chica, ella tampoco lo sabía muy bien.

- No... No está claro. Es como si las cartas se hubieran vuelto locas. Hay muchas contradicciones. - susurró frustrada. - Aquí parece que dice que las cosas vienen de dentro del feudo, osea, de gente que lleva aquí bastante tiempo. Que no tiene fines externos... O algo así. Es que no lo veo con claridad.

- Quizás si pruebas con otra cosa lo veas un poco más claro... - dijo Beroni con una sonrisa nerviosa.

La sluagh cogió la bola de cristal entre sus manos y comenzó a recitar extraños cánticos mientras el boggan miraba indeciso a Griselda. Quizás no debían molestarla.

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16/04/2010, 13:24
Griselda

Griselda sonrió a Beroni, y volvió sobre sus pasos al salón. Se dirigió a Leona y a Fígaro.

- Gracias por vuestra ayuda, chicos. Sois muy amables. - Dijo sonriendo. Luego miró a su alrededor. - ¿Sabéis dónde ha ido Cassia?

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16/04/2010, 13:43
Leona

Leona, que estaba recostada de lado sobre el sofá, abrió los ojos y miró a la pooka de soslayo. Fígaro estaba al otro lado, con la cara apoyada sobre su mano, también medio dormido. Era tarde a fin de cuentas.

- Mmm… Creo que subió a atender a Dévona. O a esperar a que se despertara. ¿Cómo está Oliver? – preguntó la sátiro, carraspeando para aclararse la voz.

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16/04/2010, 13:51
Griselda

Griselda chasqueó la lengua.

- No sabe nada... Y si sabe algo, lo oculta muy bien. Bocanegra lo tiene atemorizado. Entre nosotros... No creo que Oliver fuera capaz de hacer nada, pero no lo sé... Con todo lo que se escucha en la Corte...

Se sentó en el sofá, y esperó, charlando eventualmente con Fígaro y Leona, a que saliera Silveria, o Venace, o alguien... Necesitaba respuestas.

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18/04/2010, 15:47
Director

Fígaro no tardó en dormirse en el sofá, pero Leona se quedó despierta charlando con Griselda. La verdad es que estaba bastante descontenta, pero no parecía disgustada con la idea de que Oliver estuviera entre rejas. A demás, a pesar de que su carácter altivo y orgulloso chocase frecuentemente con la pooka, compartían aquella insana adversidad hacia Cassia.

Pasaron bastante rato solas en el salón, acompañadas por los ronquidos del sátiro cuando, finalmente, Leona decidió acudir a ver a Dévona para ver qué hacía Cassia. Griselda se quedó a la espera de que alguien apareciera con noticias, y como si una fuerza invisible hubiera leído sus pensamientos, comenzó a escuchar la voz de Beroni alterada en el piso de arriba.

- ¡Pero cómo va a decir eso! Te has tenido que equivocar.

El boggan, seguido de Silveria, salió de la habitación dirigiéndose hacia abajo. La sluagh dijo algo, pero Griselda no llegó a escucharlo por los susurros.

-¡Que no! Si yo estaba contigo y con Venace. ¿Cómo puedes tan si quiera dudar de mi…? N-no lo entiendo. Pensé que éramos amigos…

- Yo no tengo la culpa, Beroni – respondió ella acongojada. – Te juro que lo he mirado tres veces para no equivocarme. Pero todas apuntan a ti… Lo siento…

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19/04/2010, 00:39
Griselda

Griselda enseguida se puso en pie, y se llevó las manos a la boca. Frunció el ceño y puso una mueca de indignación. Beroni también era Luminoso, después de todo... Caminó altiva, y fue hasta el despacho de Venace. Tocó suavemente dos veces antes de abrir la puerta.

- Venace, tenemos una respuesta complicadísima. Silveria ha consultado muchísimas veces a los astros hasta la saciedad y... Fue Beroni. Están abajo, y pretende irse. - apremió la Pooka.

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19/04/2010, 09:31
Director

El troll estaba a punto de gritarla cuando escuchó la noticia. Cerró la boca y se levantó de la enorme mesa de roble. Salió corriendo hacia la puerta, y sus pasos resonaron por toda la estancia.

- ¿Dónde están? – le dijo a Griselda para que le indicara el camino.

Pero no hicieron falta indicaciones, pues Beroni, seguido de Silverira, ya estaban casi frente a la puerta del despacho. Fígaro también se había despertado y caminaba hacia allí.

- ¡Venace! Yo no fui, te lo juro. Estaba contigo y con ella en el teatro. ¿Cómo iba a dañar a alguien? Tienes que creerme… los astros se equivocan, pueden equivocarse. Silveria puede haberlos interpretado mal… ¿no?

El troll, indeciso ante aquella situación alzó la mirada hacia la acongojada sulagh para que explicase su postura.

- Yo… lo siento, Beroni, pero me ciño a repetir lo que veo. Las cartas me insinuaron que los luminosos no habían sido, no al menos de la forma que todos pensamos. Y después hablaron de alguien que adoraba a Griselda. Y no hay nadie que adore más a la pooka que tu. ¿Cómo voy a interpretar eso… sin pensar en que eres tu? Pero las motivaciones las cartas no me las pueden decir.