Partida Rol por web

El Sargento Callum se dirige a la Lt. Shedd. -Deben darse prisa, los últimos reportes registrados es que se acerca una tormenta y no querrán pasar la noche fuera de algún refugio... Lt. Shedd le entrego las coordenadas para el hangar de la Base Eco... Los parámetros de esta misión se encuentran encriptados en el mapa, la misión principal será entregar estos cañones de iones en la Base Eco para su pronta instalación, en este momento estamos un tanto expuestos y sin capacidad de respuesta inmediata desde aquel punto... espero que lleguen con bien y su escuadrón completo, que la fuerza le acompañe...- El sargento le hace la seña militar de saludo-despedida y se aparta ante el sonido de los motores del carguero Black Rose el cuál se abre paso a velocidad lenta arrastrando los cañones de iones restante para ser trasladados por tierra hasta la Base Eco.

-Entendido Sargento...- Binore le regresa el saludo y monta su tauntaun, a paso lento sigue de cerca al carguero el cuál arrastra enormes cadenas electromagnéticas de color púrpura brillante, las enormes esferas apenas y caben en aquel estrecho lugar.

-Ok escuadrón Brown, todos activen sus radio transmisores equipados en su casco... bien hecho... ¿Todos me escuchan?. Varios levantan el pulgar. -Hora da partir, Kabir, Laidax, Orson y Karn, cubran el flanco izquierdo, los demás al lado derecho...- La Liutenant baja sus gafas., -No se separen mucho del carguero, las esferas ionicas van muy bien protegidas entreguemoslas sanas y salvas a la base Eco...- Binore apresura a su montura a la salida de aquel hangar, una brisa gélida los abraza dándoles una fría depedida.

-Cualquier situación fuera de lo normal, no duden en activar los radios...- Binnore se adelanta un poco para tantear el terreno el cuál se siente firma ante el primer paso, y les ahce una seña para que avance el escuadrón a las inhospitas llanuras de hielo del planeta Hoth.

Mientras sujeta con una mano las riendas de la bestia, con la otra Karn termina de ajustar su caso, coloca torpemente  el transmisor, sube su capucha y  cierra todo lo posible el abrigo térmico, mientras el tauntaun empieza a mover impacientemente sus patas.

- Ya vamos, chico, no te pongas nervioso... - le dice a la montura palmeandole el cuello para tranquilizarlo. 

Hora da partir, Kabir, Laidax, Orson y Karn, cubran el flanco izquierdo

- Recibido, teniente - Karn tira de la riendas para hacer girar al tauntaun hacía la posición indicada, pero le lleva algunos intentos conseguir coordinar sus piernas y sus brazos sobre la silla para que el animal se mueva en la dirección deseada. - ¿Que distancia dices que tenemos que movernos sobre estos bichos? - El terreno helado despide brillos en la nieve, así que se ajusta las gafas mientras observa el paisaje. No parece que ofrezca mucho refugio ni que sea especialmente acogedor. - Espero que estaos tauntaun aguante realmente bien el frío...

Sobilles, se ciñe todo el equipo térmico. una vez ajustado, solo se ven sus dos grandes ojos, cubiertos a su vez por las gafas.

Sin duda es el Duro más peludo que habrán visto muchos de la base, con tanto abrigo de pieles... Se ajusta el transmisor y hace una prueba. «Sobilles a escuadron, me recibis?». Todo parece funcionar.

Antes de montar sobre su nuevo amigo, da una última mirada a su camarada Arfour:

Chico, cuida del Ala, ya me informarás cuando nos veamos otra vez, y no dejes de usar el lubricante!!!

Al fin monta en su nuevo amigo (mas vale tenerlo como tal, sobre todo ahi a fuera...). -Vamos "Recorrenieve", sigue a tu compadre, ese, go go go...-

Al final se incrusta en el lado que le corresponde, se asegura de tener a mano su blaster y se concentra en su montura.

Con el están Hanna y Akdor, no sabe aun si los pilotos picaro tambien se uniran a la expedición...

-Hora da partir, Kabir, Laidax, Orson y Karn, cubran el flanco izquierdo, los demás al lado derecho...

Al no escuchar su nombre, Ackdor mira a Hanna y Kir y se dirige junto a ellos al lado derecho de los immensos cañones. Los ve arrastrarse por encima de la nieve con cierta sorpresa, el carguero que los transporta parece lento y pesado, sólo algo así podría cargar con unos cañones tan grandes. 

- Sargento? No había ningún vehículo terrestre más adecuado que estos animales?

Hacer frío y Ackdor se sube la chaqueta hasta quedar con la cara tapada. Mira al cielo, donde parece que la tormenta empezará en breve.

- Kir, habías montado nunca antes uno de estos? Parece que va sólo, pero no se cómo responderá cuando haya que moverse con agilidad.

Ackdor intenta manejar el animal pero este parece seguir su fila más que seguir ninguna de las intrucciones del Mon Calamari.

A pesar del frío el cielo azul enmarca un día soleado lo que dificulta la vista al reflejo solar en la nieve, el carguero avanza lento jalando los enormes cañones mientras las diminutas figuras del escuadrón Brown montando los tauntaun apenas y se distinguen por el escarpado terreno congelado después de un par de horas en ruta a la base Eco.

Los transmisores suenan al mismo tiempo en todos los jinetes escoltas.

«Los sensores del Blackrose detectan interferencia electromagnética a unos 300 Drecks de distancia, eso indica que podríamos enfrentarnos a una tormenta... trataré de forzar los motores para duplicar la velocidad, he realizado este viaje un par de veces, esta es la manera más segura de no perder astronaves, ningún motor a excepción de los del T-47 snowspeeder soportan este clima por mucho tiempo...»

A lo lejos el horizonte se comienza a tupir de cúmulus nimbus anunciando una peligrosa tormenta de nieve.

- Genial - comenta Karn con sequedad, observando las capas de nubes a lo lejos. - Oye, ¿los tauntaun estos son criaturas nativas de este planeta? ¿donde se esconden cuando viene una tormenta? En algún lugar buscarán refugio, digo yo... y quizá no sea tan mala idea pensar en hacer lo mismo. - Karn observa inquieto el paisaje alrededor, donde todo parece nieve y hielo, y poco refugio encuentra para el carguero, el cañón y las monturas.

Binnore nos organiza para escoltar las enormes esferas, coincido por el ala derecha con el calamari y el duro, curioso que los no humanos vayamos todos por un mismo lado, curioso. Acaricio al animal para hacerme con su cercanía a la vez que noto cierto calor envolviendo mis enguantadas manos bajo su manta de pelo - A ver cómo te portas - le doy unas palmaditas y lo hago caminar para aclimatarme a su ritmo. Me resulta gracioso montarlo - ¡es divertido, chicos!

Como somos tres los que vamos a ir por este lado les indicio tanto a Kir SoBilles como a Ackdor el orden, así que, les digo que iré en la retaguardia y dejo que ellos dos se organicen para quién va delante y quién detrás - ¡Venga, que no tenemos todo el día!

Doy varias vueltas con el animal alrededor de mis compañeros para animarlos a ponerse en marcha, después ocupo mi lugar atrás del convoy. Activo la radio - «Se oye, se oye? ¡Aquí Hana!»- Bien, parece que funciona, todo correcto. 

Presto atención a la información que nos dan sobre la interferencia electromagnética, vamos una tormenta de nieve y me parece sensato, a la vez que oportuno el comentario de Karn sobre la posibilidad de buscar un refugio en caso de que empeoren mucho las circunstancias, aunque claro tampoco podíamos abandonar el convoy - «Creo que si la cosa se pone muy fea, los propios animales nos avisarán de alguna forma, ellos son los que mejor conocen este planeta»

Que la Fuerza nos acompañe...

Respondo a Hanna y a Akdor. - Ya abro yo la marcha de este lado, pero si hay tormenta, lo más apropiado será ir relevandose en esa posición para que el que vaya primero recibiendo el peor embite climatico, no se agote...

-Mensaje Recibido, BlackRose, aunque si esto empeora supongo que incluso estas monturas preferirán buscar un refugio, y nadie de aqui creo que esté mejor preparado que ellos...-

El problema es encontrar algo en este erial blanco...

El paisaje cambia totalmente, una ventisca fría arrecia poniendo a los tauntaun nerviosos, el inicio de la tormenta toma desprevenido al contingente quienes ya ni siquiera pueden ver a más de dos metros de distancia debido a la nevada.

El escuadrón no alcanza a ver al carguero ni tampoco a los enormes cañones de iones, el transmisor en los radios de los cascos resuena en todo el equipo Brown.

«Aquí Blackrose... ¿necesitan que descienda en el carguero? pero sólo cabe el escuadrón, tendrán que soltar a las bestias y nos quedaríamos sin escolta... o puedo esperar a que encuentren algún refugio y aguantar a que pase la tormenta... decidan pronto que esto empeorará...»

Reena corta comunicación a la espera de la decisión del escuadrón Brown.

A Ackdor no le caían bien esos bichos sobre los que cabalgaban. Aún así le parecía cruel abandonarlos en esas condiciones heladas.

Cuando llega la ventisca y todo se nubla, se abrocha la chaqueta hasta que esta le tape la boca. El frío le congela sus pequeños mofletes. Se acerca a Hanna y Kir para no perderlos en medio de tanto caos.

-Bin, - dice por el intercomunicador - Quizás deberiamos buscar refugio, no?

- Tranquilo, pequeño... - Karn intenta tranquilizar a su montura, que evidentemente está agitada con la tormenta. 

- Bin, estoy con Ackdor, si las bestias están nerviosas en esta tormenta más deberíamos estarlo nosotros, busquemos un refugio y rápido!!!

Hanna, Akdor, tenemos alguna correa o cuerda? Deberiamos atarnos los unos a los otros para no perdernos.

Lugar Teniente, Busquemos refugio, sugiero que dejemos que los animales lo hagan, son mas expertos...Otra cosa seria hacer iglus para nosotros, pero no creo que nos de tiempo...

Usted decide Jefa. Reena espera una respuesta. Lo cierto es que en estas condiciones no somos ni escolta ni nada...

Le hablo a la montura, mientras le doy otro dulce... vamos amiguito, busca un lugar donde protegerte, tu sabes hacerlo. Y aflojo un poco el tiro de las riendas a efectos de que se sienta mas libre. Como reacciona?

Laidax escucha la conversación por radio cubriéndose el rostro. «No tenemos opción, estoy con la mayoría busquemos un refugio...» su montura avanza nerviosa entre aquella ventisca, Laidax se recarga sobre su lomo y sujeta las riendas con fuerza tratando de protegerse de la aguanieve que azota sus gafas. -Sigue un poco más amigo, pronto estaremos a salvo en algún resguardo...-

-No veo absolutamente nada, estamos totalmente expuestos, si en este momento nos emboscaran seríamos presa fácil ¿Cómo encontraremos refugio? si no alcanzo a ver nada más allá de mi nariz...- Orson refunfuña cubriéndose la boca con el antebrazo y con una sola mano trata de dirigir su montura lo más recto que pueda. -Lt. Shedd debemos encontrar algún refugio ¡ya!, no quisiera que nos dispersemos, o peor aún, caer en alguna trampa de hielo que de seguro debe haber  bastantes.-

La tormenta no permite ver mucho del terreno en que se encuentran a lo que Devh limpia muy seguido sus gafas con sus guantes ya empapados por el aguaniave. -Démonos prisa en encontrar refugio, no me gustaría perder una extremidad por hipotermia y creo que nuestras monturas por muy acostumbradas que estén a este clima, no soportarán mucho este paso...-

«Estoy de acuerdo con todos ustedes debemos encontrar algún refugio lo más rápido posible... Capitana Reena puedes enviarnos alguna coordenada segura para refugiarnos utilizando los sensores de tu carguero, no soportaremos mucho en medio de esta tormenta y no podemos arriesgar a las monturas, han sido buenos chicos y hasta ahora han respondido bien, me temo que aunque sean originarios de este planeta no sobrevivirán solos mucho tiempo, si los soltamos y los dejamos a su suerte...» Bin se dirige al carguero esperando las coordenadas para poder guiar a su escuadrón a un lugar seguro.

«Entendido teniente... deme unos segundos...» Reena activa los sensores y revisa le mapa de la zona, tarda unos cuantos minutos y vuelve a responder por el intercomunicador.

«Coordenadas 10/I-GLÚ... no pierdan tiempo esto estará imposible de continuar, yo los alcanzaré pronto... corto.» La capitana del Blackrose cotra comunicación mientras la tormenta arrecia de manera frenética.

Ackdor rebusca en las alforjas en las alforjas del animal su cinturón de herramientas. De él saca una fina cuerda.

-Kir! Hanna! Tengo una cuerda. No es muy larga y tendremos que ir juntos. 

Se acerca cómo puede a sus compañeros y les da la cuerda que aguanta con una mano.

-Seguidme! Creo que sé cómo llegar.

Ackdor avanza contra la ventisca casi a ciegas. Aguanta con fuerza la cuerda que va dando tirones, como un pequeño acordeón. Al menos los siguen. El animal empieza a flaquear, no queda mucho, peró cada vez va más lento. 

-​​​​​​-Vamos, amigo.

Finalmente, delante de sus ojos aparece lo que parece ser una cueva. Tanto él como el animal respiram tranquilos.

Se mira a las manos cubertas por unos guantes helados: sin darse cuenta ha perdido la cuerda y no hay rastro de Kir y Hanna. Se gira, esperando ver a sus compañeros llegar en cualquier momento.

-Kir? Hanna?? Seguid mi voz! He llegado!