Partida Rol por web

Drussilla enrolló su látigo y lo volvió a acomodar en su cintura. Mientras dispersaban a la gentusa reunida. Al poco tiempo apareció la comitiva del Lord.

- Bueno parece que ahí viene nuestro el Jefe de nuestro Jefe... hora de ganarse el pan muchachos!! Ojos abiertos, espadas y arcos preparados!

 - Entendido... - Respondí, antes de dedicarle un último vistazo rapido al trasero pietro de Drussilla aprovechando que estaba de espaldas y no miraba. Con un suspiro de pesar, avance para ponerme en una buena posición de vigilancia, por donde podía ver todo por todas direcciones, y distribuí a mis guardias por lugares estratégicos, para que estuvieran alertas y atentos a todo.

La dama se viste finalmente, pero algo en su expresión no da buena espina.  Finalmente cuando esta lista, la acompañan abajo, donde Swift la espera. El rollizo y rubicundo señor viste un atuendo ciertamente elegante, hecho en piel de zorro con ribetes de oro en los bordes. Habla con un par de cortesanos mientras se prepara a salir, pero se voltea al sentirlas.

Sonrie inmensamente al ver a la joven Clifton bajar a acompañarlos, y casi trota a su encuentro, saludándola con una cordial reverencia. Esta se inclina también, aunque más regia. Le invita a un breve aparte al lord, susurrándole algunas frases rápidamente antes que puedas adelantarte a escuchar. Él se apresura a asentir vivamente. ¿Qué trama?

No tarda en revelarse y es en realidad algo bastante inocente. Al carro donde iran, se le añade otro estandarte. En el mismo ya ondeaba el gallo de Swift. Lo lógico es que también vaya el de Clifton, por la dama.  Ambos pendones flamean en la brisa, juntos. Seguidamente, ambos nobles suben al carro, y Swift da muestras de otro gesto de caballerosidad al dejarla primero, ayudándola incluso a meterse.  Luego lo hace el mismo, sentándose enfrente a ella. La tercer persona eres tú, aunque tambien la ultima, ya que nadie acompaña al lord, ni podria tampoco dado que su cuerpo ocupa bien... un poco mas que la mitad de su lado. Pero afuera hay una docena de guardias flanqueando el carro por seguridad. Es raro no ver a Marcus ni a ninguno de los otros. No obstante, es logico. Deben estar en la plaza asegurando la zona.

El carro y su comitiva arriban finalmente a la plaza, deteniéndose junto al escenario. El gentío de la misma es enorme, al menos un par de millares de personas, que comienzan a converger mientras los soldados forman filas y la puerta se abre. La primera en bajar es Tayla, vestida sobriamente pero acorde. Igualmente pasa casi desapercibida cuando la segunda persona asoma; es lady Clifton!

De alguna forma ha accedido a ceder en sus berrinches y rabias, para asistir al evento.  Luce realmente hermosa con un delicado conjunto de soberbia factura. A saber cuánto le habrá costado a Swift, pero vale más de un par de monedas de oro, eso fijo. Observa al gentío y sonríe, para luego unirse a su “dama” entre murmullos y expresiones de estupor ante la “damita cautiva”.

El tercero y último en salir es lord Swift, también elegante en un conjunto básicamente de piel de zorro y rebordes de oro. El rollizo señor es recibido con aplausos y aclamaciones, aunque moderadas. Justo lo esperable de su popularidad. Seguidamente desciende, para tomar el brazo de lady Clifton. Esta por un momento endurece la expresión, pero acepta el gesto, caminando al escenario con el. Notable.

Marcus está allí cerca del escenario, esperándolos. Drusilla y Gaheris se encuentran algo más lejos, dispersando a los demás soldados en distintos puntos de la plaza para asegurarla. Muy pronto será el mediodía, momento en que el lord dará oficialmente inauguración al lugar. Lo único que faltaría para arruinar el momento sería una flecha inoportuna…

Marcus lanzó una mirada rápida a Gaheris y Drussila indicando con esta que estuvieran listos. Marcus, predicando con el ejemplo se dispuso a observar las inmediaciones buscando algún peligro, de la clase que fuera...

 Ordeno a varios arqueros que se sitúen en lugares altos, donde puedan verlo todo a vista de pájaro, y neutralizar cualquier amenaza rapidamente con sus arcos...

Camino dos pasos detrás de lord Swif y de lady Clifton, que ahora están juntos caminando de brazos, de manera acorde a mi posición al tiempo que procuro estar alerta por si ocurre cualquier contratiempo, observo a Marcus, cerca del escenario y a Drussilla y Gaheris un tanto más apartados, pero no mucho,  con un poco de alivio y vuelvo la vigilancia sobre lady Clifton, puede que hasta ahora no hay a hecho nada malo… pero si soy sincera … por un momento tuve miedo cuando se encontró con el lord…

Las personas importantes llegan al escenario, mientras los soldados aseguran la zona. Pero al menos de momento las precauciones parecen haber tenido buen efecto. No se avizoran peligros en los techos.

Lord Swift alza las manos hacia el gentío, comenzando a hablar con voz algo acalorada pero firme. Rápidamente ensalza las virtudes de la región, de la laboriosidad de su gente, y la riqueza de sus productos. Las palabras van acorde a los ánimos generales, arrancando aplausos y gestos de aprobación. Seguidamente se explaya sobre las comunidades vecinas, y el beneficio que traerá a todos el mercado para el intercambio. Es de destacar que en ningún momento, hace referencia a las tensiones militares de la región. Un deje de realidad que podría empañar el buen ambiente.

Finalmente, con una sonrisa roja por tanto hablar, invita a Lady Clifton a su lado. La joven se había quedado atrás junto con Tayla, durante el discurso, pero ahora avanza con paso firme. Tiene una expresión determinada en su carita juvenil. Toma la mano que el lord le tiende y junto a este saludan a la plebe. Es justo en ese momento…

En ese momento suelta de golpe la mano del lord, y junta las suyas sobre su pecho, en gesto implorante.

-SALVENMEN, POR FAVOR!!  SOY LA HEREDERA DE CLIFFTON, Y DARE TODAS MIS TIERRAS AL HOMBRE QUE ME SALVE!!!!+grita destempladamente, con una voz juvenil que se alza sobre las aclamaciones, acallando al público. Lagrimas brotan de sus ojos, remachando el gesto implorante

Un profundo estupor invade a locales y visitantes, quienes se quedan mirando a la preciosa muchachita que pide ayuda desde el escenario… y promete mas riqueza de la que ninguno de ellos tendrá nunca. Un señorío… Casi pueden verse las olas de sonido sobre la muchedumbre a medida que el rumor repite una y otra vez esas palabras...

 - Con dos ovarios, si señor, la chica sabe como armar una buena... - Pensé sorprendido. La cuestión era ver si alguien aceptaría la oferta... Pues que cosas pienso, pues claro que aceptara alguien, puede que no abiertamente, pero me sorprendería que alguien no intentara algo ahora mismo.

 Miré a Marcus, indicándole que teníamos que hacer ahora, ¿los sacábamos de aquí?. ¿Manteníamos la calma?.

Marcus dio un paso al frente y se posicionó frente al estrado con el semblante serio y una mano soltando las amarraderas de su mandoble recién adquirido. Miró a Gaheris brevemente y luego a Drussila confiando que captarían su mirada de "estad listos", ante una muchedumbre y algo así, el peligro y la tensión eran las canciones más pegadizas - ¡FALACIAS! - bramó con toda la fuerza que fue capaz de imprimir a su voz - ¡SI TAN SI QUIERA ALGUIEN SE ATREVE A AMENAZAR A NUESTRO SEÑOR, QUE SE PREPARE PARA ABRAZAR A LA MUERTE SIN MISERICORDIA ALGUNA! ¡LORD SWIFT NO TIENE DESEO ALGUNO DE ALBERGAR TRAIDORES ENTRE SUS PROTEGIDOS EN SUS DOMINIOS! 

Los ojos de Drussilla brillaron al ver a la joven bajar del carro. Tayla finalmente la había podido convencer, o al menos eso parecía hasta que la situación se volvió tensa. Reboloé los ojos, cansada, sabien do que todo podría terminar en sangre.

- Mierda... Gaylor, Creisen, tensen. Preparó su arco. Intentaría no tener que matar a nadie, pero la seguridad del Lord era lo primero. Se preparó para arrojar una flecha de advertencia de ser necesario.

No solo el pueblo esta asombrado, también lord Swift. Este mira a la joven con una expresión extraña donde se mezclan muchas emociones sin duda… Otro tanto hace el gentío. Las palabras y gestos de Marcus tienen su peso. Aparte, hay casi un centenar de hombres de armas respaldándolo… en parte. Cierto es que pese a todo lo que han hecho entrenándolos, es dudoso que los locales blandan sus espadas contra vecinos y familiares. La lealtad al señor no les llega a tanto.

Por otra parte, la muchedumbre los supera en 20 a 1. El murmullo entre las voces indica división, entre los que no creen las palabras de la niña o son sensatos como para preferir la paz, y los que ven picadas sus codicias. Ciertamente en su mayoría solo tendrán piedras y palos, o alguna daga, y ninguna armadura. Mas en los números hay cierta seguridad… ¿Qué decidirán?

Lady Clifton se arrodilla, un gesto que todavia arranca mas murmullos de piedad. Solo podria parecer mas vulnerable si estuviera sangrando. Es indudable que sabe como manipular los sentimientos del gentio, volcando el favor del pueblo hacia la indefensa señorita...Esto puede acabar muy mal.

¡A mi la guardia! - vociferó a pleno pulmón viendo que no había conseguido nada - ¡DRUSSILA! ¡TENSAD!!

Todo marchaba bien, hasta que el la invito a hablar… “la matare” es el primer pensamiento que pasa por mi cabeza “si el lord no me mata antes a mí” pienso mientras suelto un gemido de horror “debí saber que planeaba algo, maldita mocosa”  Observo como todos los pueblerinos, o al menos la gran mayoría, se agitan en medio de su estupor…

¿Qué harán?

Tiemblo un poco mientras  aprisa pienso que puedo hacer… si avanzo ahora y la saco a rastras definitivamente… no sería buena idea, pero definitivamente no puede continuar con su teatro...

- Descarguen sin darle a nadie!!! Grito Drusilla y su primera flecha cayó entre el Lord y la multitud. Pronto otra flecha estaba lista para salir disparada.

Los soldados vacilan, pero se van agrupando en torno al escenario como una medida cierta de seguridad. Algunos obedecen y disparan sus flechas al suelo cercano. Otros ignoran esas órdenes y adoptan posiciones defensivas, la infantería con escudos delante, los arqueros detrás de esta. Al menos, una cosa buena, ninguno abandona su puesto… de momento.

Esta indecisión no obstante reanima los ánimos del gentío. Aparecen algunos palos y en respuesta  las flechas, piedras y cascotes vuelan hacia los soldados, aunque pocas. No obstante están bien dirigidas y algunos son lastimados. Drusilla recibe una piedra en el hombro izquierdo, que por poco le da en la cabeza!

Mira a Marcus seriamente y se adelanta a un paso detrás de este, para hablar en tono confidencial

-Sera mejor volver a la fortaleza mientras nos protegen…+dice con voz ronca y baja, más formal de lo que rara vez le oyera+ Tenga presente que no quiero una matanza de mi gente, capitán. Solo reprímalos lo necesario mientras nos vamos...

Asintió al Lord e hizo llamar al grupo de soldados más cercano para escoltar al Lord hacía la fortaleza. Maldijo en silencio a Drussila a la cual miró fugazmente y con cierto resentimiento. Espada presta, listo para enfrentarse a cualquier valiente que atentara contra la vida de Swift, se dirigió a escoltarlo en persona.