Partida Rol por web

Encoje los hombros a lo primero; la gloria no servirá de nada, si no triunfan. Da igual quien se la lleve. A lo otro alza ligeramente la comisura de los labios, casi una sombra de una sonrisa.

-No, de hecho por sus heridas es probable que este en la retaguardia un tiempo… Los hombres podras que escogerlos tú mismo, entre las tropas que marcharan contigo. Estan dadas las instrucciones al líder de la tropa, Lord Cerwyn. O puedes dejárselo a el, dado el caso; es uno de los mejores comandantes que tengo y confio en su juicio. Es igual. Lo importante es que para que el plan resulte, tiene que ser un grupo pequeño que pueda moverse desapercibido en lo posible. ¿Alguna otra cosa?.

Tras pensarlo un poco, asiento a las palabras de lord Stark.

Está bien, que escoja los hombres lord Cerwyn; él conoce a sus hombres mejor que nadie. ¿Cuando es la partida?

-Mañana al amanecer +señala Brandon, frotándose los ojos+ Así que vete a descansar, con la primera luz estaremos levantando campamento. Tenemos al menos un mes de marcha por delante, hasta alcanzar el rio Ultimo donde las fuerzas se dividirán. Es mejor empezar cuanto antes. 

Sea, dije a modo de respuesta y despedida al mismo tiempo.

Y con celeridad me dispuse a descansar y prepararme para el pronto viaje que me aguardaba, de nuevo en dirección hacia la muerte, o cuanto menos hacia el peligro.

El sol naciente en el Norte es siempre una sombra de lo que suele verse en otros reinos. Las eternas nubes, dependiendo del día, pueden volverlo una blanca y cálida luna, o bien empañarlo por completo. Hoy es otra jornada como tantas de esas, donde la luz mixta se cuela a intervalos para acariciar el campo frente a Invernalia.

Son muchos. Son valientes. Son Norteños. Están dispuestos a seguir a su rey, a restaurar la paz de sus tierras sin ayuda de nadie, salvo la de sus brazos. Aunque pocos han visto las caras demudadas de los Hombres de la Guardia, ni a los fanáticos salvajes de Mas allá del Muro. ¿Quien sabe lo que pensaran entonces?

Brandon y sus banderizos cabalgan al frente. Él sabe mejor que nadie lo que les depara el futuro. En sus manos esta que el mayor numero posible de aquellos valientes que le siguen regresen a casa. Pero ninguna promesa puede hacerse ante el paisaje incierto que les aguarda. Si incluso él ha sentido el halito de la muerte rozandole…

Las trompetas suenan. Las tropas marchan. Más los sonidos suenan desamparados ante el cielo tan vasto, y los pasos mas parecen chapoteos en la tierra húmeda. No es el comienzo mas glorioso a esta empresa. Pero quizás el final, si lo sea. 

Osfrid observaba en silencio y con un  apice de estupor el gran ejercito que había conseguido reunir Brandon. Quizá la espera haya merecido la pena.

Realmente ahora sí se sentía con fuerzas y motivación suficientes para emprender el asedio final al Muro y poder derrocar a esos malditos usurpadores.

La esperanza renacía donde sólo quedaba miedo y dolor, y en ultima instancia, el tímido sol norteño semejaba la espada reluciente sobre las sombras que acechan.

Por primera vez en mucho tiempo la victoria era posible y había que aferrarse a esa idea con todas las fuerzas que uno tuviera.