Partida Rol por web

Se pone a  la par de Shiva pasando sobre su anterior rival, e intenta devolver el favor con un hachazo lateral descendente al salvaje… Pero no podrá ser esta vez! Su pequeña hacha da contra una protección de hueso del salvaje, sin llegar hasta la carne.

Los salvajes se reorganizan. Un par de ellos (el herido por las flechas y otro) huyen al interior del castillo, pero los demás comienzan a reunirse. Los guardias abandonan las torres para aproximarse desde las alturas, mientras otros bajan de la terraza para unirse a la refriega…

Mas el principal peligro son los que quedan en el patio. El herido por Shiva devuelve el golpe a la pelirroja, y su hacha deja un arañazo de sangre en el brazo de la guerrera. Otro carga contra Bianca, pero la rubicunda arquera escapa gracias a su agilidad del violento golpe que buscaba abrirla en dos…

El que peor lo lleva es Tyr. Dos enemigos le acosan. Ambos aprovechan que parece ser el más desprotegido y le atacan con sus hachas de batalla blandiendolas a dos manos, haciendo que la sangre del norteño manche el suelo nevado y sucio del castillo de su familia…

Ya la presión del combate comienza a dejarse sentir y las primeras sangres se derraman a medida que los salvajes reaccionan. Los norteños, no obstante, todavía tienen la ventaja… y lo hacen valer.

Los arqueros que estaba preparándose se acomodan y dejan espacio. Asdar y los soldados finalmente suben las escaleras, preparándose para actuar… Ya todos están en el patio y listos para la pelea.

Viendo el ataque a Bianca, de inmediato se pone a remediar el error, dando una rápida zancada. Seguidamente, su espada traza un arco y secciona limpiamente la cabeza del atrevido, mientras el calvo mira a la joven arquera.

-¿Estas bien?+inquiere con una sonrisa y la mejilla salpicada de sangre proveniente del hombre que acaba de matar.

La exploradora aparece por detrás de Tyr, clavando una corta pero afilada espada entre las pieles de uno de los guerreros que hiriera a su pariente, llegando hasta el fondo.

-EA! +exclama. No está acostumbrada a estas luchas tan de cerca, encima contra sus viejos compañeros, pero que diantres… así se devuelve un poco de los favores que la casa ha tenido con ella.

No es lo habitual que un hombre la presione así, y la carita de Shiva se desfigura en rabia al sentir la leve pero fría mordida del hierro enemigo. Enseñando los dientes, alza su maza por encima de la cabeza y la estrella en la frente del salvaje, partiéndole el cráneo. Una justa retribución… a su parecer al menos.

Los arqueros Flechanegra se agrupan, unos en torno a Tyr, otros junto a Rorgo. Mientras que los primeros dejan el ultimo salvaje a su jefe y se aprestan a perseguir a los que han huido al interior del castillo, el resto dispara a los que están bajando..

Stymmir se anota su segunda víctima, mientras que Osca hace otro tanto. Yngwe y Pilgrimm liquidan en conjunto a un tercero, mientras que Svarti dispara a otro que asoma por el techo, aunque solo le roza... Igualmente ha dado con un problema, ya que los del techo tienen cobertura tras las balconadas. No será tan fácil alcanzarlos, en cambio que ellos están expuestos…

La batalla bajo las alas del águila es cruda. Las flechas y golpes de los Flechanegra son certeros, sembrando el patio de cuerpos salvajes. Ves también el destello metalice de las corazas saliendo de la cloaca… Los últimos soldados, Asdar, Auren y Wilford, entran en acción finalmente. Con ellos todas las fuerzas “invasoras” por así decirlo, están en el escenario.

Los salvajes que quedan abandonan las torres, no obstante, comenzando a cercar al grupo desde arriba. Otros abandonan las terrazas en formación, en torno a un guerrero más fornido de lo normal. La victoria todavía está lejos. Especialmente cuando ves a Tyr ser herido por un par de salvajes….

Si, la definición de esta pelea todavía no se ha declarado. Pero las condiciones para entrar al castillo sin ser detectados sí. Es hora de informar a los demás...

Poco a poco iban cayendo todos los que había inicialmente en la sala. El ruido de la batalla había empezado a alertar a los demás salvajes que iban ocupando el puesto de sus compañeros, pero Rorgo tenía confianza en ellos y creía que acabarían con ellos sin graves consecuencias. Los arqueros se habían organizado perfectamente y se manejaban bien, Aníbal debía estar orgulloso de sus hombres. Espero que hayan podido entrar sin dificultades y pueda rescatar a sus hermanos.

A sus pies yacían los cuerpos de un par de salvajes y por el momento ningún otro se acercó a él, así que sin dudarlo fue él mismo el que buscó otro cuerpo con el que poder pasarlo bien haciendo lo que mejor sabía. Miró al frente y fijó su vista en el que llevaba más pieles colgando, si era el que mandaba allí, su mandato acabaría pronto.

¡¡A POR ELLOS!! - Gritó a su hombres de a pies y arrancó a correr en líniea recta con su el hacha alzada sobre la cabeza y la estampó en la cabeza del líder de los salvajes dejando caer un primer chorro de sangre.

Al mismo tiempo que el descomunal Rorgo busca con su hacha el cuerpo del lider de los salvajes, el experimentado veterano contraataca. 

Aprovechando el mismo impulso de la carga, interpone su arma e impacta en las costillas del Flechanegra, rompiendo los huesos con brutal fuerza! No es suficiente para detener el ataque, pero lo disminuye lo suficiente para hacer que solo sea un golpe suave contra su yelmo, comparado a lo que hubiera podido ser...

Los salvajes rápidamente continúan reagrupándose. Dos de ellos rodean tambien a Rorgo y le golpean desde los flancos firmemente. La cota de escamas protege al duro norteño esta vez, salvándole el pellejo… por ahora.

No tanta suerte tienen sus hombres. Un arquero aparece por el lado Este y dispara a Kordran. La flecha se clava en su pierna dolorosamente. Pero peor al lleva el joven Svarti. El hombre al que hiriera reacciona y devuelve la saeta por sobre el balcón. La oscura flecha atraviesa su pecho en un gran angulo, golpeándolo directamente al corazón… Se desploma con un suave gemido, todavía sosteniendo el arco entre las manos.

Tyr también resulta herido, otro corte leve pero doloroso en el costado. Mas el salvaje, viéndose rodeado, golpea y emprende la huida de inmediato hacia el interior del recinto…

La sangre llama a la sangre. Es su justo precio. La primera baja de los incursores se hace notar. Asdar lo ve justo a su lado, y apura el paso para ir hacia las escaleras que le permitan ir a acabar con esos arqueros, haciendo una seña con gesto sombrío al otro par de soldados para que le sigan. No acuden junto a Rorgo, ya que saben bien de lo que es capaz el fiero capitán, y además el patio ya está casi tomado… A no tardar, tendrá ayuda. Pero los techos son otra cosa.

Si no recuperan tambien las alturas, la muerte puede seguir cayendoles. 

-A cubrirse! +avisa, viendo como hieren a Kaldon. De inmediato corre junto a una de las estatuas adjuntas a la pequeña puerta por donde han atacado, para prepararse y asaltar al arquero ni bien vuelva a disparar...

Al ver que sus hombres no tienen la fuerza para penetrar la fuerte cota, gruñe. Infelices. Pero igual pueden ser útiles.

-¡Apóyenme!+ordena con voz aspera+ ¡Estorben sus brazos!

Haciendo esto, reducen levemente la capacidad de reacción del gran Rorgo, pero no tanto como para abrirle el hueco necesario a sus defensas, y esta vez el hacha solo causa un pequeño impacto comparado al anterior..

Se lanza tras el hombre que hiriera a su pariente y le clava la corta espada por detras... Es una buena estocada, pero la hoja resulta amortiguada por las pieles, y no detiene al hombre. 

Entonces aparece Shiva, quien con rapidez traza otro recorrido en el patio y se le planta delante, interponiendose en su camino a la puerta.

-¿Donde ibas?+pregunta en tono siniestro, mientras enseña su rojiza y humeda maza, impregnada de sesos...

Siguiendo el comando de Alford, los arqueros se dispersan. Algunos van con él, mientras otros (los que vieran caer a Svarti) se apegan al muro, antes de arriesgarse a correr por el patio. Están rodeados y de un modo u otro uno de los dos será peligroso.

No quiere decir esto que solo huyan. Stymir se gira y dispara al arquero asesino, derribándolo definitivamente. Yngwe entretanto, apoya a Rorgo y liquida a uno de los salvajes que acosan sus flancos!

El contraataque del salvaje es de lo más inesperado para Rorgo que, aún estando dolorido, roto por dentro, no se rinde y no huye, se queda ahí plantado con su gran escudo recostado a su derecha para evitar ser flanqueado por los secuaces del líder y volviendo a arremeter contra éste, haciendo uso de todas su fuerzas.

Algunos de sus hombre han caído, deben acabar la batalla cuanto antes e intentar socorrer a aquellos que sigan con vida, deben recomponer sus fuerzas, volver a ser Flechanegra.

Rugiendo como un poseso va tras el salvaje. La rabia alimenta su ser, mientras la sangre le corre por el torso. 

Se desliza por el costado de Asha, y encaja un hachazo en el costado del salvaje con toda su fuerza, dandole el golpe final. Las mujeres, incluso valientes y capaces como estas, no pueden robarle a su presa.

En la azotea del lado Este, Asdar aparece por las escaleras, interrumpiendo la marcha de los arqueros que venían. Estos se detienen y disparan a de inmediato al veterano soldado, pero si bien impactan, las flechas no atraviesan la gruesa coraza con la cual se cubre!

Abajo, el arquero que resta se queda sin blancos, por lo que en vez de salir busca los laterales. En especial donde escapo el que hiriera recién. Kordran está oculto junto al pilar, pero demasiado cerca… y es descubierto. Una saeta más se le clava, ahora en el brazo, arrancándole un gemido de dolor.