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La Edad de los Héroes

CAPÍTULO PRIMERO: LA CAZA DEL ÉQUIDO (Aestos y Néstor)

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10/03/2013, 13:37
Néstor

El noble levantó la barbilla del joven con la punta de la espada.

- Dime de una vez quién eres, cuéntame la verdad, y te prometo que tendrás la oportunidad de salvar tu vida. - A el noble se le había metido en la cabeza que aquellos soldados no eran heraklyanos. Pero.. ¿de dónde venían entonces? .. Miró al otro soldado, al que estaba herido y le señaló con la espada - Tu también puedes hablar, quién antes lo haga.. tendrá esa oportunidad, el otro... - Néstor permanecía inalterable, cómo si estar allí, ofreciéndoles elegir entre vivir o morir fuese algo de lo más normal. Su voz no se elevaba más de lo normal ni parecía enfadado, pero.. sin duda, su aspecto dejaba a las claras que no se andaba con juegos.

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10/03/2013, 18:00
Aetos

Lykaios no parece demasiado inteligente, momentos antes estuvo a punto de revelar el nombre de su padre, algo que el soldado mayor evitó como si fuese información comprometida. Así que, movido por la idea de que tal vez separado de sus soldados sea más receptivo, y como obedeciendo indicaciones de Néstor ante el comentario de éste de que "el que hable primero tendrá una oportunidad", Aetos se acerca a los cautivos y separa a ambos soldados del noble, levantándoles del suelo aunque dejándoles las manos atadas a la espalda.

-Yo me ocupo de estos dos. -cuando pasa junto a Néstor baja la voz a un tono sólo audible para él y añade preocupado. -No tenemos mucho tiempo, antes de que caiga la noche debemos estar con Melanchta y Aristocles.

Les lleva a empujones, con la espada desenvainada por si hay problemas, hasta el exterior de la sala comunal, alejándose lo suficiente como para que no se oiga a Néstor y Lykaios.

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09/04/2013, 14:35
Heraklianos

Uno de los soldados se encuentra bastante mal, y dos de los campesinos tienen que cogerlo por los hombros y llevarlo arrastrando de los pies para sacarlo fuera. El otro muestra mal gesto e intenta zafarse cuando es obligado a salir de la "cabaña comunal", aunque está maniatado y Aetos logra dominarlo fácilmente, sacándolo finálmente a punta de espada. Este último, al salir por el arco de entrada a la construcción, grita hacia el interior:

- ¡¡No digáis nada, joven señor, no olvidíeis vuestro honor!! -

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09/04/2013, 14:41
Maze Master

Salís fuera de la cabaña comunal, y los campesinos dejan al soldado en mal estado contra la pared de una de las cabañas, semicalcinadas. El otro se une a su compañero. El sol declina en el horizonte, a medida que el atardecer se aproxima.

Los campesinos se miran preocupados, y le dicen a Aetos: - Espero que tus amigos estén de regreso antes de esta noche, o serán presa del Engendro y de su cohorte demoníaca. -

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09/04/2013, 14:45
Lykaios

Tras asegurarse que sus compañeros desaparecen junto con Aetos tras el arco de entrada de la cabaña, el jóven noble te mira derrotado y dice: - Mi nombre es Lykaios, y soy el herdero de Aukonímedes, poderoso noble de Heraklya y líder de la Facción de la Espada, seguidores de Ares, Dios de la guerra. Mi padre está harto de la debilidad del nuestro Rey. Nuestro pueblo fué hecho para luchar y conquistar, no para agachar la cabeza ante los eruditos Thenanos o los pescadores Argoseanos. Ahora, os aseguro que si me llévas sano y salvo a heraklya, mi padre os recompensará generosamente... -

Piensa un poco antes de añadir, con voz temblorosa:

- .. temo que uno de mis hombres me ponga en mal lugar ante mi padre si volvemos. Aumentaré la recompensa con parte de mis ingresos si, bueno... os encargáis que ellos no vuelvan a Heraklya con vida. No sé si me explico... pudieron caer en liza durante la reyerta... -

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09/04/2013, 16:21
Néstor

Las palabras de aquél noble no cambiaron la cara de Néstor en ningún momento, que permaneció atento a las mismas durante  todo el tiempo. Una vez que Lykaios terminó de hablar, Néstor se mesó la barba, pensativo. En una mano tenía la espada, se giró dando la espalda, durante un leve instante, al maniatado heraklyano.. y con un giro dramático volvió a clavar sus ojos en los de este.

Esta vez, la mirada estaba henchida de orgullo y cierta suficiencia.

- ¿Acaso desconocéis mi posición? Soy Néstor, noble de las tierras de Tritonis, y no necesito recompensa alguna, pues tengo todo lo que un hombre puede desear - dijo con aún más suficiencia y con una ira creciendo en su mirada - Y tú, Lykaios, hijo de Aukonímedes mereceríais caer bajo mi espada. Vender a vuestros compañeros así...por salvar vuestra vida, cobarde... - Néstor colocó la punta de su espada en la cara del noble, haciéndole un leve rasguño - Sin embargo, contaréis esto mismo al rey de Thenas, pues a él seréis entregado.

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10/04/2013, 02:21
Lykaios

El "noble" empieza a lloriquear y a amenazar a Néstor por partes iguales en un desesperado a la vez que patético espectáculo. Los campesinos se rien de él a carcajada limpia.

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10/04/2013, 02:24
Calístrato

Calístrato no puede por menos que enarcas las cejas, sorprendido ante el "valor" heraklyano. Se asoma a la puerta de la casa comunal para dirigirse a Aetos: - Puedes entrar. Creo que todo esto ha terminado ya. -

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10/04/2013, 02:26
Calístrato

Aetos oye repentinamente las poderosas risotadas de los campesinos provenir del interior de la casa comunal.

Unos segundos más tarde ve asomarse a Calístrato por la puerta de la casa comunal para dirigirse a Aetos: - Puedes entrar. Creo que todo esto ha terminado ya. -

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10/04/2013, 09:43
Aetos

El hoplita mantiene la espada desenvainada y la mirada fija en los soldados mientras espera a que Néstor intente hacer hablar a Lykaios. Cuando Calístrato reaparece, no puede evitar una sonrisa y se fija en la reacción del soldado mayor.

-Parece que hacías bien en no confiar en tu señor.

Con un gesto indica al tuerto campesino que necesitará ayuda para volver a meter al soldado más herido en la cabaña, y guía él mismo al otro a punta de espada. Mientras avanza, echa un vistazo a la posición del sol, preocupado por la cazadora y el sabio.

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10/04/2013, 13:15
Maze Master

Con calma, Aetos vuelve a entrar al interior de la cabaña comunal llevando a los dos soldados heraklyanos prisioneros, y ayudado por Calístrato.

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10/04/2013, 18:14
Néstor

Néstor miró a su compañero y asintió con la cabeza. Todo parecía haber resultado como esperaban.

- ¿Les has sacado algo a esos dos Aetos? -  el noble tenía en mente el siguiente paso, pero debía saber todo lo posible antes de tomar una decisión que bien podía cambiar muchas cosas.

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10/04/2013, 22:16
Aetos

-Uno de ellos no estaba en condiciones ni siquiera de hablar y el otro no parecía muy dispuesto a decir nada. Confío en que hayas tenido más suerte tú.- Aetos mira interrogante al noble, esperando a que le haga partícipe de lo que haya averiguado y de sus pensamientos respecto al siguiente paso.

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11/04/2013, 22:51
Néstor

- Ciertamente son Heraklyanos, pero no representan a su pueblo, sólo a una parte de ellos... y están dispuestos a acabar con la paz - el noble hablaba casi mecánicamente, no parecía haber demasiado sentimiento en su voz, pese a estar diciendo algo de bastante importancia.. aunque eso empezó a cambiar con las siguientes palabras - Pero nosotros lo hemos descubierto e impediremos que eso pase. Debemos mandarlo a Tebas, para que el rey conozca sus planes y hablar con el de Heraklya... pero no podemos volver sin nuestra bestia, así que debemos pensar como hacerlo- el noble esperaba ahora una idea de su fiel compañero. Para ser fiel a la verdad, Néstor estaba aún con cierta resaca y sólo pensaba en pasar la noche con otra joven y descansar profundamente.

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12/04/2013, 19:14
Aetos

-Tal vez Calístrato o algún otro hombre fuerte y valiente del pueblo quiera hacernos el enorme favor de llevar al noble a Tebas sin más tardanza. Por supuesto Lykaios iría atado, y sus soldados quedarían aquí para evitar problemas. Puede que incluso sea un digno cometido para ese brioso corcel que, aunque nadie duda que te pertenece por derecho, Néstor, podría aligerar el viaje a la capital. ¿Qué opinas?

Aetos sabe que Néstor probablemente no esté por la labor de ceder su nuevo y flamante caballo, además de que el plan tiene sus riesgos. Pero es lo mejor que se le ocurre dadas las circunstancias.

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16/04/2013, 01:04
Néstor

Esta claro que no podemos volver así como así a Tebas, sin el prometido monstruo pero... - el noble se acercó a su compañero para hablarle sin que los demás se enterasen. Tenía dudas, muchas dudas, pero no quería decirlas en voz alta - ¿podemos fiar el destino a simples campesinos?- Néstor no dijo nada acerca de "prestar" su recién adquirido caballo a aquél plan, lo que solía significar que no quería volver a escucharlo.

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17/04/2013, 23:15
Aetos

Aetos contesta al noble en el mismo tono bajo.

-Es eso o llevarle con nosotros cuando acabemos, y en este caso parece que la rapidez es vital. Calístrato parece inteligente, y si podemos prometerle alguna recompensa por llevarle hasta Tenas creo que sería de fiar. Si él declina la oferta puede que sea mejor esperar a llevarle nosotros.

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19/04/2013, 02:53
Calístrato

Aunque no podía oir sus últimos cuchicheos, realizados en voz baja, Calístrato si que había oído el principio de la conversación y metió baza, impaciente.... - Por nuestra parte, no hay problema en custodiar aquí a los prisioneros hasta que volváis de vuestra... aventura. -

- Asi, cuando volváis a Tenas, podréis entrar triunfantes en la ciudad, llevándolos vosotros mismos como prisioneros. -

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24/04/2013, 10:21
Aetos

El comentario del campesino parece hacer ver que no está muy dispuesto a llevarse al noble a Tenas por su cuenta, así que no hay más alternativa que mantenerlo en el pueblo hasta su regreso. Aetos no responde todavía, en todo caso, si no que mira a Néstor, esperando a que sea el noble quien tome la decisión de forma definitiva.

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24/04/2013, 23:48
Néstor

El joven Néstor se detuvo a sopesar las opciones que tenían ante ellos. Había prometido al Rey de Tebas llevarle a un monstruo caído, por lo que no le gustaba la idea de tener que volver para entregarle al joven noble. Sin embargo, por otra parte, era un tema de relativa importancia y, a fin de cuentas, no se fiaba demasiado de que aquellos nobles pudiesen mantener a buen recaudo a los prisioneros durante el tiempo que durase su expedición.

Meditabundo miró a su compañero Aetos.

- ¿Qué opinas? - le preguntó sin más rodeos.