Partida Rol por web

La encrucijada de cuatrocaminos.

Introducción 2. En el dragón oxidado.

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12/07/2012, 13:02
Eralissa

Acepta las disculpas de Diente de Sable con un simple asentimiento de cabeza. En realidad no perdona alguna de las cosas que ha dicho, pero prefiere dejarlo como está. Suspira casi aliviada cuando por fin se marcha y se vuelve a centrar en su compañera, algo perjudicada tras beberse más de la mitad de la botella. Sin abrir la boca, se limita a seguirla hasta la barra, sólo un par de pasos por detrás. Cuando se coloca junto a ella, espera a la camarera que todavía está hablando con el último cliente que no se ha marchado.

- Disculpad a mi amiga - les dice con una media sonrisa tras escuchar el eructo que no le permite ni acabar la frase - Bebió un vino demasiado fuerte. ¿Puedes darle lo que te pide? - Mira a Tymora y acto seguido gira la cara para mirar a los ojos a Ammaranza - Aunque no sé si es buena idea en tu estado. Puede que no te siente bien

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12/07/2012, 16:00

Ante la disculpa de aquella señorita en nombre de su amiga borracha a la que acompañaba, respondió en tono sosegado aunque con un apice de cansancio, pues eran muchas horas ya en pie -No os preocupeis por eso señorita, disculpada estais, supongo que todos tenemos derecho a divertirnos... incluso una dama también tiene derecho, lo importante supongo, es saber retirarse a tiempo y eso es lo que voy a hacer yo, se apretó y masajeo un instante la frente con los dedos indice y anexos a éste, como si con ese gesto pudiese aliviar su cansancio y fatiga. -Señorita Tymora, si mañana no aparezco por aquí, podríais golpear la puerta de mi habitación a medio día? supongo que será descanso suficiente. Con el sombrero pegado al estómago en ademán de saludar aunque de forma fatigada y orientado hacia las tres mujeres que se hallaban en su presencia para evitar ser descortes con ninguna, se inclinó muy levemente -Señoras, que tengan buena noche.... y se encaminó lentamente hacia las escaleras, había sido demasiado para el aquella noche y necesitaba su tan ansiada cama.

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12/07/2012, 20:38

Tengo aún algo de pollo que te podrías llevar, y patatas han sobrado algunas, que hoy me han quedado muy buenas, y bueno, si quieres algo más dulce, tengo algo de fruta o algunos dulces de Danaan. - La posadera responde pronto a Ammaranza, antes de contestar a Liondes. - De acuerdo, te despertaré a mediodía, pero te perderás el desayuno, si quieres en vez de el desayuno, puedo incluirte la comida con la habitación.

Notas de juego

Postead hasta que os durmáis.

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13/07/2012, 16:34
Ammaranza

Tengo hambre refunfuñó como respuesta a Eralissa, su nariz se arrugó en un gesto que parecía típico de ella cuando algo no le gustaba, le daba un aspecto mucho más juvenil, casi adolescente cuando ponía esa cara, a lo que se añadía la actitud, claro está En mi estado de persona hambrienta no se me ocurre nada mejor que comer para remediarlo afirmó con cierto grado de condescendencia.

Por suerte la posadera tenía algo de lo que buscaba, porque solo de pensar en el pollo y las patatas le entraron ganas de vomitar me llevaré los dulces si eres tan amable… y cuando la mujer se los entregó, cogió el envoltorio con ambas manos, sonriendo satisfecha a Eralissa. Un asentimiento de cabeza y un buenas noches aderezado por pizquitos de dulce saliendo de los labios fue la despedida que la semielfa brindó al hombre que la había llamado dama.

Subió luego las escaleras, apoyándose un par de veces en Eralissa para no caerse, eso sin contar alguna que otra dolorosa consecuencia, y milagrosamente fue capaz de encontrar la llave de la puerta, atinar ya era otro cosa, así que decidió que su acompañante debía probar uno de los dulces que le había dado Tymora, y Ammaranza era cabezota de cojones cuando se lo proponía, y además tenía un plus de ebriedad, por lo que la joven seguidora de los dioses del bien no tuvo muchas opciones a la hora de decidir, ya que prácticamente le metió el dulce en la boca.

Las risas afinaron su puntería demostrando que su destreza era mucho mayor que su sentido común, así que finalmente pudo entrar en su habitación tras darle las gracias por toooooooooooda la ayuda que le había prestado aquella noche Eralissa con un cariñoso abrazo.

Finalmente a solas, dejó los dulces sobrantes sobre la almohada, se quitó la ropa, y se metió bajo las mantas, sin apartar todo lo que había esparcido sobre la cama. Acalorada aún por la bebida, pensó por un instante en ayudar a su cuerpo a relajarse, pero finalmente el cansancio le golpeó de manera implacable, y Ammaranza se durmió sin pensar en nada.

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15/07/2012, 13:43

Ante la respuesta de aquella dama que habia bebido mas de lo que podia soportar un cuerpo como el suyo, respomdio nuevamente a esta con un Buenas noches señoras  acompañado de una nueva inclinacion de cabeza que fue seguida de un paso hacia atras y continuado por una media vuelta que finalizó dando la espalada a todas las muejres que allí quedaban y dirigiendose hacia su habitacion, escaleras arriba.

Una vez llegó a la habitacion, se aseguro de que la ventana estaba cerrada y colocó un silla empotrada a la puerta, no queria sorpresas, asi que si alguien entraba, queria escucharle.

Despues de aquello se quito el estoque y el cinto para acabar depositándola en la cama, donde se sento para quitarse las botas, dejandolas a continuacion en el suelo, junto a la cama, despues de ello fue quitandose la ropa para acabar dejandola en el borde de la bañera con intencion de que se airease algo. Se aproximo a sus pertenencias y cogio una daga que  cuando volvio a la cama la dejo entre la almohada y el colchón. Ya estaba mas tranquilo con el ritual, el cual esperaba no realizarlo algun dian y pco antes de meterse entre las sabanas, quito el arma depostiada anteriormente en la cama  y la dejo caer al suelo junto a las botas.

Cerró los ojos y a los pocos segundos se quedo dormido con una sonrisa de cansancio en la cara.

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15/07/2012, 22:29
Eralissa

Ayuda a Ammaranza a llegar hasta la habitación, teniendo que sujetarla en algún momento. Frente a la puerta, engulle el pedazo de dulce que literalmente introduce en su boca, aunque está a punto de echarlo cuando siente el cuerpo de la semielfa abrazado al suyo. Nunca antes la habían abrazado, por lo que ni siquiera sabe como reaccionar. Aguanta unos segundos con los brazos caidos a un costado, hasta que con alguna duda los sube para devolver el abrazo con poca delicadeza. A pesar de su aspecto frágil, sus brazos son fuertes y musculados, por lo que es posible que haya apretado demasiado.

- Buenas noches

Es lo único que es capaz de decir como despedida. Ya en su puerta, observa a Ammaranza hasta que esta desaparece dentro de su habitación, para acto seguido hacer lo propio. De nuevo sola. Estaba acostumbrándose a la compañía de aquella mujer. Realmente le gustaba su particular forma de ser, totalmente distinta a la suya. Sin dejar de pensar en lo que acaba de suceder un minuto antes, se acerca hasta la cama y se acuesta siguiendo un protocolo casi enfermizo. Mirando al techo, comienza a cerrar los ojos hasta que finalmente cae totalmente dormida. No se había dado cuenta de que estaba tan cansada.

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16/07/2012, 15:42
Director

El sueño os abraza fuerte y profundamente una noche sin muchas emociones, apoyado por el cansancio del camino y la comodidad de las camas. Ni siquiera la luz del amanecer tuerce vuestro sueño, y a pesar de algunas ojeadas a la habitación, nadie se levanta de la cama.

En la plaza, enfrente de la taberna, se oye el ruido de cascos de un caballo pesado acompañado por un estruendoso cuerno que avisa a los ciudadanos de nuevas procedentes de la capital. El jinete parecía cansado y tenía pinta de no haber dormido en varios días, ni él ni su caballo que cansado, bramaba por un poco de agua. Tras bajar de su caballo y aclarar la garganta con un buen trago de agua, comienza a decir a viva voz.

Su  majestad, Temer el Grande, rey de Aam, ha muerto envenenado, en sus aposentos hace cuatro días, su hijo, el príncipe Theorim tomó la corona y se proclamó como el nuevo rey de Aam, ¡Larga vida al Rey!

El rey Theorim ha emitido la orden, de su puño y letra, que obliga a la disolución de la Orden de la Cruz y la Espada, más conocida como la Orden de los Caballeros Rantanos, acusados de alta traición, asesinato, adoración a falsos dioses, sodomía y conspiración contra el rey. Solo los oficiales serán investigados y ajusticiados, los caballeros y soldados que depositen sus armas y juren obediencia al rey Theorim serán perdonados y tendrán un puesto en la Orden de la Garra Roja. Para quien quiera consultar la orden, habrá una copia de la misma en la casa comunal y otra en la ciudadela.

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16/07/2012, 17:11

El sueño largo y reparador fue interrumpido por el inoportuno sonido gritón del cuerno, a parti de ese momento sería imposible dormir nuevamente, pero aún así escuchó al emisario real desde la comodidad de la cama con los ojos aún cerrados.

Cuando acabó de escuchar a aquel emisario, pensó que momentos difíciles se avecinaban para los caballeros rantanos, pues pese a que no conocía a estos ni sabia si era cierto su grado de implicación con lo sucedido, el decreto Real por el que se ordenaba la disolución de la orden parecía más como una medida adoptada para quitarse de en medio una institución que estorbaba  a los intereses del nuevo Rey que como consecuencia del asesinato, pues aún en sueños y sin conocer nada de lo sucedido de primera mano, tenía ya suficiente experiencia para saber que el asesinato se habría producido, aunque no de la forma y por quienes se podría creer que eran sus autores, solo esperaba que eso no desembocase en una guerra civil, pues entonces se podria ver obligado a abandonar rapidamente aquella región.

De repente se le vino a la memeori a la mujer que la noche anterior se había sentado próximo a él, pues esta parecía interesada en formar parte de los Rantanos, idea que debería abandonar salvoque se restiutyese su reputación.

Pasaron unos segundos en los que la mente de Liondel se quedó en blanco para acabar abriendo los ojos repentinamente y dando un sobresalto de la cama, de éstaforma  sin detenerse un momento se aseo rápidamente y se vistió con su indumentaria típica de Viajero con chaleco marrón, pantalón grisaceo y capa negra junto con camisa blanca y granate, acompañado de unos guantes marrones.

Recogió su cinto con el estoque, que se acomodó perfectamente en la cintura y acto seguido recogió la daga que se colocó en el chaleco.

A continuación salió de sus dependencias escaleras abajo con intención de tomar algo en la posada mientras estaba atento a algún rumor nuevo sobre lo ocurrido y que le permitiese hallar la forma de ganar unas monedas.

 

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16/07/2012, 23:07
Eralissa

Había dormido del tirón, sin despertarse una sola vez hasta que los primeros rayos de luz entraban por la ventana. De hecho, al abrir los ojos comprueba que ni siquiera se ha movido, y está en la misma postura que cuando se acostó. Ese tipo de sueños son los más reparadores, y sus músculos están tan relajados que le cuesta comenzar a moverlos. Tras un primer estiramiento tratando de devolverles algo de vida, permanece en la cama boca arriba. Afuera, escucha con atención la voz de un pregonero, aunque no da crédito a sus palabras. Sus ojos se abren de par en par, y una vez ha terminado el mensaje, Eralissa continúa en la misma posición repasando en su cabeza las palabras que acaba de escuchar. ¿Acaso estaba soñando todavía?

Cuando por fin reacciona, se levanta de la cama con agilidad, y procede con el habitual ritual de todas las mañanas. De rodillas, mirando hacia la ventana, comienza a lanzar una serie de rezos y oraciones de manera casi automática, en voz baja. Normalmente los repite hasta diez veces dependiendo de lo que ha hecho el día anterior, pero en esta ocasión con una sola vez basta. No quiere perder mucho más tiempo, por lo que tras su última plegaria se incorpora y comienza a ponerse su pesada armadura. Le cuesta hacerlo sola, pero se ha acostumbrado a hacerlo y conoce algunos trucos para abrochar las zonas de más difícil acceso. Coloca su espada en el costado derecho y corre al baño para mojar un poco su cara y recoger su pelo en una cómoda coleta.

Antes de salir, echa un último vistazo a la habitación asegurándose de que no se deja nada y sale a toda prisa para desayunar algo rápido y averiguar donde están los lugares donde puede encontrar esa orden. Agitada y sin dejar de darle vueltas a las palabras del pregonero, pasa por delante de la habitación de Ammaranza sin acordarse siquiera de ella.

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16/07/2012, 23:43

Cuando bajaste, el hombre con el que habías tenido una disputa la noche anterior, ya estaba acabando el desayuno, y al verte exaltada se acercó a ti, para darte un mensaje, algo que le parecía importante decir antes de marcharse hacia Alwin.

Escucha atentamente Eralissa, los Rantanos nunca han sido santos de mi devoción, pero los conozco, y son fieles servidores del rey, les acusan falsamente. Por otro lado la Garra roja son bandidos financiados por manos sombrías y vestidos de caballeros, extrañamente con el beneplácito del príncipe. La mayoría de los Rantanos se rendirán ante una orden real, les obligan sus votos, otros partirán en destierro, sin embargo otros se quedarán y buscarán la verdad... Confía en Artas, pese a las apariencias siempre será leal a la orden, recuerda, Artas siempre será leal a la orden; busca a Karcos, es un cazarrecompensas, y se que para tí no es plato de buen gusto tratar con ese tipo de gente, pero tiene información muy valiosa.

Por último, busca en la biblioteca sobre la Conjura de la Noche del Rayo escarlata, sobre Eimer von Vanader y su relación con el príncipe... eso te aclarará muchas cosas... y no te separes de Ammaranza, se aproximan tiempos duros, tiempos peligrosos y ambos necesitaréis alguien en quien confiar.

Acto seguido se dio la vuelta y echó a andar, sin esperar respuesta alguna, ni pararse a escucharla, abrió la puerta, y despareció entre la multitud que se congregaba en la plaza, en busca de respuestas.

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17/07/2012, 00:37
Ammaranza

¡Su puta madre!

Ammaranza abre los ojos de par en par, despegando la cabeza de la almohada con el consiguiente dolor, dejándose caer de nuevo, otro latigazo cortesía del vino de anoche, despertada de golpe por un ruido que le parecía salido del mismo infierno.

Hijo de perra maldice entre dientes, girándose hacia un lado con la intención de taparse la cara con la otra mitad de la almohada, pero al hacerlo su boca encuentra algo blando, ligeramente pastoso, que se apresura a escupir, pero solo un poco porque sabe bien, y cree recordar algo sobre unos dulces, así que se relame los labios, y con el dedo rodea parte de su mejillas para introducir la comida en su boca, recreándose en su sabor. El jodido cuerno había parado, pero una voz irritante se empeñaba en joderle la noche, o la mañana, o cuando demonios fuera ahora mismo.

Suspira profundamente, poniéndose de nuevo bocarriba, terminando de masticar, escuchando ¿dónde están los asesinos de pregoneros? Estaba segura de que ella no era la única que tenía ese pensamiento cuatro días muerto, ¿qué más le daba al jodido pregonero contarlo a una hora más decente, con un buen desayuno metido entre pecho y espalda, si es que hay gente que no tiene una mierda de empatía y este pensamiento le recordó a su compañera de “diversión” de la noche anterior ¿no ha dicho no se qué de los Rantanos? Desde luego Eralissa tenía un don para la oportunidad encadenó este pensamiento con el de Arthas ni de coña ese hombre es capaz de envenar a nadie, cortarle la cabeza tal vez.

Cerró los ojos de nuevo, pero sabía que no se iba a dormir otra de nuevo, estaba segura de que la otra chica llevaba ya varios días despierta y se había largado, y joder, no le apetecía volver a estar sola. Se levantó con un esfuerzo sobrehumano, y rápidamente fue hacia el baño, conteniendo las arcadas con éxito, y abriendo el grifo del agua caliente. Se restregó los ojos y buscó la bolsa roja en aquel desastre que era su habitación, apartando mantas, capas y ropa durante unos cuantos minutos hasta que finalmente dio con ella, y extrajó de ella un pequeño frasco recubierto de tela. Después llenó su odre con el agua caliente y vertió un poco del contenido del frasco en él, era trocitos de hoja machacados. Tenían un sabor asqueroso, y le quitaban las ganas de beber durante unos días, pero no había más remedio. Aprovechó para mojarse también la cara, a ver si espabilaba un poco.

Mientras esperaba a que se mezclaran con el agua, procedió a vestirse, los pantalones, verdes oscuros, fueron lo primero. Sobre ellos se puso la falda de color ocre, abierta ambas piernas, después una camisa de color ocre también, y por último las botas de media altura. Estas le costarón, ya que agacharse resultaba un suplicio para la semielfa. Por fin volvió a ponerse de pie, y se decidió a engullir el contenido del odre de un solo trago, tosió, y estuvo a punto de vomitar, pero se obligó a tragar, pronto se encontraría mejor. Reconfortada por este pensamiento buscó el cinturón con la vaina y el estoque, lo ciñó a su cintura, luego obró de la misma manera con la bolsa rojiza y la daga, y finalmente se pusó el grueso jersey de lana clara que llevaba el día anterior.

Miró a su alrededor, la habitación seguía siendo un completo desastre, pero no iba a pararse a ordenarla ahora. Así que cogió capa y guantes y abrió la puerta, cuya llave había olvidado echar, y salió de la habitación, al hacerlo, le pareció ver el destello de una armadura al pie de la escalera ¡Erali... ¡ mala idea, mala idea gritar le había devuelto a la cruda realidad de la mañana siguiente, así que optó por cerrar y bajar por la escalera, a ver si tenía suerte.

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17/07/2012, 00:49
Director

Cuando Ammaranza y Liondel bajaron, de la puerta de la posada salía el hombre que la noche anterior había acompañado a la pareja, Jarvien Diente de Sable, tras decir algo a Eralissa, y saliendo por la puerta sin volver la vista atrás, mi mirar a los recién llegados. En la posada, solo se encuentran Tymora, Eralissa (sentada en una mesa, desayunando de forma apresurada) Liondel y Ammaranza, ambos acababan de bajar.

Fuera se escucha gran revuelo, la gente parloteaba sobre la nueva que había traído el mensajero, quien, en ese mismo instante, con el cuerno todavía en la mano, y un papel en la otra, entra en la taberna, exhausto, en busca de una habitación y comida caliente.

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17/07/2012, 11:44
Ammaranza

Pagaré un día más de alojamiento sino hay inconveniente dijo a Tymora con una sonrisa no demasiado convincente. Sacó las monedas de la bolsa y se las entregó a la posadera, para a continuación centrarse en lo que tenía a su alrededor.

No me duele la cabeza, no me duele la cabeza.

Dirigió una mirada de odio al mensajero que acababa de entrar cuando se cruzó en su camino, imaginando el lugar por donde le gustaría introducirle el cuerno de golpe y sin aviso, seguramente no le sentaría mucho mejor que a ella el despertar. Llegó a la mesa donde estaba la joven desayunando, y se sentó en la silla de enfrente, no le había pedido permiso para hacerlo, pero es que no estaba para muchas formalidades.

Menudo lío le dijo con toda la gravedad que pudo darle a su tono, miró luego en dirección a la puerta ¿Has vuelto a intercambiar opiniones con Jarvien? Le preguntó mientras se acomodaba la capa sobre sus rodillas y con la otra mano se restregaba los ojos. Un bostezo escapó de su boca, pero estuvo rápida para colocar la mano sobre sus labios.

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17/07/2012, 11:45
Eralissa

Come de manera casi automática, sin dejar de pensar en los últimos quince minutos. Ni en su peor pesadilla hubiese imaginado un despertar tan confuso. Aunque de vez en cuando come algo de lo que le ha servido Tymora, se dedica más a removerlo en el plato. Casi sin darse cuenta, Ammaranza se sienta frente a ella. Por un instante la mira fijamente hasta que tras escucharla reacciona.

- !Ammaranza! - Grita de repente como si hubiesen pasado meses sin verla. No se había acordado de ella hasta que Diente de Sable se la había nombrado - Sí, he hablado con ese hombre y me ha dicho cosas... extrañas- agita la cabeza tratando de expulsar su confusión - ¿Has escuchado lo que ese tipo ha dicho ahí afuera? - Señala con el dedo al mensajero sin preocuparle de si está observándola. Su voz suena extrañamente agitada, lejos de la calma con la que suele expresarse, e incluso sus manos parecen temblar levemente - Si todo eso es verdad... - niega con la cabeza bajando la mirada hasta el plato, pensativa - Ahora no puedes irte, tienes que ayudarme. Tengo que encontrar a... y buscar en... ¡argh! ¡son demasiadas cosas! - Comienza a mover las piernas en un tic nervioso, y sujeta su cabeza con ambas manos - Van a ir a por ellos

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17/07/2012, 13:57

Cuando llegó al comedor de la posada justó al descender de las escaleras se detuvo un instante y dió un vistazo a toda la estancia, pudiendo observar con ello que la mujer que la noche anterior había mostrado su interes por los Rantanos, se encontraba allí sentada y ensimismada con su desayuno, le hubiese gustado dirigirse a ella, pero probablemente sería una indiscrección por su parte y más cuando él no podía hacer nada en esos momentos que cambiase la situación de la Orden y con ello su probable desilusión, pues aparentaba haber hecho un viaje muy largo para llegar hasta esa ciudad, al igual que él.

Así que  evitando ser inoportuno con aquella mujer se dirijió hacia la zona de la barra en la que se encontraba Tymora con el objeto de pedirle que le sirviese algo que llenase su estomago esa mañana.

-Buenos días señora Tymora, dijo mientras mantenía una leve sonrisa, para acto seguido acercarse algo más a ella y bajando el volumen de su voz aún audible le hizo una preciación, Veo que hoy estais tan bella como siempre, retirándose nuevamente y apoyado con un brazo en la barra, y lo cierto es que se agradece algo bonito a primera hora de la mañana, sobretodo cuando a uno le despiertan con tan malas noticias, acabó diciendo en un tono perfectamente audible para cualquiera que desease escuchar la conversación que mantenía con Tymora y mirando a su alrededor finalizó con un leve y lento giro de cabeza hacia la zona en la que se encontraba el mensajero que había hecho sonar el cuerno y la muejr con armadura que estaba desayunando. Nuevamente y despues de observar las reacciones que hubiese podido levantar su comentario dirigió su mirada a Tymora le guiñó rápidamente con el ojo, Me sentaré allí para disfrutar del desayuno que me sirvais señora, indicándole hacia atras con el dedo gordo de la mano alzada y sin girarse hacia una mesa que había próxima a la mujer que desayunaba sola.

Cuando se dirigió a la mesa observó que la otra mujer que se encontraba borracha la noche anterior acabbaba de llegar y ya se había sentado junta a la otra muchacha, así pues y tras llegar hasta la mesa y antes de sentarse, mientras movía la silla para sentarse en ella miró a las mujeres que se encontraban sentadas en la mesa de al lado e inclinó levemente la cabeza como saludo. -Buenos días señoras, observó la armadura que portaba una de ellas y se dirigió a está, espero que no se desate una guerra con las nuevas traídas por el sediento emisario aquí presente.

Se sentó y separándose algo de la mesa, cruzó una de sus piernas sobre la otra y reconstándose en el respaldo de la silla esperó pacientemente el desayuno mientras observaba al emisario y a las dos mujeres.

 

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17/07/2012, 16:33
Ammaranza

El gesto de la semielfa al escuchar su nombre fue el mismo que si le hubiera golpeado la cabeza con un martillo de guerra joder murmuró entre dientes con evidente muestra de desagrado.

Con calma extendió las palmas de las manos, con el dorso hacia arriba, reforzando con el gesto sus palabras no me iré si cumplimos varias reglas dijo mirando muy seria a Eralissa y la primera de ellas es no hablar alto durante tooodo el día de hoy era una regla muy importante, así que se quedó con los ojos clavados en la joven hasta asegurarse de que la habían entendido, sin esa regla no se iba a ningún lado.

Cuando quedó satisfecha suspiró he oído a cierto personaje tocando el cuerno a horas demasiado tempranas, y luego gritando algo de que el rey había muerto y que su hijo era ahora quien mandaba no es que se tomara las cosas a la ligera, era consciente de la importancia de lo sucedido, sólo que aún no había logrado procesarlo en su totalidad y también que habían sido los caballeros Rantanos los que le habían asesinado intercambió de nuevo una mirada con el claro azul de Eralissa buscando la confirmación de que se había enterado más o menos de lo sucedido. Cuando la tuvo, reacomodó su posición en la silla, interrumpidas momentáneamente por un hombre que le era vagamente familiar, aunque no lograba encuadrarlo del todo, aunque apostaría que tenía algo que ver con anoche, pero al parecer se dirigía a Eralissa, lo que le evitó tener que hacer memoria.

¿Qué dice de una guerra?

Devolvió el saludo con naturalidad, y observó al probablemente desconocido personaje hasta que se sentó en su mesa, centrándose de nuevo en la nerviosa mujer que tenía delante Vamos tranquilízate y dime que es lo que tanto te altera, y ¿qué demonios te ha dicho Jarvien? Desde luego aquel hombre tenía la habilidad de modificar el habitual carácter de Eralissa.

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18/07/2012, 14:07
Director

Notas de juego

Espero a que responda Eralissa.

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18/07/2012, 17:47
Eralissa

- Ese es el problema - responde a la semielfa - me ha dicho demasiadas cosas, y no sé si seré capaz de acordarme de todas - Mira a su compañera casi desesperada, como si fuese a solventar todos sus problemas - Deberíamos anotar todo, aunque - echa un vistazo a su alrededor hasta que fija la mirada en el mensajero - no mientras esté por aquí

Tratando de cambiar de tema, gira hasta que sus ojos se posan en el otro cliente que ya estaba la noche anterior.

- Eso espero yo también, aunque dudo mucho que se puedan evitar los enfrentamientos - Su voz es grave y el gesto serio - una orden de caballeros como esa no va a deponer las armas sin más. Habrá sangre, estoy segura

Mira al techo y toca el emblema de su peto, diciendo unas palabras para sí misma mientras cierra los ojos lentamente.

Notas de juego

Lo siento, he tenido mucho curro esta mañana

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18/07/2012, 20:54

ante la respuesta de la muchacha con armadura y mientras se iba aposentando en su mesa, respondió a esta. -Eso es lo que temo, que haya un enfrentamiento, solo espero que la sangre derramada no salpique a muchos inocentes y por lo que veo vos estais preparada y concienciada.

de que apoyo contarán estos Rantanos?....

En voz alta y audible para todos los que habían en la sala se dirigió a Tymora desde la mesa.

-Señora Tymora, sirva al portador de tan tristes noticias aquello que desee, corre de mi cuenta.

 

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18/07/2012, 23:19
Mensajero del Rey

Veo que estáis interesados en lo que realmente ha pasado con el Rey y lo que va a pasar con los caballeros Rantanos... Dice acercándose a la mesa de Eralissa y Ammaranza, sin dar la espalda a Liondel, a quien quería incluir en la conversación. Gracias muchacho, pero no hará falta, mis gastos corren por cuenta de la Corona. Yo he sido fiel servidor de su majestad, Temer el Grande, desde que era un niño, y en la corte se escuchan muchas cosas. El pequeño Theorim siempre ha sido un muchacho, extraño, cruel y rencoroso. En una época tubo a la orden de los Rantanos de su parte, hasta la noche en que Garl Tum llegó a Gran maestre, cuando las cosas cambiaron drásticamente... esta deslealtad nunca fue perdonada por el príncipe.

Muchos Rantanos depondrán las armas, al alba de mañana jurarán su entrada en la Garra Roja, y la revuelta que formen cuantos se opongan al cambio será rápidamente sofocada. Bajó el tono de voz e hizo ademán a Liondel para que se acercara. Yo tampoco creo que los Rantanos lo hicieran, tampoco creo que haya sido el príncipe, pero no me extrañaría que hubiera sido alguien cercano al príncipe, quizá a sabiendas Theorim, quizá no. Pero de momento no podemos hacer nada mientras vemos como la única orden que realmente sirve al bien en estas tierras se desmorona ante el alzamiento de la Garra Roja. Nada puede contra una orden real, pero no os hará mal conocer la verdad y saber quién es el bueno de esta historia. Alza la voz de nuevo Y... tal y como lo ha mandado el rey, la orden será disuelta, y si la orden se niega, el ejército real tomará la ciudad, los dragones del Rey quemarán hasta el último rebelde, sin oposición.

Aconsejo actuar con la máxima cautela, sin ser vistos y en operaciones a pequeña escala, que no llamen la atención, hay mercaderes que serán partidarios de los Rantanos, pagarán por cabezas de sus soldados, o por descabezar la orden... Si podéis, hablad con Garl Tum, antes de que ellos lo encuentren primero, llegará al anochecer en barco volador, al barranco del Cerro de la Loba, con Gandalf Vintur y un pequeño contendiente de soldados que llegan de una operación.