Rápidamente las palabras tomaron un sentido en su cabeza y contrariamente a como pensaba se empezó a mover, muy lentamente, sobre sus propios pasos para volver…
-Te traeré mi prueba de lealtad…
Su intención era volver hasta la casa abandonada y llevar el cuerpo de aquel que había asesinado o algún otro…
El muchacho salió nuevamente de allí. Cuando trató de salir por la puerta, el propio viento gélido no se lo permitió: Era mas agresivo que anteriormente. Alcanza también a observar como el puente parecía romperse por un lado. En aquel momento, si era realmente peligroso tratar de cruzar al otro lado, con aquella ventisca de por medio...
-Mierda… -fue lo primero que atino a murmurar… no le quedaría otra opción que esperar en la sala de la esfera luminosa a que pase la ventisca y poder salir nuevamente…
“Tal vez interprete mal las cosas” se cuestionaba una y otra vez… Observo la habitación en la que estaba sin mucha intención de obtener nada sino más bien pensativo… Desenfundo la espada que aun tenia restos de sangre del hombre – Porque no me ataco…- murmuro pensando en el dragón… “Que me estoy pasando por alto…”
Dio unas vueltas alrededor de la esfera. Observo su capote y su arma llenas de sangre… Enfundo su arma y se quito el capote y camino nuevamente hacia donde el dragon…
Si por casualidad cuando observo la sala veo algo mejor.
Volvió a aparecer delante del dragon, que aún mantenía sus ojos abiertos y ahora se postraba inmenso ante sí, mirándolo desde arriba con curiosidad.... aún aquellas runas iluminaban la sala...
nop ^^!
Esta vez no murmuro, sino hablo por primera vez firme y seguro – No te traje un cuerpo, pero tengo esto – Y levanto el capote lleno de sangre – Es la sangre de la ultima persona que asesine sin piedad. Si me dejas pasar prometo traerte todos los cuerpos que desees… - Hablo mirando a los ojos al dragón, mostrando su inexpresivo rostro con sus ojos grises resaltando en la tenue luz.
Dejo el capote en el suelo y dio unos pasos hacia atrás expectante, preparado para intentar esquivar cualquier ataque o avanzar en caso de poder.
Tras unos segundos de tensión, el dragón accedió, retirándose un poco a un lado y dejando pasar a aquel humano. Cuando este avanzó un poco, la bestia volvió a descansar sobre el suelo. Ahora podía observar el templo en todo su esplendor. Un brillo extraño, sobrenatural, se extendía sobre el altar que estaba frente a sí, tras una larga escalera. Era un altar con una estatua que representa al dios Tubilok, como la oscuridad que habita en todos, como un vulgar humano de ojos rojos y poderes sobrenaturales....como un demonio, después de todo. A medida que el muchacho se acercaba, aquel brillo parecía emitir un sonido. Un sonido que se hacía mas y mas fuerte, como el de un susurro que cuanto mas se acerca mas incomprensible parece...
Giro la cabeza para ver al dragón y luego miro a la estatua, de ¿donde provenían los susurros? Camino hasta la estatua del gran dios para contemplarla mejor, esperando luego avanzar por donde la escalera que había mas adelante…
Comienza a subir la escalera. Peldaño a peldaño, una especie de energía lo invadía. Aquellos susurros incomprensibles se fueron apoderando de los oidos del muchacho a medida que avanzaba, amenazando con volverlo loco...Poco a poco, estos remiten, dejándolo llegar hasta el altar del Dios Tubilok. No pasó nada en especial, cuando llegó allí, mas que sentir la presencia de algo sobrenatural sin siquiera tener que centrarse en percibirlo...como si un halo de misticidad envolviera aquel altar..
El altar está al final de la escalera, no al principio.
Se dejo caer arrodillado frente al altar de Tulibok – Por favor… guíame – murmuro casi sin dejar salir sonido de sus labios. Cerro los ojos y apoyo las manos en el suelo esperando respuesta… esperando que tal vez todas sus dudas se disiparan, tuviera algún camino que seguir…
Ha! perdon xD
En su mente apareció la imagen de la muerte de su maestro a sus manos, y pasó rapidamente todo su camino. Su infancia, hasta volver a llegar a aquel momento... Su mente quedó en blanco, pero entonces, una voz que solo resonaba en su mente, que invadía sus sentidos, se dejó escuchar..
-Hans... la oscuridad que hay en tu corazón... debes de cuidarla. Sin ella...jamás serías persona... sin ella, tu humanidad desaparecería, y te convertirías en divinidad....
-Por mucho que se empeñen los seis en proclamar la virtud.... si yo no existiera, su sino en la tierra no existiría... no existiríais, no existirian los animales... no existirian mas que las plantas, mas que el cielo, pero no las criaturas que lo habitan...
-No somos el enemigo... somos la fuerza que se opone a la virtud, el negativo necesario para el equilibrio del universo....
-Por eso existo... por eso, gente como tu, debe de existir....
-...Dime, hijo...¿Comprendes ahora porqué tu padre eliminaba despiadadamente a personas sin detenerse jamas?.... buscaba el máximo tributo de su dios... pero así no funcionan las cosas, no estaba equilibrando...solo, logró desestabilizar la paz, y por eso fue vencido....
-Y por eso, tu, Hans, debes de tener en cuenta hasta donde la oscuridad puede impregnarte. Hasta donde puede llegar el mal en tu corazón...
Aquella voz se detuvo en aquel mismo instante, aunque podía percibir que aún lo escuchaba..
- Entonces… debo ser aquel que haga bien las cosas… que de el verdadero equilibrio al mundo – Dijo sin saber si pensaba o hablaba.
- Eliminare a todos aquellos que desequilibren el mundo – Volvió a comentar
- Y cuidare mi propio equilibrio en el camino – Parécela al fin su camino tomar sentido – Ahora comprendo que el ideal de mi padre era el correcto… pero no su forma de llevarlo a cabo, dime… a donde debo dirigirme ahora, seré tu mas fiel representante…
-Aun es pronto, hijo mio...
Comentó aquella voz, tan mística, tan mítica...
-Pronto se desatará una guerra.... los seis dioses preparan la mas grande de sus gestas... debes de dirigirte al territorio de Ainar. Pero, antes, dejame hacer algo...
Sin venir a cuento, el muchacho fué rodeado por una energía ancestral. Parecía que los símbolos en las paredes cobraban vida. Mientras que giraban violentamente alrededor de sí, el muchacho pudo sentir un intenso dolor cuando uno de aquellos se adentraba en su cuerpo, por una de aquellas heridas, cicatrizándola tras la fusión...
-Ya está.... él entenderá cuan util puedes ser ahora en su gesta.... debes de ir hacia el norte. Trataré de aliviarte el camino. No se hasta donde podré llevarte, pero espero que sean los rededores de la principal ciudad, muchacho. Encuentralo. Encuentra a Togul Barok. Le avisaré de tu llegada, pues es mi mas fiel servidor, aquel que contiene mas de mi poder que cualquier otro humano en la tierra. Ríndele respeto a el, y lo estarás haciendo a mi.
Tan pronto como acabó la frase, el muchacho se vió teleportado en un lugar bastante extraño.
Era como....un campo yermo. A sus espaldas podía escuchar gritos enfurecidos, pero aquello no era lo peor...
En el cielo, proyectiles de fuego se disponían a azotar algo. No podía observar, sin embargo, el qué, con claridad. No podía quedarse mas tiempo allí, debía de moverse... aquellos gritos de furia a su espalda no sonaban precisamente bien..
Ahora, esta información te pertenece. Dale vida a esto, y misterio. Lo digo porque ahora sabes la razón por la que el dios es así, me pareció correcto decirtelo a ti, pero guárdalo como secreto con tu pj, para en el momento justo soltarlo. Eso dará una infromacion que es la que dije de que nisiquiera el "Enemigo" es malo...
Busco rápidamente donde ocultarse o moverse para observar mejor que sucedía, ahora tenía una razón para hacer las cosas, si algo sabia, es que no habrían mas dudas en su camino - Togul Barok… - murmuro casi inaudible, el debería estar en las cercanías, será mejor encontrarlo cuanto antes.
Bien! exelente!
Saludos!
Poco a poco observó como una silueta animal se acercaba a él. Cuando fué aclarándose, observó mas detalladamente la figura de un caballo con una mujer sobre el mismo, aunque aún estaba bastante lejos y no podía definir rasgos característicos de los mismos..
Espero escondido en su lugar, a ver como es la persona que pasaría por allí, si los rasgos eran característicos a los habitantes de Ainar, intentaría intersectarse e intentar preguntarle algo sobre la ciudad principal y tal vez de Togul Barok… si no, le dejaría pasar…
Poco a poco, sus rasgos no se definían como los de un Ainari, sino como los de un Aifolu. Una aifolu, para ser exactos. Sus ojos brillaban y cambiaban de color, apreciables aun a aquella distancia.... Se acercaba a él a toda velocidad, aunque aún estaba algo lejos y no podía distinguir mas que sus ojos y su caballo.
Si hace algo debe ser en ese instante cuando aun hay tiempo… Tenía algunos conocimientos sobre las diferentes etnias y los territorios, ya que su maestro le enseño algunas cosas y recordó algunos rumores sin importancia sobre confrontaciones con el territorio de Aifolu…
Vaya, estaba en un predicamento, en un instante varias preguntas y cuestiones se le cruzaron en la cabeza… "¿Aliado o enemigo? Si le hablo, tal vez obtenga información, pero es muy probable que confrontemos…" Si esperaba mas era obvio que pasaría de largo ya que iba rápido e intentar detenerla cuando este cerca no tenia sentido.
Suspiro profundamente y sin pensarlo más se paro al costado del camino bien visible para aquella mujer. Levanto la espada con la funda en señal de no buscar pelea y la agito de un lado a otro… Combinaría la mentira con la verdad esperando que se crea lo que le dirá…
Ya pudo ver sus facciones al completo. Era una muchacha bella, de cabello negro y facciones bien perfiladas. Aún parecía no haber visto sus acciones, aunque pidió con voz seca y contundente saber quién era aquel que la quería detener...
No se conocen. No hagas metarol, por favor, o tendré que ponerme duro :P
Perdon, pero no entendi que paso xD
Si no lo hare obvio, rol on es solo una viajera.
Llegó hasta ti preguntando si eres de la luz o de la oscuridad..