Partida Rol por web

Se acerco con tono molesto, pero siempre en esa pose orgullosa 'Que ya vi que son capaces de mandarme al fin del mundo sin un maldito mapa.' suspiro 'No había nadie en la tienda ¿Tienes uno tu?'

-Creo que si, dame un segundo..

Se separó de la espada y fué a un arcón a un lado, del que sacó un antiguo mapa, en pergamino, que extendió a Andrue.

-Aqui tienes. Vuelve con vida, nuevo Tahedorán, que no es muy comun tener de estos entre nuestras filas.

Dicho esto, volvió a su trabajo, sin dirigirle una sola mirada de mas.

'Lo haré, viejo' alcanzo a decir mientras tomaba el mapa, rápidamente volvió hasta la entrada del castillo donde lo esperaba su caballo. Se subió a este de un ágil salto, coloco el mapa cuidadosamente en una de las mochilas.

'¡Vamos!' grito al segundo antes de empezar a cabalgar, dirigiéndose a toda velocidad hacia la salida de la ciudad 'No perderemos mas tiempo.' su mirada mostraba mas furia y decisión que nunca.
 

Y así fue. No perdió mas tiempo, y comenzó a cabalgar hacia el norte, a cumplir su misión con presteza.

Cayó la noche poco a poco, dejándolo sobre un manto de oscuridad, la luna se mostraba en el cielo, llena,  en toda su esplendor. La cuidadora de la madre gaia protegía entonces la naturaleza. Pasó por grandes extensiones de hierba, que su caballo pisoteó sin piedad. No encontraba mas que montañas y mas montañas.

Así pasaron algunas horas. Arrivó en un lugar mágico, a pesar de su sed de destrucción.

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Aquel era el lugar mas bello visitado por aquel hombre. No sabía si le provocaba asco, o alegría. No sabía si su corazón se alegraba de encontrar muestras de vida, que no se había podrido completamente tras tantos años de intensas batallas y sangre derramada...

Un lago.... Una superficie de aquel líquido. Brillaba con luz propia ante la gracil luz de la luna, generando resplandores muy similares a los producidos por un cristal en impacto contra el sol. Además, encontró allí algo que no esperaba.

Entre la hierba hasta el lago, encuentra a una mujer. Una mujer de cabello rubio y ojos azules... arrodillada, al parecer rezando. No existía ruido alguno mas que el de el viento chocando con las briznas de hierba y generando ondas en el inmenso y frio azul del agua.... Sus vestimentas blancas, y su tez, le hacen pensar que es una humana, adoradora de los seis. Lleva algo en las manos, no alcanza a ver lo que realmente es. Al acercarse algo mas, escucha sollozos de la mujer...

'Una sirvienta de los bichos de la luz' murmuro mientras tranquilizaba al caballo, se bajo de este tomando la espada de la mochila, con cautela se acerco a ella para verla mejor.

El solo hecho de encontrar bondad en ese lugar le repugnaba tanto, que cada segundo el esfuerzo que necesitaba hacer para estar allí era mayor, pero por alguna razón la sangre de la mujer no lo llamaba, al menos el no la escuchaba...por ahora.

'Señorita.' dijo una vez que se encontraba a su lado '¿Quien es usted y que hace aquí sola?' quizá era la primera vez en muchos años que hablaba con un tono normal.

La muchacha ni siquiera lo miró, sollozando, desconsolada, aunque se detuvo, limpiándose las lágrimas con una mano, tranquilizándose un poco. De sus manos brotó una energía pura y limpia, una energía que invadía la escena como si fuera una luz que llegaba a cualquier rincón del corazón de los que estuvieran allí. Ella se encontraba envuelta en un halo de energía lumínica, muy bella. Aquello que tenía en la mano se colocó en su cuello: Era un colgante, un colgante del que pendía una pluma de diamante... Gracilmente y muy poco a poco volvió en sí. Aquel colgante ahora brillaba con luz propia. La mujer se asustó un poco ante aquello, mirando de reojo al muchacho, recogiendo su ropa y levantándose algo, asustada por el arma de aquel, tal es el susto que vuelve a caer a la hierba, mirándola con verdadero terror... En sus ojos aún se adivinan lágrimas. No era mas una adulta aún, quizás tuviera 15 o 16 años...

-N...no me mate, por favor...

'Solo es una chica.' suspiro mientras llevo la espada a su hombro, sonrío a la chica tendiéndole una mano para ayudarla a levantarse 'Solo mato a los que me desafían.'

Aunque despreciaba con toda su alma a los seguidores de la luz, no sintió lo mismo hacia esa chica, no consideraba necesario matarla ya que solo lo convertiría en un monstruo.

'¿Me dirás quien eres y que haces aquí llorando?' si, el se consideraba un humano, por mas odio y sed de destrucción que sintiera, expresarlo a las personas equivocadas no le traería ningún beneficio, ni placer.
 

La muchacha suavizo su gesto cuando el chico envainó la espada, levantándose con ayuda de él, mirándolo a los ojos directamente, bastante intrigada..

-Puedo...ver cosas horribles a traves de esos ojos...

Comentó, luego desviando la mirada, algo mareada...

-Mi nombre.. me llamo Tera... lloraba la muerte de mi hermano, muerto en una guerra que sucedió cerca de aqui.... en este lugar se enterró su cuerpo, por eso yo lo velo, dia y noche. Hasta que muera.

Aquel extraño collar brillaba con fulgor ante sus palabras, como acentuando las mismas....

Sintió una gran molestia recorrerle el cuerpo mientras la chica hablaba.

'¿Lloraras hasta la muerte sobre la tumba de tu hermano?Lamento decirlo, pero es la cosa mas entupida que eh oído en mi vida ¿Acaso crees que llorando frente a el lograras algo? ¿Crees que a el le gustaría verte llorar por siquiera unos segundos? Lo único que lograras es que nunca pueda descansar en el otro mundo, que muera nuevamente pero de tristeza por verte así.'

Se acerco a su corcel tras terminar el pequeño discurso, no sabia por que había dicho esas palabras.

'Rendirte y llorar no te servirá de nada, piensa en tu hermano, seguramente el quiere mantenerse a tu lado mientras vives tu vida, protegiéndote, no verte llorar hasta la muerte sin poder hacer nada.'

Coloco una mano sobre el caballo, quería subirse a el y partir, pero algo lo obligo a quedarse inmóvil, como si esperara alguna respuesta.

La muchacha se quedó callada por unos minutos. Cuando se giró al hombre, hizo una pequeña reverencia con la cabeza.

-Gracias...

Tras lo dicho, se encaminó hacia el lago, caminaba naturalmente, pero iba completamente dirigida hacia el agua...lo extraño fue...

Cuando tocó el agua, y colocó un pie en esta, la superficie no fluyó, no se la tragó mojándola, sino que le hizo de soporte para que siguiera andando.... así comenzó a alejarse del lugar, despidiendo un aura de luz, mientras que se alejaba mas y mas, como si de un sueño se tratase.....

Tras darle un rapido vistazo al mapa que traia en una de las mochilas, lo guardo nuevamente junto con la espada y volvio a montar el corcel 'Esto se vuelve cada ves mas extraño, seguiremos un rato mas hasta encontrar un lugar seguro donde descansar.' dijo, aparentemente hablando con el caballo.

Tras esto, volvio a cabalgar a gran velocidad, tratando de guiarse con el mapa, aunque ahora no podria sacarse de la cabeza la imagen de esa chica.

No encontraron mucho más: El camino comenzó a complicarse. El terreno era mas brusco y las montañas cada vez parecían aproximarse mas. No volvieron a encontrar un lugar como aquel para el descanso.

Al ver que el camino se hacia cada vez mas dificil, simplemente decidio dar media vuelta y regresar por donde vino 'Demonios, tendremos que descansar en ese lugar.'

Sin muchas complicaciones volvió al lugar. La muchacha no estaba allí, evidentemente, y comenzaba a caer la noche profunda....

Frustrado pero al mismo tiempo con signos de cansancio, el Tahedoran cabalgo lentamente hasta la orilla del lago, donde se bajo de su caballo para quitarle las mochilas y dejar que bebiera agua.

Dejo las mochilas a un lado, buscando en una de ellas algo que comer, para luego recostarse en el suelo, mirando el cielo estrellado mientras lo hacia.

'Me pregunto ahora, ¿Cual sera el limite de mis poderes? ¿Acaso tendran limite?' en la tranquilidad del lugar, no podia dejar de pensar en las cosas que habian pasado durante el dia, y en que pasara despues.

Trato de recordar las palabras que habia dicho Tah Kinnos...

Poco a poco, va pasando la noche, y las brisas del lugar se calman. Tah Andrue cae dormido, hasta los albores de la mañana, cuando la luz del sol baña sus facciones tenuemente. Entonces despierta. Todo parecía mejor apreciable en aquel momento, incluido su camino y su caballo.

El amanecer había llegado, tras despertarse, se acerco a la orilla del lago arrodillándose para lavar su rostro. Observo a su alrededor, tomo las mochilas del suelo y volvió a colocárselas al caballo, tras esto se subió a el 'Espero que hallas descansado bien.'  sonrío tras empezar a cabalgar nuevamente 'Si no tenemos mas interrupciones supongo que llegaremos hoy.'

'Sangre...demonios, necesito algo con que probar mis poderes...' sintió una nueva energía recorrerle el cuerpo, tomo una cantimplora de una de las mochilas y bebió agua de esta para luego guardarla 'Necesito probar esa aceleración...'

Poco a poco, en su andar comienzan a cruzar sobre tierras yermas, grises y oscuras. Partes de bosques siniestros. De pronto se vió envuelto entre árboles oscuros. No estaban muertos, pero estaban llenos de muerte. A medida que el muchacho avanza encuentra diversos claros, aunque poco a poco la luz vuelve a perderse.... no escucha ningún ruido salvo el de algunos animales y los pasos de su caballo, que camuflarían cualquier otro... Aquella era la entrada hacia otro lugar extraño, misterioso.

El Tahedoran siguio cabalgando a una velocidad moderada, alerta, aquel lugar no le transmitia ninguna tranquilidad, pero tampoco miedo. Solo agudizo el oido, buscando, tratando de escuchar cualquier llamado de la sangre, lo cual esperaba ansioso.

'Me pregunto, de que dios sera el espiritu guardian que tengo que encontrar...'

No escuchaba nada, algo lógico... Cada vez mas, el espacio se iba cerrando y la luz iba desapareciendo del bosque...