Partida Rol por web

-Pues aterriza, me bajo y das algunas vueltas por el cielo, seguro que todos se quedan aterrorizados. Si vas blandiendo un garrote y gritando a lo barbaro casi seguro que les das mas impresión oye, que seguro interpretas bien ese papel

Mascullo algo que sonaba a un juramento mientras se mantenía mas o menos estable mientras sobrevolaban el mar.

-¿Y por donde empezamos a buscar, o ya sabes donde estan los del problema?

-Deja de tratar de molestarme, no lo conseguirás.

Comenta, soltando una carcajada limpia, sin quitar su vista del gran azul que aún se extendía bajo ellos.

-No se donde está. Sé que están en algun lugar del desierto, pero no sé en cual, concretamente...se hace mas facil buscar cuando tienes un dragón y puedes tener un plano aéreo...

Una mano se escapa de la rienda, buscando el trasero de ella descaradamente..

-¿No me quieres dar energía para buscar mejor?

Comenta sugerentemente..

Tomó aquella mano y con un movimiento torció el brazo a la espalda dolorosamente. Acto seguido colocó dos hojas en la palma de Tir cerrando su puño para que las sujetara.

-No te lo quiebro porque conduces. Si necesitas "energía" a mascar esas hojas un rato, son un buen vitamínico. Aunque no harán milagros si tienes problemas en algo mas que falta de vitalidad... -Torció los labios en una mueca de mal humor- Buen plan venir sin tener idea de donde hay que actuar, ni se porque esperaba algo mas de organización.

Alzó una ceja.

-Te ries mucho, oh gran guerrero carmín -Agregó en tono burlesco- la proxima pagina de tu historia llena de sangre y bla bla bla podría ser que pintaras de tu color favorito el suelo. Y ya que estas tan hablador, ¿me puedes responder porque pareces saber mas de mi de lo que deberías? ¿Me han estado espiando desde a saber cuanto tiempo?

Reprimió una mueca de dolor cuando le torció la muñeca, aunque luego sonrió algo...

-Si...una mujer de armas tomar.

Comentó, perdido en sus propios pensamientos. Cuando terminó de escuchar aquello, suspiró.

-Trabajaba mejor solo.... Que lástima, deseaba que te quedaras allí, en la fortaleza, sirviendo a mi descanso y no a mi trabajo. Pero...que se le va a hacer.

Inspiró profundamente. Comenzaban a sobrevolar a una cordillera montañosa que los separaba del desierto

-No estoy autorizado para hablar de ese tipo de cosas, y...

Le devolvió las hojas, amablemente.

-No, gracias. Al último al que le diste algo lo envenenaste y murió a la hora.

-Ganas no me faltan de darte algo que pueda matarte creeme. Pero a diferencia del ultimo, a ti tengo que mantenerte vivo.

Guardó las hojas cuidadosamente en la bolsa de la cintura.

-Ah, ¿no estas autorizado a hablar de cosas interesantes pero si de ser un pervertido?

Se quedó en silencio unos momentos, observando la magnífica vista de las montañas y el mar que quedaba atrás, bien agarrada.

-Y vete al carajo, buscate a otra para tu descanso. No vine a hacer de criada de nadie, y mucho menos de haren. No vuelvas a insinuarlo anda...- Esto ultimo lo comentó de forma bastante despectiva.

Colocó la otra mano en las riendas, comenzando a sobrevolar el desierto. Después de unos minutos sin siquiera hablar, encontraron una figura  de un jinete sobre un Swanit, al otro lado de la montaña, al comenzar la inspección del terreno. Por unos segundos el muchacho trató de acercarse pero enseguida se dió cuenta de que aquel humano podía percatarse de la presencia de aquel dragón. Así que decidió girar y seguir su curso, inspeccionando otras zonas.

-No vamos a ir matando a diestro y siniestro, solo por que esté por aquí..

-Tu dirás -se limitó a comentar- cuando termines de dar vueltas y bajes avisa si te viene alguna inspiración en forma de plan.

Se dedicó a mirar el territorio sacando sus propias conclusiones. Era obvio que no confiaba demasiado en criterio ageno.

-Deja de molestar, lengua de serpiente.

Comentó, de manera fría y siniestra, mientras que seguía su camino hacia mas adelante. La noche iba cayendo, comenzando a hacer un frio considerable en aquel lugar...

-¿Al fin un poco de seriedad de tu parte o es que ya no aguantas lo que te buscas?- Comentó en tono concluyente.

Recordó que por la noche la temperatura bajaba drásticamente en los infiernos de arena, con algo de suerte concluyeran pronto. Miró al insecto del que acababan de alejarse con interés.

-El caparazón de ese bicho vale una fortuna, y antes de que lo digas estoy bastante consciente de que misión primero, extras despues y si hay tiempo.

El chico se mantuvo frenando en el aire al dragón, aun no muy lejos de donde habían visto a aquel bicho. La miró de reojo entonces.

-Yo no me he buscado nada... Si quieres ir a por él, vete, yo puedo encargarme del resto...

Poco a poco sus iris comienzan a destellar violentamente, como si algo en estos hubiera cambiado. Además, sonreía misteriosamente.

-Olvidalo, mira si pasa algun par de tetas por delante y vuelves a la bobera. ¿Quieres llegar de una vez a donde sea que vamos? Luego ejecutas tu brillante estrategia. Y descuida que no te vas a morir hoy. Y vete a asustar a otros con el truco de ojos, los mios son mejores.

Se miró las uñas dando por finalizado su comentario.

-Las tuyas seguro que no, pecho plano.

Comenta, riéndose algo. Avanzaron un poco mas hasta que llegaron a una especie de aldea en el desierto. Ascendió algo mas, tratando de ocultarse de la vista de aquellos que hacían su vida normal allí abajo.

-Ese..es nuestro objetivo.

La aldea parecía normal: De hecho vivían varias familias que no parecían tener que ver con ningun ejército.

-No hace falta que destruyamos a un ejercito para invalidarlo... si destruimos a sus mujeres y sus hijos, todo habrá acabado.

Comentó, riendose algo...

-La forma mas fácil y rápida sería que Kai volara por encima e incendiara el pueblo, si es un dragón de los escupefuego claro. Si te crees capaz principito, podrías colocarte en una de las posibles vías de escape de la gente y yo en otra, o si tienes algo de inseguridad ambos en una sola.

Soltó un bufido que quedó a medio camino de ser una carcajada.

-¿Pecho plano? Que original para alguien con exceso de afrodisíacos.

El chico volvió a quedarse callado. El dragón fué descendiendo en picado y el muchacho tiró de la mano de ella para, junto a el, descender a tierra mientras que el dragon volvía a remontar el vuelo, arrasando la aldea, creando muros de fuego. Pronto los gritos de la gente, la desesperación y el lamento se apoderaron de él como si lo alimentaran. Sonrió, volviendo a dejar a sus ojos emitir un fulgor intenso.

Varios guerreros que estaban descansando allí y que sobrevivieron a la primera acometida de la bestia, ahora  se congregaban alrededor de los dos adoradores de Tubilok. El guerrero carmín no parecía preocuparse por aquello en lo mas mínimo. Solo sacó la espada y aguardó el movimiento de sus oponentes, que los rodeaban...

-¿Estás lista para luchar, lengua de serpiente?

Comentó acidamente hacia la muchacha...

-Seguramente mas que tú- repuso frotando dos hojas purpureas al filo de su espada, para luego dejarlas caer al suelo. Apretó el puño un segundo, comprobando algo.

Luego volvió la vista alrededor, eran bastantes pero aún así no estaba preocupada tampoco. Siempre había que improvisar para sobrevivir, y esa era una regla de oro. Por su parte, los iris translucían un color negro opaco, que pese a ser algo desagradable transmitía concentración.

Tir se preparó para cualquier cosa que pudiera suceder. Dos de aquellos guerreros se abalanzaron sobre sus enemigos: Detrás iban los demás... Trataban de hacer un corte diagona muy simple en el pecho a Shapiro, mientras que a Tir trataban de destruirlo con una estocada a la altura del pecho, ambos en carrera tratando de cogerlos desprevenidos.

Tir trató de esquivarlo, girando su cintura hacia un lado y no vaciló ni un segundo para clavar su espada en el costado del hombre. La sangre del mismo recorrió el suelo: Parecía haberle dado alguna arteria o vena, a juzgar por los rios de sangre que emanaban de la herida..

Mas no había tiempo de observar con detalle aquello. El hombre cayó al suelo, muerto, pero seguían rodeándolos...

Al ver aproximarse a aquel combatiente reaccionó automáticamente. Por fortuna no corría demasiado viento, uno de sus pies patinó sobre el suelo pateando un puñado de arena con motivo de desorientar cegar momentaneamente al hombre. Acto seguido se movió a un lado para evitar el acero enemigo. Se topó con uno de los árboles de aquella zona, y encontró una forma improvisada de compensar la falta de musculatura que a aquel hombre le sobraba. Aferró una mano en el tronco de la palmera con una de sus manos, y su cuerpo trazó un semi-circulo mientras su mano se deslizaba porla corteza describiendo un tajo horizontal, buscando abrirle el vientre a su rival.

La muchacha esquiva el golpe gracias a la arena en los ojos de su enemigo, que lo ciega por unos segundos, aprovechándose de la lentitud de sus movimientos ciegos para salir con éxito de aquello. Apoyándose en la corteza, el corte circular hecho por ella trata de ser contrarrestado por el guerrero, quien trata de interponer su espada entre ambos, evitando el golpeo en el vientre sin demasiados problemas, aunque yéndose algo hacia atrás por la fuerza del mismo impacto.

A lo lejor, Tir pronunciaba algo que lo hizo entrar en un estado mas veloz, y comenzó a destruir a aquellos monstruos con mas facilidad. El primero cayó sin esperarlo, víctima de un tajo en la garganta, trar un bloqueo a la altura del costado. Sus iris color  carmín observaron la sangre brotar del mismo, sin ningún tipo de reacción por su parte, centrando entonces su mirada en el siguiente, a por el que comienza a ir...

Se estabilizó y automáticamente empezó a caminar hacia adelante, concentró una serie de tajos de forma mecánica conforme el hombre retrocedía. La mano zurda se cerró con violencia y el puño se mantuvo apretado, mientras procuraba que los hombres mas cercanos a ella se retorcieran de dolor con su magia, previniendo posible "montonera" contra si.

...Sin embargo, nada sucedió cuando apretó el puño.

La muchacha seguía tratando de golpear con su arma a aquel caballero, que trataba de contraatacarle, pues, de otra forma, no conseguiría quitársela de encima. Cuando trató de acometer contra su enemiga, el arma de esta se clavó violentamente en su pecho, arrebatándole la vida cruelmente, sin poder hacer nada. Su sangre recorría el arma, pero la muchacha no podía escapar tan facilmente. Dos de aquellos caballeros no aguardaron mas tiempo, tratando de golpearla de manera torpe, debido a la impotencia al observar a su compañero y camara caer de tal forma por una mujer..

Mientras tanto, Tir seguía combatiendo y eliminando a aquellos. Ya solo le quedaban 2, y uno estaba a punto de morir, aunque sorprendentemente defendió el golpeo, solo quedando algo herido en un hombro. Tir quedó asombrado por un segundo, sonriéndole levemente.

-Bueno...al menos tengo algo de resistencia, aunque haya sido suerte.

Comentó, antes de volver a la carga..