Partida Rol por web

Nada tendrian que hacer frente a los guardias armados

Le pego un sorbo al vino ;su cargado sabor reconforta el espíritu -Podría olvidarme de todo y quedarme aqui bebiendo jarra tras jarra- mi mirada se posa sobre el vaso que emite un ruido seco al dejarlo nuevamente sobre la barra,

1...

2...3...4 segundos y llega violentamente otro pensamiento, desplazando al anterior y con el ese aparente silencio mental en el que había quedado suspendido

¡¡¿Como entrarás a la mansión y saldrás con la estrella y en una sola pieza?!!

Vuelvo a mirar al tabernero, tan amable y dispuesto a contarme "cosas", mi sexto sentido de lo ilegal me obliga a fijarme sobre las gentes en aquel lugar, la presencia de algún guardia o por otro lado de algun sujeto que pueda proveerme ayuda.

Que difícil de hallar el equilibrio entre la paciencia y la acción, aquello de l accion oprtuna en el momento oprtuno y en el lugar oportuno, ese sentido de la oportunidad que pocas veces me visita.

- ¿Y usted que opina de todo esta situación? - le largo la pregunta, después de un largo silencio para mi, pero apenas unos pocos segundos fuera de mi mundo interno.

Tirada de diplomacia (oculta pero muy muy alta y eso que no tienes bonos a diplo jajaja)

Pues me a caido usted bien y le voy a invitar gratis a un chupito de alcohol que se apareja bien con su copa anterior y le dire lo que se sobre el baron al ser usted extranjero y continuando con el tema.....

El Baron Velstaf es un poderoso noble en las afueras de la ciudad, que se ha ganado la mayor parte de su riqueza a través de la venta de armas y armaduras, viene de una familia respetada. Los que lo conocen a Velstaf es un amistoso pero es un hombre despiadado, está dispuesto a todo para mantener sus márgenes de beneficio. Muchos piensan que es algo cruel. Velstaf ha sido implicado en actividades ilegales antes, como la misteriosa desaparición de uno de sus competidores.

 Viendo que le caí bien al posadero y me está soltando buena información me arriesgo un poco mas, parece una persona de bien y tal vez dispuesta a ayudarr a su pueblo. Me termino el fondo de la copa y mientras sirve el siguiente trago bajo aun mas la voz, - Así que Velstaf es un tipo sucio... debe tener algunos enemigos en la ciudad -

 Saco de mi bolsa las cuatro monedas de plata y las apoyo suavemente sobre la barra, acercándoselas a mi anfitrión.

- La verdad que me gustaría ayudar a la gente de este lugar, si pudiera hacerlo...-

Me ha caido usted bien y le dicho todo lo que se , los enemigos que tenga , los sabra el, pero no yo

Tenga cuidado por ahi , no todo el mundo es tan discreto como yo , si lo va diciendo le venderan por unas monedas de oro, sera mejor que vuelva a mi trabajo

Agacho la cabeza y me tomo el trago de cortesía, aqui es donde me arrepiento de haber dicho demasiado y no haber oído a mi sentido de la desconfianza pero bueno ya está. Saludo a mi anfritrión con un leve movimiento de la mano y me dirijo hacia la salida. Repasando lo que me dijo el posadero camino hacia la mansión, a ver de que se trata el edificio, paso por allí disimuladamente apelando a una oportunidad estoy atento a lo que ocurre en los alrededores.

Vista a pie de calle

Una inspeccion a primera vista revela que la mansion Whitehall  es una casa solariega rodeada de un muro de piedra. El estilo de la arquitectura es elegante y no demasiado complicado. El techo de pendiente suave se rompe por las dos habitaciones pequeñas parecidas a torres en las esquinas opuestas de la casa. Una columna de humo sale de la chimenea

1. El muro exterior: Los terrenos de la finca Whitehall se rodean por un muro de piedra de 10-pies de altura

2. La puerta principal: La única entrada a través de la pared es un conjunto de puertas dobles bien guardadas. Hay dos guardias en puerta frontal vigilandola