Partida Rol por web

"¡Halaaaa!" soltó los mandos, los ojos de la tecnópata casi hicieron chiribitas al ver el espectáculo de luces, esquirlas, fuego y trocitos de casco que como papelillos y serpentinas caían y volaban por todo el espacio. El misil había dado en el blanco, le había reventado los escudos de popa y parte del fuselaje. ¡Un movimiento magnífico! Se había quedado tan embobada que tardó bastante en recordar... ¡que estaba en medio de un combate! "¡Ay ch-ch!" se precipitó torpemente a tomar los controles de nuevo, ¡había perdido un tiempo precioso!

La piloto supo entonces que más le valía centrarse esta vez en evadir los disparos de los dos cazas. Cuatro láseres de esos podrían freirla por completo. Apagó los motores de marcha atrás y apretó el acelerador a tope, descendiendo lo más lejos posible de aquellos eoxianos, virando la nave de sentido cuando creyó haberse alejado lo suficiente...

Esta vez los necroplaneadores ya no vuelven a subestimar a Kerry: ya han visto que es un piloto experimentado y no van a permitir que vuelva a ganarles con una maniobra como esa. Ambos hacen gala de su gran maniobrabilidad para lograr situarse a la cola de Kerry en un momento de distracción, y las dos calaveras de extrañas criaturas que llevan en los forntales se abren como si sonrieran. A través de sus bocas surgen los cañones de dos láseres ligeros que inundan el espacio alrededor de Kerry de una lluvia de fuego, con ráfagas brillantes que caen como granizo a su alrededor. Por suerte, las audaces maniobras de Kerry mantienen el fuego fuera de su nave, pero rozándola. Una descarga como esa podría haber causado serios daños, aunque esta vez se ha ido sin un rasguño.

"¡Wohoooo!" celebró ella, mientras maniobraba. Se habían puesto de nuevo y esta vez completamente, detrás de ella. Y esta vez, sin dejarle hueco para repetir la maniobra de antes. La mecánica pensó que ahora habría sido el momento perfecto para disparar una de esas armas de popa, que le dieran en toda la jeta a esos no muertos. Pero la había vendido así que no podría dispa... ¡Un momento! ¡La torreta, claro!

La torreta gira en su montura y los sistemas de fijado automáticos disparan al blanco más cercano con gran precisión. El escudo es derribado casi al instante por el chorro de partículas sobrecargado que arrasa la parte frontal del necroplaneador haciendo saltar el recubrimiento de hueso blanco y los cables por doquier. El rayo atraviesa la cubierta, el blindaje y los sistemas como el papel, destrozando y haciendo explotar fragmentos de los sistemas electrónicos que esparcen esquirlas de hueso como nubes blancas, mientras las llamas son extinguidas al instante por el vacío del espacio. El rayo atraviesa limpiamente los agujeros, similares a cuencas vacías, que ocultan los sensores de la nave y los hace volar por los aires, llegando incluso a perforar el núcleo de hueso y a hacer saltar chispas del reactor azul que contiene. 

La nave parece ir a perder el control, pero se reajusta en un instante y sigue volando, aunque echando chispas por todas partes. 

Sí señor, lo más divertido del combate espacial eran las explosiones. Le encantaba imaginarse el sonido que harían todos esos trocitos al romperse, aunque en el espacio no hubiera sonido según había estudiado. De hecho, más de una vez Kimberly se pensó en instalar un sistema de sonido asociado a la nave, para que cuando hubiera un explosión, o un disparo láser, o la metralleta o lo que fuera, sonaran bien esos "¡BOOOM, PIUM KABOOOM!" Pero bueno, siempre estaba ella para imitar los sonidos...

"¡Ah no, no te me vas a escapar!" Kerry apretó de nuevo el acelerador, y emprendió la persecución del Necroplaneador sin escudos. Sabía que su compañero probablemente le seguiría la pista a ella, por lo que al tiempo que perseguía no perdió vista de los sensores, ya que era muy probable que la dispararan de nuevo. Hasta ahora lo había hecho bien, y pretendía mantener esa buena fortuna.

El otro necroplaneador se dirige a toda velocidad hacia Kerry, pero de nuevo sus disparos salen desviados del objetivo. 

Inclinó toda la nave posicionándola en vertical para esquivar así los ataques del segundo necroplaneador, al tiempo que ella disparaba el suyo propio al primero. "¡Toma ya, en el blanco otra ve-!" ¡Pero lo había celebrado demasiado pronto! La nave enemiga descendió en horizontal evitando casi de roce los disparos. ¡Pero no pasaba nada! La mecánica se estaba divirtiendo de lo lindo, ¡y más aún con lo bien que le estaba yendo!

Ejecutando una temeraria maniobra que le hizo casi rozar a su compañero, el necroplaneador esparció piezas rotas de su fracturado fuselaje por el espacio mientras esquivaba con pericia los disparos de Kerry. Aquella maniobra no le dejó en buena posición para reaccionar, pero su compañero estaba rápido, y, al parecer enardecido por no haber recibido impactos aún. Las macabras calaveras de su frontal parecían reírse mientras se colocaba en posición.