Partida Rol por web

Carraspeé. Lo hice mirando al padre Beltrán sin duda para que le explicara la situación ya que habíase puesto al mando en esta cuestión no del todo mundana, la verdad... Con el susto y la sorpresa aún en el cuerpo miré de reojo a "los tortolitos del de Hita" y girándome hacia Berazaluce le susurré...

Asustar a un pobre viejo y meterme en el cuerpo el miedo de un niño no es razón suficiente para que "rejuvenezca" de esta forma y deje de palidecer... Esto apesta a gran despropósito fuera de todo robo o riña...

¿Qué diantes estarán haciendo esos "señoritos" ahí dentro? -pensaba yo silbando mientras me paseaba por el jardín... Seguro que tirándole los trastos los muy perros... Si conoceré yo a mi Señor...

Al oir las palabras de Alonso, no puedo evitar que una sombra de duda cruce por mi cabeza. Se que una mano bien tendida en un momento determinado puede salvar a un hombre de la locura, pero ¿y si Alonso tiene razón y es todo una engañifa?

Esto es un poco... incómodo. Muy en tu interior, y tras haber practicado varias decenas de exorcismos, sabes que la mente humana juega un papel muy importante en la salud. Has visto muchos casos en los que no había tal posesión, pero el hombre o la mujer al creerse curados se curaban realmente. Piensas que es tal la fe en Dios de este hombre que se ha curado del mal que le acechaba, que seguramente fuese un mal de la mente. Empiezas a sospechar que aquí no hay ningún mal de por medio, el hombre se creyó endemoniado y endemoniado se quedó, hasta que ahora un sacerdote le ha liberado(sin llegar al Exorcismo).

El problema es que no puedes desenmascararle pues corres  el riesgo de que estos palurdos se den cuenta de que no ha habido intervención divina en este caso, y eso debilitarría tu posición y la de la Iglesia. Dónde estaríamos si cada palurdo hijo de una vaca dudase de la Iglesia y de su sagrada misión...

Piensas que tienes que tener cuidado con el tal Alonso, pues parece más inteligente que el resto, con más cultura y más vivo. Puede darse cuenta, tu actuación tiene que ser perfecta. Y además tienes que convencer a todos de que Inés y Ángel no tienen culpa, sino el Diablo es el culpable.

Quizás absolviendo a ambos...

Con una gran sonrisa, miro hacia atrás Veís, hijos míos, ¿cómo la palabra de Dios llega hasta los rincones más alejados de la mente humana? digo antes de volverme de nuevo hacia Pedro y, poniendo ambas manos sobre su cara Has vuelto con nosotros. Las garras del demonio te tenían prisioneras pero hemos con Dios ha vuelto a interponerse en su camino y te ha liberado de sus garras. Acecándome un poco más a su cara Descubriste algo en esa vieja torre y por eso caiste maldito, pero eso ya ha pasado y te hemos logrado salvar. Ahora, cuéntanos todo lo que viste para que podamos erradicar ese mal que acecha?

Mateo da un respingo sorprendido por la pronta recuperación no sin que el olor a chamusquina le queme las narices.

Esto debe ser lo que llaman teatro, buen juglar debe ser el tal Pedro si sabe fingir enfermedad y lozanía con tanta prontitud.

Perdonadme que interrumpa Padre, que sin dudar de vuestras dotes y favores divinos, esto es más raro que perro verde.

Apoyando la cabeza de Pedro sobre la almohada Tranquilo hijo mío, estás en casa. Descansa un rato, que ahora vengo. le susurro al oído.

Tras dejarle, me levanto y me encamino hacia la puerta, encarándome a Mateo y Alonso ¿Os puedo hacer una pregunta? digo mirando alternativamente a uno y a otro ¿Alguna vez habeís sido testigo de un exorcismo? ¿y de un milagro? ¿acaso os creeís conocedores de todo lo que puede conseguirse con la fe? ahora mi mirada es un tanto inquisitiva Decidme hijos míos ¿lo habéis sentido alguna vez? ¿cómo podeís estar seguro de que no ha sido un acto divino? ¿tan buen actor le creeís? pregunto ladeando un poco la cabeza

Feliz de que el rapapolvo derive a otros puertos ahora me permito adentrarme en la estancia avanzando desde la ventana y me acerco al enfermo - poseído - maldito al cual saludo con un gesto de cabeza. Luego miro detenidamente a los tórtolos discutidos a ver su reacción mientras el padre abronca a los descreídos.

Con el ceño fruncido al hablarle me encaro con la muchacha para señalar la cama y decir en voz baja: sa-aludad a v-vuestro señor p-padre.

Aitor permanece estupefacto ante la "milagrosa" recuperación del tal Ramales, y después sonrie y sacude la cabeza al ver como el cura intenta hacer rebaño copn el resto de compañeros.

Si, puede que sea milagro ó suerte ó que este hombre sea el mejor actor de Murcia, vete tu a saber...   piensa para si el guerrero de vuelta de todo.

No, padre -le respondi bajando la cabeza como un niño sancionado y castigado. Y no es que no dijera yo tal cosa, que el Señor lo es Todo sin duda, y en verdad que no sabemos sus buenos propósitos y nuestros devenires.

- Gracias , gracias a todos. En especial a vos Páter por devolverme a mi padre. Fue estúpido nuestro comportamiento padre, queríamos que nos dieses tu consentimiento para las nupcias. Y por eso actuó Ángel así. Padre, es buen muchacho, honrado y trabajador, me quiere, y además tu negocio estará en buenas manos si consientes.

- Os debo una disculpa Don Pedro...

Negando con la cabeza - Escuchad, esto no ha sido ninguna engañifa. Sé lo que vi y sé que el mal estaba allí. Pero no se cómo el páter ha eliminado ese mal de mi espíritu canalizando la energía de Dios a través de su fe y de su cuerpo hacia el mío y ha limpiado el mal. No tienes nada de lo que disculparte Ángel, pues cierto es que tu broma era soez y de mal gusto. Pero habría enfermado igual, ese mal habría entrado en mí de igual manera. Hija, si a este hombre quieres por esposo, a Dios pongo por testigo que yo consentiré en vuestro matrimonio.- Seguramente que lo de buen comerciante no ha tenido nada que ver... pensáis irónicamente.

Levantándose de la cama lentamente pero con seguridad se inclina ante Beltrán y dice - Páter, vos me habéis salvado y habéis expulsado el mal de aqueste pueblo. Pedidme cuanto queráis. Daré limosna durante el resto de mi vida a la iglesia si es necesario.

Abrazando a Ángel que la sujeta y la da varias vueltas , ambos sonrientes y en extremo felices se toman de la mano, Inés se suelta para ir junto a su padre - Pedidme a mí y Ángel cuanto queráis igualmente, pues habéis sido comprensivo Páter y nuestro amor habría sido imposible sin vos.