Partida Rol por web

—Entonces, una con bacon y huevo para mí, por favor —solicitó antes de que se marchara la camarera.

Le dio un par de palmadas a la mesa, como si estuviera tocando un tambor. Acto seguido señaló al teléfono que les habían prestado.

—¿A quién vais a llamar con eso? ¿Al presidente Lincoln, para que nos saque de aquí a caballito? —se cachondeó.

Le pegó un buen sorbo al café, satisfecho consigo mismo.

Sonreí, animado por el calor del café y el comentario de Isaac -Bueno, al menos no tenemos que mandar el mensaje en morse, es todo un adelanto-.

Dejé de tratar de conseguir cobertura con mi teléfono y volví a guardarlo. 

-El pueblo es bonito, ¿no os parece?

- A Producción -  respondí a Issac cogiendo el teléfono -tendrán que pagar el mecánico y el motel.. A no ser que nos invites a pasar el fin de semana de tu bolsillo- 

-Muy bonito.. si- empeze a marcar el número de la emisora. -Seguro que todo el mundo lo sabe todo de todos- 

La mujer se acerca con unas hamburguesas de aspecto delicioso y que desprenden un aroma embriagador.

- ¡Qué aproveche! -dice la mujer con una amplia sonrisa- si necesitáis algo más, sólo tenéis que pedirlo. Me llamo Kimana, por cierto, que no me he presentado.

>> Si os quedáis unos días por aquí, podéis asistir al festival de primavera que está a punto de celebrarse.

—No me pagan lo suficiente ni como para costearme el mecánico —afirmó, encogiéndose de hombros.

Le dio otro sorbo al café, agradeciendo el calor que el líquido generó en sus entrañas.

Pudo oler las hamburguesas antes de que se las plantaran en la mesa, dilatándole el apetito. El embriagador aroma y aspecto de las susodichas le arrancaron una pequeña sonrisa. Se apropió del plato de su hamburguesa de inmediato, como si no quisiera arriesgarse a que sus compañeros se la arrebataran.

—Gracias, Kimana, es un placer. Yo soy Isaac —le reveló a la camarera. El hombre volvió a sonreír, ladino, tras escuchar lo del festival—. Pues depende, ¿vas a ir tú al festival? Si me dices que sí igual me lo pienso.

La mujer sonríe ante el piropo velado.

- La verdad es que iremos todos, es una bonita tradición.

Al ver llegar su plato sonrió, cayendo en la cuenta del hambre que sentía, al tener el plato frente a el, lo atacó encantado.

-Delicioso- manifestó -¿Qué celebran en este festival? ¿El nombre es autoexplicativo o hay alguna tradición detrás?

-No creo que nos quedemos tanto tiempo. En cuanto reparen la furgoneta nos iremos- acabe el café y acerque mi plato . -¿viene mucha gente a ese festival? -  

El motel solo se justificaba con la presencia de turistas. 

- Suelen venir vecinos de pueblos cercanos.

>> Es una fiesta basada de una antigua tradición, cuyo origen era dar las gracias a la Madre Tierra por todo lo que nos da. La gente se lo pasa muy bien.

Sonrió afablemente a Kimana -Suena encantador, pero me temo que aún queda trabajo por hacer, ¿Quizá el año próximo?-

Volvió su atención a Monica -¿Hay suerte?-

Isaac le hincó el diente a su hamburguesa en lugar de seguir hablando, no fuera a ser que se le enfriara. Se quedó con el resumen de la conversación, cambiando su punto de atención entre la maravillosa delicia que devoraba y el que estuviera hablando en ese momento.

—Las bendiciones de la madre tierra, desde luego —afirmó al alzar ligeramente la hamburguesa, alabándola y a la vez haciéndose el graciosete. 

Negué con la cabeza mientras esperaba que el teléfono diera señal. Iba siguiendo la conversación haciendo girar despacio el vaso de refresco mientras escuchaba -¿una antigua tradición adorar a la madre tierra? -.. No me cuadraba mucho. Todo eso de la madre tierra era muy New Age, los nuevos druidas y toda esa pantomima.. Y ninguno de los que estaban en el restaurante tenía pinta de ecologista respetuoso con la naturaleza que lleva un modo de vida alternativo y está espiritualmente despertado. O como leches se hicieran llamar.

- ¿ y como de antigua es esa tradición, Kimana? - 

Aunque claro, quiza para ella antigua era 1972, y el fundador un hippie pasado de LSD

- Es una tradición que pertenece a mi pueblo y que los colonos de esta zona acogieron con gusto, como muestra de buena voluntad con mi gente. Entre ellos siempre hubo buenas relaciones.

>> Cuando mis antepasados emigraron y los colonos se quedaron, sus descendientes continuaron con la tradición.

-Una tradición indígena adaptada en periodo colonial- concluyó. -No es nada extraño, por otra parte, no me sorprendería que hubiese terminado en una excusa para beber y desinhibirse, como tantas otras festividades "tradicionales", eso si, suelen ser muy bonitas y muy coloridas-

Suspiró -Lástima que no podamos quedarnos-

Escuché la historia de Kimara con bastante escepticismo. Aquel debía ser uno de los pocos, por no decir el único sitio donde colonos y nativos habían convivido en paz. Y si tan idílico era todo, ¿para que habrían abandonado sus tierras ancestrales los nativos?. ¿Todos? ¿había vuelto alguno? Kimara estaba aquí. Esto olía a que en algun momento alguien había tergiversado la historia.

Seguía tragando pedazos de hamburguesa y ayudaba a bajarlo con sorbos de café. Se abstrajo parcialmente de la conversación, los temas teológicos le importaban más bien poco, nunca había sido un hombre creyente y no tenía intención de empezar a rezar o prestar atención a cuentos de viejas a esas alturas.

Además, como bien indicaron sus compañeros, deberían de estar fuera de allí antes de que el festival diera comienzo.

En la cabeza de Mónica algo no cuadra en toda esa historia, pero no sabe decir el qué.

-¿Y tu cuando volviste Kimana?.. Debió ser sorprendente ver como los descendientes de los colonos habían mantenido la tradición después de tanto tiempo - ​​