-Ese asunto es muy grave ¿están seguros?
El policía hace una seña a otro novato como él, que le obedece a regañadientes para que ocupe su lugar, y os lleva a un despacho. Antes de entrar comprueba que está vacío.
-Denme toda la información que tengan, sin omitir ningún detalle.
El relato de lo ocurrido surge de vuestras bocas como una tormenta en el desierto y el agente de policía novato esboza una mueca de horror digna de un Óscar. La única diferencia es que él no está fingiendo.
Pálido como la muerte se levanta y se excusa, alegando que debe informar a un superior. Quizás antes de hacerlo haga una parada en el WC. Es posible que su desayuno haga un viaje inesperado.
Los coches avanzan por la carretera. En los tres coches patrulla hay un par de policías preparados para la ocasión. En el furgón varios agentes intercambian algunas palabras. Cerrando el convoy los periodistas, en una furgoneta cedida por la cadena de informáticos.
¿Cómo es posible que unos simples periodistas intervengan en una operación policial? Todo es simple, cuando quién manda en dicha cadena tiene amistades importantes.
De nuevo en la carretera, Patrick se aferraba los vaqueros, llevando sus manos hacia delante y hacia atrás, presa de los nervios, a lo que no ayudaba su falta de sueño.
¿Cómo era posible que estuviesen volviendo a ese lugar?
-No hay de que preocuparse, la policía se va a encargar de todo- dijo, más para calmar sus miedos que para calmar los que pudieran tener sus compañeros.
- No tenemos ninguna prueba, esto no va a salir bien -
No me gustaba el cariz que estaba tomando el asunto. Habría preferido una aproximación más sutil, buscar información. Esa gente iba a buscar a un homicida, y en ese pueblo todo el mundo estaba compinchado, por no hablar de esa criatura.
¿A qué hora queréis llegar al pueblo?
Los vehículos se detienen en la calle principal del pueblo. Todo está en silencio. Los agentes de policía salen con las armas preparadas y mirar a su alrededor, alerta. Todo está tranquilo, como si no hubiese nadie en aquel maldito lugar.
Patrick se hundió en el asiento del vehículo, buscando con la mirada señal de vida a través de los cristales.
Murmurando entre dientes lo poco que le gustaba aquello, volvió los ojos al interior, buscando algo que le sirviese de defensa, en caso de ser necesario.
-Casi todo el mundo está implicado. La encargada del restaurante nos drogó, yo empezaría por ella-
MIré a mi alrededor. Por algún sitio había que empezar.
Los agentes comienzan a revisar los edificios cercanos y entran en aquellos que no están cerrados con llave. Principalmente se trata de negocios.
- Aquí no hay nadie -dice uno de ellos.
-Está todo vacío -afirma otro.
Uno de los que policía que iba en el furgón se dirige al interior a dar parte por la emisora.
Algo que viene del bosque rompe el silencio...
-Oh, Dios mío...- Susurró Patrick, tragando saliva.
Se volvió hacia los agentes -Rápido, ¡Tenemos que buscar refugio!-
Ante el comentario de Patrick algunos de los agentes le miran extrañado. Otros comienzan a caminar hacia el origen del sonido con lentitud, mirando a ambos lados para evitar que todo sea algún tipo de emboscada que les cueste la vida.
Miré al bosque con aprensión y empecé a retroceder. - Ya viene-
Debía de haber una manera de matarlo. Jake dijo que lo encontró y que tenía un cubil, pero los indios ya adoraban s algo hacía mucho tiempo.
-Patrick..es una estupidez..pero vamos a quemar el árbol que hay frente a la tienda de Jake -
Los agentes se aproximan al camino que lleva al bosque. Un tronco de árbol sale disparado y cae sobre varios de los policías, hiriéndoles de gravedad.
Sus gritos no pueden ahogar el sonido de la criatura, que vosotros ya conocéis, que se lanza sobre ellos. Las balas surcan el aire y las que impactan no parecen causar el daño esperado.
Sangre, lamentos de dolor, el hedor de las vísceras y otros fluidos se hacen notar en el ambiente.
Patrick miró a Mónica sin comprener -¿El...el árbol?- preguntó, con voz dubitativa.
Seguidamente vio con horror como los agentes ignoraban su petición y se acercaban a la línea del bosque.
Temiendo lo peor Patrick se subió al furgón más cercano, en busca de algo con lo que defenderse o algo inflamable, siguiendo las palabras de su compañera.
Al escuchar los gritos no pudo evitar recordar las muertes que había presenciado. Trato de arrancar el furgón.
El furgón arranca al primer intento.
Si mi memoria de pez no me falla, junto a la tienda de Jake no hay ningún árbol. Los arboles mencionados están: uno en la plaza del pueblo y el otro en un claro del bosque donde se iba a realizar el ritual.