Partida Rol por web

Ves como Carles se pone algo nervioso, te mira, no sabe que hacer con las manos, se las mete en los bolsillos, las vuelve a sacar, se pasa una por el pelo...

Takako, yo... esto... me pareció que estabas algo incómoda, y no quería que estuvieras a disgusto... yo... bueno, eso.

Ves que se ha ruborizado un poco, buscando que palabras poder expresar. Ves en su mirada una súplica silenciosa...
Se levanta un poco de viento y ves como el sol que estaba luchando por salir es cubierto por una gran nube... Miras a lo lejos, y te das cuenta como está negro, parece que se acerca una tormenta...

Sonrió y observó al chico, era tan mono cuando se ponía así. Takako suspiró y se encogió de hombros.

No, bueno, es que no me esperaba esto - respondió sinceramente - No sé... a mí no me gustan estas cosas, y supongo que creí que iríamos con más gente de la clase.

No es que no le cayeran mal los alumnos de cursos superiores, pero a Takako no le interesaba lo que la mayoría hacía... campana y fumar porros. A Takako le gustaba (dentro de lo que cabía) asistir a clase y estudiar (dentro de lo que cabía xD), no quería ser una cateta, esto lo tenía claro.

No son mala gente, de verdad...
Lo que pasa, es que cada uno tiene sus problemas, y es una forma que tiene Eric de no pensar, o llámalo como quieras. Bueno, si querías ir a la segunda clase, quizás mejor que vayamos para el instituto...

Te dice con una sonrisa, miras el reloj y te das cuenta de que como no salgas corriendo no llegas, y sabes que la profesora, una vez empezada la clase no permite que entre nadie...

Pues vaya formas, podría hacer algun deporte, que sienta muy bien por el cuerpo y el espíritu - comentó divertida - ¡O ponerse a trabajar! Seguro que entonces no tendría ni tiempo de pensar - añadió, sabiéndolo por experiencia propia.

Miró la hora y una gota de sudor frío recorrió su espalda - Dejémoslo por la hora siguiente... paso de encontrarme con algún profe por el camino - miró a Carles y le sonrió.

Carles te sonríe, le ves contento de que hayas decidido quedarte un rato más...
Notas que una gota te moja la nariz, levantas la vista y ves como empieza a llover, otra gota te da en la mejilla, y seguidamente sientes otra en la cabeza.

Vaya, parece que al final si que se pone a llover, venga, te invito a desayunar, hay una cafetería aquí cerca, en el paseo San Juan que está bastante bien...

Se oye un trueno y las pequeñas gotas empiezan a arreciar... Poco a poco empieza a llover más fuerte...

¡Pues será mejor que nos demos prisa! - exclamó Takako, riendo y cogiendo del brazo a Carles para echarse a correr hacia la dirección que él ha señalado.

Le gustaba correr debajo de la lluvia era relajante y divertido.

Vais corriendo bajo la lluvia, no podeis evitar el quedar empapados, y entre risas entrais en la cafetería, es limpia y no hay mucha gente, así que buscais una mesa y os sentais esperando que os sirvan, al rato se acerca un señor a vuestra mesa...

Qué desean tomar?

Carles le pide un chocolate caliente, y te interroga con la mirada...
El cabello mojado le cae por la frente, haciéndole más atractivo...

Takako no puede evitar mirar a Carles, el cabello cayendo por su cara... era y estaba muy atractivo. Aunque era la primera vez que la chica miraba a su amigo... de aquella manera.

Tosió, sonrojándose por completo e intentando alejarse aquellos pensamientos de la cabeza. Miró al camarero.

Eh... sí, yo quiero... un chocolate caliente también, por favor - le sonrió y volvió a mirar a Carles. No se le había ocurrido nada más por pedir.

Ya verás que bueno lo hacen aquí...

Te das cuenta como Carles se encuentra un poco nervioso, mira a ambos lados de la cafetería, le ves alerta, atento a todos los movimientos...

Habías venido alguna vez?

Vuelve a prestarte atención, con un suspiro parece que se relaja un poco.

Sus movimientos no pasan desaparcibidos, y Takako nota enseguida que a Carles le sucede algo.

¿Pasa algo? ¿Esperas a alguien? - pregunta sonriendo y mirando alrededor.

Luego se aparta el pelo mojado de la cara y niega lentamente con la cabeza - No, aquí no había venido nunca, ¿tú sí?

No, no espero a nadie...

Te mira algo sorprendido, como si le extrañase tu pregunta; te mira y sonríe abiertamente...

Es solo que vivo cerca de aquí, y no me gustaría que me viera algún vecino, son todos unos cotillas. No te preocupes.

Dice mientras te guiña el ojo, mira hacia fuera con expresión preocupada.

Vaya, parece ser que no para de llover...

Al seguir su mirada ves en la calle a una niña que mira a través de la ventana en vuestra dirección, da la impresión que ande un poco perdida... Vuelves a mirar a Carles, y ves que te mira fijamente.

Asiente con la cabeza - Entiendo... a mí tampoco me gustaría que me vieran - se ríe divertida y mira hacia el exterior, sigue lloviendo... y no parece que vaya a parar en un rato.

Pues sí... aunque ya va bien que llueva - aun mirando el exterior, ve la niña que mira hacia la cafetería.

Takako se queda mirando a la niña, pero enseguida aparta la mirada de ella... - estará esperando a sus padres, aunque que irresponsables, dejarla allí fuera con la lluvia... - al mirar de nuevo a Carles, sus miradas se cruzan una vez más... la chica le sonríe, sonrojándose una vez más.

Vaya... si que tarda el chocolate, ¿no...? - intenta cambiar de tema, dirigiendo la mirada hacia la barra.

Os quedais un ratito mirandoos, escuchando el repiqueteo de las gotas en los cristales; un rayo cruza el cielo seguido de un trueno ensordecedor. De golpe todas las luces de la cafetería se apagan dejandoos casi a oscuras, ya que fuera estaba tan oscuro debido a la tormenta... La gente comienza a hablar un poco alterada, y te das cuenta como la que parece la encargada entra corriendo para dentro, sacando una linterna y diciendoos a todos que no os preocupeis...

Vaya, parece que no podremos tomarnos ese chocolate...

Te comenta con una sonrisa en los labios, que medio entreves; miras hacia fuera, está bastante oscuro, de repente otro rayo cruza el cielo y puedes ver la forma de la niña que continúa mirando para adentro...

Un escalofrío recorre su espalda, no es que le de miedo la oscuridad, ni mucho menos, pero no le gusta, dónde esté un buen foco...

Sonríe a Carles, y va a responderle cuando aun ve a la niña a fuera... - Ehm... ¿Qué crees que estará haciendo aquella niña allí? No para de mirar hacia dentro... - le comenta a Carles, un poco preocupada, y por qué negarlo, con un poco de miedo también.

Carles se gira extrañado, y mira detenidamente para fuera, vuelve a mirarte enarcando una ceja...

Qué niña?

Miras hacia el exterior y en ese momento un rayo ilumina la calle, pudiendo demostrar que la niña ya no se encuentra allí... Quizás su madre ya la halla ido a buscar.

Abre la boca, perpleja, parpadea unos segundos... y esboza una sonrisa, se sonroja levemente y mira a Carles.

Antes... allí, había una niña, pero ya no está... la habrán venido a buscar... no para de mirar el interior de la cafetería.

Vuelve a sonreir y mira hacia el interior de la cafetería, está todo tan oscuro... y empieza a hacer frío.

Mientras le comentabas a Carles lo de la niña, vuelve la luz al local, se escuchan varios comentarios de alivio y se os acerca la camarera...

Perdonad por la espera, ahora mismo os traeré el chocolate...

Dice mientras se dirige hacia la barra. Vuelves a mirar hacia afuera, la lluvia parece haber aflojado un poco, compruebas la hora en tu reloj y ves que son las 10:30... A tu mente te viene el recuerdo de que esta tarde tienes clase de Kenpo en el gimnasio Gustaffson...
Hará dos meses empezaste a dar clases de Kenpo para niños, así te sacabas algo de dinero para tus cosillas y no has de pedirles tanto a tus padres.
Vas al gimnasio los lunes, miércoles y viernes a dar clases, a cambio también te permiten que utilices sus instalaciones cuando te apetezca...

Sonríe al ver volver la luz.

¡Por fin...! - exclama sonriendo y mirando el local de nuevo, acostumbrándose a la luz - Ahora sí que apetece un chocolate caliente, ¿eh?

Al recordar lo del gimnasio suelta un suspiro - Precisamente hoy, que apetece tanto quedarse metida en casa... con el brasero del comedor... - se queda pensando, mirando por la ventana la lluvia que va cayendo, cada vez menos.

Sí, la verdad es que apetece mucho...

Carles te sonríe.

Me gusta estar contigo, haces que me sienta bien...

Te dice bajando la mirada y ruborizándose, vuelve a levantarla y te mira a los ojos, el rubor cubre sus mejillas...
En este momento empieza a sonarte el móvil.